Estados Unidos

 

Educación sexual basada en la abstinencia

Por Eleanor Bader (*)
Znet, abril 2005
Traducido por Esther Carrera y revisado por Germán Leyens

La Doctora Kimber Haddix McKay, una antropóloga que enseña Sexualidad Humana en la Universidad de Montana-Missoula, pensó que sería una buena idea mostrar a sus alumnos las ideas de aquellos que promueven la abstinencia sexual hasta el matrimonio. "Como Montana recibe dinero federal para promover la educación sobre abstinencia, pensé que podía enseñar a mis alumnos lo que esto significa y quiénes están involucrados en esta campaña estatal" ha dicho. La doctora invitó a los representantes de Abstinencia sexual y educación familiar (SAFE son sus siglas en inglés) a dar una conferencia a los 250 estudiantes que participan en sus clases.

El contenido de la charla indignó a la doctora McKay y asustó y confundió a sus estudiantes: "Ha dicho cosas como que los condones no son eficaces contra las enfermedades de transmisión sexual y concretamente predijeron que aquellos que mantienen relaciones sexuales prematrimoniales serán infelices en sus matrimonios porque la gente se siente insegura cuando su compañero/a ha tenido experiencias sexuales previas", señala McKay. Los conferenciantes también citaron un sustancioso informe de 2003, llevado a cabo por la Fundación de extrema derecha Heritage en el que supuestamente han encontrado que los adolescentes sexualmente activos tienen mayores probabilidades de deprimirse o de suicidio que sus compañeros célibes.

Aunque dice la doctora McKay que ella intentó hacer un "control de los daños" después de la conferencia trayendo oradores del centro de salud del campus y de la clínica de mujeres local, le preocupa que algunos de sus estudiantes puedan haber tenido problemas para descifrar mensajes tan opuestos. Raquel Castellanos, directora ejecutiva de la Clínica Blue Mountain en Missoula, fue una de las personas a las que la doctora McKay solicitó rebatir al SAFE. "En Montana, como en otros muchos estados, cada distrito escolar decide lo que se va a enseñar. Esto significa que un pueblo puede decir: "Queremos una educación sexual exhaustiva" pero es como jugar a las adivinanzas saber si los estudiantes van a recibir tal educación. En un sitio la profesora les dijo a los estudiantes que los condones no eran efectivos para evitar el embarazo en un 50 a un 60 por ciento. En otro colegio les dijeron a los estudiantes que los condones no funcionan cuando los usan adolescentes. Es bastante raro que los estudiantes en zonas rurales tengan una educación sexual completa. La gente que promueve la abstinencia recibe tantos fondos que puede viajar por todo el estado. No tenemos con qué contrarrestar la clase de dinero federal que les llueve a ellos".

Efectivamente, desde 1998 se han gastado en programas sobre abstinencia más de 1.000 millones de dólares, un incremento de un 3.000 por ciento. Hay tres fondos constantes que canalizan los ingresos a los 50 estados. Es más, las subvenciones no han sido entregadas solamente a los colegios de distrito sino también a cientos de Centros de Crisis de Embarazo claramente anti-abortistas, la Diócesis Católica, grupos afiliados con la Iglesia Bautista, Discípulos de Cristo y mega-iglesias Cristianas Evangelistas.

"Bush está financiando a sus bases y creando una industria y partidarios para reclutar", ha dicho Adrienne Verrilli, Directora de comunicaciones del Consejo de Educación e Información Sexual de los Estados Unidos (SIECUS, son sus siglas en inglés). "Es parte de una gran estrategia para empezar a mover dinero federal hacia las comunidades evangélicas. Es un sueño hecho realidad para los neoconservadores".

La Federación para la Paternidad Planificada de los Estados Unidos considera la financiación de los programas de abstinencia "uno de los mayores éxitos de los derechos religiosos". La Federación (PPFA son sus siglas en inglés) ha publicado avisos escalofriantes sobre el impacto nacional de largo alcance señalando que acelerar la financiación ha significado para los jóvenes a lo largo del país oír tres consistentes mensajes:

-Que las relaciones sexuales entre personas solteras tiene consecuencias físicas y psicológicas negativas.

-Que se supone que todo el mundo ha de vivir en matrimonios monógamos y heterosexuales.

-Que tener hijos fuera del matrimonio perjudica al hijo, a los padres y a la sociedad.

Algunos de estos programas van aún más lejos. Peggy Papsdorf, coordinadora de proyecto para Plain Truth de Washington, un grupo que promueve una educación sexual completa en los colegios públicos, estuvo presente en la charla de Pam Stenzel, ex-consejera de Problemas de Embarazo (Crisis Pregnacy, es el nombre en inglés) que se convirtió en instructora del programa de abstinencia. Según Papsdorf, Stenzel dijo a una clase de octavo grado:

-Nadie ha tenido jamás relaciones sexuales con más de una pareja sin pagar un precio.

-Las píldoras anticonceptivas te hacen diez veces más susceptible a morir.

-Abortar causa daños psicológicos a largo plazo.

-Los condones no son seguros.

-A los varones no les afecta tener relaciones prematrimoniales mientras que las muchachas sufren toda la vida.

-Un gran numero de mujeres entre 18 y 20 años están siendo sometidas a histerectomías radicales por cáncer cervical causado por mantener relaciones sexuales a temprana edad.

El mensaje de Stenzel, aunque extremista, no es raro y tiene consecuencias nefastas. Un grupo político progresista, Abogados por la Juventud, con base en Washington D.C., calcula que aproximadamente un 45,6 por ciento de los estudiantes de colegios secundarios y un 79.5 por ciento de los universitarios mantienen relaciones sexuales. Según un reportaje del año 2000 realizado por el Centro para el Control de las Enfermedades y titulado: "Siguiéndole la pista a las epidemias escondidas: Tendencias de las enfermedades de transmisión sexual en los Estados Unidos" establece que: "Los adolescentes tienen un alto riesgo de contagiarse de la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual debido a su comportamiento". Los adolescentes y adultos jóvenes tienden más que otros grupos a tener múltiples parejas, practicar sexo sin protección y para las mujeres jóvenes, elegir parejas mayores". Además, Estados Unidos continúa teniendo el mayor porcentaje de embarazos en adolescentes de los países industrializados; entre 800.000 y 900.000 adolescentes de 19 años o menores se quedan embarazadas anualmente.

Las estadísticas del Centro para el Control de las Enfermedades (CDC son sus siglas en inglés) estiman que cerca de cuatro millones de adolescentes se contagiarán de alguna enfermedad de transmisión sexual este año: Clamidia, gonorrea, herpes, virus del papiloma humano, sífilis, tricomoniasis o VIH. La mitad de los nuevos casos de VIH del país ocurren entre la gente de menos de 25 años y clamidia se ha convertido en la infección con más contagios contabilizados. Desde el 2000, Raquel Castellanos dice que en Montana las enfermedades de transmisión sexual han aumentado un 58 por ciento. "Aunque no tenemos ninguna investigación científica que relacione un aumento tan agudo de clamidia con la educación sexual basada en la abstinencia, creo que no es una coincidencia que en el mismo periodo en el que más de un millón de dólares ha sido destinado para una educación que rechaza la efectividad de los condones, hayamos visto este incremento exponencial de clamidia entre los jóvenes".

Montana no es el único estado en el cual ha habido esta oleada de enfermedades de transmisión sexual. El CDC estima que cerca de un cuarto de las mujeres menores de 24 años contraerán clamidia. En 1999, el 13 por ciento de las mujeres adolescentes que ingresaron en los centros de detención juvenil dieron positivo en el test de esta enfermedad; el 3,3 por ciento de las mujeres jóvenes que entraron en el Programa Nacional de Entrenamiento Laboral el año 2001 tenían gonorrea. "Muchas de estas enfermedades se ocultan", dice Castellanos, "las descubrimos cuando practicamos un aborto o cuando la mujer viene para su reconocimiento anual".

Para Adrienne Verrilli de SIECUS, la posibilidad de que un adolescente pase sin realizar una visita médica ante el temor de que se descubra que mantiene relaciones sexuales es espantosa. "Es un problema enorme", dice, "No se anima a los estudiantes para que vayan al médico. Se les dice que adopten una "segunda" virginidad como solución, actuar como si las relaciones sexuales nunca hubieran ocurrido. Muchas mujeres tienen infecciones masivas. Al no alentarlas a hacerse las revisiones, al no recomendarles el uso del condón están promocionando una agenda religiosa dañina. Esto no es a menudo patente pero el mensaje religioso todavía se mueve en el programa"

Edgard Mechmann es un abogado que trabaja para la Oficina de Respeto a la Vida de la Archidiócesis de Nueva York y cree que la abstinencia hasta el matrimonio es lo que los colegios deben enseñar. Sin embargo, como Verrilli, está preocupado por el posible desenfoque de la separación entre iglesia y estado. "No es correcto que el dinero público pague actividades sectarias", ha dicho, "el gobierno no se debe implicar en la financiación de la religión ".

Anteriormente a 1996, continua, la Archidiócesis no recibía dinero del gobierno para Educación de la vida en familia: "Normalmente no nos involucramos en obtener subvenciones del gobierno porque siempre conlleva compromisos". Pero en 1997 el Departamento de Salud del Estado de Nueva York tomó contacto con la Archidiócesis y trazó los detalles de cómo gestionar los programas de abstinencia. "Querían a alguien que cubriera las zonas geográficas de la gente con mayor riesgo", informa Mechmann. "El Departamento de Salud nos indicó los códigos postales que debíamos cubrir. La decisión final se tomó porque habría mas dinero para un programa que estaba funcionando en algunas áreas por lo que dijimos que íbamos a probarlo."

El programa para la prevención del abuso de las drogas de la Archidiócesis, ADAP son sus siglas en inglés, recibió un millón y medio de dólares para gestionar el programa de abstinencia desde 1998 a 2003; una extensión provisional para el año académico de 2004 a 2005 fue concedida mas tarde. La subvención se otorgó para proveer educación sobre abstinencia a los estudiantes de las escuelas parroquiales y a los que iban a clase después del colegio o para los programas para la juventud que se realizaban en los locales de la iglesia Católica. "Los programas que estamos realizando son laicos pero nuestra teología es enseñar a la gente a mantenerse virgen hasta el matrimonio", dice Mechmann, "Es una adaptación del programa entre lo religioso y lo laico".

Esta adaptación inquieta a los defensores de las libertades civiles, pero hasta la fecha han tenido poco éxito en detener la ola de abstinencia. Julie Sternberg del Proyecto para la libertad reproductora de ACLU (Asociación para la protección de los derechos civiles) dice que el Tribunal Supremo ha sancionado la financiación de organizaciones religiosas pero requiere que el dinero se use exclusivamente para fines laicos. "El dinero de los contribuyentes no debe emplearse en promover la religión", dice, "si un grupo lo está usando, este dinero no debe usarse para potenciar la religión de ninguna manera".

Esta teoría fue probada en Las Cruces, Nuevo México en 2002 cuando ACLU oyó que la Comunidad de la Red para la abstinencia había estado en clases de alumnos de séptimo mostrando un video que incluía amplias referencias a Dios. Los padres entraron en acción, dice Sternberg, protestando ante el Departamento de Salud y el supervisor de los colegios. Con la ayuda del Proyecto para la libertad reproductora, se tomaron las medidas correctivas y el video culpable fue retirado de la clase. Además, un profesor que había dicho a los estudiantes que el aborto era asesinato, fue obligado a aclarar que el aborto es un procedimiento legal. Un resultado similar se logró en Luisiana donde un dinero federal estaba siendo empleado para transportar a niños de las escuelas públicas a manifestaciones antiaborto y para comprar Biblias y representar obras de teatro religiosas.

A pesar de estas victorias, los abogados dicen que es difícil demandar al gobierno federal por violación de la separación de la iglesia y el estado. Se necesita establecer una pista de documentos que conecte el dinero federal con actividades religiosas abiertas, dice Sternberg. La ACLU está investigando, solucionando problemas locales e intentando determinar si grupos religiosos predominantemente sectarios están siendo financiados contra la ley.

Por su parte el Departamento de Salud y Recursos Humanos es la entidad gubernamental responsable de controlar que los grupos religiosos se atengan a la censura que les prohíbe hacer proselitismo o predicar. La "Guía para las Comunidades basadas en la fe asociadas al Gobierno Federal" es un folleto publicado por la Oficina para las iniciativas de las Comunidades basadas en la fe en 2002 que ofrece el siguiente consejo: "las organizaciones basadas en la fe que reciban fondos directamente del gobierno, deben procurar separar, en su debido tiempo y lugar, sus actividades intrínsicamente religiosas de los servicios financiados por el gobierno que ofrezcan". De no ser así, el folleto advierte, puede conducir al cese de dicha financiación.

¿Pero realmente existen grupos encargados de supervisar este cumplimiento? Aunque se han realizado numerosas llamadas y enviado correos electrónicos a HHS para preguntar, no se ha recibido ninguna respuesta. Adrienne Verrilli de SIECUS cree que la respuesta es un no enfático. "El gobierno federal tiene todas las intenciones de desobedecer las leyes federales y continuar usando el dinero de los contribuyentes para financiar programas claramente religiosos (cristianos) por naturaleza. No sólo estos programas hacen referencia al cristianismo sino que incluyen mensajes antiabortistas, prejuicios sexuales, particularmente en lo relacionado con la conducta de las jóvenes y excluye completamente a los grupos jóvenes de lesbianas y gays".

Si Verrilli tiene razón, ¿por qué la respuesta de la comunidad ha sido tan escasa? "Cuando la gente oye que sus hijos están recibiendo educación sexual basada en la abstinencia, asumen que se trata de abstinencia y todo lo demás, no abstinencia solamente", dice David Seldin, director de comunicaciones de NARAL. "La gente cree que por lo general es una buena idea, enseñar a los jóvenes que pueden decir no y posponer las relaciones sexuales para cuando sean un poco mayores. Pero la realidad de la vida en los últimos miles de años ha sido que el mensaje no se traduce en abstinencia. La mayoría de los padres asume que los jóvenes están obteniendo más de lo que ellos obtuvieron en el colegio cuando contrariamente a menudo reciben menos. El tema permanece debajo del radar. Carece tanto de sentido común que a la gente le cuesta creer que esto esté ocurriendo.

Lisa Stone, directora ejecutiva del Centro Legal para la mujer en el noroeste, dice que además del tema de iglesia-estado, para poder demandar se tiene que identificar el daño causado. "Estamos estudiando las leyes estatales que nos puedan permitir denunciar la financiación de las organizaciones basadas en la fe y Centros de Crisis de Embarazo que proveen una información inadecuada", dice Lisa Stone aunque ve los numerosos obstáculos potenciales. "Si a una joven le han enseñado que los condones no funcionan y se contagia de alguna enfermedad de transmisión sexual o se queda embarazada, ¿a quién denuncias? ¿A la entidad que ha dado el dinero a las organizaciones religiosas, al grupo que ha impartido la clase o a ambos? Y luego está la cuestión de la causa, ¿Se ha quedado embarazada debido a la charla sobre abstinencia o porque ha tenido relaciones sexuales?

Katie, una joven que contó su historia al NARAL, se enfrentó de cara con el tema cuando estando en séptimo grado, la entonces Miss América, Heather Whitestone, vino a hablar a su instituto. "De pie y sujetando una raqueta de tenis en una plataforma de un gimnasio lleno de alumnos de séptimo y octavo pidió un voluntario", escribió Katie, "un chico subió al escenario y ella le entregó un puñado de perdigones indicándole que se los lanzara mientras ella trataba de golpearlos con la raqueta de tenis. Así es como funcionan los condones, les dijo a los jóvenes. Un par de meses después, la primera chica quedó embarazada, la segunda quedó encinta unas semanas después...... No parecía tener ningún sentido pasar por la humillación de ir a comprar los condones cuando nos habían dicho incontables veces que no funcionaban".

Historias como las de Katie no parecen perturbar a Leslee Unruh, presidenta y fundadora de la Cámara para la Abstinencia, una red nacional que ha recibido en 2002 2,7 millones de dólares de los fondos del gobierno. Según su página web la Cámara existe para "promover la comprensión y la práctica de la abstinencia sexual (pureza) hasta el matrimonio".

"El dinero de los impuestos se ha utilizado para financiar programas que distribuyen condones, píldoras anticonceptivas y otros métodos durante años", dice Unruh, "No creemos que esto ayude y exigimos el mismo tiempo". Alardeando de tener 5.000 educadores de abstinencia entrenados, la Cámara muestra su resolución respaldada por el compromiso de la Administración Bush de incrementar los fondos para la enseñanza de la abstinencia. "Numerosas personas están trabajando juntas y compartiendo información", dice Unruh, "pero el programa está en su primera infancia, necesitamos dejar que crezca".

Este crecimiento y la concomitante difusión de desinformación y de nociones añejas acerca de los papeles sexuales y el privilegio de los heterosexuales, horroriza a aquellos que abogan por un programa exhaustivo. "Temo que vamos a criar una generación de jóvenes que va a tener un conocimiento del sexo y de la sexualidad muy limitado", admite Adrienne Verrilli de SIECUS.

Actualmente el personal de Paternidad Planeada esta coleccionando anécdotas atestiguando la difusión de la ignorancia: Un estudiante en California le preguntó a su profesor donde tenía el cuello del útero; una chica se preguntaba si se podría quedarse embarazada practicando sexo oral. "Es muy peligroso", añade Verrilli, "los derechos son tan difíciles de conseguir y tan fáciles de perder".


(*) Eleanor J. Bader es coautora del libro "Objetivos del odio: el terrorismo antiaborto" (St. Martin Press, 2001)

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