Estados Unidos

 

El gulag estadounidense. Algunos detenidos en la base naval cumplen 56 días en huelga de hambre

Alimentan a la fuerza a los presos de Guantánamo

Amnistía Internacional dice que los reos están atados siempre para que no se quiten la sonda

El Periódico, 07/10/05

El Ejército de Estados Unidos somete a los presos en huelga de hambre en Guantánamo a "una alimentación forzada", que consiste en atarles a la cama e introducirles tubos gástricos por la nariz, según denunció ayer el abogado de Amnistía Internacional Clive Stafford, que representa a algunos de los detenidos. Un total de 21 prisioneros de los 200 que están en huelga de hambre han sido trasladados al hospital y son obligados a comer por el método que EEUU llama "alimentación asistida".

Stafford subrayó que los presos de Guantánamo cumplieron ayer 56 días en huelga de hambre y recordó la célebre protesta que llevaron a cabo activistas del IRA en prisión en el año 1981, en la que murieron Bobby Sands y otros nueve militantes republicanos, que ayunaron hasta fallecer para denunciar el trato que recibían en la cárcel. "Sabemos por experiencia que la primera persona que murió en esas huelgas de hambre lo hizo tras 46 días", recordó el abogado británico.

Una muerte lenta

"Estamos muriendo despacio", confesó a Stafford el detenido de origen libio Omar Dehayes, uno de los huelguistas. "A Omar le encanta la vida y es muy curioso. Si inicia una huelga de hambre es porque su situación es extrema y tremendamente injusta", añadió entre lágrimas Amani, hermana del preso.

Stafford explicó que los oficiales estadounidenses "esperan unos 30 días" para llevar a los huelguistas al hospital y allí les encadenan con grilletes a sus camas 24 horas al día para que no puedan quitarse el tubo gástrico (sonda) que les colocan dentro de la nariz. Esta práctica se utiliza en medicina sólo en casos muy graves de enfermedad mental y siempre bajo "un estricto control", señaló Trevor Turner, psiquiatra y director clínico del hospital londinense de St. Bartholomew.

Petición a Blair

La directora de Amnistía Internacional en el Reino Unido, Kate Allen, ha escrito al primer ministro británico, Tony Blair, para exigir que "se informe del estado de los ciudadanos en huelga de hambre y se asegure de que se transmiten esos detalles a las familias". El Gobierno británico debe "realizar una intervención humanitaria, tal y como prometió", insistió Stafford.

En la base naval de Guantánamo (en Cuba) están recluidos unos 500 presos, sin derecho a defensa. Algunos llevan allí casi cuatro años y sobre ellos no pesan cargos ni se ha celebrado juicio alguno. En nombre de la guerra contra el terrorismo, EEUU ha creado una especie de limbo legal que han denunciado continuamente las organizaciones internacionales de derechos humanos.


El Senado insta a Bush a prohibir las torturas a los prisioneros

El presidente amenaza con el veto para bloquear la norma

Por Idoya Noain
Corresponsal en Nueva York
El Periódico, 07/10/05

El presidente de EEUU, George Bush, recibió el miércoles desde el Senado uno de los mayores golpes de su mandato. Un total de 46 miembros de su propio partido se sumaron a 43 demócratas y a un independiente y, con un contundente voto 90-9 tras un apasionado debate, aprobaron una enmienda a la ley del presupuesto de Defensa que prohíbe el "trato o castigo cruel, inhumano o degradante" a cualquiera que se encuentre bajo custodia de EEUU, aunque sea en países extranjeros.

La Casa Blanca anunció inmediatamente que Bush vetará la propuesta de ley si, tras superar los trámites en el Congreso, se mantiene con la enmienda. Pero ésa es una fórmula perdedora: con las denuncias de abusos en Abú Graib y Guantánamo --que forman parte del "gulag del siglo XXI", tal como bautizó Amnistía Internacional a la red de cárceles secretas que EEUU tiene por todo el mundo--, sus índices de popularidad por los suelos, y en medio de una desastrosa posguerra en Irak, Bush estaría negando a su Ejército 363.000 millones de euros para financiar subidas salariales y equipamiento.

Fue el senador republicano John McCain quien introdujo una enmienda que han apoyado antiguos mandos militares como Colin Powell. "La confusión sobre las reglas tiene como resultado abusos sobre el terreno", explicó el senador de Arizona, cuya propuesta establece que las tropas sólo podrán emplear técnicas de interrogatorios autorizadas en un nuevo manual militar.

McCain, él mismo exprisionero de guerra en Vietnam, convenció con su enmienda y sus palabras. "Nuestros enemigos no se adhirieron a la Convención de Ginebra. Muchos de mis camaradas fueron sometidos a trato muy cruel, muy inhumano y degradante, algunos de ellos incluso murieron. Pero cada uno de nosotros sabía y sacaba fuerzas de creer que éramos diferentes de nuestros enemigos", dijo McCain, cerrando el emocional debate que precedió a la votación. Antes había leído una carta de Powell. "El mundo sabrá que norteAmérica está haciendo una declaración clara con respecto al comportamiento que se espera de nuestros soldados --escribió el exsecretario de Estado--. Eso ayudará a lidiar con la terrible crisis diplomática creada por Abú Graib".

El voto movilizó a republicanos como Bill Frist, líder de la mayoría conservadora en el Senado, que en verano bloqueó la misma enmienda en otra ley pero que el miércoles no sucumbió a la campaña contra el texto liderada en persona por el vicepresidente, Dick Cheney. "Esta enmienda ayuda a asegurar que nuestros hombres y mujeres están bien entrenados, bien informados y tienen conocimiento de sus obligaciones legales y profesionales y sus deberes morales", dijo.

En la Cámara de Representantes ya se pasó la versión de la ley sin la enmienda y se augura un intenso debate cuando se aborde en el comité conjunto de las dos cámaras. Ése es el paso necesario antes de entregar un único texto al presidente, que amenaza con usar por primera vez su poder para bloquear una ley aprobada en el Congreso. "Si el texto se presenta habrá recomendación de veto", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Scott McCellan, que afirmó que la medida "limita la capacidad del presidente como comandante en jefe para librar de manera efectiva la guerra contra el terror".

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