Estados Unidos

 

Se incrementa el descontento contra el gobierno en ámbitos militares

Agencia @DIN, 17/04/06

Según fuentes periodísticas alternativas, se trata de un descontento mayor que el difundido por la prensa comercial. Es ni más ni menos que el desacuerdo con la mayor parte de los planes y acciones estratégicas del gobierno de Bush con relación a la llamada "guerra contra el terrorismo".

James Marks, brigadier general retirado, dijo sobre Rumsfeld en los primeros días de la guerra: "Tuve la impresión de que él y quienes lo rodeaban ya habían decidido qué íbamos a hacer y de qué forma lo íbamos a hacer. (...) Y hubo solicitudes de las tropas que fueron negadas".

La baja de uno de los más altos jefes militares en 2005 habría estado relacionada con "un indeseado plan de la administración Bush para atacar Irán" y "un supuesto ataque nuclear llevado a cabo en EE.UU." por la administración misma, que "proporcionaría el pretexto para hacerlo".

- El 10 de agosto de 2005 @DIN publicó la noticia de la baja del general Kevin P. Byrnes, debido a que habría estado "preparando un golpe de estado", según fuentes period´ísticas responsables de los EE.UU. Como en la conocida parábola del rey desnudo, ningún medio comercial poderoso de la prensa en español publicó la información ni mucho menos se hizo eco de la noticia publicada por @DIN. Esta información, pues, de importancia estratégica, circuló en la red, partiendo de nuestra agencia, s´olo a través de foros o sitios web alternativos.

La reciente crisis militar en los Estados Unidos, que ahora muchos medios publican con grandes titulares -pero distorsionando su magnitud, ya que intentan direccionarla únicamente hacia Rumsfeld- es sólo una continuidad con aquel proceso que viene desarrollándose desde el comienzo mismo de la invasión a Iraq en las FF.AA. estadounidenses.

La batalla de comentarios sobre Rumsfeld, su relación con los líderes militares y la guerra en Iraq cubrió las portadas de los diarios después del "hecho inusual" de que seis generales retirados le solicitaran su renuncia la semana pasada. Ello provocó la respuesta del Pentágono y la revalidación por parte de Bush de su secretario de Estado, a quien cubrió de elogios.

Importantes miembros del Partido Demócrata trataron el domingo de aumentar la presión sobre el gobierno de los Estados Unidos, mientras los republicanos y el Pentágono se unían para defender al secretario de Defensa estadounidense y a la forma en que ha gestionado la guerra en Iraq.

"Considero que el secretario debería renunciar", declaró Bill Richardson, gobernador de Nuevo México y potencial candidato demócrata a la presidencia, al programa "Face the Nation" de CBS.

"Además del hecho de que la guerra en Iraq ha sido mal manejada (...) debería escuchar lo que estos generales están diciendo", agregó.

Entre aquellos que piden la renuncia de Rumsfeld se encuentran el mayor general John Batiste, quien comandó la Primera División de Infantería en Iraq, el mayor general Charles Swannack, quien lideró a 82ª División Aerotransportada del Ejército en Iraq, y el general Wesley Clark, ex comandante de la OTAN.

"Estos son seis distinguidos oficiales militares", declaró Richardson.

"Ellos están diciendo básicamente que el secretario Rumsfeld, en los temas relacionados con estrategia militar (...) no los escuchó. (...) Esto alcanza un nueva etapa (...) al no estar dispuesto a reconocer los errores, no estar dispuesto a cambiar el rumbo, una política que sencillamente no está funcionando", añadió.

Mitch McConnell, senador republicano por Kentucky, sostuvo en "Fox News Sunday" que Estados Unidos ha "eliminado a mucha gente que nos haría daño" durante la administración de Rumsfeld.

"Creo que lo importante para recordar es que no hemos sido atacados en casa desde septiembre de 2001", declaró el senador.

James Marks, brigadier general retirado, dijo sobre Rumsfeld en los primeros días de la guerra: "Tuve la impresión de que él y quienes lo rodeaban ya habían decidido qué íbamos a hacer y de qué forma lo íbamos a hacer. (...) Y hubo solicitudes de las tropas que fueron negadas".

El Pentágono emitió el domingo el texto de un memorándum que envió a analistas militares civiles y a ex importantes comandantes del ejército, algunos de los cuales aparecen a menudo en televisión, para que desafíen las críticas respecto a que Rumsfeld hizo oídos sordos ante las opiniones de líderes militares.

El senador Christopher Dodd, un demócrata de Conneticut, declaró que las críticas de los generales en la reserva podían ser considerados un reflejo de los que actualmente ocupan puestos importantes, a quienes no se les permite criticar a Rumsfeld o a Bush.

Sordos ruidos

Sin embargo, según fuentes periodísticas alternativas, se trata de un descontento mayor que el difundido por la prensa comercial. Es ni más ni menos que el desacuerdo con la mayor parte de los planes y acciones estratégicas del gobierno de Bush con relación a la llamada "guerra contra el terrorismo".

Como mencionamos al comienzo, a principios de agosto el gobierno de Bush dio de baja al general que ocupaba el puesto más importante para el control de los planes militares estratégicos de los Estados Unidos.

Informes periodísticos emanados de fuentes militares sugirieron, en aquella oportunidad, que el general Kevin P. Byrnes "descubrió planes para convertir ejercicios de armas nucleares en un organizado ataque terrorista".

En una operación de prensa que resultó burda, desde el gobierno se dejó trascender que Byrnes había sido destituido por "habérsele descubierto una infidelidad matrimonial con una civil", hecho nunca visto en los EE.UU., un país considerado entre los más liberales del mundo en cuanto a sus costumbres.

Los periodistas Paul Joseph Watson & Alex Jones dijeron, en cambio, que su baja estaba relacionada, en realidad, con "un indeseado plan de la administración Bush para atacar Irán" y "un supuesto ataque nuclear llevado a cabo en EE.UU." por la administración misma, que "proporcionaría el pretexto para hacerlo".

Según el periodista Greg Szymanski, fuentes militares estadounidenses dijeron que Byrnes "era el líder de una facción que estaba preparando un golpe de estado contra los halcones neo-cons, en un esfuerzo por prevenir el desarrollo de un conflicto global". Siempre según esta informaci´on "al menos la mitad del ejército se opone a los neo-cons en el gobierno" .

Por otra parte, las fuentes militares del periodista Lehrman, incluyendo a un ex Capitán de inteligencia, afirmaron en esa oportunidad que los altos jefes"se sintieron ultrajados cuando supieron que la historia oficial detrás de los ataques de 9/11 era imposible".

Los oficiales dijeron a la prensa alternativa estadounidense que en los cuarteles se especula que el general Byrnes "había descubierto el hecho de que se efectuaría un atentado en el territorio de los Estados Unidos, adjudicándolo falsamente a terroristas islámicos" y estaba intentando detenerlo", y también "que Byrnes puede ser parte de un golpe militar diseñado para prevenir la ridícula idea de hacer una guerra nuclear con Irán", según Lehrman.

Prosiguen pedidos de renuncia de Rumsfeld

El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, hizo un mal trabajo en Iraq y debe renunciar, dijo el ex comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa Wesley Clark, en declaraciones la televisora Fox.

De esta forma aumentó el número de los ex militares estadounidenses que solicitan la salida de Rumsfeld, sometido a un fuego graneado por varios ex generales por la errónea conducción de la guerra en Iraq.

Clark culpó al funcionario por llevar al país a una guerra sin relación con las necesidades de la lucha contra el terrorismo.

Hacia el fin de semana, el acusado desechó la posibilidad de dimitir, mientras recibía un sólido respaldo del presidente George W. Bush.

El jefe del Pentágono fue hace varios meses centro del escándalo de las torturas aplicadas a presos en la cárcel iraquí de Abu Ghraib.

Al respecto, la organización Human Rights Watch pidió al gobierno nombrar a un fiscal especial para que investigue la responsabilidad penal de Rumsfeld en las torturas de un preso en el enclave ilegal que mantienen los norteamericanos en Guantánamo, en el este de Cuba.

Según Joanne Mariner, ejecutiva de la entidad, el asunto ahora no es si Rumsfeld debe renunciar, "es si debe ser enjuiciado".

El Pentágono defiende a Rumsfeld

El Pentágono de EUA, en tanto, distribuyó enseguida de las críticas militares, un documento en defensa de su titular, Donald Rumsfeld, en el que refuta las acusaciones en su contra por varios generales retirados que pidieron su renuncia, según informó el diario "The New York Times".

"El memorando de una página fue remitido por vía electrónica el viernes a un grupo de ex comandantes militares y analistas civiles que incluye a varios generales retirados que aparecen regularmente en la televisión", añadió el diario.

En las últimas semanas, siete generales retirados criticaron la gestión de Rumsfeld al frente del Pentágono y su conducción de la guerra en Iraq, y seis de ellos pidieron que el funcionario renuncie de inmediato. El viernes, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en una breve declaración escrita, expresó su pleno respaldo a Rumsfeld.

El documento del Pentágono, según "Times", sostuvo que "los mandos militares participan, en un grado sin precedentes, en cada proceso de toma de decisiones en el Departamento de Defensa". Rumsfeld "ha mantenido 139 reuniones con el Estado Mayor Conjunto desde principios de 2005, y 208 reuniones con los principales comandantes en el terreno", agregó. El memorando también recordó que hay más de 8 mil generales y almirantes en servicio y retirados, aparentemente para enfatizar que solo un puñado de estos oficiales han hecho críticas públicas a Rumsfeld.