Movimiento de inmigrantes en EEUU

 

1º de Mayo en Estados Unidos

Convocan a paro general de trabajadores inmigrantes

Socialismo o Barbarie, 20/04/06

El inmenso movimiento de trabajadores inmigrantes desatado en EEUU marcha hacia una nueva y gran batalla. En las últimas semanas, las manifestaciones de cientos de miles en decenas de ciudades han configurado una de las movilizaciones de masas más importantes de que se tenga memoria en EEUU.

Pero ahora este colosal movimiento de trabajadores desatado en las entrañas del monstruo imperialista ha doblado la apuesta. Se ha planteado un nuevo y mayor desafío: una huelga general y boicot el 1º de mayo.

“1º de Mayo 2006 – Paro nacional general de labores en EEUU. ¡No trabajo! ¡No escuelas! ¡No compras! ¡Un día sin inmigrantes!”: tales son los llamados que están recorriendo las ciudades mediante volantes en inglés, en español... y hasta en chino. ¡Es el internacionalismo no ya en los discursos, sino “en vivo y en directo”!

Es evidente la trascendencia que tendría para EEUU y el mundo si los trabajadores inmigrantes en lucha lograran una acción semejante. Son todavía una minoría (importante) en relación a toda la fuerza laboral de EEUU, pero ocupan sin embargo sectores claves en los servicios, la construcción y aun en partes de la industria.

Por otra parte, hacer este movimiento un 1º de mayo tiene un profundo sentido clasista. Uno de las tantos triunfos ideológicos del capitalismo yanqui ha sido el de borrar de la memoria de sus trabajadores el significado del 1º de mayo. Aunque con los mártires de Chicago esta jornada mundial de lucha tuvo origen en los propios EEUU, la burguesía yanqui logró hacer olvidar este crimen. Lo reemplazó con un inofensivo “Día del Trabajo” (Labor Day) el primer lunes de septiembre... sin un átomo de la desagradable “lucha de clases”. Así, el 1º de mayo es un día laborable como cualquier otro y la mayoría de la gente no sabe qué pasó en EEUU en esa fecha.

A nivel mundial, los trabajadores norteamericanos fueron uno de los contingentes más derrotados de la clase obrera mundial por la (contra)revolución neoliberal iniciada en los años 80. Desde entonces, han perdido casi un tercio de sus salarios reales, han sido triturados por la precarización y la desindicalización, y al mismo tiempo trabajan 25% más horas anuales que sus pares de Francia o Alemania. ¡Éste es uno de los pilares de la “prosperidad” del capitalismo yanqui, junto a la explotación del resto del mundo!

Pero las consecuencias de esa derrota son mucho más vastas que los retrocesos económicos. Las guerras imperialistas desatadas por Bush serían imposibles si en su “frente interno” la clase trabajadora norteamericana estuviese en movimiento.

Ahora, el surgimiento de este poderoso movimiento implica también que emerge una nueva clase trabajadora, joven y multiétnica, oprimida y superexplotada, que vuelve a traer al centro del imperialismo mundial las tradiciones y los métodos que el capitalismo estadounidense creía haber “borrado” para siempre. ¡Por eso, lo del 1º de Mayo tiene ese profundo significado!

Una pelea feroz hacia el 1º de mayo

No es entonces para asombrarse que, apenas repuestos de la sorpresa, la burguesía norteamericana y sus agentes se han lanzado a una pelea feroz para impedir la jornada del 1º de mayo.

Ya las marchas multitudinarias de las últimas semanas motivaron una ola de represalias patronales. Es que, de hecho, esas marchas habían sido al mismo tiempo una huelga no declarada. Muchos de los manifestantes habían dejado el trabajado para salir a la calle. Con el pretexto de haber faltado al trabajo, patrones yanquis pero también latinos están despidiendo a los activistas.

Los estudiantes que salieron a manifestar también son blanco de sanciones. Esto motivó un caso que conmocionó al país. Las autoridades de una secundaria de Los Ángeles atemorizaron de tal modo a uno de los activistas del movimiento, Anthony Soltero, amenazándolo con enviarlo a la cárcel, que el chico de 14 años terminó suicidándose.

La reacción para impedir la jornada del 1º ha hecho impacto también en parte de la dirigencia del movimiento. Es que, inicialmente, a los proyectos de leyes antiinmigrantes se opuso todo el mundo, incluso los parásitos (dirigentes “comunitarios” y de ONGs, curas y burócratas sindicales, políticos del Partido Demócrata, etc.) que viven a costa de los trabajadores inmigrantes. La legislación proyectada, como explicamos en otra nota, es tan brutal que hasta a ellos los amenaza.

Pero ahora, cuando la dinámica del movimiento amenaza ir mucho más allá, algunas de esas ratas abandonan el barco. Así, el Washington Post (14/04/06) constata con satisfacción que “hay una división” en las filas del movimiento de inmigrantes en relación al 1º de mayo, citando una serie de burócratas “comunitarios” que han “arrugado”.

El corresponsal en Los Ángeles del semanario mexicano Proceso (18–4–06) pinta así la cosa: “Los patronos están espantados con el «Día sin Inmigrantes» planeado para el 1 de mayo, en que está convocado un paro nacional, boicot generalizado y multitudinarias marchas alrededor del país. Una parte del poder económico se ha confabulado para intentar disminuir el efecto de esta importante medida, prohibiendo o desconvocando al paro nacional. Es comprensible cuando se trata de empresarios anglosajones o estadounidenses, pero lo que resulta verdaderamente vergonzoso es que los esquiroles también sean empresarios, comerciantes o industriales hispanos”.

Quizás el ejemplo más significativo de este giro contra la jornada del 1º de mayo es el del Arzobispo de Los Ángeles. Los jerarcas de la Iglesia Católica venían apoyando el movimiento. Es que la legislación antiinmigrante atenta contra su negocio y hasta los amenaza a ellos mismos. Incluso algunos obispos declararon que si se penalizaba asistir a los inmigrantes, los curas y la monjas estaban dispuestos a violar la ley e ir presos.

Pero la “corona del martirio” por servir un plato de sopa a un inmigrante puede ser soportable... el 1º de mayo, evidentemente no.


Nota de un inmigrante, publicada en La Peña del Bronx, Nueva York, 18–4–06

“¡Tenemos derecho!”

“Más de doce millones de seres humanos vivimos en Estados Unidos sin documentos legales. Más de doce millones sufren día a día en carne propia el ser considerados por el sistema ciudadanos de segunda clase. Viviendo sin derechos, sin igualdad de oportunidades, expuestos a los abusos de los empresarios y la policía. Explotados y oprimidos. Sin posibilidad de volver a nuestra tierra, sin que nos cierren la puerta para regresar acá.

“No vinimos de nuestros países por gusto. No abandonamos familias y amigos porque nos guste la idea. No vinimos sin saber si podremos volver con una sonrisa en la cara.

“Vinimos con miedo, apretando los dientes y aguantando el llanto. Vinimos porque nuestros países han sido saqueados por el primer mundo desde que Cristóbal Colón desembarcó en el continente americano, y tenemos que buscarnos la vida en otros sitios. Y así seguimos, sometidos bajo el yugo imperialista.

“Estados Unidos, país que hoy nos niega la dignidad, lleva décadas saqueando nuestras tierras, a través de golpes militares financiados y orquestados por la CIA. A través de imposiciones económicas del Banco Mundial y el FMI que sólo quieren allanar el terreno a las multinacionales gringas y europeas para llevarse los recursos naturales. A través de acuerdos comerciales para poder vendernos sin problema lo que producen con lo que nos roban.

“Estados Unidos y Europa han arruinado nuestros países hasta forzarnos a abandonarlos y ahora no quieren hacerse responsables. Nos quieren mano de obra barata allá y acá. Nos quieren esclavos, estemos donde estemos.

“Y nos hemos cansado de aguantar humillaciones. Hoy exigimos justicia.

“Exigimos papeles para todos los inmigrantes sin excepción.

“Exigimos el fin de la explotación imperialista de nuestros países y la apertura de fronteras hasta que eso no ocurra.

“Exigimos justicia.

“Tenemos derecho a quedarnos.

“Tenemos derecho a empleos de calidad.

“Tenemos derecho a conservar nuestra identidad intacta.

“Tenemos derecho a luchar y reclamar justicia social.”