EEUU - Iraq

 

Librar una guerra colonial en una era poscolonial es autodestructivo. Ese es el defecto fatal de la política de Bush

Política del slogan en lugar de estrategia

Por Zbigniew Brzezinski (*)
Clarín, 14/01/07

El discurso del presidente Bush da lugar a cinco observaciones generales:

1) Ofreció un análisis más realista de la situación en Irak que en cualquier otra declaración. Reconoció el fracaso, si bien eludió rendir cuentas de dicho fracaso por medio del mecanismo convencional de asumir la responsabilidad personal. Su lenguaje fue menos islamofóbico de lo habitual desde el 11–S, aunque no pudo resistir la tentación de embarcarse en una simplificación demagógica excesiva del problema que enfrenta EEUU en Irak, describiéndolo como una lucha para salvaguardar a "una joven democracia" de los extremistas y en un esfuerzo por proteger a la sociedad estadounidense de los terroristas. Ambas proposiciones son más que dudosas.

2) Comprometer 21.500 soldados más es una artimaña política con un sentido táctico limitado y sin beneficio estratégico. Es insuficiente para ganar la guerra militarmente. Embarcará a las fuerzas en combates callejeros sangrientos que no resolverán la agitación actual y la lucha étnica y sectaria, mucho menos la insurrección anti–EEUU.

3) La decisión de aumentar el nivel de participación militar imponiendo a la vez "niveles de progreso" al régimen "soberano" iraquí, y hacer hincapié en la amenaza externa que representan Siria e Irán, dejará a la administración frente a dos opciones apenas sea evidente que los niveles de rendimiento no serán alcanzados. Una opción es adoptar la política de "culpar y salir corriendo": retirarse porque el gobierno iraquí no cumplió. Esto no aportaría un remedio al dudoso "efecto dominó" que el presidente ha señalado frecuentemente como la consecuencia de una retirada estadounidense. La otra alternativa, que quizá ya esté asomando en la mente de Bush, es extender el conflicto emprendiendo una acción militar contra Siria o Irán. Es casi seguro que algunos neoconservadores que rodean al presidente y fuera de la Casa Blanca impulsarán esta opción.

4) El discurso no analizó la posibilidad de una eventual solución política. Esto requeriría un diálogo serio acerca de una decisión conjunta sobre la eventual fecha de un retiro estadounidense con todos los líderes políticos iraquíes genuinos. Las encuestas muestran que la mayoría de los iraquíes están a favor de un pronto retiro. Una fecha fijada conjuntamente facilitaría la iniciativa de hacer participar a los vecinos de Irak en una discusión seria sobre la seguridad y la estabilidad regionales. La negativa estadounidense a negociar con Irán y Siria constituye una política de auto–ostracismo que se ajusta al estilo diplomático de la administración de recurrir al slogan en reemplazo de la estrategia.

5) El discurso refleja un profundo desconocimiento de nuestra época. EEUU actúa como una potencia colonial en Irak. Pero la era del colonialismo quedó atrás. Librar una guerra colonial en una era poscolonial es autodestructivo. Ese es el defecto fatal de la política de Bush.


(*) Diplomático de EEUU. Fue asesor de Seguridad Nacional durante el gobierno de Jimmy Carter.