Ucrania

 

Tribunas libres internacionales

La desilusión naranja

Red Voltaire, 25/05/05

Anders Aslund expone su decepción en el Washington Post

El diplomático sueco, quien militó durante largo tiempo a favor de la transformación del antiguo bloque soviético en un paraíso capitalista, añora su sueño de una gran noche liberal en Ucrania. Algunos meses después de la "revolución" naranja, el balance esperado no ha sido alcanzado. El nuevo equipo de dirección no cambió las estructuras del Estado sino que las puso en funcionamiento para su beneficio exclusivo. El crecimiento disminuye mientras que la inflación se dispara. Sin embargo, esta desilusión raya con la ingenuidad: incluso antes de las elecciones y de la "revolución" explicamos en estas columnas cómo la CIA manipulaba a la oposición ucraniana para colocar en el poder a vasallos suyos y, por supuesto, no para mejorar algo en ese país. Encerrado en su antirrusismo primario, Aslund vio en ello, por el contrario, un movimiento popular espontáneo y firmó una solicitud contra Vladimir Putin. Hoy observa con realismo los resultados pero se niega a reconocer sus errores de análisis y prefiere creer que las promesas fueron traicionadas.

Por su parte, en Gazeta SNG, el diputado ruso Viatcheslav Irgunov asegura que el dúo Yushchenko-Tymoshenko está en plena crisis. El único deseo de los nuevos dirigentes ucranianos es nacionalizar los bienes de otros oligarcas, para volverlos a privatizar, pero esta vez para su propio beneficio. La dificultad radica en el hecho de que ya han devorado prácticamente el pastel y les queda muy poco por repartirse.

En el mismo diario, Yuri Pomanenko, del Instituto de Estrategias Globales de Kiev, se divierte con la esquizofrenia de los dirigentes ucranianos, georgianos y otros vencedores de las revoluciones coloreadas que deben su poder a Estados Unidos y conciben cierta fuerza contra Rusia, pero a quienes los intereses nacionales llevan por el contrario a acercarse a Rusia contra Estados Unidos. Tal vez esta visible contradicción, mucho más que la decepción económica, sea la que explique en realidad la amargura de Anders Aslund y sus amigos, punto de vista que parece confirmar Evgueni Chervonenko, nuevo ministro ucraniano de Transporte, en Vremya Novostyey.

En contra de cualquier expectativa, Chervonenko se alegra del acercamiento entre Kiev y Moscú, y precisa que estas relaciones gozan hoy de mejor salud que en el pasado. En una palabra, al manipular a la oposición ucraniana para colocar en el poder un gobierno lacayo, Washington habría apostado por oportunistas que una vez alcanzado su objetivo habrían decepcionado a sus padrinos para retornar a los intereses nacionales.


"Traicionar una revolución"

Autor: Anders Aslund
Anders Aslund, es un ex diplomático sueco transformado en asesor económico de los regímenes de transición en Rusia, Ucrania y Kirguizistán. Luego de dirigir el Stockholm Institute of East European Economics y trabajar en la Brookings Institution, dirige actualmente el programa de investigaciones económicas de la Carnegie Endowment for International Peace en Moscú. Miembro del Grupo de Bilderberg, preside el Comité Consultivo del Center for Social and Economic Research (Varsovia). Su última obra se intitula: Building Capitalism: The Transformation of the Former Soviet Bloc. Es signatario del llamamiento de los 115 atlantistas contra Putin.
Fuente: Washington Post (Estados Unidos)
Referencias: "Betraying a Revolution", por Anders Aslund, Washington Post, 18 de mayo de 2005.

Resumen: La revolución naranja en Ucrania fue un acontecimiento alegre, una revolución liberal a favor de la democracia y la libertad. Viktor Yushchenko fue electo presidente y prometió a la población que la liberaría del miedo y la corrupción.

Lamentablemente, la nueva primera ministra, Yuliya Tymoshenko, heroína también de la revolución, optó asombrosamente por una política económica socialista y populista. Los resultados no se hicieron esperar. El crecimiento pasó del 12% el año pasado al 5% y la inflación es del orden del 15%. ¿De qué manera pudo ir todo tan rápido?

El mayor golpe asestado a la economía fue la política de reprivatización, que consiste en nacionalizar empresas pertenecientes a los oligarcas para a continuación volver a privatizarlas. En el caso de Kryvorizhstal, la primera empresa de acero de Ucrania, los propietarios sometieron el asunto a la Corte Europea de Justicia y los procesos continúan. Como el gobierno trata de nacionalizar gran número de empresas, los propietarios prefieren venderlas en Rusia o transferir allí sus capitales y, por supuesto, dejan de invertir. Además, en las declaraciones de la ministra de Privatizaciones y en las de la Primera Ministra se observa un apego al capitalismo de Estado. Finalmente, para financiar un aumento de los salarios en la función pública, el gobierno aumentó los impuestos a pesar de la promesa contraria de Viktor Yushchenko. El nuevo sistema fiscal ha obligado a miles de pequeñas empresas a cerrar sus puertas mientras que la política de control de precios sobre el petróleo y la carne está creando una situación de penuria.

Los amigos de Ucrania quieren explicaciones.


"Existen fuertes tensiones entre Tymoshenko y el equipo de Yushchenko"

Autor: Viacheslav Irgunov
Viatcheslav Irgounov preside el SLON (Unión para la Cultura y la Ciencia), es diputado de la Duma rusa y Director del Instituto Internacional de Investigaciones Políticas y Humanitarias.
Fuente: Gazeta SNG (Rusia), 19 de mayo de 2005. Texto adaptado a partir de una entrevista.

Resumen: No existe ninguna duda de que los procesos judiciales actuales en Ucrania tienen un carácter político. Tampoco la hay sobre el hecho de que el ministro del Interior tenga razones para afirmar que no ha dado ninguna orden ya que todos, en uno y otro momento, han infringido la ley. La situación no ha cambiado después de la revolución: 18.000 funcionarios han sido despedidos y esa ola de destituciones tiene un carácter represivo. Hoy día, el régimen trata de sustituir a las personas que no le son favorables por personas leales. Las falsificaciones y manipulaciones de las elecciones también han sido provechosas para Yushchenko, pero nadie ha escuchado jamás que un responsable se haya preocupado por ello. Lo mismo se puede decir en cuanto a los rectores de universidades y al personal docente. En la actualidad es evidente que numerosas personas en la Administración son incompetentes y eso va a plantear un problema para el funcionamiento del aparato administrativo. Es de lamentar que la corrupción pueda ahogar a ese nuevo aparato más rápidamente que antes. Se prevén fuertes tensiones, mucho más dado que la situación económica de Ucrania no es tan buena en estos últimos años.

La transferencia de propiedad no es demasiado importante. Se querría volver a privatizar, pero en Ucrania no existe un puñado de millonarios al cual bastaría con desposeerlos de sus bienes. Esa es una de las dificultades. A otro nivel, las gentes leales son recompensadas, pero no tanto como les habían prometido los revolucionarios naranjas. Ese proceso puede hacer que los inversionistas extranjeros se tornen escépticos. Por el momento, fuera de las inversiones estadounidenses, que tienen una motivación política, en la práctica ningún capital ha entrado al país.

Los métodos duros del gobierno tienden a unificar la oposición, dirigida de hecho por Yanukovic, pero también pueden llevar a una escisión en el campo de los vencedores. En mi opinión, el equipo actual tendrá que estallar. Existen fuertes tensiones entre Tymoshenko y Porochenko y entre Tymoshenko y el equipo de Yushchenko. Las elecciones legislativas serán casi más importantes que la batalla por la silla presidencial. La oposición es múltiple y diversa, no tiene líder y puede perder sus votos. Considero que el gobierno va a encontrar un compromiso en los asuntos Rizak y Kolesnikov [1], el ejemplo de Yukos fue útil en ese sentido. La reputación de Rusia está manchada y aunque la Unión Europea y, aún más, los Estados Unidos aplican la ley del doble rasero, pienso que no perdonarían que la emprendieran con sus hombres.


"El moralismo de Kiev y Tbilisi conduce a la esquizofrenia política interna"

Autor: Yuri Pomanenko
Yuri Pomanenko es analista, redactor y coordinador de Relaciones Internacionales del sitio del Instituto de Estrategias Globales de Kiev.
Fuente: Gazeta SNG (Rusia), 18 de mayo de 2005.

Resumen: Luego de Georgia, Ucrania y Kirguizistán, es obvio que Rusia ha perdido su papel de estabilizador. Los diferentes tipos de revoluciones, coloreadas o afrutadas son un diagnóstico de la política exterior de Rusia. La situación cambiante en la periferia obliga a Moscú a apostar por otra CEI (la unión de Estados no reconocidos, Abjasia, Osetia del Norte, Transnistria, Karabash). Ello demuestra la imposibilidad para Rusia de mantener sus satélites en su esfera de influencia y la convierte en un factor desestabilizador en el área postsoviética. Moscú no está interesada en implicarse en una serie de conflictos locales que la convertirían en rehén de una tercera fuerza, sobre todo de los Estados Unidos. La estrategia de las revoluciones relámpago estadounidenses es comprensible, sin embargo, Washington no quiere demostrar al régimen de Putin que le conviene totalmente. China es el adversario principal de los Estados Unidos en la región pues se esfuerza en construir un socialismo "con rostro humano". La voluntad norteamericana de limitar el acceso de los chinos a las tecnologías y a los recursos rusos debería resolver los problemas de política interna en Rusia.

La principal ficha de la revolución es Ucrania, debido a su peso demográfico, económico y geopolítico en Europa Oriental, pero también como modelo de traspaso de poder en condiciones revolucionarias. La revolución naranja se ha convertido en una norma para la oposición en los países de la CEI. La voluntad tradicional de ese país de querer ser el líder alternativo de Rusia también es un factor. Ucrania está de moda y sus dirigentes tratan de tener una política exterior más activa, reanimando el GOUAM (Georgia, Ucrania, Azerbaiyán, Moldavia) que perdió la O [en español U; NdT] (Uzbekistán) por ejemplo. Ese GUAM revive gracias a los estadounidenses y a la defensa de sus intereses: ahora el criterio ya no es energético sino político y sobre todo de seguridad.

Según los politólogos ucranianos, su país trata en la actualidad de desempeñar tres funciones a la vez: líder regional, exportador de democracia y mediador de paz en los diferentes conflictos regionales. Semejante eclecticismo no es bueno para el país. El eje Tbilisi-Kiev se opone seriamente a Rusia desde la Declaración de los Cárpatos. El problema para los rusos proviene del hecho de que esos países son apoyados por los Estados Unidos pues de no ser así no representarían peligro alguno. Con Kirguizistán. y potencialmente Kazajstán y Bielorrusia, esos países son puntos de anclaje duradero de los Estados Unidos en el "Heartland". Sobre la base de ese gran apoyo, Georgia y Ucrania se sienten seguros de ellos mismos ante Rusia. El reverso de la medalla es que la ideología y el moralismo de Kiev y Tbilisi en política exterior contradicen los intereses económicos pragmáticos que exigirían un acercamiento con Rusia. De ello emana una suerte de esquizofrenia. Yushchenko demuestra que ha reevaluado su política: comprendió que la entrada a la Unión Europea no es para ahora y que existen problemas imposibles de resolver sin la ayuda de Rusia.


"Ucrania y Rusia deben superar sus recriminaciones mutuas"

Autor: Evgueni Chervonenko
Ex responsable de la seguridad de Viktor Yushchenko y ciudadano israelo-ucraniano, Evgueni Chervonenko es ministro ucraniano de Transportes y diputado.
Fuente: Vremya Novostyey (Rusia), 20 de mayo de 2005. Texto adaptado a partir de una entrevista.

Resumen: Me gustaría que Ucrania y Rusia tuvieran una posición común en la Conferencia de Ministros de Transportes de la Unión Europea. En el marco del renacimiento de la ruta de la seda y del transporte de mercancías del Extremo Oriente hacia la Unión, pasando por Ucrania, es indispensable armonizar las tarifas de tránsito. El transporte marítimo de Vladivostok a Budapest es de 40 días en comparación con 14 días por tren. Ucrania y Rusia pueden ganar miles de millones. El enlace Crimea-Cáucaso funciona desde hace un mes. El 1º de agosto, tendrá lugar la inauguración del tren de gran velocidad entre Kiev y Moscú, y para realizar esta conexión no se necesitará más de nueve horas, en lugar de las 18 de antes. Tenemos otro gran número de proyectos, entre ellos, un puerto de aguas profundas en el Mar Negro. Sería conveniente unirnos para conquistar nuevos mercados en África, Irán e Irak.

Los hechos prueban que, contrariamente a lo que pretenden, los socialistas y el partido de Tymoshenko trabajan para sí mismos. Hemos llegado al poder en el equipo único del Presidente, debemos mantener esa línea. Tymoshenko habló de un "Bund" de los oligarcas, pero simplemente los reuní en torno a la mesa de negociaciones. Los grupos mayores, que representan el 60 % del transporte ferroviario, estaban presentes. Les dije que quería reglas equitativas para que no tuvieran que pagar sobornos y que deben apoyar al país. Llegamos a un compromiso.

Se está realizando una auditoría en el ministerio de Transportes, es importante para mí como director. No tengo nada personal contra nadie. El diputado de la Duma, Mitrofanov, pretende que hay grabaciones que prueban que acepté soborno; eso es totalmente imposible. Declaré públicamente hace algunos meses que habíamos detenido a personas que querían corromperme en el marco de una operación especial. Existen personas a quienes les molesta el acercamiento entre Ucrania y Rusia, pero yo me siento orgulloso de que Putin y Yushchenko nos hayan permitido salir de la incomprensión.

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