Europa

 

Mientras helicópteros de la ONU rastrean el desierto buscando inmigrantes, se revela que fue el rey Juan Carlos de España quien pidió al rey de Marruecos la deportación de los africanos al Sáhara

Los monarcas enseñan los dientes

InSurGente, Madrid, 13/10/05

Hasta tres llamadas telefónicas realizó el rey de España al de Marruecos, para que se llevara de Melilla a los subsaharianos. De este modo, resulta que hay más hombros y conciencias que tendrán que cargar con la muerte, el hambre y la sed de cientos de africanos que vagan, en estos momentos, por caminos y arenas de Marruecos y Mauritania. Es importante que muchos descubran para que sirven las monarquías y de que lado están cuando llegan horas decisivas. No se pregunten quién le pidió al borbón que llamara a su homónimo marroquí.

El ministro marroquí del Interior, Mustafá Sahel, afirmó que la reciente devolución a Marruecos de 73 inmigrantes irregulares subsaharianos que habían entrado en Melilla no se hizo en aplicación del acuerdo de readmisión firmado con España en 1992, sino que fue 'un gesto excepcional y solidario'. (sic) Sahel hizo esta afirmación, que fue corroborada después por el ministro delegado de Asuntos Exteriores, Taieb Fassi Fihri, durante un encuentro con la prensa nacional y extranjera celebrado anoche en el domicilio particular de este último para explicar la visión marroquí del problema de la inmigración clandestina subsahariana.

Fassi Fihri afirmó que el rey de España, Juan Carlos I, llamó tres veces al rey de Marruecos, Mohamed VI, para pedirle 'ayuda' cuando se produjeron los asaltos masivos a los vallados fronterizos que separan Marruecos de Ceuta y Melilla, las dos ciudades españolas del norte de Africa. Tanto Fassi Fihri como Sahel consideraron que el acuerdo de readmisión de 1992 'no se adapta a la realidad actual' de la inmigración ilegal que llega a España a través de Marruecos. Señalaron en este sentido que cuando se firmó el acuerdo la práctica totalidad de la inmigración que entraba clandestinamente en España desde Marruecos era marroquí, mientras que ahora sólo supone un tercio ya que las dos terceras partes son subsaharianos.

Insistieron que, por esa razón, la devolución de 73 inmigrantes irregulares, en su mayoría procedentes de Mali, que habían entrado en Melilla fue un 'gesto excepcional y solidario' que Marruecos tuvo ante 'una petición expresa de las autoridades españolas'. El ministro marroquí del Interior señaló también que hace algunos años la inmigración irregular que llegaba a España desde Marruecos representaba entre el 10 y el 11 por ciento del total, mientras que ahora sólo supone el 5 por ciento. Sahel cifró entre 12.000 y 15.000 el número de inmigrantes irregulares que se encuentran en territorio marroquí o en sus proximidades a la espera de poder entrar en Europa.

El ministro delegado de Asuntos Exteriores destacó por su parte que el gobierno español que preside José Luis Rodríguez Zapatero 'reconoce y agradece' los esfuerzos que está realizando Marruecos para controlar la inmigración irregular y lamentó que otros sectores de la sociedad española vieran las cosas de otra manera. 'Primero dijeron que no hacíamos nada, luego que estábamos lanzando una especie de 'Marcha Verde' hacia Ceuta y Melilla con los subsaharianos de por medio y ahora nos exigen mucho y nos señalan con el dedo cuando somos los que más estamos haciendo por luchar contra este problema', dijo Fassi Fihri.

Explicó después que para el gobierno de Marruecos 'no es fácil' explicar a su opinión pública 'los esfuerzos que estamos haciendo' para proteger las fronteras con Ceuta y Melilla'. 'Todos los marroquíes queremos que estas fronteras desaparezcan algún día. Pero ese es un proceso político que tiene que seguir su curso', recalcó. Los dos ministros anunciaron que Marruecos está a punto de alcanzar acuerdos de readmisión con otros países de procedencia de los inmigrantes irregulares subsaharianos, que se sumarían al que ya existía con Nigeria y a los alcanzados recientemente con Senegal y Mali.

Afirmaron que, conforme se concreten estos acuerdos, los inmigrantes que han sido trasladados a diferentes zonas del sur del país serán llevados a Uxda (noreste) para ser repatriados en avión a sus países de origen. Respecto a las 14 víctimas mortales que se registraron en los asaltos masivos al vallado fronterizo de Ceuta y Melilla, señalaron que se ha abierto una investigación al respecto y que los resultados de la misma se harán públicos en su momento.

Tanto Fassi Fihri como Sahel lamentaron que Marruecos tenga que actuar 'solo' y sin recibir 'un euro o un dólar de nadie' para afrontar este problema y denunciaron que nadie exija responsabilidades a Argelia cuando 'se sabe' que 'la práctica totalidad' de la inmigración subsahariana que llega al reino alauí atraviesa antes el país vecino.

'Somos la primera víctima africana de la inmigración irregular y no tenemos la capacidad de recibir, integrar y ofrecer trabajo a estos inmigrantes', recalcó Fassi Fihri. Afirmaron que Marruecos tiene movilizados permanentemente a 7.000 hombres para luchar contra la inmigración clandestina, a los que últimamente se han sumado otros 4.000 efectivos, y que en una primera evaluación realizada a finales de septiembre pasado se había evaluado el coste de esta movilización en una cifra que oscila entre los 60 y 80 millones de euros.

Fassi Fihri pidió a Europa que 'no deje solo a Marruecos ante la lacra de la inmigración ilegal, que supera sus posibilidades y responsabilidades', que sea 'más generosa' a la hora de abrir sus fronteras a la inmigración legal y que firme también acuerdos de readmisión con los países emisores para que las repatriaciones no tengan que hacerse siempre a partir de Marruecos. También pidió a la Unión Europea (UE) que ejerza 'las mismas presiones' y con la 'misma fuerza' a todos los países que están implicados en este fenómeno. 'Marruecos no puede seguir siendo la sala de espera de toda la inmigración irregular, porque carecemos de medios y ya tenemos problemas para cumplir los objetivos que nos hemos marcado para nuestro propio desarrollo', concluyó.

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