Europa

 

Bielorrusia acude a las urnas mañana para ratificar a Lukashenko

Por Gonzalo Aragonés
Enviado especial a Minsk
La Vanguardia, 18/03/06

Bielorrusia celebra mañana, domingo 19, unas elecciones presidenciales en las que nadie espera sorpresas. Todo el mundo es consciente de que el actual presidente, Alexander Lukashenko, será reelegido. Un sondeo de Moscú le otorga el 60% de los votos.

Los bielorrusos celebran elecciones presidenciales, pero en realidad es como si no existieran. Ni el principal candidato de la oposición tiene posibilidades de ganar, ni en la capital hay signo alguno de proclamas políticas. Los peatones de la calle principal de Minsk, la avenida de la Independencia, se sorprenden incluso de ver a periodistas. Muchos pasan de largo al ser preguntados, y los pocos que hablan dicen que les gustaría que "siguiera la estabilidad".

Ése es el principal argumento del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, desde la privilegiada tribuna que es la televisión. Y es que el hombre que dirige y controla la vida de los más de nueve millones de bielorrusos, bautizado por EE. UU. como "el último dictador de Europa", no necesita llenar estadios. Este corresponsal contactó con la Administración de Lukashenko para conocer sus planes electorales en los últimos días de campaña. "El presidente planea una comparecencia para el lunes", fue la respuesta. En la tele se podía ver como se subía al camión más grande del mundo, de la marca Belaz, que piensan exportar a China y Brasil. En un discurso, también en la tele, puso fin a una campaña que nunca empezó. Y criticó que la oposición haya convocado manifestaciones tras el cierre de los colegios. "¿Acaso es democracia salir a la calle?".

Así, la alternativa ayer era el encuentro entre los dos candidatos de la oposición. Alexander Milinkevich, que ha hecho campaña en los países europeos y ha recibido el visto bueno de la UE en forma de entrevista con Javier Solana, y Alexander Kazulin, apaleado al inicio de campaña por la policía en uno de estos encuentros. Los dos Sasha (diminutivo de Alexander) unieron ayer sus fuerzas contra el presidente nada más llegar al lugar de la cita: el cine Electrón, un pequeño anfiteatro de los suburbios de Minsk que acogió a menos de 500 personas.

Salvo por los periodistas que esperaban noticias y la farmacia instalada junto a la entrada del cine, el lugar daba la sensación de estar desolado. No por el aspecto soviético del edificio, sino porque un recién llegado no sabría qué se celebraba allí. El único indicio de que se trataba de un acto electoral era un tablón de anuncios con la nota: "Información sobre los candidatos a las elecciones de Bielorrusia". Pero estaba vacío.