Francia

 

¡Abajo el gobierno! ¡Chirac-Villepin dimisión!

¡Huelga general indefinida!

Por Flor Beltrán
Corresponsal de Socialismo o Barbarie en París, 01/04/06

El martes 28 de marzo, en buena parte de las ciudades francesas parecía 1º de enero, cuando toda actividad está paralizada y todo el mundo duerme después de la fiesta.

Pero esta vez nadie dormía. La fiesta se celebraba al mismo tiempo en las principales avenidas, con más de tres millones de manifestantes. Los manifestantes sonrientes pedíamos la dimisión del gobierno, contentos de comprobar nuestra propia fuerza. Los gritos de “¡Chirac-Villepin, dimisión!” y “¡El ‘período de prueba’ terminó!” indicaban que la protesta social contra el CPE (Contrato Primer Empleo) se ha elevado a una rebelión política, donde está planteada la perspectiva de derribar al gobierno.

“La crisis social de la CPE es ahora política”, advertía Le Monde (30/03/06). Y añadía: “El día 28 de marzo permitió a los sindicatos movilizar, seguramente más allá de sus esperanzas, centenares de miles de franceses, jóvenes y menos jóvenes, estudiantes y asalariados, muy unidos contra una ley que simboliza ahora la precariedad y la inseguridad social. Vimos también que la rabia de los estudiantes y alumnos de secundaria (liceístas) se refuerza al compás de las semanas y que el acercamiento de las vacaciones de Pascuas consolida su determinación en lugar de desalentarlos. Finalmente evidenció los límites de la unidad gubernamental y mayoritaria: Nicolas Sarkozy y el grupo UMP de la Asamblea nacional al reclamar negociaciones, mostraron que no estaban dispuestos a sostener eternamente al Primer Ministro. Dos de cada tres franceses piden la retirada de la CPE. Tres millones de manifestantes en la calle el 28 de marzo, permanecerá como una de las mayores jornadas de movilización de los últimos 30 años.”

¿Por qué no cae el gobierno Chirac-Villepin o por qué no retrocede y retira el CPE?

Sin embargo, frente a esa presión, el gobierno no sólo hasta ahora no ha caído, sino tampoco da el brazo a torcer, retirando el CPE. Así, el pasado viernes 31, Chirac fue a la televisión para anunciar que promulgará esa ley mayoritariamente repudiada.

Una razón importante de este empecinamiento es que la patronal francesa se ha alineado firmemente en defensa de la precarización laboral. Es la única “salida” que ve a su crisis, en los marcos del capitalismo neoliberal y del ataque que el conjunto de la patronal europea trata de llevar adelante, con el pretexto de recuperar la “competitividad” en el mercado mundial.

Pero el motivo fundamental de que Chirac y Villepin se nieguen a retroceder un milímetro, no es ése. Bien podrían (como les aconsejan otros políticos al servicio del capital, como los del PS y parte de la misma derecha), retirar hoy el CPE y tratar mañana de deslizar medidas parecidas con otros nombres y camuflajes. La razón por la que no retroceden ni tampoco caen es que apuestan al desgaste del movimiento, gracias a que hasta ahora la burocracia sindical de la CFDT, CGT, FSU (enseñantes) y Cía. han logrado impedir que este colosal movimiento desemboque en una verdadera huelga general indefinida (que aquí se denomina "reconductible", que puede traducirse como "renovable"). Y esta traición la cometen cuando están dadas, como lo demostró la movilización del martes 28, las mejores condiciones para la huelga general reconductible, entre ellas el apoyo de la gran mayoría de la población y la indignación que recorrió Francia después de la aparición de Chirac por televisión anunciando la promulgación del CPE.

Por una huelga general reconductible: ése debe ser el centro de la pelea de todos los luchadores obreros y estudiantiles, y de la izquierda revolucionaria.

Las organizaciones de estudiantes, reunidas en una coordinación nacional, han llamado desde hace días a la huelga general, pero los dirigentes de centrales sindicales decidieron otra jornada aislada el martes 4 de abril: otra vez un día de “huelga interprofesional” de sólo 24 horas.

En diciembre de 1995 vimos que bastó que el sector de transportes públicos se paralizara, para garantizar la huelga general por más de dos semanas.

Preguntamos a un delegado sindical qué problema impedía llamar a la huelga general reconductible como lo piden los jóvenes en lucha y también algunas organizaciones como las Jeneusses communistes révolutionnaires ([1]). Respondió que los sindicatos no tienen ganas de organizar una huelga general, porque prefieren que las cosas se resuelvan por la negociación y no por la lucha. Es que no hacer eso, implicaría también convocar a asambleas, permitiendo que los trabajadores se organicen ellos mismos y cambien las direcciones sindicales. Pero, por sobre todo, tienen miedo de desatar un verdadero proceso revolucionario que, como sucedió en algunos países de América Latina, tumbe con la movilización un gobierno elegido “democráticamente”. (Aunque el gobierno francés actual es ilegitimo electoralmente, como lo recuerdan muchos medios de comunicación. Chirac subió gracias a que Le Pen, candidato de la extrema derecha, llegó al segundo turno en las elecciones presidenciales. Chirac fue electo con votos que no expresaban un apoyo político, sino solamente el miedo de la mayoría de la población a la extrema derecha.)

Es también lamentable que gran parte de la izquierda revolucionaria no se ponga a la vanguardia del movimiento por una verdadera huelga general. Ni la mayoría de dirigentes de la LCR ([2]) ni Lutte Ouvrière (LO) –que son las dos principales organizaciones– sostienen esa consigna. Se colocan así por detrás de los burócratas sindicales que no ofrecen una verdadera salida a los trabajadores, llamando a un jornada aislada de huelga.

Lutte Ouvrière, por ejemplo, en la tarea de esquivar el bulto a la cuestión de huelga general, da muestras de un auténtico surrealismo político. El titular de su último periódico, del jueves 31, proclama: “Hay que batir el hierro cuando está caliente!” ¡Muy bien! ¿Pero esa metáfora tan poética qué significa concretamente en el terreno de la movilización? Misterio... El Editorial no van más allá de esas y otras vibrantes exhortaciones a “luchar”. ¿Pero cómo? ¿Con qué política y con qué acciones? ¿Está bien la exigencia de huelga general reconductible que hacen la coordinación de estudiantes y un número creciente de organizaciones sindicales departamentales? ¿O hay que estar en contra? Otro detalle notable es que Lutte Ouvrière logra la hazaña de escribir editoriales y periódicos enteros sin siquiera nombrar a las centrales sindicales (ni jamás criticar a sus burócratas cuando los menciona). ¿No existen? ¿No tiene importancia lo que hacen en esta situación? ¿Su política de frenar una huelga general, está bien o está mal?

Por su parte, la mayoría de la dirección de la LCR hace algo parecido, pero bajo formas distintas (bajo las formas de “unidad” de la izquierda... es decir con el PS y el PCF, tan enemigos como los burócratas sindicales de una huelga general y de una posible caída de Chirac-Villepin).

Así, el 31 de marzo, la LCR se reúne y firma un comunicado con toda “izquierda” gubernamental –Alternative citoyenne, Alternatifs, la Gauche Républicaine, Mars, MRC, PS, PCF, PRG y los Verdes– que se limita a implorar a Chirac que retire el CPE. La “unidad” con el PS y el PCF obliga, por supuesto, a dejar de lado toda crítica a la burocracia sindical (que mayoritariamente responde a esos partidos) y sobre todo, la exigencia de huelga general reconductible.

Sectores del movimiento obrero comienzan a llamar a la huelga reconductible

Pero ya algunos sectores empiezan a llamar independientemente a profundizar las acciones. Por ejemplo,  la Federación-CGT de los Servicios Públicos que pide a sus sindicatos participar en todas las iniciativas previstas en los próximos días. Lanzaron un preaviso de huelga para el jueves 30 y viernes 31 de marzo.

La Federación Sud de Correos y Telecomunicaciones también llama a la huelga general reconductible para parar todos los ataques que han sufrido los trabajadores: pensiones, seguridad social, salarios bloqueados, precariedad.

Sabemos que es el momento de la unidad de todos los trabajadores. Como lo gritamos los indígenas (trabajadores que venimos de las antiguas colonias), “Tous ensemble”, “Todos juntos por la huelga general”, “Abajo el gobierno”. Este gobierno debió irse inmediatamente, después de la derrota del referéndum contra la Europa neoliberal del años pasado, como lo afirman muchos analistas políticos.

¿Francia es lo opuesto de Europa?

“Como por el NO al referéndum sobre la Constitución –comenta Le Monde– y luego por la irrupción de las violencias en los suburbios, Francia se distingue de nuevo en Europa por el descontento, esta vez contra el CPE y el miedo de la precariedad. Comprometidos con las consecuencias de la globalización, la mayoría de los gobiernos reaccionan con irritación, tanto los que están de acuerdo ideológicamente con soluciones liberales como los de “izquierda”, condenados a aceptar la regla de hacer reformas impopulares.

“Esta angustia de los gobiernos –prosige Le Monde– se basa en el sentimiento de que los franceses son irreformables y que son incapaces para «dialogar» sin dramas. «Actualmente todo el mundo les critica. Ustedes, los franceses, están definitivamente siempre aparte. Se rebelan cuando en todas partes se adaptan al modelo liberal», considera el Presidente del Parlamento Europeo, el socialista Josep Borell, entre derrotado y comprensivo.” (Le Monde, 31/03/06)

Pero Borell se equivoca. No solamente en Francia está llegando la hora de la lucha los trabajadores. En toda Europa comienzan a movilizarse. En Alemania, además de los empleados públicos de una rica región, en huelga desde hace tres semanas, los trabajadores de la metalurgia comienzan a parar pidiendo aumentos de salario. En Grecia ya ha habido una huelga general el 26 de julio del 2005, en protesta por la nueva reforma laboral que impone la flexibilidad. Estalló una huelga importante en Gran Bretaña por primera vez en más de 20 años. Se están dando también huelgas en Bélgica y otros países.

Lo más importante es que en casi todos los países europeos, en mayor o menor grado, se está manifestando un descontento social creciente. Los problemas y la rabia social son los mismos en toda la Unión Europea, y por las mismas causas. Es mentira que en resto del continente se acepte de buen grado la barbarie capitalista neoliberal y todos estén contextos de “adaptarse”, perdiendo el empleo, la estabilidad laboral, el salario y las pensiones de retiro.

Para el capitalismo europeo se ha convertido en asunto de vida o muerte la liquidación de lo que resta de las conquistas sociales de la posguerra. Con más razón aun, para los trabajadores europeos se ha vuelto también de vida o muerte defenderlas con la movilización. Y, a partir de allí, ir hasta el final en la lucha contra el capitalismo.


Federaciones regionales organizan ya la huelga general reconductible

Mientras en la cumbre de las centrales obreras los burócratas tratan de cerrar el paso a una verdadera huelga general, en algunas regiones las organizaciones ya la plantean. LAS siguientes algunas resoluciones en ese sentido.

Reunidas el miércoles 29 de marzo, las Federaciones departamentales CFDT - CFTC - CGC - CGT - FO - FSU - SOLIDARIOS - UNSA de Loira Atlántica y las organizaciones estudiantes y liceístas UNEF - UNL, se felicitan del gran éxito de la movilización que reúne a alumnos de secundaria, estudiantes y asalariados de los sectores públicos y privados en el marco del día de huelga general interprofesional del 28 de marzo de 2006.

A pesar de la amplitud de las huelgas y manifestaciones, más de 100.000 en el departamento, 3.000.000 en toda Francia, Dominique de Villepin persiste en su negativa a retirar el CPE.

En este contexto el conjunto de las organizaciones sindicales reafirma el rechazo de toda negociación destinada a arreglar el CPE, contrato portador de precariedad cuya retirada total exigimos.

Condenamos la provocación del Ministro Robien que anuncia el levantamiento de los bloqueos en los institutos recurriendo a las fuerzas del orden.

Reafirmamos el apoyo a las iniciativas de acciones colectivamente decididas por los alumnos de secundaria y los estudiantes de aquí al 4 de abril.

La intersindical llama a los asalariados al día nacional de huelga interprofesional del 4 de abril organizada por iniciativa de todas las Organizaciones Sindicales de asalariados ,de alumnos de secundaria y estudiantes a 10 h 00 en Nantes, Saint-Nazaire y Châteaubriant.

De ahora en adelante, en el marco unitario nacional, las organizaciones sindicales de Loira-Atlantica llaman a los asalariados a discutir colectivamente de la prolongación de los paros de trabajo y de la huelga general reconductible para imponer la retirada de la CPE y el CNE.”

Nantes el 29 de marzo de 2006.

En ausencia de declaración gubernamental la noche del 4 de abril de 2006 anunciando la retirada de la CPE/CNE, el conjunto de las organizaciones abajo firmantes llaman a todos los alumnos de secundaria, a todos los estudiantes, a todos los asalariados de los sectores público y privado, activos, pensionados, desempleados, a movilizarse en masa a partir del miércoles 5 de abril de 2006 a las 8 de la mañana, Puerta de París, con bloqueo.

* Sí el 5 de abril por la noche el Gobierno no ha retirado el CPE/CNE, las organizaciones abajo firmantes renovarán su llamada (a la huelga) para el 6 de abril por la mañana.”

¡Huelga total!

Notas:

[1].- La JCR (Jeneusses communistes révolutionnaires), afín a la LCR, se define como una organización revolucionaria de la juventud. Sus bases teóricas son el marxismo y las ideas de la IV Internacional (fundada por Léon Trotsky en 1938). Rechazan pues el capitalismo que combaten y luchan por una sociedad socialista. La JCR defienden el hecho de que una ruptura revolucionaria será necesaria para suprimir el capitalismo ya que todas las tentativas de reformarlo están condenadas fracaso. Son los trabajadores que serán aptos a cambiar el sistema capitalista ya que son el centro del sistema de producción. Rechazan también las ideas y los regímenes resultantes del estalinismo que ellos estiman no corresponde al socialismo. La JCR combate todas las formas de racismo, el fascismo, el sexismo, la homofobia y el conjunto de ideas reaccionarias. La JCR aceptan a todos los jóvenes que rechazan el capitalismo en una perspectiva progresista.

[2].- Ligue communiste révolutionnaire: partido trotskista francés. En 1999, en las elecciones europeas, la LCR se presenta detrás una candidatura común con Lutte Ouvriere (LO). Por primera vez en esta elección, la extrema-izquierda obtiene cinco diputados dos de la LCR (Alain Krivine et Roselyne Vacchetta). En las elecciones presidenciales de 2002, después de la negativa de LO a hacer listas comunes como en 1999, la LCR decide presentar un candidato propio por primera vez desde 1974. Se trata de Olivier Besancenot un joven cartero de 27 años, desconocido en el mundo político. Su personalidad logra un verdadero éxito y adquiere un 4,25% de votos o sea más que el Partido Comunista que obtiene un 3.37% de votos. A raíz de esta elección, el LCR conoce un aumento del número de sus militantes y de su renombre. Para las elecciones regionales y europeas de 2003 y 2004, la LCR hace lista común con LO para crear un polo "a la izquierda de la izquierda plural" pero no llega a aprovecharse de su renombre por el efecto "voto útil" en favor del PS. En 2005, la LCR se compromete en la campaña por el "NO" a la constitución a través de los colectivos unitarios en los cuales participan todos los militantes del "NO" de izquierda (excepto LO o el PT (lambertistas) que se negaron a hacer campaña en compañía de los "dirigentes burgueses del PS y el PC". Gracias a esta campaña, la LCR logró un gran aumento de audiencia y de militantes.