Rusia

 

Envenenado un ex espía ruso que indagaba el 'caso Politkóvskaya'

Litvinenko fue intoxicado en una comida en Londres

Por Begoña Arce
Corresponsal en Londres
El Periódico, 20/11/06

En Casino Royale, la última película de James Bond, una mano asesina envenena el martini del 007, dejándole fuera de juego. En la vida real, las cosas no funcionan de forma muy diferente. El 1 de noviembre, Alexander Litvinenko, un ex agente secreto ruso, conocido adversario del presidente Vladimir Putin, se sintió súbitamente enfermo después de almorzar en Itsu, un bar japonés de sushi, en el centro de Londres.

Allí le había citado un contacto secreto, alguien que decía llamarse Mario y que debía entregarle ciertos documentos confidenciales. Litvinenko, que llegó a ser coronel del KGB, el servicio secreto de la antigua Unión Soviética, y que dejó su país para exiliarse en Gran Bretaña, explicó que su misterioso contacto parecía nervioso y no probó bocado.

Enfermo protegido

"Me dio un documento de cuatro páginas y dijo que lo leyera", afirmó. Los papeles contenían una lista de nombres de gente aparentemente relacionada con el asesinato en Moscú de la periodista Anna Politkóvskaya, un escándalo que Litvinenko estaba investigando. "Pocas horas después del encuentro comencé a sentirme tan mal como nunca antes me había sentido. Era como si mi vida pendiera de un hilo", contó el exespía.

El enfermo, de 44 años, fue ingresado en el University College Hospital, donde permanece internado en estado grave pero estable y bajo fuerte protección policial. "Parece un fantasma. Era un hombre en muy buena forma física pero, ahora de golpe, parece un anciano. Ha perdido el pelo, tiene la garganta inflamada, está muy débil y habla con mucha dificultad", declaró ayer Alex Goldfard, un amigo que le visitó.

Sales de talio

Los doctores han confirmado que Litvinenko ingirió sales de talio, un metal altamente tóxico utilizado como matarratas antes de ser prohibido. Incoloro e inodoro, la sustancia puede fácilmente confundirse con sal común.

Para John Henry, el toxicólogo que atiende al agente, "no hay duda de que fue envenenado con talio", algo muy fácil porque "solo hace falta un gramo, una pequeña pizca de sal en la comida, para matar a alguien". Hasta dentro de unas semanas no se sabrá si el enfermo logrará recuperarse. Órganos vitales como el corazón, el hígado o el sistema nervioso han podido resultar dañados.

Los agentes de Scotland Yard se muestran reservados sobre el asunto, pero confirman que hay una investigación que puede reabrir alguno de los capítulos de la guerra fría. Lo ocurrido recuerda el caso del disidente búlgaro Georgi Harkov, asesinado de un pinchazo con la punta de un paraguas que contenía veneno, hace 30 años en el puente londinense de Waterloo. Los autores del crimen nunca fueron descubiertos.

Atentados en Moscú

En el pasado, Litvinenko acusó a los miembros del FSB, los servicios secretos que han remplazado al KGB, de intentar matar al poderoso hombre de negocios ruso Boris Berezovsky. También es el autor de un libro en que acusa al FSB de una serie de atentados en Rusia en 1999, en los que murieron 300 personas. Su última investigación sobre el asesinato de Politkóvskaya, la periodista que denunció los abusos de Putin y del Ejército ruso en Chechenia, es otra provocación para el Kremlin.


Excoronel ruso se debate entre la vida y la muerte en Londres

La prensa y los amigos del espía envenenado acusan al Kremlin

Por Begoña Arce, en Londres, y Dmitri Polikárpov, en Moscú
El Periódico, 21/11/06

Los amigos de Aleksandr Litvinenko, que se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Londres, y la prensa rusa acusan al Kremlin del envenenamiento del exespía con talio, un metal inodoro e insípido. La razón del intento de asesinato, que investiga Scotland Yard, hay que buscarla en una grabación secreta que al parecer tenía el excoronel del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), exiliado en Gran Bretaña, que incriminaría al Gobierno ruso en 292 asesinatos en 1999. La cinta demostraría la presunta implicación en los crímenes de agentes secretos rusos para culpar a los rebeldes independentistas y, así, justificar la guerra en Chechenia.

El estado de salud de Litvinenko empeoró ayer. Los médicos lo trasladaron a la unidad de cuidados intensivos del University Collegue. Los especialistas tratan de paliar los efectos, quizá mortales, de las sales de talio que le fueron suministradas.

Scotland Yard confirmó que el antiguo agente ruso fue "deliberadamente envenenado" e inició una investigación, que puede desembocar en un grave conflicto diplomático si se demuestra que Moscú está relacionado con el intento de asesinato.

Atentado previo

Litvinenko ya sufrió un atentado en Londres, en octubre del 2004, cuando unos desconocidos lanzaron un cóctel molotov contra su casa, lo que él interpretó como un aviso de sus antiguos compañeros suyos, afectos al régimen de Vladimir Putin.

El pasado día 1, el exagente comenzó a sentirse mal después de almorzar con el académico italiano Mario Scaramella en un restaurante. Scaramella le entregó al parecer, documentos sobre la periodista rusa Anna Politkóvskaya, otra voz crítica contra el régimen de Putin, asesinada recientemente en Moscú. La pasada semana, el profesor Scaramella se presentó en la Embajada del Reino Unido en Roma y después prefirió esconderse.

Desmentido oficial

Entretanto, el Servicio de Espionaje Exterior (SVR) de Rusia se desmarcó del envenenamiento con matarratas de Litvinenko. "Hay que buscar a los culpables en el entorno de Litvinenko en Londres", declaró Serguéi Ivanov, jefe de prensa del SVR. Según Ivanov, "desde 1959, cuando fue liquidado el nacionalista ucraniano Stepán Bandera, el SVR soviético y su sucesor no realizan actividades relacionadas con la eliminación física de individuos indeseables". Un portavoz del Kremlin, Dmitri Pesrkov, también desmintió ayer las acusaciones contra las autoridades rusas, que calificó de "sinsentido".

En cambio, la prensa rusa subrayó que el veneno sigue siendo un arma privilegiada de los servicios secretos de Rusia. La última víctima de un envenenamiento llevado a cabo por los servicios secretos fue el saudí Jatab, uno de los comandantes más influyentes de la guerrilla chechena, que fue aniquilado por el FSB en el 2003 con una carta que contenía veneno no identificado.


El hospital considera "improbable" que Litvinenko haya sido envenenado con talio

El Periódico
AP, 22/11/06

Londres. -El hospital londinense University College Hospital en el que está ingresado el exespía ruso Alexander Litvinenko, que se debate entre la vida y la muerte en la unidad de cuidados intensivos, asegura que los resultados obtenidos de las pruebas médicas señalan que es improbable que Litvinenko fuera envenenado con talio, como se pensó en un primer momento.

Los médicos coinciden en que Litvinenko fue envenenado, pero aún no saben qué sustancia le está provocando los síntomas que padece. "Basándonos en los resultados que hemos recibido hoy y en los síntomas que presenta el señor Litvinenko es improbable que el envenenamiento por talio sea la causa de su actual estado", ha asegurado un portavoz del hospital a través de un comunicado.

El doctor Nathwani que forma parte del equipo que está tratando al exagente de la KGB, ha dicho que "los niveles de talio que se pueden detectar no indican que se haya visto expuesto a una intoxicación".

Talio radiactivo, según otro experto

Poco antes un experto en sustancias tóxicas, John Henry, que también ha estado examinando al exespía ruso, ha afirmado que el veneno utilizado "podría ser talio radiactivo".

Según Henry, la drástica caída de los glóbulos blancos que sufrió Litvinenko y el daño en la médula ósea indicaban que se trataba de intoxicación por talio. Herny también sugirió que Litvinenko podía haber ingerido talio en combinación con otra sustancia radiactiva.

Investigación sobre Politkovskáya

La Policía Metropolitana de Londres está investigando el caso del exespía ruso que ya ha perdido la totalidad del cabello y cuyo sistema inmunológico está seriamente dañado,

Litvienko enfermó el pasado día 1 de noviembre, tras una reunión secreta con dos contactos rusos y después de cenar en un restaurante japonés con Mario Scaramella, un experto en seguridad. Según afirmó Scaramella se había reunido con Litvinenko para enseñarle algunos correos electrónicos en los que se identificaba a los asesinos de la periodista Anna Politkovskáya.

Scaramella dijo que en los los citados documentos se nombraba a otras personas, potenciales objetivos para ser asesinadas, entre las que se encontraba Litvinenko. Por su parte el Kremlin y el Servicio de Espionaje Exterior (SVR) de Rusia negaron cualquier vinculación con el ataque a Litvinenko.


Fallece Alexander Litvinenko, el exespía envenenado

Por Begoña Arce
Corresponsal en Londres
El Periódico, 24/11/06

Tras varios días entre la vida y la muerte, el exespía ruso Alexander Litvinenko falleció anoche, según anunció un portavoz del University College Hospital en Londres. Los doctores que trataron inútilmente de salvarle la vida reconocieron que, a pesar de los exhaustivos análisis realizados en los últimos días al paciente, no habían podido determinar las causas de su dolencia y fallecimiento. El exagente de la KGB, de 43 años, presuntamente envenenado el 1 de noviembre, había sufrido en las últimas horas un ataque al corazón. Forenses y policías realizarán hoy nuevas pruebas al cadáver, a la búsqueda de una pista que resuelva el enigma de su muerte. Los amigos de Litvinenko, conocido opositor del régimen del presidente ruso Vladímir Putin, han acusado al Kremlin de estar detrás del crimen.

Causas poco claras

Ayer los doctores que atendieron al enfermo en la unidad de cuidados intensivos señalaron como muy poco probable que el exagente fuera envenenado con talio, como se dijo en un primer momento, o con una sustancia radiactiva. "A pesar de haber realizado numerosas pruebas, todavía seguimos sin tener claro la causa de su mal", afirmó Geoff Bellingan, jefe de la unidad para enfermos en estado crítico, en la que se encontraba hospitalizado Litvinenko.

Bellingan desmintió que tres manchas detectadas en una radiografía del intestino del enfermo fueran tres objetos duros, tal y como se había sugerido, desatando toda clase de conjeturas, como microfilmes o buscas vía satélite, que el exespía habría ingerido en alguna misión desconocida. Las extrañas sombras eran, según el doctor, los restos de la medicación administrada a Litvinenko para combatir, sin éxito, los avances del misterioso veneno ha acabado con su vida.

'E-mail' amenazante

Litvinenko vivía refugiado en el Reino Unido desde el 2000. Hace apenas dos años, su casa en el norte de Londres fue objeto de un atentado con un cóctel molotov. En la actualidad se encontraba investigando las circunstancias en que fue asesinada el pasado mes en Moscú la periodista rusa Anna Politkóvskaya, otra voz crítica del Gobierno de Putin y su actuación en Chechenia. Litvinenko comenzó a sentirse mal después de almorzar en un bar de sushi de la capital británica con el académico italiano y cazador de espías Mario Scaramella. Este le mostró un correo electrónico en el que ambos eran amenazados de muerte.

Ese mismo día, Litvinenko también se reunió en un hotel de Londres para tomar el té con dos rusos. Uno de ellos era un antiguo agente de la KGB a las órdenes del multimillonario Boris Berezosky. Del segundo hombre, con el que Scotland Yard tiene especial interés en hablar, todavía se desconoce la identidad. Desde Moscú se ha negado tajantemente cualquier vinculación con el envenenamiento, que recuerda los capítulos más novelescos de la guerra fría.