Francia

 

Descreimiento generalizado

Por Flor Beltrán
Corresponsal en París de Socialismo o Barbarie, 29/03/07

El problema del “descreimiento” generalizado es tema de análisis y preocupación en la prensa burguesa. Trascribimos acerca de esto el siguiente artículo de “Le Monde”:

“En febrero, un 61% de los franceses declaran no confiar ni en el PS ni en la derecha para controlar el país. Las cuatro encuestas del Barómetro político francés (BPF), realizadas entre abril de 2006 y febrero de 2007, ponen de manifiesto que se trata de un fenómeno estructural puesto que este porcentaje se sitúa, desde un año, entre 60% y 70%. A dos meses de la primera vuelta de la elección presidencial, sólo un 17% de los Franceses declara su confianza en la izquierda (PS) para controlar más el país y apenas, 21% exactamente confía en la derecha.

“Estos resultados son preocupantes ya que el mecanismo de la confianza está en el corazón de las instituciones de la Ve República, caracterizado desde 1962 por la elección de Presidente de la República por sufragio universal, y desde 1988 por el escrutinio mayoritario que favorece la bipolarización. Hay una crisis profunda del régimen político francés.

“Se distinguen en primer lugar los franceses «integrados» al sistema político, que se clasifican del PS a la derecha y hacen confianza al una o al otro de los dos campos para controlar el país. Ya no representan que 36 % del electorado, mientras que eran 52% hace diez años, en el momento de las elecciones legislativas de 1997. Al contrario, los franceses «fuera del sistema», se caracterizan por su negación a la alternancia (PS) -derecha (ellos se declaran «ni a la izquierda ni a la derecha») y su ausencia de confianza para controlar el país. Representan hoy 26% del electorado contra 23% hace diez años.

“Entre los dos, el grupo cuya importancia estalló es el de «desconfiados». Se reconocen en la separación (PS)-derecha, pero no tienen confianza ni a la una ni al otro para controlar el país. Constituyen en adelante el grupo más importante, lo que representa un 38% del electorado en vez de un 25% hace diez años.

“A nivel social, en 1997, la «integración» política variaba precisamente con la posición social: al máximo entre las categorías intelectuales, elevada entre las categorías superiores, más escasa en los obreros y los empleados. Diez años más tarde, la crisis está por todas partes. El aumento de «desconfiados» es masiva en las categorías intelectuales (+ 26 puntos en los profesores, + 15 puntos en los estudiantes) y también entre las clases medias (+ 23 puntos entre las profesiones intermedias).

“En los años noventa, la crisis del sistema político era una crisis vertical que oponía los obreros y a los empleados al resto de la sociedad, y en particular a las elites. En los años 2000, la crisis se volvió general, asociando las clases medias a las categorías populares (como ya lo había mostrado el referéndum de 2005) y extendiéndose a las capas intelectuales de la nación, que se implican aún más, sobre este punto, como seguidores, más que como líderes de opinión.

“A nivel político, la crisis no opone ya los partidos periféricos o extremistas a los partidos centrales. Está en el centro del sistema.” (“Le Monde”, marzo 2007)