Cine

 

Michael Moore estrena dramático documental

Sicko, Enfermo Mental

Por Fernando A. Torres
Indymedia San Francisco Bay Area, 25/06/07

“A las compañías no les gusta pagar. Si pagan por tu operación, por la cita con el médico, por los remedios…no hacen dinero. Entonces el objetivo es pagar lo mínimo. No pueden hacerse cargo de la salud, porque el sistema de salud tiene que ver con ayudar a la gente. La industria de la salud está hecha para ganar dinero, no para cuidar enfermos... 

“Nos han asustado, mentido, sobre la medicina social. Se trata de asustar a los estadounidenses a través de la ignorancia. Mis documentales se tratan de nuestro sistema económico. Tenemos un sistema que es injusto, desleal, no es democrático. Hasta que esto no cambie, continuaremos teniendo estos problemas; donde los que no ‘tienen nada’ sufren y los que ‘tienen todo’ como bandidos, se lo llevan todo.” (Michael Moore)

California, EEUU.– Sicko, Enfermo Mental, el nuevo documental de Michael Moore que se estrena esta semana en miles de cines del país, es una profunda crítica al sistema de salud regido por el capitalismo, y un llamado a la sociedad para movilizarse, contar sus historias y presionar a los políticos por un mejor sistema.

El tema no es nuevo. El país más rico del sistema solar tiene uno de los sistemas de salud más enfermos del planeta donde el dinero es más importante que la salud de sus habitantes. Según la Organización Mundial de la Salud, entre todos los países del globo, los Estados Unidos se encuentran en 37avo lugar en cuanto a la calidad de la atención de salud a sus habitantes. Existen 40 millones de personas sin seguro médico, sin derecho a la salud y se estima que cada año mueren alrededor de 16 mil personas debido a que no cuentan con seguro médico.

Además, entre los países “desarrollados,” los EEUU tienen las peores estadísticas en cuanto a la pobreza y en el tratamiento de niños y jóvenes, mantiene el 13% de la población bajo los índices de pobreza – entre los niños menores de 18 años la pobreza aumenta casi al 18% – es uno de los pocos países que permite que niños sean condenados a cadena perpetua sin posibilidad de salir libres bajo palabra y ocupa el segundo lugar en mortandad infantil

El documental – quizás el mejor en la carrera de este afamado crítico social – detalla como el resto, los 250 millones de personas que sí tienen algún seguro, son abandonados, y engañados por la misma industria de la salud en la cual han puesto su dinero por décadas. “Es patético,” dijo Moore en una de sus docenas de entrevistas para la televisión. El film contrapone sistemas de salud en Inglaterra, Canadá, Francia y Cuba. En Canadá este sistema es completamente gratuito y existe la libertad de elegir el doctor y el hospital.

“Impunemente (la industria de la salud) está cometiendo homicidio...Cobran lo que quieren, no hay control gubernamental y, para decirle la verdad, no podremos reparar este sistema sin deshacernos de estas compañías aseguradoras privadas,” dijo Moore en el programa de la periodista Amy Goodman, Democracia Ahora.

Según Moore, la idea de filmar Sicko, nació de TVNación un programa televisivo que tuvo durante los años noventa. Moore contrató a dos comentaristas deportivos para que transmitieran la Olimpiada de la Salud, una competencia ficticia entre EEUU, Canadá y Cuba. Equipos fílmicos se instalaron en las secciones de emergencia en hospitales de estos tres países y esperaron que una persona llegara con un brazo o una pierna quebrada. Los pacientes fueron filmados durante todo el proceso y los comentaristas narraron la acción destacando la calidad del tratamiento, la prontitud y el precio. A final, con la atención de más alta calidad y gratuita, el país ganador de esta Olimpiada fue Cuba.

Pero un “censor” de la cadena NBC, que según Moore dentro de esta organización se les llama “normas y desempeño,” bajó de una de las temidas oficinas y le dijo que Cuba no podía ganar porque estaba en contra de los “reglamentos” de la cadena. A pesar de las rabietas de Moore, NBC nombró a Canadá como ganador. “Canadá no ganó, salio en segundo lugar porque al tipo le cobraron $15 dólares por las muletas...Cuba fue el ganador,” recordó Moore.

Juicio y Autocrítica

Según Moore, el documental va mas allá de la crítica al inhumano sistema de salud, “Hay algo mucho mas grande que necesitamos reparar en este país. (El documental) es sobre como nos organizamos en esta sociedad, como nos tratamos nosotros mismos y sobre esta mentalidad estadounidense de ‘cada uno para cada uno’...esto debe de terminar…esta sociedad del ‘yo’‚ tiene que cambiar hacia el ‘nosotros,’ el tipo de sociedad que el resto del mundo vive.”

Con su característico estilo risueño, tragicómico, pero con firmeza, Moore documenta el patético caso de los “hit men” una especie de “mafiosos del miedo” unos investigadores contratados por la compañías de seguro para indagar a fondo el pasado de los pacientes hasta encontrar “algo,” alguna excusa que los libere “legalmente” de pagar la próxima operación de la víctima.

O el caso de Linda Penno, la doctora del Estado de Kentucky que trabajaba para la compañía de seguros de salud “Humana” y que agobiada por su conciencia se decidió a hablar. Como analista medica su trabajo era revisar los casos, ver si ameritaban o no la cobertura, el pago, aprobarlos o rechazarlos. Penno reveló frente a las cámaras de Moore y al Congreso como la compañía le exigía un porcentaje de rechazos sin importar si eran meritorios o no. “El doctor, trabajando para una compañía de seguros, el doctor, el analista médico que rechazaba mas casos recibía el bono navideño mas suculento. Es absolutamente insano!” dijo Moore

El salario de Penno aumentó a seis dígitos. “porque realizó una buena labor negando mas y mas casos. Pero no pudo aguantar más. Su conciencia la alcanzó y renunció y después se decidió a denunciar y fue al Congreso y ese testimonio está en la película. Es muy poderoso, muy fuerte y ahora ella es una alma muy brava,” dijo Moore

La Industria de la Salud: Ganar Si, Pagar No

El capitalismo, ideado para la acumulación descarada de capital, no puede hacerse cargo del sistema de salud. Moore recuerda que cuando pequeño, las monjas se ocupaban de la salud del hospital de su pueblo. Y era lógico, las monjas estaban por satisfacer a dios a través del cuidado de los enfermos. Según Moore las monjas no estaban preocupadas en Wall Street, en los accionistas, en los ejecutivos.

“A las compañías de seguros no les gusta pagar los casos médicos, porque no hacen dinero. La única forma de obtener ganancias es no pagando tu operación. Si pagan por tu operación, por la cita con el médico, no hacen dinero. Entonces el objetivo es pagar lo mínimo posible, y eso, inmediatamente nos dice porqué las compañías de seguro no pueden hacerse cargo de la salud, porque el sistema de salud tiene que ver con ayudar a la gente. Jamás la decisión debe basarse en como ahorrar dinero acá, allá, en como podemos negar esa operación...”

Director de los poderosos y premiados documentales Roger and Me, Bowling for Columbine y Fahrenheit 911, Moore dijo que Sicko, Enfermo Mental, es un continuo de sus documentales anteriores. El tema central de sus trabajos, lo que les da una ilación, es el uso del miedo en esta sociedad, como una táctica para vender una idea o un sistema cruel.

“Una de las razones del porque no tenemos un mejor sistema de salud es porque nos han asustado sobre el concepto de la medicina social. Se trata de asustar a los estadounidenses a través de la ignorancia. Al final de cuenta, los documentales que he realizado, se tratan de nuestro sistema económico. Tenemos un sistema que es injusto, desleal, no es democrático...Y hasta que eso no cambie, hasta que no construyamos una economía distinta en la forma en que nos relacionamos al capital, creo que continuaremos teniendo estos problemas en donde los que no ‘tienen nada‚ sufren y los que ‘tienen todo’ como bandidos, se lo llevan todo.

Un País Pequeño con el Mejor Sistema de Salud

Sicko, vaticinada para convertirse en “la” película del verano, es una de las mejores hazañas de Moore. Sin tener nada que ver con Hollywood, tiene a todo la sociedad estadounidense discutiendo el tema y organizándose entre los que están a favor y los que están en contra. De hecho ya se ha levantado toda una campaña en contra de Moore, sobre su vida personal y sobre su viaje a Cuba que según el gobierno ha sido una infracción a la ley.

Cuando Moore se enteró de las atenciones médicas que reciben los prisioneros “de guerra” en Guantánamo, decidió llevar a una delegación de once personas que trabajaron en las brigadas de rescate después de los atentados a las Torres Gemelas. Estos brigadistas fueron voluntarios que no estaban ligados ni a la policía ni a los bomberos por lo tanto quedaron exentos de la seguridad médica.

A pesar de las aseveraciones infundadas del entonces alcalde de Nueva York Rudolph Gulliani, (hoy candidato republicano a la presidencia) de que no habían peligros tóxicos en la zona de los edificios, cientos de rescatistas quedaron expuestos a variados tóxicos. En la actualidad la mayoría de ellos sufren algún tipo de enfermedad como consecuencia.

“Si les damos la mejor atención médica a los supuestos ‘malvados terroristas‚ en Guantánamo, entonces porque no darles la misma atención a estos verdaderos héroes estadounidenses.” Así, Moore se llevó en bote a estos rescatistas quienes como fue de esperarse, no fueron atendidos en Guantánamo pero sí en La Habana. Allí Moore se encontró con el sistema de salud cubano que es absolutamente gratuito y donde – con un doctor por cuadra – se mantiene una prioridad por la medicina preventiva. Moore dijo que per capita Cuba tiene más doctores que los EEUU y el sistema es humanamente mucho mejor y solidario con los pacientes.

Aquí, Cuando te Enfermas, Todo el Mundo Hace Dinero

Pero lo excepcional de Moore es que – junto al lanzamiento de su film – se ha lanzado en una campaña para enfrentar el problema en la práctica y confrontar a los candidatos a la presidencia sobre todo a los demócratas quienes, según Moore, desde las últimas elecciones presidenciales “han arrastrado sus pies lo más que pueden.” Los candidatos demócratas y Hillary Clinton en el primer lugar, han recibidos jugosas “contribuciones” de la industria de seguros de la salud. Además, con la posición política de Hillary Clinton de apoyo a la invasión, la guerra en Irak y la mantención de un reducido número de tropas en ese país, “hace muy difícil para la gente que de otra forma le habría dado su voto, a esta gente le hubiese gustado ver a la primera mujer presidente. (Esa gente) simplemente no puede apoyar a alguien que ha apoyado la guerra desde hace tanto tiempo y que están recibiendo grandes contribuciones por parte de la industria de la salud,” dijo Moore.

Moore ha comenzado una reacción en cadena que esta alcanzando niveles inimaginables. El le llama reacción viral. La popular conductora de televisión Oprah, La Asociación de Enfermeras de California, el popular sitio de Internet YouTube han hecho un llamado para que el público grabe y distribuyan sus experiencias de rechazos engaños y otros juegos sucios por parte de la industria de la salud. “Mucha gente a lo largo del país, esta en sus casas sufriendo, preguntándose si alguna vez sus voces serán escuchadas. Todas estas personas tendrán una voz. También a través de mi sitio Internet. Creo que vamos a escuchar lo que los estadounidenses están sufriendo. Algo bueno va ha salir de todo esto... y sobre este tema, pondremos las manos de los candidatos, sobre todo las manos de los demócratas, al fuego,” dijo.

Goodman le preguntó a Moore que fue lo que mas le impresionó al finalizar el documental. Con su sátira acostumbrada, su gorra de béisbol y su característico desplante proletario, Moore respondió: “Cuando estaba entrevistando a un doctor Inglés – que gana un poco menos de 200 mil dólares al año – me dijo ‘mi sueldo esta basado en mi desempeño. Si tengo mas pacientes que dejan de fumar este año o si les bajo el colesterol, la azúcar, la presión sanguínea, me pagan mas. El pago esta basado en lo saludable que están mis pacientes. Así tengo un incentivo para hacer un buen trabajo y ganar dinero.‚ Inmediatamente pensé – aquí nosotros hacemos todo lo contrario – Mientras mas personas se enferman, que fuman, que no se alimentan bien, que terminan con alguna enfermedad, mas dinero para las compañías farmacéuticas, mas dinero para los doctores, mas dinero para los hospitales. Cuando te enfermas, todo el mundo hace dinero.”


‘SiCKO': La receta para el cambio de Michael Moore

Por Amy Goodman (*)
Democracy Now!, 19/06/07

Michael Moore presentó su nueva película, "SiCKO", el día del padre en un evento especial en Nueva York en honor de los primeros en acudir al rescate el 11 de septiembre. Moore habló de su heroísmo y reconoció el rol que cumplieron en su película. "SiCKO" trata sobre el quebrantado sistema de salud estadounidense. El caso del que se ocupa es el de los trabajadores dedicados a las labores de rescate el 11 de septiembre.

Sus historias de valor desinteresado, a las que le siguen años de arrastrarse, de enfermedades crónicas, desde fibrosis pulmonar hasta cáncer pasando por estrés postraumático, a menudo agravado por la falta de seguro médico o por los seguros médicos insuficientes, nos conducen al mensaje principal de Moore, que la industria médica está fallándole a los estadounidenses – no sólo a los más de 40 millones que no tienen cobertura médica, sino a los 250 millones que sí la tienen.

A Moore no le gustan las empresas de seguros de salud: "Son las Halliburton de la industria médica. Quiero decir, son capaces de asesinar y quedar impunes. Cobran lo que les da la gana. No hay control por parte del gobierno. Y, francamente, no arreglaremos nuestro sistema mientras no eliminemos del mapa a estas empresas privadas de seguro médico. Y digo bien, hay que eliminarlas del mapa. No se puede permitir que existan en este país."

Al no obtener atención médica en EE.UU., Moore se traslada en barcos con los malheridos héroes del 11 de septiembre hasta la costa de la base naval estadounidense en la bahía de Guantánamo. Moore muestra escenas en las que miembros del Congreso y generales aseguran al público que los presos en Guantánamo reciben excelente trato médico. Megáfono en mano, Moore pide a la Armada que brinde asistencia médica a los miembros de los equipos de rescate del 11 de septiembre que están a bordo. Denegada la ayuda, siguen su camino hasta el hospital La Habana, donde un equipo de reconocidos médicos cubanos proporciona el tan necesario tratamiento. Reggie Cervantes, tosiendo durante toda la entrevista, se muestra indignada al descubrir que el inhalador por el que paga 120 dólares sólo cuesta cinco centavos en Cuba, y jura "llevarse una maleta llena de vuelta a casa".

El Departamento del Tesoro de EE.UU. investiga a Moore por posibles violaciones al embargo comercial contra Cuba (Moore envió una copia de su película a Canadá para resguardarla).

Cuando Moore comenzó a rodar su película, hizo un llamamiento desde su página web para que le enviaran historias y recibió más de 25.000 respuestas. Aparte de los pacientes sin atender, Moore escuchó las historias de cientos de personas que trabajan dentro de la industria y alzan la voz en señal de alarma, como la doctora Linda Peeno. Ella testificó lo siguiente ante el Congreso: "Le negué a un hombre la operación que necesitaba para salvar su vida, y así provoqué su muerte. Ninguna persona ni grupo me ha responsabilizado de ello. Porque, de hecho, lo que hice fue ahorrarle a la empresa medio millón de dólares".

Moore sabe que la gente que se organiza puede luchar y ganar. "SiCKO" es más que una película; es un movimiento. El estreno de la película ha sido coordinado con una sofisticada campaña de acciones populares sin precedentes. Oprah Winfrey celebrará una reunión sobre asistencia médica en su ciudad. YouTube está haciendo un llamamiento para que la gente cuelgue vídeos sobre sus horribles historias relacionadas con la asistencia médica, y la Asociación de Enfermeras de California está llevando a cabo una campaña para que 1 millón de enfermeras en EE.UU. acudan a ver la película. Healthcare–Now! está organizando otra campaña de distribución de panfletos y petitorios en los 3.000 cines que han estrenado "SiCKO"; Moveon.org y Médicos por un Programa Nacional de Salud se han movilizado. Y el propio Moore se dirige a New Hampshire para desafiar a los candidatos demócratas a la presidencia.

"SiCKO" muestra cómo Hillary Clinton intentó reformar el sistema de salud cuando era Primera Dama. "Acabó destrozada. Es decir, invirtieron más de 100 millones de dólares para combatirla. Pero el año pasado en el Congreso, Hillary fue la segunda beneficiaria de fondos procedentes de la industria médica. Puede que sea la número uno en estos momentos hasta donde yo sé. Es muy triste...Hillary los tiene a ellos en su bolsillo y ellos la tienen a Hillary en sus bolsillos."

Moore prosiguió: "Cuando llegue el momento de las elecciones, las primarias, estoy seguro de que todos los demócratas estarán empleando esa palabra: cobertura ‘universal'. Sus planes consisten en tomar el dinero de nuestros impuestos y meterlo en los bolsillos de estas empresas de seguros de salud. Necesitamos desembarazarnos del intermediario. El gobierno puede encargarse de gestionar este programa". Esto es lo que se conoce como sistema de proveedor único.

Arremeter contra el negocio multimillonario de la industria médica es parte del trabajo cotidiano de Michael Moore. Cuando varios millones de personas hayan visto "SiCKO", habrá llegado el momento oportuno de aplicar la receta para el cambio.


(*) Amy Goodman es presentadora de "Democracy Now!" (www.democracynow.org), noticias internacionales de radio y televisión emitidas en 500 estaciones en Norteamérica y el mundo.


Sicko: un agujero en el sueño americano

Por Aday del Sol Reyes
Cubasi.cu, 08/07/07

Desde su exhibición, en el pasado Festival de Cannes, Sicko ha estado en las principales titulares de la prensa internacional y no es para menos. Durante 124 minutos el más reciente documental de Michael Moore ataca de frente a las compañías de seguro médico y las industrias farmacéuticas, las dueñas absolutas del sistema de salud norteamericano.

La película, que ya fue exhibida con éxito en Nueva York y será proyectada en casi 300 salas de cine de todo Estados Unidos, pone en evidencia cómo 250 millones de norteamericanos, que pagan cobertura médica, son estafados por las industrias de seguros. Contrariamente a lo que se espera de ellas, estas instituciones niegan a sus contribuyentes el dinero necesario para tratamientos clínicos, cirugías y la atención médica de urgencia.

Para esas multimillonarias industrias, un buen médico es aquel que le ahorra dinero a la compañía. Según Sicko no solo son asesinos quienes, fuertemente armados y vestidos de camuflaje, sacrifican a civiles en Irak. Otro tanto hacen algunos profesionales de la salud, ataviados con su pulcro uniforme de batas blancas con sus coterráneos en las propias ciudades estadounidenses.

[Los médicos que trabajan para las aseguradoras niegan los tratamientos y cirugías para ahorrar dinero a la compañía.] Así lo deja entrever en el documental la doctora Linda Peeno, antigua revisadora médica de la compañía de seguros Humana, quien abandonó su puesto y se presentó ante el congreso en mayo de 1996 para confesar su responsabilidad por la negación de una cirugía que le costó la vida a un hombre  y a ella su ascenso inmediato a un puesto de  ejecutiva. Peeno denuncia que su único objetivo como médico en este tipo de industria era trabajar para el beneficio financiero de una organización que te obligaba a manejar suciamente la salud, olvidar y matar gente.

Los ejemplos que corroboran la acusación de la doctora Peeno sobran en el logrado material del ganador del Oscar 2003 por Bowling for Columbine, quien también logra en Sicko de manera inteligente, irónica y hasta con humor, acusar al sistema de salud de Estados Unidos a través de los desgarradores testimonios de  los “felices clientes asegurados” por  Blue Shield, Horizon Blues Cross, BCS, Mega, Humana y otras compañías.

El aparato de salud, como todo el sistema, se mueve a través de la corrupción de sus políticos, quienes responden al único partido que gobierna la poderosa nación del norte: el dinero. Todos tienen un precio.

Al comparar el sistema de salud de los Estados Unidos con los de  Francia, Gran Bretaña, Canadá y Cuba, Moore demuestra la superior calidad de vida de los ciudadanos de estos países. Algo lógico si tenemos en cuenta que esas instituciones centran su encomienda en la prevención de enfermedades y en curar el mayor número de personas sin tomar en cuenta su posición social. El estado es dueño de los hospitales, emplea a su personal médico y garantiza que las personas se sientan protegidas por un sistema de salud confiable y gratuito.

[Cuba atiende con sus mejor tecnología médica a los rescatistas del 11/9 que el gobierno estadounidense abandonó.] En busca de justicia, el director norteamericano capitanea un bote en el que viajan algunos de los trabajadores que participaron en el  rescate del 11/9. Su destino es la base naval de Guantánamo, Cuba, donde, según la propaganda de la administración Bush, los terroristas  allí recluidos, en vez de ser torturados, reciben todo tipo de atención sanitaria. Convencido que esa es el único territorio de Estados Unidos donde se practica la atención de salud universal, el capitán Moore reclama para sus tripulantes similares privilegios.

Desafiando las minas que resguardan la ilegal base, el documentalista anuncia por altavoz cuál es el propósito de su visita. Desde de las torres de vigilancia recibe como única respuesta el ruido de una sirena. A los desamparados náufragos del sistema de salud norteamericano no les queda otra alternativa que atracar en suelo cubano.

En la pequeña isla subdesarrollada que los Estados Unidos se empeñan en presentar como un peligro, los rescatadores del 11/9 reciben la mejor atención especializada.

Moore, en una de las entrevistas concedidas antes del estreno del filme en su país, afirmó: “Es un país pobre que me impresionó mucho porque lo poco que tienen lo utilizan en su sistema de atención sanitaria, terminan viviendo más que nosotros, tienen una tasa inferior de mortalidad infantil con respecto a Estados Unidos y además envían a muchos de los médicos que gradúan a ayudar a los países del Tercer Mundo que lo necesitan”.

[Los héroes norteamericanos abrazan a los bomberos cubanos.] Memorable en Sicko es la escena del encuentro de los héroes norteamericanos con un grupo de bomberos cubanos. Juntos brindan tributo a los caídos en el ataque del 11–S, comparten anécdotas, experiencias y se abrazan como hermanos. “Si esto es lo que pasa entre dos supuestos enemigos, si un enemigo te puede dar la mano y también curarte qué no será posible entonces”, se pregunta el director de Sicko.

El último documental de Michael Moore deja claro que la socialización de la medicina no es tan mala como han tratado de pintarla los medios de comunicación norteamericanos, sino todo lo contrario. ¿Dónde estaban ellos que no veían esto? La ceguera proviene de la ignorancia impuesta, nos dice Moore. Durante casi un siglo, Hollywood se ha encargado de hacerles y hacernos creer que en todas las esferas de la vida, los norteamericanos son superiores al resto de la humanidad.

Sicko, además de dejar al descubierto el deplorable sistema de salud estadounidense, es sobre todo un agujero en el mito del sueño americano. La enloquecedora  pesadilla yanqui solo concluirá cuando,  “vivamos en un mundo para el nosotros y no para el yo, cuando imitemos a los países  que encontraron una mejor forma de cuidar a sus enfermos, de educar a sus hijos y de ser mejores con sus semejantes. Las fuerzas imperiales esperan que nunca lo hagamos y por ello Estados Unidos permanece como el único país sin cuidado de salud universal gratuito”, concluye Moore su película.