El imperialismo en
el siglo XXI

 

¿Los últimos días del Imperio?

Por David Harvey
Socialist Worker, 30/07/05
Traducción de Pepe Paco Lope de Aguirre (Liga Marxista, Canarias)

El marxista estadounidense David Harvey dio esta conferencia sobre el nuevo imperialismo en la conferencia de Londres "Marxism 2005"

Mi método es considerar al imperialismo como el resultado de la tensión entre dos orígenes del poder diferente. Uno es un origen territorial, que descansa sobre las organizaciones del estado. El otro es la lógica del poder capitalista, que es el control del dinero, de los recursos y del flujo y circulación de capital.

Sostengo firmemente que no se puede reducir uno en el otro. Uno de los errores cometidos a veces es creer que los dos concuerdan completamente entre sí.

De hecho, algunas veces se apoyan y a veces luchan el uno contra el otro –están siempre en tensión.

En todo momento histórico y geográfico es absolutamente necesario tener una idea muy general de qué es lo que produce el imperialismo para analizar la situación concreta.

No encontraremos las respuestas en los escritos de Lenin y Bujarin. Es fantástico leer lo que esas personas escribieron en su tiempo y en su situación. Pero lo que tenemos que hacer es usar su perspicacia para analizar la situación actual.

Me gustaría hacer algunos comentarios sobre el imperialismo estadounidense, que ha tenido siempre un carácter diferente respecto al imperialismo europeo.

George Bush dio una de las indicaciones más claras sobre esta idea durante un discurso hace un año y medio. Él dijo que se vio a sí mismo manteniéndose en una larga línea de presidentes –Woodrow Wilson a través de Franklin Roosevelt y Ronald Reagan.

Hay una profunda continuidad en las prácticas de EEUU en sus relaciones con el resto del mundo, sobre las cuales, no hace mucho, mi colega Neil Smith ha elaborado un nuevo libro titulado "The Endgame of Globalisation" (El final de la globalización). Neil señala que la estrategia imperialista de EEUU ha sido global desde el primer momento.

Los EEUU nunca han estado interesados en algún territorio en concreto –han estado siempre interesados en el poder global. Vemos en los hechos revelarse un intento, constante, de construir un régimen de poder global con los EEUU al centro y capaz de mover los hilos.

EEUU desarrolló cómo hacerlo en los años veinte. Para tomar un caso en particular: en los años veinte EEUU envió marines a Nicaragua con la intención de ocuparla. Se sumergieron en una especie de guerra de guerrillas. Por eso, los EEUU decidieron salir ha delante con lo que ha llegado a convertirse en una estrategia familiar. Encontraron a un "hombre fuerte" local, en este caso, un hombre llamado Somoza.

Los EEUU le dieron toda la ayuda militar y económica que requería y le permitieron hacerse tan rico como él quiso. Esto sería así siempre que Somoza hiciese las ofertas a empresas de capital  estadounidense y ayudase a EEUU a parar la extensión de movimientos revolucionarios.

Guerra Fría

Este método indirecto del imperialismo llegó a ser el camino fundamental en que los EEUU operaron, particularmente después de la Segunda Guerra Mundial. Era un sistema de control indirecto, con los EEUU luchando constantemente en guerras de guerrillas de baja intensidad con fuerzas especiales.

El gran espacio que no podía controlar era todo lo que estaba controlado por el bloque comunista durante la Guerra Fría.

Después de la Guerra Fría, se les crearon algunos dilemas interesantes a los EEUU. ¿Cómo podrían trabajar estratégicamente en ausencia de la Guerra Fría? ¿Como podían trabajar con la ausencia de un enemigo fundamental que podía atar a muchos países europeos a sus demandas y necesidades?

Esto condujo a los EEUU a revisar sus prácticas imperialistas.

En el pasado, los EEUU sentían que podían dominar a través de la producción, las finanzas, el poder militar, la política, o incluso, culturalmente, para construir un tipo de hegemonía (de predominio o liderazgo sobre estados rivales). Sin embargo, estamos ahora en una situación donde los EEUU son militarmente dominantes, pero no hegemónicos.

Quiero advertir que ésta es una situación muy peligrosa, porque conduce a que los EEUU estén tentados de usar su poder militar para compensar el hecho de que ya no es hegemónico.

Los EEUU han perdido su hegemonía en un gran número de áreas. Ya no son hegemónicos en el mundo de la producción. Los EEUU dominaron la producción en 1945, pero comienzan a perder ese dominio a finales del sesenta y comienzos del setenta.

En los ochenta, la mayoría de la producción mundial fue trasladada fuera de los EEUU.

Podemos observar más claramente dentro de los conflictos a los que debe enfrentarse la administración estadounidense la cuestión de cómo tratar a China como posible competidor.

Las empresas estadounidenses están muy afianzadas en China. El único lugar donde la General Motors logró beneficios el año pasado con sus operaciones fue en China.

Por eso, empresas norteamericanas como Wal–Mart y General Motors necesitan China, al mismo tiempo que llega a ser un competidor con EEUU en otras zonas.

Una vez que los EEUU perdieron su dominio sobre la producción, pensaron que podían dominar a través de las finanzas. Esencialmente, las financiación de cualquier cosa que se comenzase después de 1980 era parte de un a estrategia dirigida a dominar a través de las instituciones financieras –el tesoro de EEUU, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otras instituciones.

Esta estrategia condujo al cobro, y muy exitosamente. Pero, como la esfera de lo financiero está en última instancia unida a la producción, vimos la erosión gradual del dominio de los EEUU en el mundo de las finanzas durante la década de los noventa.

Las instituciones financieras estadounidenses, así como las empresas norteamericanas, son todavía poderosas e importantes en el mundo, pero hoy la mayoría de la deuda de los EEUU es sostenida por extranjeros (una buena parte de ella por los banqueros de Asia central).

Tributos

Por ello, el poder financiero ha comenzado a fluir fuera de los EEUU. Estamos alcanzando un punto crucial en el que la mayoría de los intereses que fluyen hacia los EEUU son compensados por la cantidad de intereses que fluyen fuera de los EEUU.

En otras palabras, el beneficio neto de financiación de todas las cosas financiadas en los ochenta y en los noventa, está perdiéndose gradualmente, hasta el punto de que los EEUU tienen actualmente que pagar al resto del mundo, más que una especie de tributo.

Por lo tanto, EEUU no va a ser tan dominante en el área de las finanzas como lo era hasta ahora. Las finanzas del imperialismo están comenzando a menguarse. La producción del imperialismo está comenzando a debilitarse. Eso lo deja sólo con el imperialismo militar.

Esto nos lleva a la cuestión de por qué EEUU ha girado de repente en el terreno militar y por qué se declaró la guerra a Irak de la forma en que lo hizo.

Hay un buen número de razones para esto. Primero, la situación interna en los EEUU –se sabe que para mantener el poder en ciertas circunstancias se necesita construir solidaridad alrededor de la idea de enemigos externos comunes.

Osama Bin Laden, se presentó y lo proporcionó, permitiendo a los EEUU proponer la idea de una guerra perpetua contra el terrorismo.

Esto era también importante en términos de control interno, porque los EEUU estaban comenzando a romperse internamente, particularmente después del estallido de la burbuja financiera en los últimos años de la década del noventa.

Como la burbuja estalló, tuvieron escándalos como Enron y muchas otras cosas negativas que sucedieron. Los neo–conservadores querían estabilizar el orden interno y uno de los caminos para hacerlo era tener un enemigo externo.

La segunda razón para la guerra de Irak era hacerse con el petróleo –no simplemente para el consumo de los EEUU, sino para tener una posición militar en una región fundamental en la producción de petróleo. Y esto también tenía un montón que ver con contrarrestar a China.

Existe una gran competencia con China, que intenta llegar a los campos de petróleo. Los EEUU necesitaban una presencia militar en Arabia Saudí para controlar esto.

Los EEUU también querían demostrar con su ataque a Bagdad, llamado espectacularmente por la CNN "shock and awe" ("Choque e intimidación"), que su poder militar podía hacerlo. Jugó el mismo papel que el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki en relación a la Unión Soviética.

La razón final es superar el "Síndrome de Vietnam". El problema para los EEUU durante todo este tiempo ha sido que les patearon el culo en Vietnam.

Miraron a Irak y pensaron que podrían superar allí el síndrome de Vietnam. Fue un error catastrófico –han regresado exactamente en la misma situación.

Ahora, están perdiendo credibilidad militar. Tienen capacidades tremendas, de más de 30,000 soldados, pero simplemente no los tienen sobre el terreno.

A los EEUU se les han hundido sus rutas militares por razones muy particulares. La gran pregunta de EEUU es cómo salir de Irak.

Lo más alarmante –y esto es por lo que hablé sobre la continuidad con personas como Woodrow Wilson y Roosevelt, incluso los años de Clinton– es que nadie en el Partido Demócrata quiere desviarse de esta trayectoria.

Todas las élites políticas en los EEUU están comprometidas con esta estrategia de dominación global. Han tenido diferentes mecanismos para hacerlo.

Ahora, una vez dicho todo sobre la estrategia imperial de los EEUU, quiero señalar que el capitalismo global no siempre va de la mano de los EEUU.

Si miramos a China y Europa, encontraremos unas estrategias imperialistas diferentes que están comenzando a emerger alrededor del mundo. Esas diferentes estrategias no son, probablemente, para conducir a conflictos entre los estados.

Pienso que están dirigidas para promover conflictos entre fragmentos y fracciones dentro de las élites empresariales predominantes. Habrá conflictos dentro de las élites sobre cómo estabilizar el capitalismo.

Es duro obrar bien ahora, porque el capitalismo no tiene "buena salud", su tasa de crecimiento es muy baja. Si quitásemos del cuadro general a China y EEUU, observaríamos una recesión global a la escala de los años treinta del siglo pasado.

E incluso, si miramos la situación global de los EEUU, los datos serían similares a los de Argentina antes de la quiebra. La única diferencia es que los EEUU son dueños del FMI y no enviarían al FMI para disciplinarse ellos mismos.

Una pregunta que nos hacemos en EEUU es qué zona del mercado mundial castigará a los EEUU y cómo responderán las élites estadounidenses.

Mi miedo es que probablemente respondan con una buena ración de violencia, es probable que promueva algún tipo de conflicto, particularmente con China. En esas circunstancias, nos encontraremos nosotros mismos en una situación muy difícil y peligrosa.

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