Irak resiste

 

"John Negroponte va a crear pronto escuadrones de la muerte iraquíes"

Por Michel Chossoudovsky, economista canadiense
Ingo Niebel, 25/08/04
Traducido por Rebelión 

Economista y crítico del actual proceso de globalización, Michel Chossoudovsky es presentado por algunos como el Chomsky canadiense. Una comparación que no desmerece la riqueza de su pensamiento, tan certero sobre la actualidad en Irak como pesimista en cuanto al futuro del país ocupado que, augura, se convertirá en campo de batalla con escuadrones de la muerte y posible escenario del «estreno» de un nuevo arma nuclear.

Michel Chossoudovsky ha visitado recientemente Berlín para asistir al Congreso europeo de la ONG Médicos internacionales para la prevención de una guerra nuclear.

¿Cómo valora el nombramiento de John Negroponte como embajador de EEUU en Bagdad?

Supone una contradicción. Actualmente no existe gobierno iraquí soberano alguno al cual podría entregar sus credenciales. Se trata más bien del nombramiento de un gobernador militar para Irak. Hasta en Washington existe una discusión entre el Departamento de Estado y el Pentágono sobre cual de ellas debe controlar al «embajador». La regla es que tienen que rendir cuentas al State Department, pero en este caso Donald Rumsfeld exige que Negroponte mande sus informes a Defensa en vez de a Exteriores. Esta es prueba de que Negroponte no es un embajador sino el gobernador militar de un país ocupado.

Pero hay otro aspecto aún más importante. Antes de que Negroponte fuera nombrado embajador de los EEUU ante la ONU, ocupó este mismo cargo en Honduras en los años 80. En esta función formó los escuadrones de muerte hondureños que participaron en el asesinato de civiles. También estuvo involucrado en la organización de los contras en Nicaragua que hicieron la guerra al gobierno sandinista. Sabemos que todo eso ocurrió con el conocimiento del gobierno estadounidense y que Negroponte era el arquitecto de esta política. Podemos contar bajo su mandato con repetir esta experiencia en Irak: liquidaciones en masa, asesinatos selectivos, torturas contra el pueblo iraquí. Todo su bagaje y experiencias.

-Eso significa que Negroponte va a escribir en el Irak un nuevo capítulo de la guerra sucia...

Pienso que sí. Formará escuadrones de la muerte iraquíes; creará cámaras iraquíes de tortura. EEUU va a intentar reactivar viejas estructuras del partido Baath para reprimir al pueblo. Lo que podemos esperar de todos modos es que Negroponte va a reactivar aquellos grupos iraquíes que la CIA había creado ya antes de la anterior Guerra del Golfo.

Eso significaría que en un futuro próximo asistiremos a una suerte de guerra civil.

Otro objetivo de EEUU, que todavía no ha logrado, es emplear un grupo contra el otro. Van a intentar en Irak lo que ya hicieron en Yugoslavia. Tienen a los sunitas, chiítas y kurdos que pueden emplear a unos contra otros creando al mismo tiempo separaciones internas. Pero el naciente movimiento de resistencia está consolidando estos grupos. Yo sospecho que los estadounidenses seguirán queriendo crear divisiones empleando los más diversos métodos, incluso el ya iniciado de atentados terroristas contra civiles iraquíes. Asimismo recurrirán a Al Qaeda para convencer tanto a la opinión internacional como a la iraquí de que los fundamentalistas islamistas están llevando acabo una guerra contra América y los iraquíes.

-¿Considera probable el uso por EEUU de las mini-nukes (pequeñas bombas atómicas) a medida que su situación militar empeore día a día?

No hay absolutamente nada que se lo pudiera impedir. La fuerza destructora de estas pequeñas bombas atómicas se mueve entre un tercio y seis veces mayor que la bomba de Hiroshima. Hace poco se ha revalorado este tipo de arma: las mini-nukes ya no son consideradas como bombas nucleares sino como armas convencionales. En su campaña propagandística, el Pentágono dice que son inofensivas para los civiles y sobre la radiación no perdió ni una sola palabra. El Senado ha dado luz verde para su uso, y podrá ser utilizada en una operación militar convencional sin pulsar el famoso botón rojo, porque la decisión ya no estará en manos de un general de cinco estrellas, o del comandante en jefe, el presidente, sino en el respectivo comandante o su general. Tampoco se puede excluir que lleguen a emplear un arma nuclear táctica.

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