Irak resiste

 

La noticia de que el Pentágono incluiría mujeres entre las fuerzas que revistan en Irak habla de un manejo poco adecuado de la situación

A EE.UU. no le va bien con sus tropas en Irak

Por Rosendo Fraga (*)
Diario Clarín, Buenos Aires, 11/01/05

Varias informaciones sobre la presencia militar de los EE.UU. en Irak causan sorpresa: el tenaz crítico Noam Chomsky ha dicho que EE.UU. debería restablecer el servicio militar obligatorio; el secretario de Defensa Donald Rumsfeld enfrentó un duro diálogo con 2.000 soldados en Kuwait, que estaban próximos a ingresar a Irak, quienes reclamaron por la falta de blindaje adecuado de los vehículos y la extensión del período de servicio en este país. Por su parte, el Pentágono hizo saber que estima permitir que las mujeres sean empleadas en las unidades de combate.

La afirmación de Chomsky apunta al hecho de que si hoy EE.UU. tuviera el servicio militar obligatorio como sucedía en Vietnam, la presión de estudiantes y familias haría políticamente imposible la presencia militar en Irak. En cambio, siendo Fuerzas Armadas profesionales, la disciplina es mucho mayor y la tolerancia a las bajas, también.

Pero el reclamo de los soldados ante Rumsfeld tuvo lugar al día siguiente que las bajas mortales alcanzaron a las 1.275. Ese mismo 7 de diciembre, se contabilizó el muerto en combate número 1.000.

Las estadísticas indican que por cada muerto en combate hay 10 heridos, cuando en la guerra de Vietnam la relación era de uno a 4. El motivo de este cambio de relación fue explicado por el doctor Atul Gawande en la revista New England Journal of Medicine. La primera razón por la cual hay menos bajas mortales es que los cascos actuales protegen más y todos los soldados llevan chalecos antibalas. A ello se agrega que se han organizado microhospitales en helicópteros que permiten hacer cirugía con elementos reducidos y así salvar vidas.

La contracara de este avance es que ahora sobreviven hombres con heridas de las cuales antes hubieran muerto, quedando sin miembros y muy desfigurados. Más de 1.000 muertos y casi 10.000 heridos, sobre una fuerza en Irak de 138.000 efectivos, da una relación de una baja cada 12 hombres. Pero este cálculo puede ser engañoso, dado que sólo 58.000 hombres están en las unidades y funciones combatientes y cabe conjeturar de que, como mínimo, entre dos tercios y tres cuartas partes de estos muertos y heridos tienen lugar entre los combatientes.

Calculando así que entre ellos han tenido lugar 700 muertos y 7.000 heridos, uno cada ocho de quienes han entrado en combate ha sido muerto o herido.

Se acaba de anunciar que este mes los 138.000 hombres serán elevados a 150.000 previendo que se incrementará la ofensiva de los insurgentes. De los 12.000 hombres adicionales, sólo 1.500 serán enviados de EE.UU.; los restantes ya están en Irak y se les prolongará su período de servicio en el país, lo que explica la preocupación de los soldados ante el jefe del Pentágono.

El incremento y que el grueso provenga de prolongar el período de servicio de las tropas en Irak es lo que explica el anuncio de que se está por autorizar que las mujeres participen en las unidades de combate terrestre.

Pero la menor fuerza física en la parte superior del cuerpo —hoy un infante de las fuerzas de EE.UU. combate con un sobrepeso de 40 kilos de equipo— ha sido un argumento concreto para que éstas no actúen en las unidades de combate directo. Pero es la escasez de hombres combatientes la causa por la cual esto estaría por cambiar, según lo informaron los medios de comunicación estadounidenses pocos días atrás.


(*) Director del Centro de Estudios Nueva Mayoría, Argentina.

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