Irak resiste

 

Nuevas revelaciones de malos tratos a prisioneros

EEUU ensayó en Guantánamo las torturas de la cárcel de Abú Graib

El Pentágono finaliza las pesquisas sobre 26 casos de maltrato en la base de Cuba

Por Mercedes Hervás
El Periódico, Catalunya, 15/07/05
Corresponsal en Nueva York

Las torturas perpetradas por soldados estadounidenses contra presos iraquís en la cárcel bagdadí de Abú Graib, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo el año pasado, fueron aplicadas meses antes en la prisión establecida por EEUU en la base de Guantánamo, según han revelado investigadores del Pentágono. Las conclusiones se han dado a conocer tras una investigación que ha durado tres meses y que ha estado centrada en 26 casos de presuntos abusos en la base estadounidense.

En declaraciones ante el Comité de Servicios Armados del Senado de EEUU, los investigadores militares calificaron el miércoles de "agresivas y creativas" las técnicas de interrogatorio empleadas en Guantánamo. En el caso de Mohamed al Qatani, el preso para el que se aprobaron 16 duras técnicas de interrogatorio, la investigación señaló que sufrió "un trato abusivo y degradante" que no llegó, sin embargo, a ser tortura.

Antes de la invasión

La aplicación de los malos tratos demuestra que los abusos en Abú Graib no fueron una iniciativa del puñado de soldados que los llevaron a cabo, puesto que se habían producido ya en Guantánamo incluso antes de que EEUU invadiera Irak, en marzo del 2003. El cabecilla de los soldados de Abú Graib, Charles Graner, está cumpliendo ya una condena de 10 años por su papel en las torturas.

"Hay similitudes llamativas entre las acciones de Guantánamo y lo que ocurrió en Abú Graib", declaró a The Washington Post el capitán Jonathan Crisp, abogado defensor de la soldado Lynndie England, la más famosa de las torturadoras de la cárcel iraquí por la vergonzosa fotografia en la que arrastra a un preso desnudo con una cuerda anudada al cuello, como si fuera un perro.

El caso de Qatani refuerza el argumento del abogado militar. Este preso, a quien EEUU considera relacionado con los atentados del 11-S --aunque no llegó a participar--, fue interrogado en Guantánamo a finales del 2002. Además de ser privado de dormir, Qatani fue forzado a usar ropa interior femenina, se le exhibió desnudo ante mujeres, se le amenazó con ser acusado ante otros presos de ser homosexual y se le forzó a comportarse como si fuera un perro.

Este duro interrogatorio se realizó mientras dirigía la prisión de Guantánamo el general Geoffrey Miller, que fue enviado a Abú Graib en septiembre del 2003 para organizar los interrogatorios de presos. Semanas después de que Miller se marchase de Irak, las mismas técnicas de emplear a perros para asustar a los detenidos o humillarles exhibiéndolos desnudos fueron empleadas en la siniestra prisión bagdadí.

Técnicas no autorizadas

Aunque los investigadores militares recomendaron que Miller recibiese una reprimenda formal por haber permitido el abusivo interrogatorio de Qatani en Guantánamo, el jefe del Comando Sur de EEUU, el general Bantz Craddock, decidió que ésta no era apropiada. Bryan Whitman, portavoz del Pentágono, declaró a The Washington Post que no se pueden ligar los interrogatorios en la base con los de Abú Graib, donde los soldados de EEUU no estaban autorizados a aplicar el manual de técnicas de interrogatorio del Ejército.

Las 16 técnicas más duras fueron aprobadas en diciembre del 2002 por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. Pero se trataba, según este diario, de unas técnicas descritas de forma general y, por tanto, abiertas a diferentes interpretaciones para forzar a los presos a hablar.

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