Irak resiste

 

El tercer plazo dado para votar la Carta Magna en el Parlamento de Iraq, que vencía ayer, fue incumplido ante la imposibilidad de atraer a los suníes al proyecto pactado por chiíes y kurdos. El presidente de la Cámara amplió otras 24 horas el plazo para aprobar el texto. Anteriormente, en un clima de ceremonia de la confusión, un portavoz del Gobierno dijo que el documento estaba listo para ser votado.

Iraq sigue sin pactar la Constitución

Los chiíes radicales seguidores de Moqtada Al Sadr apuestan también por el rechazo al anteproyecto

AFP, AP y Reuters
La Vanguardia - 26/08/05

Bagdad. El Parlamento amplió en 24 horas el plazo para votar el borrador de la Constitución, que terminó ayer, según anunció anoche el presidente de la Cámara, Hajim Al Hassani. "Hemos visto que los asuntos necesitan otro día para alcanzar unos resultados del agrado de todos".

La confusión sigue presidiendo el curso de las negociaciones. Otras fuentes oficiales habían manifestado anteriormente que el aplazamiento era sine die. El portavoz de la Cámara, Ibrahim Bischro, rechazó que la dilación suponga un incumplimiento del calendario político ya que el texto "fue entregado en el plazo previsto (el pasado lunes). No hay ningún problema legal en esto".

Ante la incapacidad de los líderes políticos de consensuar el borrador constitucional, los legisladores habían concedido el lunes tres días más para revisar el anteproyecto con el fin de lograr la adhesión de los suníes, que rechazan el carácter federal del Estado, la gestión de la riqueza petrolera y el tratamiento condenatorio al partido Baas, del dictador Saddam Hussein.

El primer ministro, Ibrahim Yafari, minimizó las divergencias y el nuevo retraso: "Perder un poco de tiempo a cambio de ganar el apoyo de nuestros hermanos suníes sería un logro importante. Creo que los asuntos contenciosos son pocos y no deben constituir un obstáculo ante la aprobación de una Constitución histórica".

En esta línea, el presidente Jalal Talabani señaló que "los esfuerzos prosiguen en busca de un consenso sobre el borrador". Para limar asperezas, el primer mandatario se reunió con varios líderes suníes, con los que posteriormente dio una rueda de prensa. Tranquilizar a los suníes es un importante reto para los mandatarios iraquíes y su valedor Estados Unidos, dado que en el seno de esta comunidad crece gran parte de la insurgencia.

La Casa Blanca restó importancia al tercer retraso del calendario. "Daremos nuestro apoyo a todo lo que hagan. Estados Unidos está preparado para ayudar (a los dirigentes iraquíes) a respetar los plazos que se fijan. Los progresos son alentadores. Todas las partes están negociando sobre la mesa", indicó el portavoz de la Casa Blanca, Trent Duffy.

Las palabras del primer ministro contradijeron las declaraciones del portavoz del Gobierno, Laith Kuba, quien había afirmado que "la versión final de la Constitución ha sido completada". Y ambiguamente había agregado: "No se requiere una reunión formal (del Parlamento) porque el proyecto ya fue entregado el lunes". El Ejecutivo iraquí es consciente, según Kuba, del riesgo de que el proyecto de Carta Magna sea rechazado en el referéndum previsto para octubre, ya que si en tres o más provincias dos tercios de los electores no lo aprueban, el texto quedaría en papel mojado. Los suníes, temerosos de ser los grandes perdedores - no hay yacimientos petrolíferos en sus territorios-, ya han amenazado con hacer un dura campaña por el no en esta consulta. Los representantes suníes en la comisión que redacta la Constitución aceptarían una cierta autonomía kurda, pero no la chií. El presidente del Parlamento, el suní moderado Hajem Al Hasani, mantiene que los suyos no rechazan totalmente el federalismo, pero quieren que se aplique por etapas.

Además de los suníes, los chiíes radicales seguidores de Moqtada Al Sadr apuestan también por el rechazo al anteproyecto. También están en contra del federalismo, pero, a diferencia de los suníes, exigen más dureza contra el Baas, ya que fueron algunas de sus víctimas durante la dictadura de Saddam Hussein. "Rechazamos el federalismo y si Estados Unidos tiene este esquema, no debemos intentar impulsarlo", recalcó Al Sadr, uno de los líderes chiíes opuestos a la presencia estadounidense en Iraq.

Tras los graves enfrentamientos entre chiíes registrados el miércoles, que dispararon la tensión en el país, el jefe radical hizo un llamamiento a la calma. Al Sadr pidió a sus seguidores que cesaran en los ataques a sus rivales de la gran formación el Consejo Supremo de la Revolución Islámica (CSRI, chií y uno de los pilares del Gobierno). Militantes del CSRI asaltaron sedes de los extremistas en diversos puntos de Iraq. Esta violencia, con base en la rivalidad entre la corriente de Sadr y el poderoso CSRI, supuso ayer un quebradero de cabeza más para las autoridades.

El no en el referéndum puede verse engrosado también por los sectores laicos de la sociedad, que temen la islamización del país. La embajadora iraquí en Egipto, Safia Suhail, insistió en que "los derechos humanos no pueden estar relacionados con la charia o ley islámica". La diplomática advirtió de los peligros para la mujer. "Perderemos los derechos logrados en treinta años", sentenció.

Curiosamente, los kurdos, que habían defendido la separación entre Estado y religión, acabaron aceptando los puntos en que se establece que "el islam es la fuente principal de la legislación" y que "ninguna ley puede contradecir las normas islámicas". Fue una concesión a los chiíes a cambio de que éstos reconocieran el carácter federal de Iraq.

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