Irak resiste

 

Sesión de Barcelona del Tribunal Internacional sobre Iraq. Ocupación y resistencia. Testimonios (III - 2ª parte)

Del asalto a Faluya a la etapa postelectoral
(de noviembre de 2004 a la actualidad)

Tribunal Internacional sobre Iraq, Barcelona, 21/05/05
IraqSolidaridad, 01/12/05
Transcripciones de sala Sinfo Fernández y del árabe Inés Royo, Ignacio Gutiérrez de Terán y Pedro Rojo

"Pero, ¿dónde está la reconstrucción? Repintaron los muros y levantado algún muro -es lo único que han hecho- y compraron flores y las colocaron en todos los rincones. Esto es para ellos la reconstrucción. Cuando les pedimos que comprasen el instrumental médico más básico nos lo denegaron. Cuando les dijimos que sabíamos que había envíos de material desde el exterior que estaban bloqueados y les pedimos que nos los trajeran, nos dieron el pretexto de que no tenían dinero puesto que esos fondos estaban destinados a la reconstrucción."

Sábado, 21 de mayo, 2005. Tercera Sesión (segunda parte) [1]

Objeto de enjuiciamiento: El proceso electoral y las nuevas instituciones iraquíes. Las condiciones cotidianas de vida de la población bajo la ocupación, y las violaciones del Derecho Humanitario [2].

Inés Royo [3]: La Dra. Intisar Muhammad Araibi, es la Directora de la Sección Farmacéutica del Hospital Universitario al-Yarmuk de Bagdad, y ha prestado atención sanitaria en misiones en Faluya y al colectivo de refugiados de esta ciudad en Kerbala y en Bagdad. Me gustaría, antes de darle la palabra, leer las palabras de George Bush el 17 de marzo de 2003 en una alocución televisiva. Dijo lo siguiente: "Os entregaremos toda la comida y las medicinas que necesitéis. Derribaremos el aparato de terror y os ayudaremos a construir un nuevo Iraq próspero y libre."

En las primeras horas del asalto a Faluya, en el Hospital General se destruyeron tres de los cinco centros de atención primaria -estos son datos oficiales del Comité de Reconstrucción- y se impidió el acceso de convoyes sanitarios y la evacuación de los heridos, y la recogida de cadáveres. Pueden ver las imágenes en el video que tienen a la salida de la sala. La Dra. Intisar formó parte de los grupos sanitarios que intentaron entrar en Faluya inmediatamente después del asalto. Le pediría si puede completar, desde el punto de vista sanitario, esa trágica vivencia.

Dra. Intisar Muhammad Araibi: Bush no solamente dijo eso sino que además añadió: "Voy a instaurar la democracia en Iraq y voy a convertir este país en un modelo para toda la región". Habéis podido escuchar a través de los testimonios de mis hermanos iraquíes cómo es ese modelo de democracia. Ahora voy a relataros hechos, desde el punto de vista humano, que también han aplicado en nuestro país y que pretenden extender, si Dios lo permite, según su proyecto al conjunto de países de la región, tal y como hemos escuchado.

Cuando entran en una ciudad, lo primero que hacen es bombardear los hospitales. Así bombardearon y destruyeron el Hospital al-Yarmuk en Bagdad, donde yo trabajo, concretamente la sección de Medicina Interna, pero afortunadamente ya se había evacuado a la mayoría de los enfermos. Esa sección fue la primera en ser bombardeada en mi centro. Otros hospitales en Bagdad fueron destruidos completamente, entre ellos el Centro Médico de Cirugía Cardiaca Ibn al-Bitar, que es un centro muy prestigioso que creó Sadam [Husein] en la región para atender a pacientes de todos los países árabes. Lo quemaron totalmente y ahora este hospital ya no funciona y no se puede practicar en él ni la operación de cirugía cardiaca más sencilla.

Las fuerzas estadounidenses entraron en Faluya y lo primero que hicieron fue bombardear el Hospital General, luego ataron a los médicos y los mostraron en televisión como si se tratara de terroristas, los amordazaron y los colocaron en el suelo. Nos llegó la petición de ayuda a través del director del hospital justo antes de que empezara el ataque. Había muchos heridos y muertos entre los civiles y [el director] hizo un llamamiento a todas las entidades y organizaciones una vez que se perdió la esperanza de ayuda por parte del gobierno iraquí. Los estadounidenses penetraron en el hospital cuando una doctora se encontraba asistiendo el parto de una de las pacientes. Entraron los Marines y esposaron a la mujer que estaba sufriendo los dolores del parto y la dejaron sola, sin ningún tipo de ayuda ni asistencia. Sacaron a todo el mundo del hospital y ocuparon todas las instalaciones. Abandonaron a los heridos en la calle sin que nadie les ayudara, e incluso convirtieron el hospital en una base militar. Los médicos se fueron a otro centro hospitalario dentro de la ciudad y enviaron las ambulancias allí para que rescataran a los civiles. Los francotiradores atacaron esas ambulancias cuando pretendían socorrer a la población civil. Los civiles murieron y nadie pudo hacer nada por salvarles. No teníamos apenas material para ayudarles, tan sólo podíamos enviarles parte del instrumental y algunas medicinas y les mandamos lo que pudimos en una ambulancia para que entrara en la ciudad. Pero los ocupantes impidieron la entrada de cualquier tipo de ayuda humanitaria; no permitieron la entrada de ningún tipo de medicamento ni de material de primeros auxilios en la ciudad de Faluya. Nadie consiguió permiso para acceder a la ciudad y así fue durante todo el tiempo que duraron las operaciones militares.

Inés Royo: El informe de la Universidad Hopkins de Baltimore publicado en otoño de 2004 en la revista 'Lancet', la más prestigiosa revista de salud pública a nivel mundial, indicaba que la cifra de muertos en Iraq ascendía a 100.000 civiles en el primer año y medio de ocupación (sin contar a Faluya puesto que no hay encuestas fiables porque no se puede entrar y no hay personas que puedan hacer los cálculos.) Asimismo, en este mismo informe se explicaba que la probabilidad de morir de forma violenta en Iraq se había incrementado en 58 veces durante ese período. Dra Intisar, ¿puede darnos más detalles sobre esta información?

Dra. Intisar Muhammad Araibi: Para ser sincera, no dispongo de estadísticas ni recuentos suficientes del número de víctimas y muertos pero de todas formas, por mi profesión sanitaria, conozco los distintos niveles que están relacionados con mi ámbito de intervención. Por lo que se refiere al número de casos que llegaban al Hospital al-Yarmuk antes, durante el régimen de Sadam, el número de pacientes que acudían a urgencias y yo era la responsable de todos los heridos que llegaban porque les preparaba y suministraba los medicamentos-, no sobrepasaba los 5 ó 6 casos diarios que, en su mayoría, se debían a accidentes de tráfico. En cambio ahora, los hospitales registran por urgencias unos 500 casos pudiendo llegar a los 1.000 tan sólo en una noche, sin contar a los que ingresan por la mañana, solamente en una noche. Hay otro sector del que sí hay cifras, y es el de los minusválidos. Actualmente hay un millón de minusválidos iraquíes resultado de esta última guerra.

Esta información la hemos obtenido del Hospital Ibn al-Qeiz, que es el único hospital que se encarga de la fabricación de extremidades para minusválidos. Este hospital no cuenta con el equipamiento necesario para la fabricación de extremidades de ortopedia ni dispone tampoco de la materia prima para su fabricación. Los aparatos de los que disponen son antiguos y carecen del certificado de calidad y nos han dicho que hay una lista muy larga de minusválidos que requieren extremidades artificiales.

En lo que se refiere a los cortes e interrupciones en el abastecimiento de agua y de electricidad y el retroceso que ha tenido lugar en el campo sanitario en las zonas que sufrieron el embargo, cabe destacar que la situación sanitaria empezó a deteriorarse desde la imposición del embargo a nuestro país. Es decir, desde hace quince años que llevamos padeciendo las consecuencias del embargo. Un ejemplo de ello es la prohibición estadounidense de la entrada en Iraq de hasta la más simple revista médica o farmacéutica. Antes, cualquier médico o farmacéutico recibía unas cinco o seis revistas al mes. Nos prohibieron el acceso a la información médica, ¡imaginen el grado de atraso al que nos someten al negarnos incluso los avances de la ciencia en el área de la medicina! Del mismo modo no permitían que llegaran al país equipos médicos. Pero después de firmar un acuerdo empezó a llegar algún equipamiento médico, aunque muy lentamente y con cuentagotas. Los hospitales sufren la falta de los equipos médicos necesarios para diagnosticar las enfermedades. Otro de los factores que ha contribuido al deterioro de la situación sanitaria es la malnutrición.

Después de la ocupación, y como consecuencia del saqueo que ha sufrido el ministerio de Sanidad y de su total desmantelamiento, el sistema sanitario ha quedado destruido por completo. Todas las organizaciones que dependían de este ministerio y que controlaban las estadísticas fueron asaltadas y destruidas, todos los ordenadores robados Imagínense, un sistema de salud que fue levantado por Sadam Husein, al que consideraba un dictador, pero cuyo régimen ha estado funcionando muy bien durante 35 años. Por ejemplo, controlando las enfermedades transitorias, promoviendo la vacunación, proveyendo la atención sanitaria necesaria para las mujeres embarazadas y los niños, y los medicamentos para paliar problemas en el bulbo raquídeo, los cuales requieren una serie completa de estudios. Todo esto ha sido destruido en su totalidad. Y ahora tenemos que empezar desde cero. He podido ver algunas de las estadísticas que se están publicando desde el ministerio de Sanidad, y no las creo.

Han aparecido estadísticas de ese ministerio sobre la enfermedad del cólera durante el régimen de Sadam Husein, cuando esta enfermedad estaba erradicada. Sin embargo, actualmente han surgido 95 nuevos casos de cólera, y de hepatitis A, que ahora se está extendiendo a mucha velocidad. Entre un 15 y un 25 por ciento de las mujeres embarazadas mueren a consecuencia de esta enfermedad o pierden el feto. En Ciudad Sadr [barrio de Bagdad] han surgido 200 casos de hepatitis debido a la escasez de agua y a la mezcla de agua potable con aguas residuales. También han aparecido brotes de tifus. Se han detectado 8.220 casos de tuberculosis como consecuencia directa del deterioro de la situación sanitaria. Todo esto y muchas más cosas que no puedo relatarles, se han desencadenado con el deterioro del sistema sanitario en Iraq aunque [EEUU] decía que venía a corregir y a mejorar este sistema. Concedieron una parte de los fondos para los hospitales y nosotros nos alegramos al ver que dedicaban fondos a la sanidad, pero nos dijeron que "estos fondos son sólo para la reconstrucción".

Pero, ¿dónde está la reconstrucción? Repintaron los muros y levantado algún muro -es lo único que han hecho- y compraron flores y las colocaron en todos los rincones. Esto es para ellos la reconstrucción. Cuando les pedimos que comprasen el instrumental médico más básico nos lo denegaron. Cuando les dijimos que sabíamos que había envíos de material desde el exterior que estaban bloqueados y les pedimos que nos los trajeran, nos dieron el pretexto de que no tenían dinero puesto que esos fondos estaban destinados a la reconstrucción.

En este viaje a Asturias he visitado un pequeño hospital de Gijón donde conocí al responsable farmacéutico del hospital quien me dijo que el suyo era un hospital modesto -porque yo trabajo en un hospital mucho más grande. No le pude ni contestar porque los hospitales que quedan en Iraq no sirven para atender a ningún ser humano.

Cuando empezó la ocupación pude entrar en un hospital infantil donde no quedaban más que los niños con cáncer, ya que al necesitar gran cantidad de medicamentos no se podían ir a ningún sitio e interrumpir la medicación, por lo que sólo ellos se quedaron en el hospital infantil. Cuando llegaron los estadounidenses y entraron al hospital abrieron fuego en el interior. Las madres y los niños lloraban y gritaban. El único médico que quedaba dentro les pidió que protegieran el hospital, porque se trataba de un hospital infantil, diciéndoles: "Miren a los niños", y le respondieron: "No podemos hacer nada", pero ¡claro que podían! Entonces sacaron a las madres y a los niños fuera del hospital, sabiendo que si les sacaban iban a morir, porque en la calle se desarrollaban operaciones militares. Y el pobre médico se puso a dar cabezazos contra la pared, llorando y gritando, al ver que no podía hacer nada. Yo misma, cuando visité este hospital en Gijón y lo comparé con la situación de retroceso al que han condenado a los nuestros en Iraq tuve ganas también de hacer lo mismo que hizo aquel médico.

Inés Royo: En lo que concierne al nivel de eficacia y competencia de los profesionales sanitarios, y de los profesionales en general, ¿Es cierto, doctora, que existe la política de ceder los ministerios a un partido concreto y no por criterios de profesionalidad y de experiencia contrastada? Se han elegido democráticamente las direcciones de los hospitales, ¿Cuál es su relación con el ministerio o autoridad superior correspondiente?

Intisar Muhammad Araibi: Desde que los ocupantes han devuelto los ministerios, y hasta el día de hoy, nadie trabaja porque no se conceden los puestos a las personas que quieren trabajar para estos ministerios. Y la prueba, tal y como acabo de relatar, es que han destinado fondos pero no nos han permitido comprar equipos, ni siquiera repararlos. ustedes saben que la democracia es una de las mentiras que nos han traído los estadounidenses. ¿Dónde está la democracia?

Inés Royo: Puesto que el ministerio de Sanidad está en manos del Congreso Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, ¿Cómo se establecen esos criterios de reparto político de cuotas?

Intisar Muhammad Araibi: La situación ahora es que cualquier ministro que llega a un ministerio cambia a todo el equipo anterior y trae a su propia gente sin tener en cuenta su preparación o capacidad para el puesto. No se trata sólo del ministerio de Sanidad, esto es el pan nuestro de cada día en todos los ministerios.

Inés Royo: ¿A quién achaca la responsabilidad de los asaltos que se produjeron en hospitales y centros de asistencia sanitaria inmediatamente después de la guerra de 2003, donde se atendía sin descanso 24 horas al día en un ejemplo sobrecogedor de prestación de ayuda y socorro a los heridos que iban llegando ininterrumpidamente?

Intisar Muhammad Araibi: A la ocupación, por supuesto. Es la responsable de todo lo que está ocurriendo. Cuando se propusieron proteger el ministerio del Petróleo también tenían capacidad para proteger el ministerio de Sanidad, así como todos los hospitales, entonces: ¿por qué no lo hicieron? Vinieron a causar todo el daño posible y a crear la situación que se está viviendo ahora en Iraq. Ellos no quieren que haya paz ni seguridad, y por eso muchos médicos se han ido del país, como resultado de esta situación de inseguridad. Todos los días matan a algún médico, o le roban el coche, o violan sus derechos, o le secuestran. Quieren vaciar el país de intelectuales y científicos; saben que los médicos iraquíes son muy buenos y pueden trabajar en todo el mundo. Por ello crean esta situación de inestabilidad, para aprovecharse de nuestro país y conseguir sus objetivos.

Ocupación y resistencia

Inés Royo: Muhammad Yasin trabaja en el Comité de Derechos Humanos del Consejo Municipal del barrio de al-Adamiya en Bagdad, que se encarga del seguimiento de los casos de las familias de las víctimas, de los detenidos y de los heridos a causa de los enfrentamientos, y de los casos de registros domiciliarios que llevan a cabo las fuerzas estadounidenses en la zona. Asimismo, también trabaja en el enterramiento de víctimas y en la evacuación de los heridos durante las explosiones y los ataques. Por favor, me gustaría que nos hablara de las violaciones de los derechos humanos desde su punto de vista y desde su trabajo prestando ayuda a la población civil.

Muhammad Yasin Muhammad: Muchas gracias por habernos invitado a dar testimonio. Todo lo que han dicho mis hermanos y compañeras es la pura verdad, pero quiero añadir algunos testimonios de la vida diaria. La última batalla que tuvo lugar en Bagdad ocurrió en al-Adamiya el 9 de abril de 2003. Cuando finalizó esta batalla, las fuerzas estadounidenses aumentaron la presión sobre esa zona por la resistencia que encontraron allí. Conozco los detalles de los asesinatos que tuvieron lugar delante de mis propios ojos, y de los relatos de los prisioneros una vez son puestos en libertad, de las redadas que llevan a cabo las fuerzas estadounidenses por la noche Y yo soy uno de los que ha sufrido directamente esos registros domiciliarios dos veces. Quiero explicarles cómo se desarrolla una redada. Las fuerzas estadounidenses cuando quieren asaltar la casa de un individuo hacen un cerco a su alrededor de un kilómetro cuadrado -después de las dos de la madrugada- apoyados por los helicópteros. Entonces da comienzo una situación de tensión espantosa en el lugar porque la gente no sabe en qué casa van a entrar y todo el mundo vive a la espera hasta altas horas de la madrugada, despierto y aterrado. Los niños en las casas lloran y las mujeres, al igual que los padres, aguardan. Cuando por fin se produce la redada, (quiero señalar antes una cosa, y es que a las dos o las tres de la madrugada, la gente normalmente duerme), los estadounidenses pretenden que cuando llaman a la puerta la gente les abra inmediatamente y si se retrasan un par de minutos, la dinamitan. Nuestras casas son pequeñas y, por lo tanto, cualquier explosión afecta también a las casas de al lado. Y todo esto sucede a media noche, o sea que imagínense los efectos de una explosiónEsto por un lado.

Por otro lado, cuando consiguen detener a una persona lo primero que hacen es preguntarle a cualquiera "¿Eres fulano?" Si dice que sí, sabe que significa que le acecha una desgracia. Le ponen un saco en la cabeza y empiezan a golpearle violentamente, le atan las manos detrás de la espalda y le tiran al suelo sin dirigirle ni una palabra, ya que por supuesto no conocen para nada nuestra lengua. Luego se lo llevan en un vehículo a un lugar desconocido. Nuestra misión es averiguar a dónde, pero es muy difícil averiguarlo. A veces nos enteramos a los tres meses que está en poder de las fuerzas estadounidenses. Porque transcurridos los tres meses nos dan un número para que le hagamos una visita. Los prisioneros en Iraq no tienen nombre, tan sólo tienen un número de identificación.

Por lo que concierne a las operaciones de asesinato de las fuerzas estadounidenses, he presenciado varias. Si el tiempo permite que relate alguna de ellas al público oyente, les estaría agradecido. Los pilotos estadounidenses pretenden ser artistas alcanzando determinados blancos -los pilotos, no los soldados. Si les gusta por ejemplo disparar a una palmera, la disparan. A un coche, a una casa, lo mismo. Créanme. El 9 de septiembre de 2004 en Bagdad hacía mucho calor por lo que la gente dormía en las azoteas de las casas. Por dos motivos, uno, por el calor, y dos, porque los cortes de electricidad duran muchas horas, pero esa costumbre se ha convertido en algo muy peligroso. Ese día a las siete y media de la mañana vimos un avión que se dirigía hacia la zona de Khadimiya. Se detuvo en por la zona y lanzó un misil. Cuando cayó el misil, tras la explosión, nos acercamos al lugar. Cuando llegamos oímos gritos y llantos. Una familia que dormía en la azotea fue alcanzada en su totalidad. Murieron cuatro niños y dos de las niñas resultaron heridas. El padre no se encontraba en la casa. Uno de los cuatro niños que perecieron murió delante de mí de camino al hospital porque todavía estaba con vida cuando intentamos llevarlo hasta allí. El doctor me dijo -porque yo formaba parte del equipo de socorro-: "Cuando la herida está en la mano o en el pie, alabamos a Dios y le damos gracias, porque se corta y ya está. Pero cuando la herida se encuentra en el estómago o en la cabeza". Y él tenía la herida en el estómago y en el pecho. "¿Qué hacemos con él?, le pregunté, "Le ponemos una bolsa de sangre", y mientras la íbamos a buscar, falleció.

Otro suceso en el que también falleció una persona delante de mí, a unos veinte metros, ocurrió el 6 de abril de 2003. Un carro blindado estadounidense estaba parado enfrente de la mezquita del imán al-Adham. Eso provocó la curiosidad de la gente y sobre todo cuando se oyó la voz del almuédano llamando a la oración y la gente empezó a acudir a la mezquita. En ese momento un soldado estadounidense se puso de pie encima del vehículo bebiendo alcohol y bailando. Después los combatientes (los muyyahidin) realizaron un disparo al tanque, porque les molestó mucho que ocurriera eso delante de una de las mezquitas de Bagdad. Los estadounidenses acudieron al lugar una media hora después del disparo porque según ellos si vienen rápidamente puede ser que se encuentren con una emboscada. Entonces los helicópteros sobrevuelan la zona, etc. Esto ocurrió exactamente a las cuatro y veinte y a las cinco menos veinte el almuédano llamó a la oración del Aser (de la tarde), y la gente quiso entrar a orar pero no les dejaron. Los estadounidenses cercaron la mezquita. Allí había dos personas, una de ellas delante de mí que tenía mucho interés por entrar a la mezquita, y otra persona más hacia el otro lado de la mezquita. Esa persona sufría de epilepsia. El soldado le detuvo y le empujó y el otro respondió con otro empujón. Al final el soldado lo soltó porque notó que estaba muy alterado. Consiguió llegar a la puerta de la mezquita y allí estaban reunidos varios soldados estadounidenses. Lo atraparon y le impidieron la entrada. Allí mismo en la entrada hay varios escalones y, cuando empezó a subirlos, uno de los soldados le empujó hacia delante. Y así estuvieron varios minutos empujándole, hasta que finalmente les gritó a la cara y el soldado sacó un arma y le golpeó con total frialdad y el hombre se cayó al suelo. La temperatura era muy alta, superaba los 55º, pudiendo llegar a los 60º. El pobre hombre que estaba en el suelo se quejaba por el golpe y por el calor del pavimento y levantaba la mano pidiendo socorro: "ayudadme". Cuando intentamos ir a socorrerle, los estadounidenses nos dispararon por encima de la cabeza. Nos tuvimos que retirar porque seguían disparando y vimos como su mano se derrumbaba poco a poco.

Inés Royo: ¿Puede describirnos por favor, la situación en las prisiones, las condiciones en las que tratan a las mujeres y la edad de las mujeres que están encarceladas? ¿Es cierto que se también están vulnerando todas las normas internacionales de protección a niños y menores, ya que existen niños de 14 y 15 años de edad que están encarcelados y que son tratados, en cuanto a vejaciones y torturas, igual que si fuesen adultos?

Muhammad Yasin Muhammad: Efectivamente este asunto no nos es extraño puesto que las vejaciones que sufren los presos en las cárceles han sido divulgadas ampliamente a través de los medios de comunicación. Voy a contarles la historia de dos mujeres de mi barrio que han tenido que soportar el paso por la cárcel. A ambas las detuvieron junto con todos los miembros de su familia. Después de la detención, uno de los hermanos, que era alcohólico, murió antes de los ocho días a causa de las torturas que le infligieron, porque físicamente estaba muy débil. Lo llevaban delante de sus hermanas estando éstas desnudas y lo dejaban allí durante horas. A los tres meses nos comunicaron que podíamos ir a recoger el cadáver, cien días después. Fuimos a recoger el cadáver y después de ser liberadas se encerraron en su casa sin querer hablar con nadie e incluso obligaban a sus hijas a que tampoco salieran porque para los iraquíes todo lo que tuvieron que soportar supone una gran vergüenza y humillación. Una de ellas, que confía en mí, me dijo que las desnudaban y las hacían pasearse desnudas delante de los hombres presos, los cuales, por respeto, desviaban la mirada o bajaban la cabeza hacia el suelo. Aunque fueron puestas en libertad, una de ellas dice que no puede vivir porque se siente sucia, manchada. Yo le contesté que debía ser un orgullo para ella y su familia y que debe salir a la calle con la cabeza bien alta. Pero no me hizo mucho caso y se dirigió al Consejo de Imanes para que pronunciaran una fatwa que le permitiera el suicidio. Y así continuó hasta que la detuvieron por segunda vez. Actualmente vuelve a estar en prisión.

Voy a referirme ahora a otro preso. Tiene 39 años y lo retuvieron en la cárcel durante un año y tres meses. Cuenta cómo lo colgaban durante horas, quizás durante días puesto que no lo recuerda con claridad; dice que le colocaban entre dos tablas de madera y que cada vez que entraba un soldado estadounidense lo empujaban contra una de las tablas, lo que hacía que se golpeara la cabeza hacia delante y hacia atrás. Así lo tuvieron durante mucho tiempo, sufrió ceguera provisional y hasta perdió la memoria. Después lo pusieron en libertad. Le detectaron una enfermedad que le afectaba al cerebro y los médicos decidieron que le iban a operar urgentemente. Este tipo de operaciones cuesta alrededor de tres millones de dinares iraquíes. Este hombre es padre de tres hijas, tiene una esposa y su piso es de alquiler. Le operaron gracias a la ayuda de los iraquíes pero se dieron cuenta que el cerebro estaba afectado de gravedad ya que un nervio había sido alcanzado y le dificultaba la visión, la articulación del habla, etc. Los médicos le han aconsejado que guarde reposo en casa por lo menos durante un año. Por Dios, explicadme cómo puede hacer para sobrevivir esta familia.

Preguntas de los miembros del Tribunal [4]

Pedro Martínez Montávez: Sí, yo tengo una pregunta que voy a hacer al Sr. Tareq pero no les oculto que estoy profundísimamente emocionado por algunos de los testimonios que se han dado aquí. Sr. Tareq, ¿usted cree que existe una decisión para que el futuro político de Iraq se ajuste a un posible modelo federal (Vd. ha empleado también el término)? Y ¿Cuál podría ser la aceptación de ese posible modelo federal por parte de las diversas fuerzas políticas iraquíes? ¿Piensa Vd. que hay algunas fuerzas políticas iraquíes que están más inclinadas a la aceptación de un posible modelo federal y otras menos inclinadas a su aceptación?

Muhamad Tareq al-Darraji: Existen diferentes orientaciones políticas que están intentando extender esa opinión aunque dicha medida no cuenta con la suficiente base popular. Además, actualmente las distintas minorías ya no padecen las situaciones que anteriormente las llevaban a reivindicar la separación en defensa de sus propios derechos. Un posible modelo federal tampoco representaría para dichas minorías, ya sean étnicas o religiosas, ningún tipo de garantía.

En nuestra visita a España hemos constatado su modelo descentralizado en las distintas Comunidades Autónomas y hemos podido comprobar su planificación, su desarrollo científico y tecnológico. El centralismo está ligado a las condiciones específicas del país en cuestión, ya se trate de centralismo o de descentralización. Pero cuando hablamos de un país que se encuentra bajo ocupación o sometido a unas condiciones e imposiciones que dependen del ocupante, se trata de algo orquestado y planificado. Los ocupantes, según el derecho internacional, tan sólo tienen la obligación de proteger al pueblo ocupado. ¿Con qué derecho estos ocupantes se atreven a decidir las leyes que van a regular al pueblo ocupado, a fijar las condiciones de las elecciones, a planificar la futura Constitución? Todo esto supone violaciones flagrantes del derecho internacional. Claro que los estadounidenses tienen un proyecto y la prueba es que no planea solamente sobre Iraq sino que ahora la presión se está extendiendo al resto de los países de la región. Su intención es cambiar el mapa político para adecuarlo a los planes que tiene la administración estadounidense para la etapa posterior: control geoestratégico de la región, control de sus riquezas y recursos, protección de su aliado Israel, y otros intereses relacionados con su proyecto futuro para la zona.

François Houtart: Quiero aportar una pequeña información en este sentido. En Bélgica, durante la ocupación alemana, nos impusieron también un modelo federal. El resultado fue que han tenido que transcurrir 45 años para llegar a una solución federal porque al principio hubo un rechazo muy fuerte a este tipo de solución, al haber sido impuesta por el ocupante. Doy la palabra a Carlos Jiménez.

Carlos Jiménez Villarejo: Yo quería preguntarle a usted una cosa. Como es sabido, la ocupación militar de Iraq estuvo constituida por los Ejércitos estadounidense y británico, fundamentalmente, y un importante contingente de compañías de seguridad privadas, es decir mercenarios, que creo que su número se puede elevar a las 30.000 personas y que prestan servicios logísticos y de seguridad a las fuerzas militares. La pregunta es si usted tiene constancia de que esos contingentes y servicios de seguridad participan también en la práctica de la tortura y de los maltratos en los centros de detención del Ejército estadounidense o británico.

Muhamad Tareq al-Darraji: Todos los iraquíes sabemos que el Ejército estadounidense está formado mayoritariamente por mercenarios. Estos mercenarios provienen de distintos países y en sus contratos se especifican, en contraprestación por su servicio, recompensas futuras como la nacionalidad estadounidense y apoyo económico. Cuando estos mueren mercenarios en combate en Iraq, sus cuerpos no se devuelven a sus familiares sino que los abandonan en el desierto o los arrojan a los ríos.

En cuanto a quién comete las violaciones contra los presos y detenidos no tengo ninguna duda en afirmar que son los estadounidenses, todos los que forman parte de sus tropas, ya sean mercenarios o no. Asimismo, las fuerzas británicas también participan en las torturas y prácticas punitivas contra los detenidos de la prisión de Campo Bucca [al sur de Basora]. Esto además de lo que mencioné con anterioridad acerca de la ciudad al-Imara. Incluso cuando los estadounidenses quisieron atacar la ciudad de Faluya en el mes de noviembre, las fuerzas británicas les acompañaron para protegerles en Bagdad. En aquella época, las fuerzas británicas llevaron a cabo numerosas agresiones y violaciones en las zonas de los alrededores de Bagdad, en Latifiya, en Mahmudiya, y en muchos de esos lugares realizaron no solamente detenciones sino que fueron más allá llevando a cabo asesinatos aleatorios para lograr el control de esas zonas e impedir que se repitiera lo que había ocurrido en la batalla de abril (los ataques que sufrió el Ejército estadounidense y sus refuerzos.) Así que colaboraron en las detenciones, en las torturas y en las matanzas.

Si usted se refería solamente a las detenciones, diré que actualmente existen también empresas que no son de mercenarios, por ejemplo empresas de seguridad privadas estadounidenses para proveer protección. Una sección de la prisión de Abu Ghraib fue confiada a estas empresas que están formadas en su mayor parte por oficiales retirados, miembros de la CIA, antiguos marines, etc. Ellos son los que supervisan los interrogatorios, según nos han explicado algunos detenidos que han sido puestos en libertad posteriormente, y son quienes se encargan de los métodos salvajes de tortura utilizados dentro de esos centros de detención y de los distintos estilos de tortura psicológica. Incluso en ocasiones han intentado provocar enfermedades crónicas a los detenidos para que cuando les liberen no puedan ser de ninguna utilidad y no puedan unirse a la resistencia ni ofrecer ningún tipo de oposición y tan sólo puedan quedarse confinados en sus casas.

Carlos Jiménez Villarejo: usted ha descrito con toda claridad, y de forma totalmente estremecedora, lo que fue el asalto a Faluya y creo haber entendido que aproximadamente unas 300.000 personas se vieron obligadas a huir de Faluya por los bombardeos de las tropas estadounidenses. Yo le quería preguntar, para utilizar los términos de los Convenios de Ginebra de protección de la población civil en caso de conflicto armado internacional, si usted puede afirmar que las fuerzas militares estadounidenses y las británicas, en la parte que corresponda, han provocado desplazamientos forzosos de la población civil iraquí, lo que supone una de las grandes violaciones del Derecho Internacional Humanitario establecido en todos los tratados.

MuhamadTareq al-Darraji: En la batalla de abril en Faluya, concretamente el día 4, tuvimos una reunión con el jefe estadounidense de los Marines en Faluya. Este día comenzó el asedio a Faluya y el inicio de la batalla de abril. Cuando le preguntamos el porqué del asedio y de la presencia de las fuerzas estadounidenses, nos dijo que era para conseguir detener a los que habían matado y torturado a los cuatro contratistas estadounidenses. Nos sorprendió bastante porque ellos entran en Faluya, detienen a cualquier persona, pueden apresar a quien quieran, y nos dicen que tienen una foto de los que cometieron el castigo ejemplar. Entonces, ¿para qué este asedio y todas estas operaciones militares? Y nos respondió el jefe de los Marines que tenía una orden del Pentágono y que no valía la pena perder el tiempo en discutirla. Luego nos mostró un documento y nos dijo que lo transmitiéramos a la gente de Faluya, que lo distribuyéramos y que lo colgáramos en los muros. Leímos lo que ponía en ese documento: "De conformidad con los acuerdos de Ginebra, y con la finalidad de mantener la paz y la seguridad, de ahora en adelante se aplicarán las siguientes medidas: "Prohibición de entrada y de salida a la ciudad; prohibición de movimiento por las calles; se procederá a realiza, en caso de necesidad, algunas detenciones", etc. Todas estas medidas pretendían que viéramos que iban a respetar los acuerdos. Pero en la batalla de abril se violaron todas esas intenciones.

Lo que quería resaltar en este punto es que en la batalla de noviembre, el crimen del siglo que tuvo lugar en Faluya, no se aplicaron todas estas disposiciones y medidas y no se comunicó nada a nadie, ni tan siquiera a la población. 300.000 personas huyeron de la ciudad como consecuencia del incremento de los bombardeos a la ciudad porque vieron que se iba a convertir en una carnicería. Para terminar, me gustaría añadir que Iraq -hasta el día de hoy- se encuentra bajo ocupación y que todavía estamos esperando que se apliquen las leyes internacionales humanitarias ya que no se está haciendo nada para detener las violaciones por culpa de la ausencia de control y de poder.

Carlos Jiménez Villarejo: Hay una pregunta para la Dra. Intisar Muhammad Araibi que consiste en lo siguiente. Se ha dicho aquí hoy, y se ha constatado, que las fuerzas militares estadounidenses han utilizado municiones prohibidas, armas químicas, bombas de fragmentación, creo que se ha dicho bombas de fósforo blanco Hay un informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en el que se dice que algunas de estas municiones, una vez empleadas, quedan sobre el suelo, sobre la tierra, y algunas de ellas pueden producir efectos propios de las minas antipersona, es lo que se llama "residuos tóxicos peligrosos". Sólo deseo saber si la doctora tiene constancia de que hayan sido atendidos en los hospitales de Bagdad o de otras ciudades de Iraq personas, y sobre todo niños, que hayan sufrido daños o mutilaciones a consecuencia de dichos residuos tóxicos.

Intisar Muhammad Araibi: Hubo un informe del Pentágono que decía que durante la segunda Guerra del Golfo [de 1991] se había bombardeado la ciudad de Basora con 300 toneladas de bombas con uranio empobrecido, pero esa cifra no es correcta ya que en realidad fueron unas 800 toneladas las que cayeron sobre Basora. Los médicos empezaron a recibir muchos pacientes, mayoritariamente de las zonas del sur, afectados por enfermedades muy variadas y casos de cáncer de distintas tipologías, aparecieron fetos con malformaciones, etc. Muchos niños nacieron con malformaciones congénitas. Uno de los doctores especialistas en oftalmología realizó una investigación científica en la que informaba que había muchos casos -y citó concretamente la cifra de 50 niños- que habían nacido sin ojos, lo cual apunta a que se utilizaron cantidades muy altas de uranio. Durante la última guerra sólo Bagdad fue bombardeada con 200 toneladas de uranio empobrecido. Asimismo, Faluya fue bombardeada con muchos tipos de bombas y con gases químicos. Cuando fuimos a preguntar a los médicos acerca de los cadáveres enviados a los forenses nos dijeron que una buena parte de ellos habían sido enterrados en fosas comunes para esconder las huellas de los crímenes y que no han permitido a nadie desenterrar los cadáveres. También hay médicos que han confirmado que existen indicios de la utilización de elementos químicos, así como del uso del uranio empobrecido, que provocan determinadas enfermedades en la sangre que afectan a personas de entre 35 y 40 años de edad.

La cifra de afectados oscila entre el 1 y el 1,5 por ciento, que es un porcentaje muy alto y que demuestra que se utilizó armamento prohibido en todo Iraq y no solamente en Faluya. Sinceramente, quizás ustedes hayan oído hablar sólo de los bombardeos a Faluya, pero en realidad hay muchas más ciudades que están siendo atacadas. Faluya ha sido la que ha tenido un mayor eco en los medios de comunicación, pero está ocurriendo lo mismo en Ciudad Sadr [en Bagdad]; en Nayaf también se utilizaron armas de destrucción masiva y en las zonas de Tikrit, Samarra, y Yusfiya; de esta última zona nos llegó una gran cantidad de civiles que había sufrido los bombardeos estadounidenses. Y cuando estuve visitando algunos heridos vi que había muchos niños que habían sido alcanzados también por los estadounidenses. Pregunté a una de las mujeres ancianas por qué estaban aquí todos estos niños y una niña. La madre de la niña había muerto, pero ella aún vivía. Tenía los pies rotos y la pierna herida por impactos de bala; también le habían alcanzado el vientre, que tuvieron que abrirle para poder extraer los restos de munición. Me dijeron que los estadounidenses habían llegado y habían destruido la zona y atacado a la población civil. Les preguntamos por qué y nos respondieron que habían matado incluso a los animales. A los animales y a los seres humanos. Les preguntaron por qué les estaban atacando y les contestaron que estaban protegiendo a los muyahidin.

María Pilar Massana: Muy brevemente quisiera hacer dos preguntas. Primero, muchas personas que estamos en la sala, y otros miles que hoy no están aquí, nos hemos movilizado en contra de la guerra contra el pueblo de Iraq. Al escuchar sus relatos nos quedamos impresionados preguntándonos si sirve para algo lo que nosotros podemos hacer desde aquí. La pregunta es si a ustedes el hecho de que nosotros sigamos atentos a lo que les pasa les sirve para mantener también el ánimo de la resistencia, y, segundo, si pudiesen distinguir, por favor, entre los ataques terroristas indiscriminados contra la población civil indefensa y la legítima defensa de un pueblo ocupado.

Intisar Muhammad Araibi: Por supuesto, nosotros como pueblo condenamos el terrorismo y lo interpretamos como un ataque a la población civil. La resistencia en nuestro país no tiene ninguna relación con el terrorismo, ni con los ataques a civiles. Por eso EEUU examina atentamente las zonas en las que se encuentran la resistencia y los muyahidin y los vigila, pero sin que esto salga en los medios de comunicación. En cambio cuando EEUU comete actos terroristas a través de las milicias compradas y pagadas por ellos mismos, entonces los medios de comunicación los muestran diciendo que ésos son los muyahidin, los responsables de las matanzas indiscriminadas. Por ello reitero que ni los muyahidin ni la resistencia tienen relación alguna con esos actos terroristas ni con los ataques a civiles.

En cuanto a la primera pregunta, tal y como dije, Faluya no es la única ciudad que ha sido dramáticamente atacada. Nosotros ahora mismo estamos muy angustiados porque mientras estamos aquí nos están llegando noticias de que el barrio de al-Adamiya en Bagdad está siendo bombardeado por la aviación estadounidense. Y hace 12 días ocurrió lo mismo en la ciudad de Ramadi, bombardeos aéreos y uso de armamento no convencional. Mi casa se encuentra en la carretera general que lleva a Ramadi y antes de venir a España había muchos vehículos estadounidenses dirigiéndose hacia Ramadi. Cada día nos cortaban la carretera a causa de las maniobras de esos vehículos. Pero sabemos que hay una consigna internacional que está acallando este tipo de violaciones. Iraq es un país muy caluroso, especialmente en verano donde las temperaturas pueden alcanzar los 50ºC -quizás a ustedes les cueste creerlo pero es cierto que alcanzamos esas temperaturas- pues ahora mismo hay población desplazada que está en el desierto y que no tiene prácticamente agua, ni alimentos, ni medicinas, etc. Salieron de Ramadi con dirección a otras ciudades, llegaron hasta la ciudad de Anaa y los médicos de la zona solicitaron ayuda. Afortunadamente nosotros disponíamos de alguna ayuda que había llevado la delegación de la CEOSI del Estado Español cuando estuvo en Bagdad. Ellos nos dieron parte de esas ayudas y nos dijeron: "comprad esos medicamentos para la gente de al-Qaim"; y por eso compramos nosotros mismos los materiales, los alimentos, etc. y una primera parte la enviamos a la ciudad de al-Qaim [5].

Por ello os pedimos ahora, y también a todas las organizaciones humanitarias, que ayudéis a este pueblo que ha sido objeto de esta injusticia a pesar de su civilización, de su ciencia, y de todos los recursos que posee. Nosotros no somos pobres y no queremos limosnas de nadie. Gracias a Dios tenemos muchas riquezas, si no los estadounidenses no estarían en nuestro país. Aen la actualidad estamos siendo despojados de todo por parte de EEUU y carecemos de los bienes más simples y básicos como el agua potable para nuestros hijos. No hay agua en la ciudad de al-Qaim y lo que va a sucedernos se convertirá en una catástrofe humana. Quedarnos impasibles, callados, sin reacción ante todas estas atrocidades es una afrenta al derecho humanitario colectivo. Una crisis humana está acechando todas estas ciudades víctimas del terrorismo estadounidense. Os pedimos toda la ayuda que podáis brindarnos a través de todas las vías posibles.


Notas:

1. Véase en IraqSolidaridad: Barcelona: Tribunal Internacional de Iraq y las trascripciones de las sesiones de testimonios publicadas anteriormente a ésta: Testimonios (III, 1ª parte): Del asalto a Faluya a la etapa postelectoral (de noviembre de 2004 a la actualidad): Ocupación y resistencia | Testimonios (II). La sociedad iraquí contra la ocupación: La quiebra del proyecto de dominación sobre Iraq y la institucionalización e internacionalización de la ocupación | Testimonios (I). La sociedad iraquí contra la ocupación: La etapa de la Autoridad Provisional de la Coalición

2. Intervino como relator en esta Segunda Sesión Carlos Taibo, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid con el documento: "Iraq tras la legitimación dispensada por Naciones Unidas a la intervención exterior".

3. Arabista, miembro de la PASI

4. Presidente: François Houtart, Sociólogo y Teólogo, director del Centre Tricontinental, Lovaina. Miembros: Mercedes García Aran, profesora de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona; Sharon Marie CECI, representando a Ramsey Clark, miembro de Internacional Action Center, EEUU; Carlos Jiménez Villarejo, ex Fiscal Jefe Anticorrupción de la Audiencia Nacional; Pedro Martínez Montávez, Arabista, catedrático emérito de Árabe e Islam de la Universidad Autónoma de Madrid; María Pilar Massana Llorens, miembro de Aturem la Guerra de Barcelona, PASI-CEOSI; Jauma Saura, profesor de Derecho Internacional de la Universidad de Barcelona y presidente del Instituto de Derechos Humanos de Cataluña. Secretario: Josep Ll. Gordillo, profesor de Filosofía del de la Universidad de Barcelona.

5. Sobre estas ayudas, véase: Segunda fase de la iniciativa de apoyo sanitario a Iraq

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