Iraq resiste

 

El Ejército estadounidense obliga a 50.000 soldados a prolongar su periodo de servicio

La medida se aplica a soldados destinados en Iraq y Afganistán

Por Will Dunham
Reuters, 29/01/06 / IraqSolidaridad, 02/02/06
Traducido por Felisa Sastre

"'Mientras la guerra en Iraq se prolonga, el Ejército acumula una serie de problemas que en su conjunto pueden cuestionar la viabilidad de un Ejército compuesto exclusivamente por voluntarios', afirma el analista de defensa Loren Thompson del laboratorio de ideas 'Lexington Institute'. 'Cuando una institución tiene que recurrir, de forma reiterada, a la coerción para retener a la gente que quiere irse, se está desviando de la idea genuina de voluntariado'."

Mediante una orden denominada Stop-Loss [1], el Ejército estadounidenses ha obligado a unos 50.000 soldados a continuar en servicio una vez finalizado su período de servicio voluntario y cuando algunos reclutas han puesto en duda su legalidad los tribunales han fallado en contra. Esta política se aplica a los soldados pertenecientes a unidades que se van a desplegar en las guerras de Iraq y Afganistán.

El Ejército afirma que la orden es vital para mantener las unidades cohesionadas y listas para el combate. Pero algunos expertos dicen que es una muestra de lo mucho que se ha expandido el Ejército y que podría complicar más la campaña para atraer a nuevos reclutas. "Mientras la guerra en Iraq se prolonga, el Ejército acumula una serie de problemas que en su conjunto pueden cuestionar la viabilidad de un Ejército compuesto exclusivamente por voluntarios", afirma el analista de defensa Loren Thompson del laboratorio de ideas Lexington Institute. "Cuando una institución tiene que recurrir, de forma reiterada, a la coerción para retener a la gente que quiere irse, se está desviando de la idea genuina de voluntariado". Los soldados al alistarse firman un contrato para prestar servicio durante un número determinado de años, y saben con exactitud cuándo van a terminar sus obligaciones y cuándo pueden volver a la vida civil.

Pero esta medida permite al Ejército, preocupado por tener las unidades con toda su dotación, mantener a los soldados que están a punto de dejar la milicia. Con esta política, soldados que normalmente abandonarían el servicio cuando expirara su compromiso deben seguir en el Ejército desde 90 días antes de la fecha prevista de partida de su unidad hasta el final de su despliegue y hasta otros 90 días después de la vuelta a su base.

Con estancias de un año en Iraq y Afganistán, a algunos soldados se les puede obligar a permanecer en el Ejército unos 18 meses extra.

Dificultades

El teniente coronel Bryan Hilferty, portavoz del Ejército, afirma que "[...] no está previsto anular la orden". "Comprendemos que causa problemas a algunos soldados y tenemos en cuenta las situaciones personales", añade Hilferty.

Hilferty asegura que hay unos 12.500 soldados del Ejército regular, y de la Guardia Nacional y reservistas que prestan servicio de forma involuntaria por imperativo de esta orden, y que unos 50.000 han visto ampliados sus servicios desde que se puso en marcha este programa en 2002. La limitada aplicación inicial de la orden ha sido ampliada en los años siguientes y ha afectado a un número mayor.

Si bien la política relativa a esta orden de "reducir pérdidas" resulta dura al suspender las fechas previstas de abandono del Ejército, "no se aplica de forma absoluta", afirma Hilfety, "y tenemos en cuenta las circunstancias personales derivadas de las obligaciones y razones humanitarias". Hilferty señala que el Ejército había concedido excepciones a 210 de los soldados reclutados "por problemas personales" y les ha permitido dejar el servicio según lo previsto en sus contratos. "El país está en guerra y estamos aplicando la orden en las unidades destinadas a una zona de combate para garantizar que se movilizan, se adiestran, luchan, se despliegan y desmovilizan como un equipo compacto", declara.

Sin suerte en los tribunales

Unos pocos soldados han presentado demandas ante los tribunales para denunciar la orden. Una de ellas quedó en agua de borrajas la semana pasada cuando en Washington el juez de distrito, Royce Lamberth, rechazó la demanda planteada por dos miembros de la Guardia Nacional. La demanda exponía que el Ejército de forma fraudulenta inducía a los soldados a alistarse sin especificar que su periodo de servicio podría ampliarse forzosamente. Otros tribunales han apoyado también la legalidad de la medida en Oregón y California.

Jules Lobel, profesor de Derecho en la Universidad de Pittsburg, en representación de soldados de la Guardia Nacional, dice que todavía es posible ganar las reclamaciones contra la orden. "Creo que el programa de medidas en su totalidad es un fraude a la gente sobre cuánto tiempo van a prestar servicio en realidad. Considero que ello causa un tremendo problema moral, un enorme daño psicológico a la gente", declaró. "Cuando se firma con los militares, uno se dice: 'les entrego seis años y después de esos seis años vuelvo a mi vida anterior', y ellos contestan 'no, en realidad, podemos ampliarlo de forma indefinida".

Congresistas críticos han denunciado la orden y el candidato presidencial demócrata de 2004, John Kerry, la ha denominado "una forma encubierta de conscripción" . "Estados Unidos abolió el servicio militar obligatorio en 1973, pero nunca el Ejército compuesto en su totalidad de voluntarios se había confrontado con una guerra prolongada".

Un informe encargado por el Pentágono califica la orden de "una medida a corto plazo" que permita al Ejército cumplir con las necesidades de despliegue de tropas en la actualidad pero supone "un riesgo de ruptura de las fuerzas porque aumenta los problemas de reclutamiento y reenganche". El informe se debe a Andrew Krepinevich, oficial retirado del Ejército [2].

Thompson añadió que "el uso persistente de la orden subraya el hecho de que el peso de la guerra recae sobre un puñado de soldados mientras que para la inmensa mayoría de los ciudadanos no supone sacrificio alguno".


Notas de IraqSolidaridad:

1. Por la que se pierde el derecho a abandonar el Ejército una vez cumplido el periodo de alistamiento previsto en el contrato.

2. Véase en IraqSolidaridad el texto principal de esta página en la columna izquierda. (En esta edición de SoB, ver en ” www.socialismo-o-barbarie.org)