Iraq resiste

 

El mando militar de EEUU reconoce que fracasó con la resistencia iraquí

IAR-Noticias, 21/10/06

El portavoz del ejército estadounidense, general William Caldwell, dijo que los atentados en Bagdad aumentaron 22% durante las tres primeras semanas del Ramadán -el mes de ayuno musulmán que concluye en los próximos días- en comparación con las tres semanas anteriores, incremento que el general calificó de "descorazonador".

El general admitió el fracaso de EEUU para poner fin a la escalada de ataques y atentados que afecta a Irak y manifestó que el mando militar tiene intenciones de revisar sus planes de seguridad, sobre todo en Bagdad, donde el mes de ayuno musulmán de Ramadán fue particularmente mortífero.

"Durante las primeras tres semanas del mes de Ramadán, los ataques en Irak aumentaron más de 20%, y la violencia tuvo cada vez más como blanco a las fuerzas de seguridad", señaló el general Caldwell.

"Evidentemente estamos muy preocupados por lo que pasa en Bagdad", donde los ataques aumentaron 22% en relación con las tres semanas anteriores al mes de Ramadán, que comenzó el 23 de septiembre, agregó.

Se están llevando a cabo "intensas discusiones" sobre la forma de modificar el plan de seguridad de la capital iraquí, precisó el general Caldwell.

En el marco de este plan, bautizado "Avancemos juntos" y lanzado en junio por el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, unos 30.000 soldados estadounidenses e iraquíes fueron desplegados en Bagdad.

"No es una coincidencia si el incremento de los ataques contra las fuerzas de la coalición y el aumento de la cantidad de víctimas estadounidenses coincide con nuestra creciente presencia en las calles de Bagdad y con la campaña electoral para las elecciones de medio mandato estadounidenses" del 7 de noviembre, afirmó el portavoz del mando militar.

Caldwell, en conferencia de prensa desde Bagdad, reconoció que Estados Unidos no ha logrado frenar la violencia en la capital iraquí y recalcó que es necesaria una nueva estrategia.

Indicó que, de hecho, hay un nuevo plan que está siendo analizado junto con el gobierno de Irak.

En tanto, nuevos actos de violencia dejaron el jueves más de 60 muertos en Bagdad y en el norte del país, en su mayoría civiles.

Desde inicios de octubre, 74 militares estadounidenses murieron en Irak, un mes que se anuncia como uno de los más mortíferos para las fuerzas armadas de Estados Unidos desde que invadieron el país en 2003.

Al mismo tiempo, durante las tres primeras semanas de octubre y pese al despliegue masivo estadounidense, decenas de iraquíes murieron todos los días en su país, sobre todo en Bagdad, víctimas de de secuestros y asesinatos perpetrados por escuadrones de la muerte.

"El enemigo sabe que el hecho de matar a inocentes y a estadounidenses llegará a las portadas de los periódicos y provocará un sentimiento de frustración", señaló el portavoz militar estadounidense.

"Los elementos extremistas comprenden el poder de los medios de comunicación y hacen más esfuerzos para tener como blanco a las fuerzas de la coalición", estimó.

Según Caldwell, la violencia aumentó en varias de las zonas donde se desplegaron esfuerzos de estabilización.

"En las zonas donde realizamos operaciones aumentó la violencia confesional" entre sunitas y chiitas, agregó, atribuyendo los crecientes ataques a extremistas que buscan recuperar el control de dichas áreas.

El corresponsal de la BBC en Bagdad, Andrew North, dijo que la violencia aumentó en áreas donde las tropas de EE.UU. fueron replegadas, incluyendo el norte de Mosul, donde ocurrieron seis ataques suicidas por separado el jueves.

Por su parte, el corresponsal de la BBC en Washington, Justin Webb, informó que el gobierno del presidente George W. Bush había dicho recientemente que la batalla por Bagdad decidiría el futuro de Irak

El ex secretario de Estado norteamericano James Baker, que preside una comisión especial sobre Irak, se apresta a proponer grandes cambios en la estrategia estadounidense en Irak.

Dos opciones están siendo consideradas: una retirada de las tropas estadounidenses por etapas, y la participación de Irán y Siria en un esfuerzo común para frenar la violencia.

Por otro lado, los enfrentamientos entre la policía iraquí y los militantes del Ejército del Mehdi, dirigido por el radical chiita Moqtada Sadr, continuaban en Al Amara, en el sur de Irak, con un saldo de cuatro muertos.