Iraq resiste

 

Washington alista cada vez más a reclutas con antecedentes penales. Y con bajo cociente intelectual. Es por la escasez de voluntarios que se presentan

Cien mil criminales reclutados para combatir en Iraq

The Associated Press (AP) / Clarín, 14/02/07

Washington.– La escasez de reclutas se está transformando en un verdadero problema para las fuerzas armadas de Estados Unidos, con la cantidad de voluntarios que se unen a sus filas para las guerras en Afganistán y en Irak. Tanto que el ejército y la infantería de marina ya comenzaron a alistar a un número cada vez mayor de personas con oscuros prontuarios policiales, incluidas algunas condenadas por delitos graves. La decisión generó malestar entre legisladores y expertos, y desató polémica.

De manera rutinaria, el ejército estadounidense otorga dispensas a personas con prontuarios delictivos, o que tienen problemas médicos o bajo cociente intelectual. Entre las exenciones se incluyen algunas por narcotráfico, delitos graves y faltas menores. En épocas normales, a estos hombres y mujeres no se les permitiría servir en las fuerzas armadas. Pero esta no parece ser una etapa normal para EE.UU.

"El proceso de dispensas reconoce que algunos jóvenes cometieron errores, que han superado su conducta anterior, y han demostrado claramente que cuentan con el potencial para ser productivos, ciudadanos respetuosos de la ley y miembros del ejército", argumentó un informe del Pentágono.

El Departamento de Defensa divide en su informe a las "dispensas morales" en seis categorías: delitos, faltas graves y menores (excluidas infracciones al tránsito) faltas graves y menores de tránsito, e infracciones vinculadas con la posesión de drogas.

Según el Pentágono, el año pasado, casi una cuarta parte de los reclutas necesitaron algún tipo de dispensa. El porcentaje fue del 20% en 2003. Aproximadamente unas 30.000 exoneraciones morales fueron aprobadas cada año entre 2003 y 2006, lo que haría ascender el total a más de 90.000.

Las estadísticas del departamento de Defensa muestran que la cifra de reclutas del ejército y la infantería de marina que recibieron exenciones tras cometer delitos creció en los últimos tres años. Algunos debieron recibir más de una dispensa.

La cifra de "perdones" otorgados por el ejército a infractores a la ley subió de 411 en 2003 a 901 en 2006, según las autoridades. En cuanto a delitos menores, como robos, entrega de cheques sin fondos o agresión física, las exenciones pasaron de unas 2.700 en 2003 a más de 6.000 en 2006.

En una defensa de este recurso, funcionarios del ejército y del Pentágono señalaron que es una manera de admitir a jóvenes que han cometido delitos, pero que han logrado reformarse.

Sin embargo, legisladores y otros observadores expresaron su preocupación por incluir en las fuerzas armadas a personas con prontuarios delictivos, pues eso disminuye la estatura moral de un grupo de combate.

"Los datos son claros como el cristal. Nuestras fuerzas armadas están sometidas a una increíble tensión, y la única manera en que pueden llenar sus cuotas de reclutamiento es bajando los requisitos" de admisión, protestó el representante demócrata Marty Meehan. Así, remarcó, "estamos poniendo en peligro al resto de nuestras fuerzas armadas".

Los datos fueron divulgados por el Centro Michael Palm, una organización no gubernamental que pidió los datos al Pentágono. "El hecho de que las fuerzas armadas hayan permitido a más de 100.000 personas con pasados problemáticos unirse a sus filas en los últimos tres años ilustra el problema que tenemos para cumplir con nuestras necesidades militares en esta época de guerra", advirtió Aaron Belkin, director del centro.


De la cárcel al frente de batalla

The Associated Press (AP) / Rebelión, 16/02/07

Un número creciente de personas con prontuarios criminales, incluidas aquellas condenadas por delitos graves, están siendo alistadas en el Ejército y en la Infantería de Marina de Estados Unidos, al enfrentar las Fuerzas Armadas un problema con el reclutamiento de voluntarios debido a las guerras en Afganistán y en Irak.

Alrededor de 100 mil

Se estima que en los últimos tres años, unos 100 mil reclutas han sido incorporados a las Fuerzas Armadas, pese a su pasado criminal, informó el Centro Michael D. Palm, con sede en California, un grupo de estudios que se especializa en temas militares. De manera rutinaria, el Ejército de Estados Unidos otorga exoneraciones a reclutas con prontuarios delictivos, o que tienen problemas médicos o bajo cociente intelectual. En épocas normales, esas personas estarían excluidas de servir bajo bandera. Entre las exoneraciones se incluyen exenciones por narcotráfico, delitos graves y faltas menores.

La cifra aumentó

Estadísticas del departamento de Defensa muestran que la cifra de reclutas del Ejército y de la Infantería de Marina que debieron ser exonerados por delitos ha crecido desde el 2003. Algunos reclutas debieron recibir más de una exoneración. La cifra de exenciones otorgadas por el ejército a infractores a la ley subió de 411 en el 2003 a 901 en el 2006, según el Pentágono. En cuanto a delitos menores, que pueden incluir robo, librar cheques sin fondos o agresión física, las exoneraciones pasaron de unas 2,700 en el 2003 a más de 6 mil en el 2006.

Defienden a exonerados

Funcionarios del ejército y del Pentágono defendieron esas exoneraciones. Señalaron que es una manera de admitir a jóvenes que habrían cometido delitos, pero que han logrado reformarse. Sin embargo, legisladores y otros observadores expresaron su preocupación por incluir en las fuerzas armadas a personas con prontuarios criminales, pues eso disminuye el estándar moral de un grupo de combate. "Los datos son claros como el cristal. Nuestras fuerzas armadas están sometidas a una increíble tensión, y la única manera que pueden llenar sus cuotas de reclutamiento es bajando los estándares", señaló el representante demócrata Marty Meehan. "Y, al bajar los estándares, estamos poniendo en peligro al resto de nuestras fuerzas armadas", añadió.

Pasados problemáticos

Los datos fueron obtenidos a través de una solicitud de información a nivel federal, y divulgada por el Centro Michael D. Palm. "El hecho de que las fuerzas armadas hayan permitido a más de 100 mil personas con pasados problemáticos unirse a sus filas en los últimos tres años, ilustra el problema que tenemos para cumplir con nuestras necesidades militares en esta época de guerra", dijo Aaron Belkin, director del centro.