Iraq resiste

 

Según asesores del general Petraeus

Peligro de colapso al estilo Vietnam en seis meses

IAR Noticias, 03/03/07

Según un grupo de veteranos, expertos en combate de contrainsurgencia, que asesoran al comandante militar estadounidense en Irak, general David Petraeus, a EEUU le quedan seis meses para "ganar la guerra" en Irak, de lo contrario deberá enfrentar un colapso como el de Vietnam, sin apoyo político ni público, lo que podría obligar a las fuerzas armadas norteamericanas a una retirada en estampida del pantano iraquí.

De acuerdo con un artículo publicado en el diario británico, The Guardian, estos asesores –un grupo de elite de veteranos de combate– tienen la misión de implementar, bajo el mando del general Petraeus, la estrategia del "nuevo camino hacia adelante" anunciada por George Bush el 10 de enero.

El plan incluye un polémico "aumento" de 21.500 efectivos estadounidenses para dar seguridad a Bagdad y a la provincia de Anbar.

El equipo, conocido como el "grupo de los cerebros de Bagdad" –según The Guardian– está instalado en la fortificada Zona Verde de Bagdad, y se esfuerza por superar una serie de complicados problemas en una carrera contra el tiempo, según un ex funcionario del gobierno familiarizado con sus deliberaciones.

"Saben que están trabajando contra–reloj. Saben que van a escuchar cada vez más en Washington acerca del 'Plan B', es decir la retirada. Saben que los próximos seis meses es su oportunidad. Y admiten que (la situación) se está poniendo cada vez más difícil", reveló el ex funcionario al diario británico.

Al mejorar la seguridad, el objetivo de corto plazo del plan es dar tiempo y espacio para que el gobierno iraquí reúna a las facciones rivales de los chiítas, los sunnitas y los kurdos en un proceso de reconciliación nacional. Si esto funciona en el tiempo estipulado, se pondrán en marcha planes de más largo plazo para reconstruir Irak siguiendo una estrategia de larga permanencia.

Los próximos seis meses serán de logros o fracasos para EE.UU.. Los mayores obstáculos que enfrenta el equipo de Petraeus son, según la fuentes de The Guardian:

* Tropas insuficientes en el terreno,
* Una coalición internacional en desinteggración,
* Un aumento previsto de la violencia en el sur conforme se retiren los británicos,
* Problemas de moral conforme aumenten laas bajas,
* Falta de voluntad política en Washingtoon y/o Bagdad.

"La escena es muy tensa", dijo el ex funcionario a The Guardian. "Trabajan las 24 horas. Interminables tazas de té con los iraquíes. Pero todavía están tratando de determinar cuál es el plan. El presidente espera avances. Ellos se preguntan: ¿Qué pretende? El plan cambia a cada minuto".

El mayor dolor de cabeza –según la fuente– es la cantidad insuficiente de tropas en tierra pese al incremento ordenado por Bush, dijo el ex funcionario.

Según un manual militar de contrainsurgencia escrito por Petraeus, la proporción óptima de "tropas a tareas" para Bagdad requiere que haya 120.000 efectivos estadounidenses y aliados sólo en la ciudad. El total actual, contando a unidades iraquíes a menudo poco confiables, no llega a ese número.

La moral de las tropas es otra preocupación: las fuerzas estadounidenses se preparan para un aumento de las bajas. Petraeus ya les advirtió que se avecinaban "tiempos difíciles", continúa la fuente citada por The Guardian.

"La implosión del apoyo interno a la guerra obligará a una retirada de las fuerzas estadounidenses. Es sólo cuestión de tiempo", dijo Steven Simon, director de amenazas transnacionales del Consejo Nacional de Seguridad durante el gobierno de Clinton. "Es mejor retirarse como un acto coherente y en cierta medida voluntario que retirarse más tarde como respuesta a la oposición pública o a una serie de reveses en el terreno", agregó.

"Si las cosas se ponen difíciles en los próximos meses, será como tirar nafta sobre el fuego en Washington", señaló el ex funcionario, según el artículo del diario británico..

"El Congreso se envalentonará en proporción directa a los problemas que haya en Irak". Y la decisión que tomó esta semana Estados Unidos de sumarse a Irán y Siria en las conversaciones sobre Irak es vista como un indicio de la creciente preocupación del gobierno por la posibilidad de un fracaso estratégico histórico, concluye The Guardian.