Iraq

 

La falsa "guerra" de demócratas y republicanos, al descubierto

Los líderes demócratas del Congreso le aprobaron a Bush el presupuesto militar para Irak

Por Manuel Freytas (*)
IAR Noticias, 24/05/07

IAR Noticias siempre ha sostenido, y ha dado prueba de ello en varias oportunidades, que las verdaderas líneas rectoras del poder imperial norteamericano son disimuladas por la falsa guerra por el control de la Casa Blanca que mantienen demócratas y republicanos, cuyos capítulos encubiertos (disfrazados de "información objetiva") son proyectados al mundo por las grandes cadenas mediáticas del lobby sionista interesadas en presentar como una "alternativa diferente" a lo que simplemente, en la alternancia de las administraciones imperiales USA, es sólo "más de los mismo".

O sea, la política exterior estadounidense (con demócratas o con republicanos en la Casa Blanca), se resume en la conquista imperial de mercados y de fuentes de recursos naturales, y en la  expansión militar permanente orientada a preservar el dominio geopolítico y militar estratégico del sistema capitalista liderado por EEUU en todo el planeta.

En esa línea de enfoque contrainformativo, siempre afirmamos que la prensa imperial norteamericana e internacional, ocultando la razones estratégicas imperialistas de Estado de la política estadounidense, hace creer al mundo que en EEUU existe una línea "progresista y democrática" (el Partido Demócrata), en oposición a una línea "conservadora y militarista" (el Partido Republicano) que sostienen posiciones diferenciadas en relación a la política exterior del Imperio.

Hemos puntualizado y demostrado hasta  el cansancio, en varios informes, que la estrategia mediática de presentar el fenómeno del poder norteamericano dividido entre un ala "derecha militarista" (los republicanos), y un ala "liberal progresista" ( los demócratas), es totalmente falsa y se cae por el propio peso de la dinámica de los procesos históricos protagonizados por ambos partidos cuando asumen en la Casa Blanca.

Dos ejemplos históricos sirven para graficar esta aseveración (que se puede comprobar en otras etapas de la historia):

A) la administración demócrata de Clinton (reputado como "demócrata-progresista") inició la conquista militar de los mercados de Europa del Este (ex repúblicas soviéticas) con el bombardeo e invasión a Yugoslavia, y dejó el camino preparado para la conquista militar de Irak y Afganistán (realizadas por el republicano Bush), con los bombardeos preventivos a la "zona de exclusión iraquí" y con los primeros avances militaristas en el espacio post soviético.

B) La administración republicana de Bush hijo (reputado como "fascista-militarista") completó la obra iniciada por Clinton con las "revueltas naranjas" de la CIA  en las ex repúblicas soviéticas, con la inclusión en la OTAN de países socialistas, y con la conquista militar de Irak y Afganistán, hoy convertidos en bases de despegue del poder imperial militar norteamericano en Medio Oriente y en Asia.

No obstante la interminable cantidad de ejemplos del complemento histórico de demócratas y republicanos en la administración de la Casa Blanca y en los objetivos estratégicos del poder imperial estadounidense, las cadenas mediáticas del lobby sionista que controla Washington y el sistema capitalista planetario, siguen idiotizando al mundo con la falsa guerra interna de demócratas (presentados como los "buenos") y republicanos (presentados como los "malos").

Esta estrategia (que hace tomar posición al mundo, como si fuera una lucha entre "buenos" y "malos") encubre  la naturaleza expoliadora y conquistadora del Imperio norteamericano y crea falsas expectativas en la opinión pública internacional sobre la "alternancia democrática" en el poder imperial norteamericano.

Esta falsedad mediática y manipuladora quedó nuevamente expuesta este martes cuando los líderes demócratas del Congreso de Estados Unidos  le aprobaron al gobierno republicano de Bush un presupuesto de US$100.000 millones destinado a Irak, sin pedir a cambio un cronograma para el retiro de las tropas estadounidenses de ese país como habían prometido en su campaña electoral.

De esta manera, fieles a su "doble discurso" de campaña electoral, los demócratas, que controlan la mayoría en las dos cámaras del Congreso,  desistieron de impulsar su plan para condicionar el otorgamiento de un presupuesto de US$100.000 millones destinado a Irak a cambio de fijar un cronograma para el retiro de las tropas estadounidenses de ese país.

La decisión, que la prensa estadounidense presenta como una "victoria de Bush", se produce tras semanas de discusiones sobre el proyecto de ley y después de que el presidente, George W. Bush, frenó, el 1 de mayo, la primera propuesta legislativa que condicionaba la aprobación de fondos militares al comienzo de la retirada de las tropas desplegadas en Irak.

Los demócratas ganaron las elecciones legislativas de noviembre pasado (y la mayoría en el Congreso) prometiendo al electorado estadounidense que no aprobarían el presupuesto militar de Bush sin exigir a cambio un cronograma de retiro de las tropas ocupantes norteamericanas.

En esta línea "opositora"  a las políticas de guerra de Bush (reafirmada como bandera de la campaña presidencial del 2008) los demócratas se erigen como los representantes del Imperio de "rostro humanizado" que los sectores "progresistas" del mundo, manipulados por las grandes cadenas mediáticas, toman equivocadamente como la "alternativa a la política militar-conquistadora" de Bush y los republicanos.

Los demócratas, que votaron en el Congreso y aprobaron los presupuestos de las invasiones a Irak y Afganistán, quedan nuevamente en descubierto como el "complemento de los republicanos" en las políticas depredadoras y conquistadoras del Imperio norteamericano, del cual forman parte como partido dirigente.

Ambos partidos,(y como está demostrado históricamente), son las versiones "alternativas" ("liberal" y "conservadora") del mismo Imperio que se turnan periódicamente para administrar la Casa Blanca y ejecutar sin miramientos las políticas de conquista imperial (militar o "democrática") que requieren los intereses del capitalismo trasnacional sionista asentado en Wall Street.

Demócratas y republicanos se turnan en la administración del Imperio: cuando asumen la presidencia los republicanos (como ahora), los demócratas juegan de "oposición crítica", y viceversa, sin que varíen para nada las matrices funcionales del sistema capitalista estadounidense basamentado en la conquista imperial de mercados y de recursos estratégicos, sea por la vía militar (invasiones) o por la vía "democrática" (gobiernos sometidos).

Las cadenas mediáticas del lobby sionista y sus "analistas" se encargan de que la "gran farsa" sea asumida por el mundo como una muestra de "alternativa democrática" del Imperio locomotora del sistema capitalista, que esconde su existencia real en la falsa lucha entre "izquierda" y "derecha".


(*) Manuel Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y comunicación estratégica.