Iraq resiste

 

La población rechaza los métodos de violencia sectaria e indiscriminada
de Al–Qaeda

Combates en Bagdad y Baquba entre la resistencia iraquí y Al–Qaeda

Por Carlos Varea (*)
IraqSolidaridad, 03/06/07

“En anteriores ocasiones, los ocupantes han procurado rentabilizar en beneficio propio el malestar creciente que causan los métodos de Al–Qaeda en Iraq entre la población civil y las organizaciones de la resistencia iraquí. Las organizaciones políticas y militares del campo anti–ocupación iraquí han reiterado ante similares ofertas que la negociación con los ocupantes solo tendrá como contenido su salida incondicional del país, no su incorporación al proceso político por ellos establecido. La resistencia iraquí considera que ese peligro es el resultado de la estrategia seguida por los ocupantes y que la única manera de atajarlo es poniendo fin a la propia ocupación.”

Desde el pasado martes, 29 de mayo y hasta el viernes, 1 de junio, vecinos y combatientes de organizaciones de la resistencia iraquí se enfrentaron con militantes de Al–Qaeda en Iraq en el distrito bagdadí de Amiriya, situado al suroeste de la capital. Los fuertes combates en Amiriya son un nuevo capítulo de la cada vez más abierta ruptura entre la resistencia iraquí y Al–Qaeda en Iraq [1], que también la semana pasada registraba nuevos episodios en la ciudad de Baquba, situada al noreste de Bagdad, capital de la provincia de Diyala. Según informaba al–Jazeera, el pasado viernes se preveía el desalojo de células de Al–Qaeda en Iraq del barrio de al–Ghazaliya por parte de combatientes iraquíes [2]

Una pintada en la valla de un colegio reza: “Acabemos con Al–Qaeda, viva la auténtica resistencia”. Vecinos de Adamiya contactados telefónicamente por diversos medios informativos coinciden en afirmar que la expulsión de Al–Qaeda del distrito se debe al rechazo popular ante los métodos de violencia indiscriminada y sectaria seguidos por los taqfiristas [3], y tras haber declarado el distrito incorporado al denominado Estado Islámico de Iraq, proclamado a finales de 2006 por Al–Qaeda. Mohamad Abdul Jalid, jefe de la Junta de distrito de Amiriya, ha señalado que el resultado de los combates “[…] marcan el final de la presencia de Al–Qaeda aquí” [4]. Abu Ahmad, de 40 años, un vecino de Adamiya contactado telefónicamente y que afirma haber participado en los combates pero no estar integrado en ninguna organización armada de la resistencia, señala:

“[…] Al–Qaeda [en Iraq] ha destrozado completamente Amiriya. [Sus miembros] asesinan a cualquiera que critica sus métodos, también si es sunní.  Lo que hacen los combatientes de Al–Qaeda no es yihad, sino meros actos criminales. El combate ha de ser contra la ocupación, las milicias shiíes [asociadas al gobierno de Nuri al–Maliki] y todos aquellos que cooperan con los ocupantes. [Los miembros de Al–Qaeda en Iraq] han venido tan solo a asesinar iraquíes, no estadounidenses. Son como un cáncer que hay que extirpar del cuerpo iraquí.” [5]

“Combates extremadamente violentos”

La organización de la resistencia armada iraquí Ejército Islámico había distribuido en Amiriya el martes, 29 de mayo un comunicado condenando el asesinato por parte de Al–Qaeda en Iraq de decenas de civiles en Faluya y Bagdad, y advirtiendo a esta organización de represalias si no detenía sus prácticas de terror contra civiles y grupos combatientes iraquíes. El desencadenante final de los combates fue el asesinato por parte de Al–Qaeda en Iraq de un dirigente local y de otros tres miembros del Ejército Islámico ese mismo día en la avenida Assal de Amiriya. El intento posterior de asalto de una sede de este mismo grupo de la resistencia iraquí por Al–Qaeda fue respondido por combatientes de varias organizaciones de la resistencia, a los que se unieron masivamente vecinos armados con fusiles de asalto. Los combates fueron “extremadamente violentos” y su saldo provisional es de al menos 31 muertos, entre ellas el dirigente local de Al–Qaeda en Iraq, varias decenas de heridos y 45 militantes capturados, siempre según testimonios de vecinos [6].

Según varias fuentes, ambas partes contaron con refuerzos provenientes de otros barrios de la capital y de la provincia de al–Anbar, donde los enfrentamientos entre Al–Qaeda y grupos de la resistencia son ya recurrentes en Faluya y Ramadi, ciudades en las cuales los taqfiristas han hecho detonar coches–bomba en las últimas semanas. Un sector de líderes tribales de esta provincia occidental, fronteriza con Siria y Jordania y de fuerte implantación resistente, ha creado con el respaldo de los ocupantes el denominado Consejo de Salvación de al–Anbar, destinado a combatir la presencia de Al–Qaeda en Iraq en la zona, una iniciativa que la resistencia iraquí y líderes tribales locales han rechazado.

En contra de lo informado por la agencia Associated Press, en los enfrentamientos no han intervenido fuerzas estadounidenses o de la Guardia Nacional Iraquí, que se habían replegado con anterioridad fuera del distrito, uno de los más castigados desde el inicio del denominado “Nuevo plan de seguridad para Bagdad”, lanzado por los ocupantes en febrero a fin de dominar barrios de la capital bajo control resistente; según fuentes de Amiriya, los ocupantes se limitaron a sobrevolar la zona de los enfrentamientos con helicópteros de combate [7]. Mohamed Abdul Jalid afirma que los vecinos esperan que las fuerzas de ocupación se mantengan al margen, porque “[…] si los estadounidenses interfieren, volarán; son enemigos de ambos bandos, nos uniremos contra ellos y dejaremos de enfrentarnos entre nosotros”. Fuentes internas de Amiriya han desmentido asimismo lo indicado por el portavoz militar iraqui Qassim al–Musaui de que el distrito estuviera bajo control de las fuerzas de seguridad gubernamentales. El distrito está sometido a cerco militar por los estadounidenses [8].

Adamiya, territorio fantasmal

En estos años de ocupación, lo que antes fuera un agradable distrito de clase media se ha convirtiendo en un territorio fantasmal. La importancia estratégica de Amiriya radica en que está situado en la ruta de la autopista que conecta Bagdad con el Aeropuerto Internacional, donde EEUU tiene uno de sus más importantes complejos militares y el centro de detención de Campo Cropper, donde están detenidos máximos dirigentes del depuesto régimen y de la resistencia iraquí. Los convoyes estadounidenses que circulan por la autopista del Aeropuerto en una y otra dirección son objeto sistemático de ataque por parte de la resistencia iraquí. Amiriya se hizo tristemente célebre durante la Guerra del Golfo de 1991tras el ataque con misiles efectuado por EEUU contra un refugio, acción en la que murieron calcinados casi 400 civiles, en su mayoría mujeres y menores.

Escenario generalizado de enfrentamientos

Asimismo, los enfrentamientos en Baquba se produjeron entre la organización de la resistencia iraquí Brigadas de la Revolución de 1920 (integrada esencialmente por militares del disuelto ejército iraquí) y Al–Qaeda en Iraq por el control del barrio de Tahrir, en el centro de la ciudad, bajo dominio de la resistencia. El viernes, un militante suicida de Al–Qaeda se hacía explosionar en un local de la organización Brigadas de la Revolución de 1920, ocasionando la muerte a dos de sus militantes e hiriendo a otros cuatro [9].

En anteriores ocasiones, los ocupantes han procurado rentabilizar en beneficio propio el malestar creciente que causan los métodos de Al–Qaeda en Iraq entre la población civil y las organizaciones de la resistencia iraquí, las cuales hasta el momento habían procurado evitar un enfrentamiento directo. La creación del Consejo de Salvación de al–Anbar, antes mencionado, es un ejemplo de ello. El teniente general Raymond Odierno, el segundo máximo mando militar estadounidenses en Iraq, ha indicado en estos días que el Pentágono tiene la intención de alcanzar acuerdos locales de alto el fuego con grupos la resistencia iraquí, tras mostrar su satisfacción por los sucesos de Amiriya [10].

Las organizaciones políticas y militares del campo anti–ocupación iraquí han reiterado ante similares ofertas que la negociación con los ocupantes solo tendrá como contenido su salida incondicional del país, no su incorporación al proceso político por ellos establecido. EEUU ha explorado conversaciones directas con organizaciones de la resistencia armada iraquí blandiendo ante ellas el argumento del peligro de fractura sectaria de Iraq promovido por Al–Qaeda y el confesionalismo político chií pro–iraní, hegemónico en las nuevas instituciones iraquíes. La resistencia iraquí y sus formaciones políticas y sociales consideran que ese peligro es el resultado de la estrategia seguida por los ocupantes y que la única manera de atajarlo es poniendo fin a la propia ocupación [11].


Notas de IraqSolidaridad:

(*) Carlos Varea es coordinador de la CEOSI.

1. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Grupos islamistas de la resistencia iraquí critican públicamente a Al–Qaeda en Iraq. EEUU registró en abril el mayor número de bajas en seis meses y Reino Unido desde enero de 2005 y enlaces relacionados.

2. Al–Jazeera, 1 de junio de 2007.

3. Taqfiristas, o anatemizadores, es como se denomina a los militantes de Al–Qaeda, por que consideraran irrelevante el respecto a la vida humana de quienes no siguen estrictamente los preceptos islámicos, igualmente siendo sunníes.

4. Citado en The Washinton Post, 1 de junio de 2007.

5. Associated Pres, 1 de junio de 2007.

6. Associated Press y al–Jazeera, 1 de junio de 2007.

7. Uruknet, 1 de junio de 2007.

8. Al–Jazeera, 1 de junio de 2007.

9. Associated Press, 1 de junio de 2007

10. Ídem.

11. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: La resistencia iraquí niega nuevos contactos con los ocupantes. Cantos de sirena sobre la negociación con la resistencia  y enlaces relacionados.