Iraq resiste

 

El Pentágono fracasa en su intento de aprovechar la oposición popular a Al–Qaeda

Se disuelve el Consejo de Salvación de al–Anbar, auspiciado por EEUU

Por Alí al–Fadhily (*)
IPS News, 15/06/07
IraqSolidaridad, 21/06/07
Traducido por IPS y revisado por IraqSolidaridad

“Alí Hatem Alí Suleimán, dirigente de la confederación tribal Dulaim de al–Anbar, declaró hace poco ante la prensa en su oficina de Bagdad que la Fuerza Revolucionaria para la Salvación de al–Anbar se iba a disolver debido a la creciente insatisfacción interna. La oposición [en la provincia] contra Abdul Sattar Abu Risha, uno de los líderes del Consejo de Salvación de al–Anbar —a quien Suleimán considera un ‘traidor’ y a quienes otros han acusado de ‘vender sus creencias, su religión y a su gente por dinero’— va en aumento. En la actualidad, la mayor parte de los habitantes de la provincia se oponen a cualquier iraquí que trabaje con el ejército estadounidense.”

El ejército estadounidense ha lanzado una de sus mayores operaciones [realizadas] hasta la fecha para recuperar el control de la provincia de al–Anbar, al oeste de Bagdad, que perdió hace más de un año [1]. Al–Anbar, que ocupa un tercio de la superficie total del país y tiene unos dos millones y medio de habitantes —en su mayoría sunníes—, se opuso firmemente a la ocupación estadounidense de Iraq desde los primeros días de la invasión que comenzó el 20 de marzo de 2003.

Faluya, la segunda ciudad más grande de la provincia después de Ramadi, capital de al–Anbar, opuso una feroz resistencia a las fuerzas estadounidenses después de que éstas asesinaran en mayo de 2003 a 17 manifestantes desarmados que protestaban delante de una escuela ocupada por el ejército. Posteriormente, la resistencia se extendió a Jalidiya, [situada] a 80 kilómetros al oeste de Bagdad, después a Ramadi, a 105 kilómetros en la misma dirección, hasta llegar a Hit, Hadiza y al–Qaem, en la frontera con Siria.

Las gigantescas operaciones del ejército estadounidense consiguieron victorias a corto plazo pero hicieron que la población se opusiera cada vez con más fuerza a la ocupación [2]. La provincia de al–Anbar sigue siendo la más peligrosa para las fuerzas de ocupación y los ataques contra éstas han ido en aumento.

Coalición tribal

Este año las autoridades militares estadounidenses trataron de formar una coalición tribal —Consejo de Salvación de al–Anbar— que afirmaban se enfrentaría a la red Al–Qaeda [en Iraq], que combate contra las fuerzas estadounidenses [3].

Altos cargos no identificados del gobierno Bush aseguraron a la prensa que esta iniciativa había reducido la violencia en al–Anbar, pero los residentes del área no opinan lo mismo: “[…] El ejército estadounidense no logró controlar la situación en la provincia de al–Anbar con los ataques militares que mataron a miles de civiles, por lo que decidieron organizar las milicias locales”, declara a IPS Jabbar Ahmed, ex coronel del ejército iraquí y residente en Ramadi.

“[…] Empezaron con la campaña denominada El despertar de al–Anbar, que desembocó en la formación de la Fuerza Revolucionaria para la Salvación de al–Anbar [vinculada al Consejo de Salvación de al–Anbar]”, según declara a IPS Hamed Alwani, destacado líder tribal en Ramadi, quien continúa:

“[…] Se suponía que esto era una lucha local entre Al–Qaeda y la población de al–Anbar, pero nos dimos cuenta de que en realidad los estadounidenses querían que combatiéramos a nuestros hermanos de la resistencia iraquí.”

Alwani afirma que “[…] la mayoría de los jeques tribales estaban en contra”, y dejaron claro a los comandantes militares estadounidenses que ellos nunca formarían parte de su plan, y añade: “[…] Parece que ahora los estadounidenses empiezan a darse cuenta de su error”. Ya pocos grupos tribales siguen apoyando a las fuerzas estadounidenses.

Policías leales a dirigentes tribales de La Fuerza Revolucionaria para la Salvación de al–Anbar declararon a la prensa que el ejército estadounidense les proporcionó armas y dinero, junto a uniformes, chalecos antibalas, camionetas y cascos, además de pagar a los combatientes leales de la zona 900 dólares al mes [4].

La Fuerza Revolucionaria para la Salvación de al–Anbar

Alí Hatem Alí Suleimán, dirigente de la confederación tribal Dulaim de al–Anbar, declaró hace poco ante la prensa en su oficina de Bagdad que la Fuerza Revolucionaria para la Salvación de al–Anbar se iba a disolver debido a la creciente insatisfacción interna. La oposición [en la provincia] contra Abdul Sattar Abu Risha, uno de los líderes del Consejo de Salvación de al–Anbar —a quien Suleimán considera un “traidor” y a quienes otros han acusado de “vender sus creencias, su religión y a su gente por dinero”— va en aumento. En la actualidad, la mayor parte de los habitantes de la provincia se oponen a cualquier iraquí que trabaje con el ejército estadounidense. “Sattar es muy conocido como antiguo criminal. Los estadounidenses ahora lo malcrían como al hijo preferido”, afirma a IPS un dirigente tribal de al–Anbar que pidió ser identificado como Hatam. Un respetado dirigente en Faluya, que prefirió guardar el anonimato, declara a IPS:

“[…] Desde un principio, los dirigentes shiíes tuvieron dudas sobre Sattar, pero los estadounidenses, desesperados, pensaron que él era la mejor solución para su fracaso en al–Anbar.”

Sattar vive en Amán desde hace varios meses y cada vez hay más dudas sobre el poder que ostenta. Mohamad al–Dulaimy, un historiador de al–Anbar que vive en Ramadi, afirma a IPS que “[…] la familia Suleimán, conocida como La princesa de las tribus de al–Dulaim, no tiene poder en Iraq. La ocupación británica de los años 20 les erigió en líderes y todo el mundo en Iraq lo sabe”; y añade:

“[…] Tan pronto como el ejército británico abandonó Iraq, la familia Suleimán perdió poder y sus miembros se marcharon al extranjero. Tiempo después han encontrado la forma de volver bajo la bandera estadounidense.”

‘Divide y vencerás’

Otros ven el ascenso de Abu Sattar como un intento fallido de las fuerzas de ocupación para poner en práctica en al–Anbar la táctica del Divide y vencerás. En Ramadi, un profesor de la Universidad de al–Anbar afirma bajo anonimato a IPS :

“[…] No veo que esto funcione con la evidente división entre dirigentes tribales que buscan el poder. Aquí la gente se conoce y sabe desde un principio que un día esos señores de la guerra lucharán por dinero y poder.”.

Pero esta invitación a formar parte de la Confederación no ha reducido en ningún caso la violencia. Fowaz Abdulá, cámara local, declara a IPS: “[…] Todo lo que hicieron las nuevas milicias fue aumentar las tensiones entre las comunidades locales. Todos los días [la resistencia] sigue matando [soldados] estadounidenses mientras que estas milicias simplemente ejecutan a personas, igual que las milicias shiíes en Bagdad y en el sur de Iraq”.


Notas de  IraqSolidaridad:

(*)Alí al–Fadhily es corresponsal de ‘IPS’ en Bagdad y trabaja en estrecha colaboración con Dahr Jamail.

1. Ofensiva en estos momentos, con 10.000 efectivos estadounidenses implicados, ampliada a la provincia de Diyala, vecina a la de al–Anbar y situada al norte de Bagdad, y cuya capital es Baquba. Faluya está sometida a asedio militar.

2. Véase en IraqSolidaridad: Documentos 2004–2005: Crónicas de Iraq .

3. EEUU ha procurado aprovechar a su favor la creciente oposición entre la población iraquí a la actuación de Al–Qaeda en Iraq, debido a sus atentados sectarios e indiscriminados, así como a sus intentos de imponer la ley islámica en zonas bajo control de la resistencia, que han conducido al asesinato de líderes locales o incluso a atentados con coche–bomba en ciudades emblemáticas de al–Anbar como Ramadi y Faluya (de nuevo esta semana). Los enfrentamientos entre grupos de la resistencia iraquí y la red de Al–Qaeda en Iraq van en aumento, mientras que EEUU no logra sacar provecho tampoco en Bagdad de esta situación, donde tampoco ha logrado atraer a la colaboración a grupos armados de vecinos que se han enfrentado con Al–Qaeda junto a organizaciones de la resistencia en este mes de junio. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: La población rechaza los métodos de violencia sectaria e indiscriminada de Al–Qaeda en Iraq. Combates en Bagdad y Baquba entre la resistencia iraquí y Al–Qaeda .

4. Inicialmente, esta fuerza de al–Anbar iba a estar aprovisionada y coordinada con las fuerzas de seguridad iraquíes, no con el ejército estadounidense, como así ha sido finalmente (The Washington Post, 11 de junio de 2007).