Medio Oriente

 

Siria: el objetivo de EE.UU. del que nadie habla

Por Juan C. Alfaro
APM (Agencia Periodística del MERCOSUR), 09/10/05

Washington apunta a Siria. Mientras el mundo enfoca su mirada sobre Irán y Corea del Norte, los halcones piensan en un ataque militar a Damasco con la excusa de luchar contra el "terrorismo”.

Durante la semana pasada el presidente estadounidense George W. Bush ratificó su estrategia militarista. En rechazó a los críticos de la ocupación de Irak, que exigen el retiro de las tropas estadounidenses de ese país, advirtió que se necesitan "más sacrificios para impedir que los militantes islámicos establezcan un imperio radical".

Bush también lanzó una implícita advertencia a Siria e Irán, acusándolos de colaborar con grupos terroristas. "Estados Unidos no hace distinción entre aquellos que cometen actos terroristas y aquellos que los apoyan y resguardan porque son igualmente tan culpables como los asesinos," agregó el mandatario.

En una entrevista difundida por la revista digital Rebelión.org, el sociólogo Heinz Dieterich afirmó que “la invasión de Estados Unidos y sus aliados a Irak es la culminación de 80 años de codiciar el petróleo y los recursos hídricos de Medio Oriente y Asia Central”.

Además, el analista planteó que entre el actual escenario con la invasión de Estados Unidos a Irak y las que se dieron durante la Guerra Fría en el Medio Oriente existen dos diferencias fundamentales.

“Primero, ciertos Estados seculares de Medio Oriente como Siria, Irak y en parte Egipto, estaban protegidos por la Unión Soviética. En 1956 Francia e Israel, cuando el presidente egipcio Nasser nacionaliza el canal del Suez, hicieron una intervención armada y de inmediato la Unión Soviética amenazó con responder militarmente. Entonces, la URSS, potencia protectora de esos Estados seculares frente a las potencias imperiales, hoy ha desaparecido. Así el Medio Oriente es una joya codiciada por el primer ladrón que se aparezca, en este caso, Estados Unidos”.

“Segundo, la combinación de las modernas armas de largo alcance con la informática ha sido desarrollada por Washington en un nivel mayor que otros Estados. Esto permite decir a Estados Unidos que cualquier país que enfrente y que no sea una potencia mundial, será derrotado sin bajas humanas propias considerables. Por ejemplo, en la reciente guerra contra Afganistán murieron apenas 50 soldados estadounidenses y en la primera guerra contra Irak en 1991, murieron apenas 150 estadounidenses que es una cifra pequeña comparado con cien mil iraquíes muertos”.

Entonces, añadió Dieterich, "creo que esas son las dos diferencias fundamentales, que ya no está la Unión Soviética para proteger a las naciones de Medio Oriente y, en segundo lugar, la arrogancia del poder militar que ha nublado las cabezas de gente mediocre como Bush y Rumsfeld, quienes piensan que ahora sí pueden arreglar todo a través de las armas. Esto es una ilusión tan grande como la de Hitler en 1939”.

Primero fue Afganistán, en octubre de 2001, segundo Irak, en 2003. Los halcones de la Casa Blanca han planificado el desplazamiento de su guerra hacia Irán, Siria o el Líbano. Pero cabe destacar, que Irán es un país que cuenta con apoyo de potencias importantes, además tiene un cierto grado de poder militar y una gran extensión territorial. En cambio Siria, aparenta ser mas débil, y como alguna vez manifestó algún analista “si se posterga el ataque a Irán, y Washington está dispuesta a ser paciente, Siria podría parecer tanto más tentadora para los neocons”.

En el 2004, apareció un memorándum del Pentágono dirigido al Consejo Nacional de Seguridad (NSC) en el que se señalan supuestos contactos entre el gobierno de Damasco y los grupos "terroristas" chiítas que operan en Irak.

El documento afirma que los "terroristas", entre los cuales se encontrarían miembros del Hezbolá estarían cruzando la frontera desde Siria a Irak para contactarse con los grupos chiítas que luchan contra las fuerzas de ocupación estadounidenses.

Lo más llamativo, es que en la parte final del documento se insta al presidente Bush al lanzamiento de ataques aéreos preventivos e incursiones de fuerzas especiales en territorio sirio.

Según distintas agencias de noticias, los altos mandos del Pentágono consideran que la intervención militar contra el país árabe se base en acciones concretas, contrariamente a los criterios de ataques masivos lanzados sobre Irak.

El secretario de defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld y el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer acaban de aludir a un informe de la CIA, en cual se que Siria tendría en su poder el gas neurotóxico.

Según el diario británico The Guardian, que citó fuentes de los servicios de Inteligencia estadounidenses, fue la propia Casa Blanca la que frenó los planes militares contra Siria que se estaban gestando en el Pentágono.

En los círculos del gobierno sirio se habla de una conspiración por parte de funcionarios de Washington, liderados por el halcón Rumsfeld, y que integra el vicepresidente Dick Cheney, la secretaria de estado, Condoleezza Rice; el ex segundo de Rumsfeld y actual titular del Banco Mundial (BM), Paúl Wolfowitz, y otros funcionarios que representarían los intereses de la derecha israelí asentada en el Pentágono.

De esta manera se estaría preparando el terreno, al igual que en abril de 2003 sobre Irak, con el fin de crear un efecto dominó de la caída de ese país sobre el resto de las naciones árabes del Medio Oriente.

Según el periodista Jason Vest, quien publicó un articulo en The Nation en el 2002, para el grupo mencionado "la guerra total, y el cambio de régimen que es necesario en todo caso en Irak, Irán, Siria, Arabia Saudí y la Autoridad Palestina, es un imperativo urgente".

Este mismo sector del poder en Washington opta abiertamente por una intervención militar en todo el mapa de Medio Oriente, para eliminar "la amenaza árabe a Israel", aseguró la misma fuente.

Esa estrategia tiene como objetivo controlar las reservas energéticas de los Estados del Golfo, asegurar una base de control geopolítico-militar con proyección al Asia y conquistar nuevos mercados, apoyándose en Israel a nivel regional.

El ataque a Siria ya fue calentando sus motores desde años anteriores. Pero en el 2005 va tomando una forma mas desarrollada en pos de una situación internacional que lo haga posible.

Desde que comenzó el segundo mandato de George W. Bush, la autoproclamada “guerra contra el terrorismo” ha pasado a su segundo etapa, y los objetivos de los halcones de Washington son muy claros. La excusa sería la misma utilizada para invadir Irak: “el apoyo al terrorismo internacional”.

En un artículo publicado por el sitio electrónico Red Voltaire, se menciona que con el control sobre Irak asegurado, sólo existirían algunos países que escapan a lu autoridad imperial del país del Estados Unidos. Irán, Siria y el Líbano constituyen el eje central de esa estrategia.

Por su parte, en distintos medios estadounidenses también se empezó la campaña contra Siria. En febrero del corriente año The Washington Times publicó un articulo donde analistas asociados a la Fundación por la Defensa de las Democracias (FDD), un grupo neoconservador que defiende la postura del Likud, el partido derechista que gobierna Israel, manifestaron la posibilidad de bombardear instalaciones militares sirias.

También, el diario The Wall Street Journal señaló en una editorial, que Siria provee apoyo material a los grupos terroristas que matan soldados estadounidenses en Irak.

Pero las presiones hacia Siria se dan en varios frentes. En marzo pasado, durante su encuentro en Europa, George W. Bush y Jaques Chirac presionaron para que Damasco retirase los 14.000 soldados que mantiene desplegados en el Líbano, en cumplimiento de una resolución de Naciones Unidas (ONU) votada en septiembre del año pasado.

En un articulo publicado en principios de este año por la pagina www.nodo50.net., Ghassan Andoni hace notar que "Siria no pidió a una parte de sus ciudadanos que se instalasen en Líbano como colonos. Hoy día Israel cuenta con 500.000 colonos en los territorios palestinosy está planeando extender esa colonización. Las tropas sirias nunca arrestaron libaneses por razones políticas, criminales o de seguridad. Hasta ahora, Israel ha encarcelado a 800.000 palestinos por razones de seguridad o por motivos políticos. No hay ningún dato que confirme que Siria haya explotado recursos naturales de Líbano; Israel explotó al máximo los recursos naturales palestinos, en especial la capa freática. Siria no destruyó ninguna casa libanesa, mientras que Israel ha demolido miles de casas palestinas”.

La frontera entre Irak y Siria ha pasado a ser una zona caliente. En septiembre pasado, agencias de noticias internacionales informaron que más del 80 por ciento de la población abandonó la ciudad de Tal Afar. Los bombardeos estadounidense causaron el abandono de la cuidad que, según Estados Unidos, es un refugio de combatientes no iraquíes que ingresan a Irak desde Siria.

Bush manifestó varias veces estar en busca de aliados que apoyen una operación diplomática en contra de Siria.

La prensa siria calificó esa iniciativa como una campaña de intimidación" que demuestra que la administración Bush "está buscando un chivo expiatorio al que cargarle la responsabilidad del fracaso de su política exterior en Irak".

Condoleezza Rice, exhortó a Siria a cooperar con la investigación de la ONU sobre el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Harare (otra de las acusaciones que recaen sobre Siria), a terminar cualquier intromisión en Líbano y a impedir que los insurgentes ingresen a Irak.

Todo este panorama hace crecer el temor en la población de Siria a ser blanco de sanciones internacionales, a medida que aumentan las acusaciones de Estados Unidos. Varios analistas ya hablan de un “miedo a ser otro Irak”.

Por otro lado, como buen soldado de Washington, el ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari, acusó también a las autoridades sirias de falta de voluntad política para detener la entrada desde su frontera de terroristas a Irak, lo que fue rotundamente rechazado por Siria.

El embajador de Siria ante la ONU, Fayssal Mekdad, declaró terminantemente a la salida de la última reunión del Consejo de Seguridad que su país "no sólo demuestra voluntad política, sino que está actuando para abordar el problema".

Sostuvo que existen 10.000 soldados desplegados en la frontera, que se han gastado millones de dólares para establecer una "barrera" de 500 kilómetros para impedir el paso y son continuas las detenciones y devoluciones a sus países de origen de presuntos infiltrados.

Sin embargo la cuenta final parece estar en marcha. A principios del corriente mes, Bush y sus principales asesores empezaron a consideran tomar nuevas medidas en contra de Siria. Según distintas fuentes, el equipo de Seguridad Nacional de Bush se reunió para repasar la política hacia Siria. Las posibles opciones van desde imponer sanciones económicas más estrictas a alguna acción militar limitada. Un funcionario allegado a las deliberaciones dijo que la acción militar, por el momento, es "poco probable".

Sin embargo, no se descarto la posibilidad de bombardear varios poblados cercanos a la frontera con Irak, donde, según afirma Estados Unidos, se albergan insurgentes iraquíes.

En este nuevo conflicto que parece avecinarse, el papel de Israel es muy importante. El ministro de Defensa israelí, Saúl Mofaz, declaró que las presiones que ejerza Estados Unidos sobre el gobierno de Siria podrían suponer el derrocamiento del régimen de Bachar el Assad.

En una entrevista a la radio pública israelí, reproducida por Europa Press, Mofaz afirmó "No me sorprendería que Siria recibiera la tarjeta roja" de Estados Unidos. Washington "emprenderá acciones contra Siria, empezando con sanciones económicas y seguidas de otras medidas, que dejarán claro a los sirios que su política no se ajusta a las decisiones de la ONU ni al nuevo orden mundial de Estados Unidos”, añadió.

De ese modo, se ajustan los motores para una nueva escalada militar por parte de Estados Unidos. Siria parece ser el objetivo mas factible. Los halcones de Washington, embriagados por delirios de poder, ponen en su mira países que poseen importantes riquezas e intereses geopolíticos. El mundo presencia la cruzada de Bush y sus secuaces por la conquista planetaria.

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