Medio Oriente

 

Bush admite la opción de un ataque nuclear a Irán

IAR–Noticias, 19/04/06

Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, y respondiendo a un periodista que había preguntado si las opciones con Irán incluían la posibilidad de realizar un ataque nuclear, el presidente de EEUU, George W. Bush, afirmó que todas las opciones, incluso el uso de la fuerza, están "sobre la mesa" para impedir que Irán desarrolle armas nucleares.

Es la primera que Bush, ante la pregunta de si EEUU baraja la posibilidad de un ataque nuclear contra Irán, responde afirmativamente incluyéndolo tácitamente como parte del "uso de la fuerza".

Pese a que en los últimos días  la Casa Blanca había negado "rumores" periodísticos sobre un posible ataque nuclear de EEUU a Irán, Bush afirmó que no descarta esta posibilidad, aunque aclaró que “prioriza” la diplomacia.

Si bien la amenaza militar a Irán con "fines disuasivos" forma parte de la táctica mediática habitual de Bush y de sus funcionarios claves (Rice, Cheney y Rumsfeld), llamó la atención en el momento y en el contexto que fue dicha esta vez.

Además de la escalada del conflicto con Irán, La Casa Blanca enfrenta una tormenta en el Pentágono con los pedidos de renuncia a Rumsfeld por parte de altos militares retirados, y de una ofensiva de los demócratas en la misma dirección.

El martes Bush volvió a ratificar en su puesto a Rumsfeld (jefe político junto con Cheney del poderoso lobby judío "por derecha")  y no se descarta que la impactante admisión de una "opción nuclear" con Irán obedeciese a una estrategia de frenar la presión sobre el secretario de Defensa.

Horas antes, el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, se había adelantado a la velada amenaza nuclear de EEUU al afirmar durante un desfile militar que el "poderoso" ejército iraní "cortará la mano a todo agresor".

Tras el anuncio del presidente de Irán, la semana pasada, de que Irán ya forma parte de los países "nuclearizados" del mundo, la crisis experimentó una escalada con amenazas mediáticas, tanto de Irán como de EEUU,  y una creciente reacción de las potencias capitalistas involucradas en el conflicto.

La noticia de que Irán está en condiciones de fabricar una bomba nuclear desató una "bomba mediática" con inmediatas respuestas de las potencias involucradas en el conflicto, como es el caso de EEUU que afirmó inmediatamente que Irán está avanzando en la dirección equivocada.

Por su parte,  la secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, dijo el fin de semana que Naciones Unidas debería considerar la adopción de "medidas fuertes" contra Irán.

La especulación en torno a un ataque de EE.UU. contra Irán escaló desde que  la revista New Yorker y el diario The Washington Post publicaran que Washington estaría considerando usar armas nucleares tácticas para destruir las instalaciones subterráneas iraníes.

Ambas publicaciones indicaban que los ataques "no se realizarían a corto plazo", pero que la administración Bush "los considera como una opción posible" y prevé usarlos como una amenaza "para convencer a Irán de que esto es algo cada vez más serio".

Una de las opciones para el ataque –según coincidieron las dos publicaciones– comprende la utilización de armas nucleares tácticas de destrucción de búnker, para destruir la principal planta de producción nuclear iraní situada en Natanz, en el centro de Irán, donde se concentran las actividades para el enriquecimiento de uranio.

Citando fuentes del Pentágono, los diarios británicos Sunday Telegraph y The Times, señalaron, en febrero pasado, que ya está listo un plan de bombardeo a los centros atómicos con misiles lanzados desde submarinos y apoyados por oleadas de bombardeos aéreos.

El Pentágono ya está elaborando un plan de ataques devastadores como "último recurso" para bloquear los esfuerzos de Teherán de desarrollar una bomba atómica, señalaba  el  británico Sunday Telegraph.

Según el diario británico, que citaba a fuentes del Comando Central y Estratégico del Pentágono, EEUU está identificando blancos de ataque, en su mayoría plantas nucleares en el país persa, "para determinar cuáles serán bombardeados en una eventual operación".

Otro diario británico, el The Times aseguraba, también en febrero pasado, que el mando estadounidense "considera activamente el uso de la fuerza militar" para acabar con las actividades atómicas de Irán, pese a que sus autoridades aseguran realizar con fines civiles.

Expertos citados por The Times consideran que Estados Unidos tiene la capacidad de destruir una docena de instalaciones en Irán, calificadas de sitios nucleares, incluso con la utilización de armamento táctico nuclear en los ataques.

La respuesta afirmativa de Bush ante la pregunta periodística de si EEUU considera la opción de un ataque nuclear a Irán, este martes, confirma las versiones adelantadas por la prensa estadounidense y británica.

Según la información, Bush ya se reunió en secreto con diputados y senadores estadounidenses, entre ellos al menos un demócrata, para discutir sobre la actuación en Irán.

La cumbre en Moscú

El martes, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China) y Alemania, en su calidad de miembro de la troika europea sobre Irán, iniciaron una cumbre para analizar la crisis nuclear iraní en Moscú.

El representante estadounidense y número tres de la diplomacia de Washington, Nicholas burns, anuló la conferencia de prensa que tenía previsto celebrar al final de la reunión multilateral, que terminó a las 22H00 locales (18H00 GMT), sin que se informe de sus conclusiones.

"No hubo aperturas", indicó posteriormente una fuente cercana a las negociaciones citada por la agencia rusa Interfax.

El encuentro se celebró a puerta cerrada entre directores políticos y viceministros de Relaciones Exteriores y luego éstos asistieron a una cena en una residencia de la cancillería rusa.

Las discusiones deberán proseguir el miércoles, a nivel de directores políticos de los países del G8, una cita prevista desde hace tiempo y destinada a preparar la cumbre que tendrá lugar en la ciudad rusa de San Petersburgo, en julio próximo.

Las grandes potencias nucleares, deben resolver sus  posiciones frente a la presión de EEUU y Gran Bretaña por imponer sanciones a  Irán, que el 13 de abril anunció que había logrado enriquecer uranio con éxito.

Teherán hizo este anuncio pese a que el Consejo de Seguridad de la ONU ya le había exigido la suspensión de sus actividades de enriquecimiento de uranio, poniéndole como fecha tope el 28 de abril.

Estados Unidos impulsa medidas severas contra Irán y presiona por eventuales sanciones, argumentando que a través del programa nuclear, Teherán quiere dotarse del arma atómica parapetándose tras fines civiles.

Sin embargo, Irán, que mantiene la defensa de su derecho soberano al desarrollo de esa tecnología, sostiene que sus planes están orientados a la producción de combustible destinado a sus centrales eléctricas, bajo normas de no proliferación.

Rusia y China, con fuertes  vínculos estratégicos y comerciales con Teherán, se oponen argumentando que todavía hay "posibilidades de llegar" a un arreglo diplomático.

Los expertos dan por descontado que Rusia y China vetarán cualquier medida de bloqueo y sanción contra Irán que se plantee en el Consejo de Seguridad y en la  cumbre de Moscú.

Tanto Rusia como China están imbricados en diferentes intereses económicos, militares y energéticos que serán considerados antes de tomar una decisión frente a un posible hecho consumado de ataque militar de EEUU e Israel contra Irán.

Estamos convencidos de que ni las sanciones, ni el camino de la fuerza llevarán a solucionar el problema", declaró el portavoz de la cancillería rusa, Mijail Kamynin, horas antes de la reunión.

Por su lado, los miembros de la troika europea para Irán, formada por Gran Bretaña, Francia y Alemania, están a favor de las sanciones después de varios años de conversaciones con Irán, pero se oponen a hablar de acciones militares.

El jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, ha "recomendado con insistencia a la parte iraní que haga una pausa en su programa de enriquecimiento de uranio".

Bush espera convencer el jueves a su homólogo chino, Hu Jintao, durante una entrevista en Washington de la conveniencia de imponer sanciones a la República islámica.