Medio Oriente

 

Entrevista a Gilbert Achcar [1]

El doble ataque israelí sobre Líbano y Palestina

Reportaje de Paola Mirenda
Liberazione, 15/07/06
Sin Permiso, 23/07/06
Traducción de Paco Ramos

Desde el miércoles pasado, el ejército israelí ha estado imponiendo un sitio en Líbano y bombardeando el país como resultado del rapto de dos de sus soldados y el asesinato de otros siete por un comando de la Hezbolá Libanesa. La reacción de Israel era predecible, incluso en su desproporción. ¿Cuáles son las razones políticas y estratégicas que pueden verse detrás de esta acción de Hezbolá?

Achcar: Las explicaciones que Hezbolá ha dado para su acción son muchas. La primera razón invocada es intentar obtener el intercambio de prisioneros – se cree que hay bastantes libaneses en manos israelíes, aunque sólo dos están oficialmente detenidos por Israel (además de cerca de 10.000 prisioneros palestinos)--, así como actuar en solidaridad con la lucha de Hamás en Palestina que tiene una inspiración similar a la de Hezbolá, y reaccionar al ataque continuado en Gaza. Obviamente, era lógico esperar esta venganza violenta por parte de Israel, a la luz de lo que hizo en Palestina en reacción al rapto de otro soldado.

En esta crisis, hay muchas dimensiones involucradas: los observadores internacionales han discutido el posible papel de Siria y, sobretodo, Irán en lo que está ocurriendo, y los cálculos que hacen, considerando el equilibrio regional de fuerzas allí. Teherán cuya relación con Hezbolá es similar a la de Moscú con los partidos comunistas en el momento del "movimiento comunista internacional”, ha estado comprometido durante algún tiempo en un juego anti-israelí contra gobiernos árabes rivales para conquistar la opinión musulmana suní. Las declaraciones provocativas de Presidente iraní Ahmadinejad desde su elección hace un año  forma parte de este juego que encaja con la estrategia de Teherán que se enfrenta a EE.UU, en un momento en que la presión americana sobre el problema nuclear está en un proceso de creciente escalada. Pero, en cualquier caso, puede decirse que lo que Hezbolá ha hecho supone una prueba de fuerza en la que arriesga mucho, incluso todo el  Líbano.

¿Una prueba de fuerza contra Israel o dentro de Líbano?

Achcar: La prueba de fuerza es principalmente contra Israel, porque Israel intenta a través de sus acciones, sea en Palestina o en Líbano, aplastar los movimientos de resistencia. Los recientes eventos se han tomado como pretextos para aplastar a Hezbolá y a Hamás, y la violencia del ataque militar israelí ha de ser leída en ese contexto. Israel toma como rehén toda la población; lo ha hecho con la población Palestina y está haciendo lo mismo ahora con la libanesa. Ha bombardeado el aeropuerto de Beirut y ha impuesto un asedio en Líbano: todo por una acción realizada por un grupo libanés, no por el estado libanés. De hecho, Israel sostiene como rehén una población entera en una reacción desproporcionada que apunta a tirar de la alfombra de debajo de los pies de sus antagonistas y a que la presión local obligue a actuar contra ellos. Pero si éste es de hecho el cálculo de Israel, podría salirle el tiro por la culata, ya que es posible que una acción militar de tal alcance pudiera conllevar el efecto contrario y podría radicalizar la población más contra Israel que contra Hezbolá. La brutalidad asesina de la reacción de Israel, el cierre del aeropuerto, el asedio naval, todos son actos que podrían unir la población en una revuelta contra Israel.

Yo no sé con seguridad cuál ha sido el cálculo político de Hezbolá, pero ciertamente esperaban una reacción importante por parte de Israel, que ya antes había invadido varias veces el Líbano. Por eso, me parece que su acción conlleva un elemento importante de "aventurismo", sobre todo teniendo en cuenta que el riesgo que ellos han tomado involucra a la población entera. Han corrido un riesgo muy grande iniciando un ataque a Israel, sabiendo de su gran poder militar y de su brutalidad, y la población podría responsabilizarlos de la nueva guerra y de la nueva invasión, el coste de las cuales tendrán que acarrear los libaneses.

Pero habiendo dicho esto, es necesario enfatizar que la responsabilidad principal del deterioro de la situación recae en Israel. Ha alcanzado nuevas cotas en su absolutamente indignante conducta, sobre todo con respecto a Gaza. Después del rapto del soldado por un grupo Palestino, el ejército israelí ha matado a docenas y docenas de civiles Palestinos. Israel puede raptar y puede detener con impunidad a civiles palestinos, pero cuando algunos palestinos secuestran uno de sus soldados para usarlo en un intercambio, acude a la violencia sin medida, tomando como rehén a toda la población entera, bombardeando la franja de Gaza, densamente poblada en medio de la indiferencia del mundo general. Ésta es la fuente principal de desestabilización en la región. Esta conducta violenta y arrogante de Israel que esta en completa armonía con la conducta igualmente arrogante y violenta que los Estados Unidos desplegaron en Irak.

¿Cuál es  posición del gobierno libanés frente a la acción de Hezbolá? Israel ha decidido considerar esta acción como responsabilidad del gobierno a pesar del rechazo del primero ministro libanés.

Achcar: La política de Israel consiste exactamente en tomar como rehenes a poblaciones enteras, como dije.  Lo ha hecho así con los palestinos; en el caso libanés, es aun  más evidente porque, mientras es verdad que Hezbolá es parte del gobierno, su participación es mínima y realmente está en la oposición. El gobierno libanés está dominado por una mayoría que es aliada de los Estados Unidos, y ahora pueden ver de forma clara la medida de la hipocresía de la administración Bush, que afirma estar muy involucrada en el destino de los libaneses sólo cuando se trata de oponerse a Siria. Imputar al gobierno libanés la responsabilidad de la presente acción de Hezbolá, incluso después de que el gobierno se ha distanciado oficialmente de esa acción, es una demostración de la política del diktat de Israel de un lado, y por otro lado, la indicación de la determinación de Israel para compeler a los libaneses a un estado de guerra civil, como intenta hacer con los palestinos. En cada caso, Israel quiere que una parte de la sociedad local--Fatah en Palestina y la mayoría gubernamental en Líbano--aplaste a los enemigos principales de Israel, Hamás y Hezbolá, o incluso que lo hagan entre ellos.

¿Qué relaciona los movimientos de Hezbolá y Hamás?

Achcar: Tienen ideologías similares y una oposición radical a Israel. Hamás son  musulmanes  suníes, mientras Hezbolá son  musulmanes chiítas, pero los dos se alían con Siria e Irán. Es una clase de alianza regional contra Israel. Hezbolá nació después de la invasión israelí de Líbano en 1982, y Hamás en el momento de la primera Intifada en 1987-88. La razón fundamental para la existencia de ambos grupos es la oposición a Israel, la lucha nacional contra el ocupante de sus territorios, la lucha contra un enemigo común identificado como Israel, y los Estados Unidos detrás de él.

La división entre suníes y chiítas en Irak se debe a factores internos peculiares al país, pero no es importante en el resto de la región. Esta división también apareció en Líbano este último año, aunque de forma menos virulenta, cuando la mayoría de la comunidad sunita, liderada por Hariri, que es aliada de los saudíes y de EE.UU., se enfrento con la mayoría de chiítas liderada por Hezbolá, aliada con Siria. Pero esta división apenas podría suponer un factor importante en países dónde las dos comunidades, chiítas y suníes, no están presentes como lo está en Irak y Líbano. En Palestina, apenas hay chiítas.

La relación de solidaridad que Hezbolá tiene con Hamás no la tuvo con la OLP o con la Autoridad Palestina cuando era liderada por Arafat. Hezbolá nunca tuvo simpatía por Arafat y menos aún la tiene por Mahmoud Abbas, en quien ellos no reconocen la oposición radical a Israel que ven en Hamás, cuando no le acusan de traicionar a la causa Palestina. El crecimiento de Hamás en Palestina se ha percibido por Hezbolá y por Irán como una victoria, e Irán fue el primer estado en ofrecer un fondo compensatorio a los palestinos cuando los fondos occidentales fueron cortados.

¿Cómo reaccionará la población Libanesa a lo que está pasando? ¿Conseguirá Hezbolá su solidaridad o se le hará responsable de su sufrimiento?

Achcar: La base popular de Hezbolá es chiíta, claro (los chiítas son la minoría más grande entre las comunidades del Líbano, ninguna de las cuales constituyen una mayoría). Pero muchos entre los suníes aprueban su acción como un gesto de solidaridad con Hamás y los palestinos, ya que la brutalidad de la reacción de Israel aumenta esa solidaridad. Por otro lado, es probable que la enemistad contra Hezbolá entre gran parte de las minorías libanesas que no son chiítas –los cristianos maronitas, los suníes, los drusos, etc.— se reforzará porque todos tienen la sensación de haber sido puestos en riesgo por una opción unilateral de Hezbolá y creen que tendrán que pagar el coste de esta opción. El riesgo, obviamente, es que las divisiones sectarias se profundicen dentro del Líbano y que esto lleve en el futuro a una nueva guerra civil. La pregunta clave es si la mayoría gubernamental libanesa se rendirá al diktat israelí a costa de una nueva guerra civil, o decide que la prioridad es oponerse a la agresión israelí y conservar la unidad del país. De momento, esta segunda opción parece estar prevaleciendo. Uno sólo puede esperar que siga siendo así. La protesta internacional contra el doble ataque israelí puede contribuir decisivamente al refuerzo de la opción de resistencia común.


[1].- Gilbert Achcar creció en Líbano y enseña ciencias políticas en la Universidad de París-VIII. Sus más recientes trabajos son La Caldera Oriental (2004), El Dilema Israelita (2006) y El Choque de Barbarismos (2d ed. 2006); un libro de sus diálogos con Noam Chomsky sobre el Oriente Medio, Poder Peligroso, será publicado por Paradigm Publishers.