Medio Oriente

 

Héroes judíos frente al terrorismo

Por Ivan Vanney
Desde Israel para Socialismo o Barbarie, 11/08/03

Frente a uno de los ejércitos y policía más fuertes y represores del mundo, y frente a un Estado antidemocrático, que cuenta con el apoyo de las mayores “democracias” del mundo, por diversas razones surgieron  distintos grupos, si bien incentivados por diferentes utopías, pero con un objetivo compartido: la paz. Ellos se enfrentan al terrorismo de Estado...

Todos ellos son los candidatos perfectos para los hospitales psiquiátricos de Israel, las cárceles y los cementerios. Ellos “traicionan a dios y a la patria”, luchando contra la nueva falange de Oriente Medio.

Estas corrientes, aunque muy lentamente, comienzan a vislumbrar el éxito de tantas décadas de luchas y vidas torturadas: cada nueva guerra iniciada por el “Estado de Israel” contra las poblaciones civiles de sus países vecinos encuentra más oposición que la anterior.

El sábado pasado, en Tel Aviv, tuvo lugar la mayor manifestación, hasta el momento, contra la guerra de Líbano, unos 7.000 civiles israelíes, algunos pertenecientes a determinadas organizaciones y otros individuos que simplemente se sumaron contra un genocidio por iniciativa propia.

La manifestación fue pacífica, aunque desde los autos, algunas personas insultaban a los manifestantes. No fue difundida en los medios de comunicación de Israel. Sería peligroso que los israelíes, sin evaluar los acontecimientos por ellos mismos y siempre apoyando ciegamente a cualquier gobierno, conozcan que hay judíos contra la guerra y se pregunten el porqué.

Los sionistas de Israel aseguran que las protestas y los comentarios contra el gobierno vienen sólo de la población árabe: “apoyan a Hezbollah; y sus representantes en el Parlamento votan por la destrucción de Israel”. Este argumento también les sirvió para expulsar en reiteradas ocasiones a los diputados arabes del Parlamento, desde el comienzo de la nueva ocupación del Líbano.

De todas formas, ¿tan absurdo sería esto después de más de medio siglo de opresión?, ¿de vivir sin igualdad de derechos?, ¿de representar a la clase social más baja del país?, ¿después de que sus parientes fueron expulsados y condenados a vivir en condición de refugiados?

Los palestinos que fueron sometidos a un Estado que los oprime por su condición étnica, tienen el derecho de adoptar cualquier postura ante la guerra, al igual que los judíos antisionistas que luchamos contra el antisemitismo y contra el genocidio perpetrado por Israel.

La policía de Israel sigue paso a paso los foros y actividades de estas organizaciones, acosa a sus militantes, los reprimen y los amenazan con cárcel o les proponen “trabajar para nosotros” delatando a sus compañeros.

Algunos de ellos terminan por irse el país, como es el caso del anarquista Matan Cohen, un objetor de conciencia y militante de “Anarquistas contra el Muro” que fue baleado en un ojo por un soldado (¡que siquiera no fue juzgado!) en una protesta en los territorios ocupados. A pesar de que los médicos diagnosticaron que fue un impacto de bala, el ejército decidió no comprometer a su soldado con la justicia y afirmó que un compañero anarquista le lanzo un piedrazo. Luego de esto el joven de 17 años ha decidido buscar un futuro en otro país.

Como puede verse por esta anécdota, como en Israel el ejército goza de un poder impresionante sobre la “justicia”. Fue el ejército quien recomendó a la Suprema Corte ilegalizar los matrimonios entre israelíes y palestinos.

Otro ejemplo de hasta dónde llega la influencia de las “fuerzas de seguridad” sobre la “justicia”, fue la famosa represión del 2000, cuando 12 ciudadanos árabes israelíes y un palestino que manifestaban pacíficamente fueron asesinados por la policía. Al menos 11 policías estaban directamente implicados en esos asesinatos. Pero la organización “Mahash” –que también pertenece a la policía y que llevó a cabo la investigación de los asesinatos– dijo a los jueces que “no había pruebas suficientes”, para acusar los policías, a pesar de que uno de ellos había admitido su culpabilidad y la de sus colegas.

Al ejército debemos sumar también los medios de comunicación. Siempre distorsionan los hechos para mostrar a los pacifistas como a delincuentes. Según los periódicos y la televisión las victimas de las represiones son siempre los que causan disturbios y enfrentamientos con “las fuerzas del orden”. Son “traidores”, “pro arabes” y “antisemitas”.

En el caso de Matan Cohen –que fue publicado también en periódicos digitales como la web del Haaretz-, muchos ciudadanos de Israel se burlaban de el y felicitaban al soldado que le había disparado en el ojo. Este joven no recibió otro apoyo que el de sus compañeros.

Otro caso fue el de los militantes del Partido Comunista israelí en la Universidad de Haifa. Hace dos años en la Universidad de Haifa se realizo una manifestación de este partido contra el dirigente del sindicato universitario, notorio por su dura política antiárabe y por apoyar a las autoridades de la Universidad que querían liquidar derechos laborales de los trabajadores. La respuesta por parte de la organización ultraderechista fue una contramanifestación violenta, en la que también participó la policía. Los únicos sancionados fueron miembros del PC, expulsados de la Universidad.

El último año, esa misma organización de ultraderecha atacó en las elecciones a activistas de otros partidos sionistas, pero menos extremistas que ellos, como a los laboristas y del Likud (¡imaginen su ideología si consideran al Likud como de izquierda!)

Al finalizar las elecciones con su triunfo “unánime”, uno de sus postulantes comento: “lo más alegre de estas elecciones es que los árabes comunistas no ganaron ni una banca”, comentario que fue respondido por un comunista. Inmediatamente se desató una riña y a pesar de que tuvimos que ser escoltados a nuestras viviendas para no ser atacados en el camino, dos de los nuestros estuvieron en proceso judicial.

Pero no todo es comunismo o anarquismo en la resistencia judía. También existe un grupo de judíos ultraortodoxos y antisionistas llamado Naturei Karta compuesto por aproximadamente 5.000 religiosos, que junto a los palestinos se manifiestan en los territorios ocupados. Consideran que actualmente el sionismo es generador del antisemitismo y que el Estado de Israel no tiene derecho a la existencia por medio de la fuerza. Sólo cuando el Mesías aparezca el mundo pacíficamente aceptará el establecimiento de la patria judía, pero nunca por medios violentos. También intentan explicar junto a sus compañeros palestinos que no es necesario imponer un Estado judío, para que los judios “retornen a Israel”: “Sea Estado islámico o democrático, árabes y judíos podemos habitar pacíficamente en este territorio, pero no en un estado sionista que signifique la expulsión y el expolio de nuestros hermanos.”

Los Naturei Karta son con frecuencia agredidos por el ejército y la policía que se aprovechan de su política extremadamente pacifista, por la cual jamás han arrojado una piedra o devuelto un golpe a pesar de que son pateados en el suelo y golpeados con machetes por la policía y los civiles sionistas en cada manifestación que realizan.

¿Quién sostiene a estas organizaciones? ¿Quién defiende los derechos humanos y civiles de sus miembros? ¿Quién les asegura que seguirán viviendo o que sus cuerpos se mantendrán completos después de la próxima protesta? Nadie… pero ahí están siempre, yo los veo y los admiro, sin importar su religión o política.