Medio Oriente

 

El tiro por la culata

Socialismo o Barbarie, periódico, 17/08/06

Si alguna vez la expresión fue apropiada, éste es el caso de la guerra de EEUU-Israel contra el Líbano con el objetivo de acabar con Hezbollah, como prólogo a la agresión contra Irán y Siria. El siguiente relato del periodista inglés Robert Fisk pinta bien los resultados (extractos tomados de “Desert of trapped corpses testifies to Israel’s failure”, The Independent, Londres, 15-08-06). Escribió este informe en la ciudad de Sfria, donde se produjo uno de los principales combates de la guerra. Las tropas sionistas que intentaron tomarla, recibieron la gran paliza y se retiraron con el rabo entre las piernas. Pero lo más importante es el saldo político de todo esto.

Sfria –o lo que alguna vez fue el poblado de ese nombre– es un lugar de casas aplastadas, muros derruidos, escombros, gatos hambrientos y cadáveres atrapados. Pero es también un lugar de victoria para Hezbollah, cuyos combatientes caminan este lunes entre la destrucción con aire de héroes. [...]

Para Hussei Kamelel-Din –el mukhtar (alcalde) de la ciudad–, no hay duda alguna. Cuando tres hombres de Hezbollah –uno herido en un brazo, el otro llevando dos magazines de municiones y un radiocomunicador– pasaron junto a nosotros entre los montones de fragmentos de concreto, Hussei Kamelel-Din les gritó: “¡Adiós,héroes!” [...]

Había que estar allí con los milicianos de Hezbollah, entre esta aterradora destrucción –muy al sur del río Litani, en el territorio de donde Israel juró que los expulsaría– para percatarse de la naturaleza del pasado mes de guerra y de su enorme significación política para Medio Oriente. El poderoso ejército israelí se ha retirado de la aldea vecina de Ghandouriyeh después de perder 40 hombres en poco más de 36 horas de combate. Ni siquiera ha logrado penetrar en la devastada ciudad de Khiam, donde Hezbollah celebraba la victoria en la tarde de este lunes. [...]

Lejos de humillar a Irán y Siria, como era el plan de Tel Aviv y Washington, esos dos llamados estados parias han quedado intactos y la fama de Hezbollah adquirió proporciones grandiosas en todo el mundo árabe. La “oportunidad” que en apariencia Bush y su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, entrevieron en la guerra en el Líbano, se volvió una oportunidad... pero para que los enemigos de EEUU exhibieran la debilidad del ejército israelí. [...]

En tanto, por la carretera que va a Beirut desde la costa, regresaba una caravana de decenas de miles de familias, apiladas en los toldos de sus vehículos, que portaban en el parabrisas banderas de Hezbollah y retratos de Nasrallah, el líder de la guerrilla. En los gigantescos embotellamientos de tránsito en torno a los derruidos puentes de la autopista y a los cráteres que tapizan el paisaje, militantes de Hezbollah repartía banderas verdes y amarillas con la palabra “Victoria”, junto con avisos oficiales en los que se llama a los padres a no dejar que los niños jueguen con los miles de bombas sin explotar que ahora yacen por todas partes.

Pero, ¿qué encontrará esta gente a su regreso? Haj Ali Dakroub, de 42 años, gerente de una constructora, perdió parte de su hogar en el bombardeo israelí de Srifa, en 1996. Ahora, otra vez, toda su casa quedó aplastada. [...]

“Mis dos hijos y yo vamos a reconstruir la casa”, comentó. “Israel puede volver dentro de 10 años y destruirla de nuevo, y entonces tendré que reconstruirla otra vez. La victoria fue de Hezbollah. Los israelíes pudieron vencer a todos los países árabes en seis días en 1967, pero aquí no pudieron vencer a la resistencia en un mes. Los hombres de la resistencia salieron de la tierra para devolver los disparos. Y aquí están todavía”.

“Salir del suelo” es una expresión que he escuchado varias veces en estas semanas... muchos de los miles de guerrilleros se refugiaron en cavernas, sótanos y túneles, y sólo salían para lanzar sus misiles o utilizar sus cohetes infrarrojos contra el ejército israelí...

¿Alguien cree que Hezbollah va a someterse a ser desarmado por una nueva fuerza internacional de la ONU y del ejército libanés, cuando llegue... si es que llega? Este lunes hubo un momento simbólico, cuando soldados libaneses asignados al sur del país se unieron a los milicianos de Hezbollah en Srifa para remover los escombros de una casa, en la que se creía que estaban enterrados los cuerpos de toda una familia. A la búsqueda se sumaron la Cruz Roja libanesa y personal de defensa civil, representantes del poder civil que supuestamente recobrará su “soberanía” de manos de Hezbollah. El mukhtar, que con tanto entusiasmo catalogó como héroes a los guerrilleros, también es representante del gobierno. Y a la entrada de esta aldea destrozada aún se ve un cartel de Nasrallah con el presidente iraní Alí Jamenei.

Lejos de empujar a Hezbollah al norte, más allá del río Litani, Israel lo ha arraigado en sus poblados como jamás lo había estado.