Medio Oriente

 

Tambores de guerra: EEUU realizará un despliegue naval en el Golfo Pérsico para advertir a Irán

¿Infierno 2007?

IAR-Noticias, 22/12/06

Mientras el Consejo de Seguridad de la ONU se apresta a votar las sanciones contra Irán, EEUU se dispone a enviar más barcos de guerra y aviones de combate destinados a reforzar su flota en el golfo Pérsico, informó ayer el diario The New York Times, que cita fuentes del Pentágono.

De esta manera, el New York Times se hace eco de las versiones lanzadas a partir del lunes en las cadenas informativas estadounidenses, que coinciden con la estimación de una escalada militar en Medio Oriente y en Asia en el 2007, donde Corea del Norte ya advirtió a EEUU -tras el fracaso de las negociaciones en Pekín- que lanzará nuevos ensayos y reforzará su capacidad de ataque nuclear.

El objetivo en la región del Golfo -según el Time- es doble: prepararse para aplicar las sanciones que el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto aprobar, posiblemente hoy, en respuesta al desafío nuclear iraní y lanzar un "mensaje" al régimen de Teherán.

Se espera que el nuevo jefe del Pentágono, Robert Gates, apruebe la próxima semana el envío de un segundo portaaviones con su correspondiente grupo de combate, que podría llegar a la zona a principios de año, señala el influyente diario neoyorquino.

Los estrategas militares pretenden que el segundo portaaviones arribe a la zona a finales de marzo.

Este calendario coincide con el plazo de 60 días que daría el Consejo de Seguridad a Irán para que cumpla con las exigencias votadas en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El rotativo precisa que estos movimientos no deben verse como preparativos de una intervención militar.

Por su parte, diplomáticos occidentales en la ONU aseguran que esta decisión está totalmente desvinculada de las decisiones que adopte el Consejo de Seguridad para castigar a Irán por sus ambiciones nucleares.

EEUU cuenta ya en la zona con el portaaviones Eisenhower, que está escoltado por varios buques de ataque y un submarino.

Estos navíos suelen transportar hasta 80 cazabombarderos y también son utilizados para operaciones que no son de combate.

Los estrategas estiman -según el Times-  que este reforzamiento de efectivos navales será útil también para apoyar o proteger a los contingentes desplegados en Irak y Afganistán. Aunque el mensaje va dirigido directamente a Teherán y Damasco.

Los rumores de un eventual reforzamiento de la fuerza naval estadounidense en la región empezaron a circular tras el encuentro del presidente George W. Bush con el primer ministro británico, Tony Blair, y cobraron forma la pasada madrugada.

Según el Times, el segundo portaaviones estaría estacionado lo suficientemente cerca del Golfo como para responder con rapidez ante cualquier "provocación" en el área.

El Reino Unido estaría considerando movilizar más efectivos, afirma The New York Times, que cita fuentes militares del Pentágono.

El último informe del Pentágono presentado ante el Congreso acusa directamente a Irán y Siria de estar minando el proceso de conciliación política en Irak, "dando apoyo a las fuerzas que están contra el Gobierno y la coalición".

El reforzamiento de la presencia militar en la región del golfo Pérsico permitirá -según el Times- controlar el flujo de materiales que puedan ser utilizados por las guerrillas en Irak y aplicar el régimen de sanciones que se decida en la ONU contra el programa nuclear de Irán.

La Fuerza Naval británica precisa que mandará dos buques para reforzar las actividades de desminado en las aguas patrulladas por la coalición.

Al portaaviones Eisenhower, que estará en la zona hasta mayo, se le sumaría previsiblemente el Stennis, que podría salir hacia la región en enero.

Según The New York Times, al doblar el número de portaaviones, los comandantes dispondrán de la capacidad necesaria para mantener un grupo de ataque cerca de Irán y otro fuera del golfo Pérsico para hacer patrullas en Afganistán.

La orden para el despliegue debe darla el nuevo secretario de Defensa, Robert Gates, que esta semana se encontraba de viaje oficial en Irak, visitando a las tropas desplegadas en el país árabe.

¿Infierno 2007?

La perspectiva del conflicto iraní en la ONU combina tres escenarios fluctuantes y simultáneos: "guerra diplomática", "guerra económica", y "guerra militar" que sobrevendría si EEUU y las potencias aliadas tampoco alcanzan una fórmula para presionar a Irán a abandonar su programa con un bloqueo económico.

Para los expertos está claro que las sanciones que están a punto de ser votadas en el Consejo de Seguridad -más allá del alcance que tengan- no amedrentarán a Irán ni detendrán su programa nuclear.

Los movimientos y las "señales" -registradas por la prensa norteamericana- son indicativos de que el eje sionista Washington-Israel-Unión Europea se aprestan a dar un "desenlace militar" al dilatado conflicto con Irán, una pieza central en el tablero del Medio Oriente.

Pero un "desenlace militar" del conflicto con Irán puede detonar un efecto encadenado en todo el Medio Oriente, empezando por Irak donde seguramente estallaría la alianza de EEUU con el gobierno de mayoría chií influenciado por los ayatolas de Teherán.

El gobierno de mayoría chií que hoy está asociado con la ocupación estadounidense, cambiaría a Washington por Teherán, y la super-embajada estadounidense y las corporaciones transnacionales asentadas en la "zona verde" deberían mudarse dejando el petróleo y los negocios de Irak en otras manos.

En ese escenario, el conflicto militar de Irán con el eje sionista encabezado por EEUU se proyectaría en Líbano y Palestina, con el ejército Sirio invadiendo Líbano y con un frente "islámico" antisionista proyectándose desde Medio Oriente al resto del mundo donde habita la parte mayoritaria de los 1500 millones de musulmanes.

Además, las acciones militares de EEUU contra Irán despertarían una ola "anti-occidental" que repercutiría negativamente en la operatividad y en los negocios de las corporaciones capitalistas, no solamente yanquis, sino europeas y asiáticas, que operan en la región.

Bancos, transnacionales y petroleras que hoy operan normalmente dentro de la llamada "región inestable del Medio Oriente", verían amenazadas sus plantas y estructuras por sabotajes y ataques continuos de grupos fundamentalistas que fluirían continuamente desde el "Irán de los ayatolas".

¿Y que pasaría con las naciones capitalistas-furgones, caso de Francia, Gran Bretaña, y Alemania, cuyos bancos y transnacionales hoy se expanden y hacen negocios en Medio Oriente con la bota norteamericana-israelí  como garantía de "orden"?

EEUU y las potencias del lobby sionista -las pruebas están a la vista- agotaron los cartuchos diplomáticos con el régimen de Teherán y ahora van por el desenlace militar, sencillamente porque no tienen otra opción.

Para los expertos está claro que las sanciones que están a punto de ser votadas en el Consejo de Seguridad -más allá del alcance que tengan- no amedrentarán a Irán ni detendrán su programa nuclear.

Además, con el seguro veto de China y Rusia, a cualquier medida que comprometa su comercio bilateral con Irán, tampoco hay garantías ni certeza de que el régimen de los ayatolás sufra un bloqueo como el que padeció Irak antes de la invasión militar en 2003.

En ese escenario Irán se perfila como el ganador de la "guerra diplomática" y de la "guerra económica" con el lobby sionista estadounidense europeo.

Esto condiciona y torna inevitable el ataque militar "preventivo" contra las centrales nucleares iraníes en el 2007.

Y contra lo que suponían los expertos: Francia y Alemania -según indican todas las señales- esta vez podrían acompañar al eje EEUU-Israel-Gran Bretaña en las acciones militares contra Teherán.

La incógnita: Rusia y China. Principalmente Rusia, cuya decisión final ante un ataque militar a Irán podría aguarle el espectáculo bélico al eje sionista. En el 2007, el infierno le podría quedar chiquito al planeta capitalista.