Palestina

 

La tortura en las cárceles israelíes y su influencia en los atentados suicidas

Tortura y martirio en Palestina

Entrevista con el Dr. Mahmud Sehwail
Por Marwan Paz Al Sehaar
Rebelión, 01/06/06

El pasado 16 de abril un martir palestino se inmolaba en restaurante de comida rápida, 'The Mayor's Felafel', de Tel Aviv, haciendo detonar una bomba que llevaba adherida al cuerpo. El resultado fueron 10 muertos y 40 heridos. La pasada semana soldados israelíes hacían varias incursiones en torno a la ciudad palestina de Jenín, disparando contra supuestos “terroristas” relacionados con dicho atentado, y provocando la muerte de 9 jóvenes.

Según varios miembros de Al Fatal y Hamas, entrevistados por Epoca, esta incursión ha sido al fruto de los violentos interrogatorios a que han sido sometidas las personas detenidas en Jenin hace menos de dos semanas, mientras los periodistas de este semanario, se encontraban en la misma. Para Ahmed Hassan, miembro de las brigadas de los Martires de Al Aqsa en Jenin, “los detenidos confesaron, mediante tortura, todo lo que los israelíes necesitaban oír para justificar sus incursiones en suelo palestino. La tortura es la tarjeta de crédito que otorga a los israelíes las confesiones que necesiten para hacer lo que quieran con nosotros”.

Un español contra la tortura

El Dr. Mahmud Sehwail, director del Centro de Tratamiento y Rehabilitación para las Victimas de la Tortura (TRC), estudió psiquiatría en Zaragoza y habla un perfecto castellano. Nos reunimos con él en la sede central de TRC de Ramallah.

Palestino de nacimiento, aunque con pasaporte español, el Dr. Sehwail lleva más de 20 años luchando contra la tortura en las cárceles, tanto palestinas como israelíes. En su opinión, el trauma colectivo que sufre la sociedad palestina, a causa de la violencia, es el origen de los atentados suicidas palestinos, y de las replicas israelíes.

“Puedo decirle que 5.000 personas palestinas han muerto en la intifada actual – nos explica el Dr. Sehwail, en su despacho de Ramallah–, mas de 60.000 heridos, centenares de miles de árboles arrancados, miles de casas destruidas… casi el 40% de la población masculina ha sido detenida una vez, o mas. Y de la población general, el 22%. Es una población traumatizada en masa. Casi el 68 o 70 % de los niños palestinos han presenciado o han sido sometidos a violencia israelí. O sea que el daño psicológico es muy grande”.

Solo en 2005, el Dr. Sehwail y sus colaboradores del TRC hicieron más de 8.000 visitas a casas de familias afectadas por la tortura en Palestina, y según sus cálculos, durante los primeros seis meses de 2006, este año superarán esa cifra. Sin embargo, el director del TRC también realiza visitas a las prisiones israelíes, donde se gestan, en su opinión los futuros martires.

“Yo he hecho 316 visitas a cárceles israelíes. Cada vez que voy a una cárcel israelí me digo a mi mismo, es la última vez. Primero porque tengo que esperar varias horas para poder entrar. A veces, 4, 6, 8 horas y no lo consigo. Hice también varias a cárceles palestinas, desde la llegada a la Autoridad Palestina en 1995/96. En las cárceles israelíes la tortura es bien organizada y planeada, en las palestinas los que torturan a otros son gente que ha sido detenida y torturada en cárceles israelíes y ha aprendido la técnica. El torturado se convierte en torturador. Como ha ocurrido con nazis y judios”.

El TCR, además de su sede central en Ramallah, tiene sucursales en otras poblaciones palestinas, como Jenin, Nablos o Gaza y hasta ellas nos desplazamos para recoger el testimonio de los torturados. Los desplazamientos internos en el país son extremadamente complicados. Para evitar los chek point o controles militares israelíes, donde podríamos ser retenidos durante horas, hacemos lo que todos los palestinos; bordear las carreteras principales viajando por las montañas. Atravesando senderos, pistas y caminos que terminan por averiar los humildes coches de nuestros anfitriones. Pero si utilizásemos las carreteras israelíes, y nos identificásemos como periodistas que acudian a entrevistar a miembros de Al Fatal, Hamas, las brigadas de Al Aqsa, o la Jihad Islámica, con seguridad no pasaríamos del primer control militar.

Abusos sexuales y humillación

Isan es un hombre prematuramente envejecido, que arrastra el trauma de la tortura desde antes de la primera intifada, hace casi 20 años. Nos reunimos con él en una de las oficinas del TCR. Necesitamos la intercesión de uno de las psiquiatras del centro, que lleva su caso, para que Isan nos permita grabar la entrevista, garantizándole que su identidad quedará en el anonimato. A pesar de los años que han transcurrido Isan se sigue sintiendo traumatizado y avergonzado. “Me detuvieron cerca de Ramallah. Me interrogaron durante dias, yo era muy joven, y no tenía nada que confesar. Como no respondía a los interrogatorios me violaron en la cárcel… ya no puedo vivir como un hombre…”.

Según nos explica Jamal Daglas, psicólogo en el TRC de Jenín, los abusos sexuales eran más utilizados por los interrogadores israelitas anteriormente, y sobretodo con las mujeres, pero los traumas de aquellos violados y violadas, continúan en la actualidad. Y el TRC se ha enfrentado a varios casos de palestinos que afirmaban haber sido violados durante los interrogatorios, y que terminaron suicidándose por la vergüenza. En la sociedad árabe e islámica, el abuso sexual es psicológicamente aun más traumático que en occidente.

Sin embargo, tanto Jamal Daglas como Mahmud Sehwail coinciden en que las técnicas habituales en los interrogatorios israelíes son otras: “Privación de sueño, aislamiento, humillación, golpear, pero sobretodo el sabaj…”. El sabaj consiste en colgar, con los brazos a la espalda, sobre la cabeza, boca abajo, etc, al interrogado, durante horas o a veces dias enteros. Desnudos, o en ropa interor, el peso del cuerpo, colgado de una cuerda, termina por producir grabes luxaciones, y dolorosisimas lexiones en brazos, espalda, axilas, etc.

Hassan y Mahmud son dos hermanos con los que nos reunimos en su domicilio de Jenin. Tanto ellos, como 8 de sus 10 hermanos, fueron detenidos e interrogados en alguna ocasión. Su casa fue bombardeada por los soldados israelíes y reconstruida por la familia una vez derribada. Y durante su estancia en prisión, ambos hermanos sufrieron la tortura de la cuerda. “ Primero te desnudan –explica Mahmud, que vivió varios meses en España y habla un poco de español, mientras su hermano Hassan asiente–, lo que te hace sentir humillado. Pero la vergüenza se te pasa cuando llega el frío y el dolor en los huesos. A mi me ataron las manos a la espalda y luego me colgaron de ellas durante horas. Es un dolor insoportable cuando todo el peso te cuelga de los brazos luxándote los hombros. Mi hermano lo llevo peor… el estuvo más de un día así”.

En un colegio de Merkeh, cerca de la población de Cabadia, visitamos una reconstrucción de los centros de interrogatorios israelíes que los alumnos, por desgracia, han conocido personalmente. A partir de los 14 años de edad, la mayoría de los varones palestinos son detenidos e interrogados en alguna ocasión, y fruto de ese paso por las cárceles israelíes es la reconstrucción realizada por los alumnos del colegio de Merkeh. Además de las celdas, las salas de autopsias, y los patios rodeados de alambradas, los estudiantes reconstruyeron con maniquíes las salas de interrogatorios, y los cuerpos de los palestinos, sometidos a sabaj.

No obstante la mayoría de las víctimas de tortura que entrevistamos coinciden en que las torturas físicas, son menos traumáticas que las psicológicas.

Hamsa vive en el campo de refugiados de Bethlehem (Belén). La primera vez que fue detenido, el 23 de febrero de 2004 fue víctima de una “detención administrativa”. Según la ley israelí, es posible detener a un sospechoso para su interrogatorio, por un periodo de seis meses, sin juicio, sin abogado, y sin derechos. Y ese periodo de tiempo es renovable indefinidamente…

“Me llamaron del campo a un Centro de Investigación –nos explica Hamsa en una de las aulas tiroteadas del campo de refugiados– y me retuvieron allí durante 23 días, en una celda de 1 metro por metro y medio. Y después me trasladaron a otra cárcel, en Ramallah, donde me tuvieron otros 30 dias. Y luego a otra cárcel durante 13 meses. Los primeros seis meses como detención administrativa, y luego la renovaron. Decían que yo había tirado un coctel molotov a los soldados. Yo tenia 15 años”. Las detenciones administrativas son uno de los instrumentos de presión, para romper la moral palestina, que el gobierno israelí utiliza con más pericia, pese a que la organización Amnistía Internacional, ha desarrollado numerosas iniciativas contra esta y otras formas de tortura empleadas por Israel contra el pueblo palestino, desde la segunda intifada. En su página web http://www.es.amnesty.org/ se ofrecen varios dossieres monograficos sobre la tortura en las cárceles israelíes, y se facilitan impresos de protesta, que cualquier ciudadano puede enviar por mail al gobierno israelí, para manifestar su protesta.

Terroristas islamistas… ¿cristianos?

“Pero lo peor no es la tortura física, los palestinos aguantamos mucho. Lo peor es la tortura psicológica”. Quien esto afirma es Aiman M., quien fue un líder de los Martires de Al Aqsa en Belén durante la anterior intifada, y que nos recibe en su domicilio, con su esposa e hijos.

“Me detuvieron por primera vez el 14 de agosto de 1981. Después de 2 dias de estar detenido destruyeron mi casa, en la que estamos ahora, y yo la reconstruí. En aquella época Ariel Sharon era ministro de defensa y decidió que yo me quedara en la cárcel tres años y medio, hasta 1985. Después de salir de la cárcel todo el mundo sabía como soy yo, pero los israelíes ya me tenían fichado en su lista negra. Cuando llegó la primera intifada volvieron a detenerme otra vez, a principios de marzo de 1988. Esa fue una detención administrativa. Yo llevaba una vida normal, pero me detuvieron así para evitarme en la intifada. Después de 1988 han vuelto a detenerme, administrativamente, dos veces mas”. Para Aimán, que fue un líder de la resistencia palestina contra la ocupación israelí, las torturas, las palizas o el aislamiento en prisión, no suponían tanto dolor como saber que en esos momentos su casa estaba siendo destruida y su reciente esposa, embrazada de su primer hijo, también sometida a interrogatorio.

Las Brigadas de los Martires de Al Aqsa, junto con la Jihad Islámica y Hamas, son consideradas internacionalmente como organizaciones terroristas. Desde el 11–S, la prensa internacional ha vinculado toda supuesta organización terrorista en el mundo árabe con Al Qaeda y el terrorismo islamista. Lo sorprendente es que Aimán, como un alto porcentaje de los miembros de los Martires de Al Aqsa, es cristiano.

“Las Brigadas de Al Aqsa, son del partido Al Fatah, y Al Fatah es un partido laico – Nos explica Fayez Saqqa, miembro del parlamento palestino por el partido Al Fatal–. Entre su militancia, por supuesto, hay cristianos, hay musulmanes, hay gente que no tiene un pensamiento religioso. Es decir, es una formación política, no religiosa”. Para el parlamentario de Al Fatal, casado con una burgalesa y gran amante y conocedor de la cultura española, la identificación que se ha hecho de la resistencia palestina, con el terrorismo islamista, es fruto de una campaña de propaganda israelí y norteamericana, meticulosamente orquestada para enemistar a occidente con la causa palestina. Tras el 11–S el terrorismo islamista es el nuevo enemigo de mundo, y asociar a los grupos palestinos con Ben Laden, supone la mejor excusa para retirarles la ayuda humanitaria.

Fayez Saqqa, que lleva en su cuerpo las cicatrices de tres balazos recibidos durante incursiones israelíes en Palestina, y que también se considera miembro de la resistencia, tiene mas puntos en común con el ex lider de las Brigadas de Al Aqsa en Belén. Ambos son miembros de Al Fatah, ambos son cristianos (Saqqa católico y Aimán ortodoxo), y aun así, ambos fueron detenidos e interrogados por los militares israelíes, acusados de terroristas islamistas…

Las victimas infantiles… los “terroristas” del futuro

Uno de las mayores preocupaciones del TCR y del Dr. Mahmud Sehwail son los niños: “Tenemos un programa continuo para niños. El 68% de los niños palestinos han sido sometidos o han presenciado violencia. Han presenciado la muerte de sus amigos, han sido sometidos a bombardeos de sus casas, escuelas… Mira, yo trate mucha gente en la primera intifada, en el 87/88, y los niños que se han creado en la primera intifada, dirigen la actual. Los niños que se han creado en esta intifada, yo creo que van a dirigir la tercera intifada”.

Esta es una de las cosas que mas preocupa a los padres palestinos. En su despacho del Ministerio de Turismo y Antigüedades nos recibe Judeh George Morkus, ministro de dicha cartera, y uno de los políticos cristianos del gobierno de Hamas. El ministro Morkus manifiesta su preocupación por el clima de violencia que rodea a los niños palestinos en si vida diaria. Las armas, los tanques, los bombardeos, forman parte de la rutina diaria de cualquier niño palestino. “Yo soy padre y tengo que responder a las preguntas de mi hijo, que me dice qué está pasando, por qué vivimos así y no puedo responderle. Cuando el ve la TV y ve como viven otros niños en otras partes del mundo, como pueden viajar, jugar, y cómo se pueden bañar en el mar, y él no puede llegar al agua…Para el 90 % de los niños palestinos, sus juguetes favoritos son armas de plástico… tienen muchos juegos, pero el siempre coge la pistola, porque esta viendo todo el día a los soldados israelíes, sus armas, y es lo que quiere”.

Tanto el Mossad, como otros servicios de información israelíes, son conscientes de esa familiaridad de los niños palestinos con las armas, propiciada por la ocupación. De hecho somos testigos de que basta dirigir una cámara de fotos a un grupo de niños para que posen como si tuviesen armas en las manos. De hecho las fotos de niños armados, posando con sus padres, mártires palestinos, decoran todas las calles y casas del país. Desgraciadamente, este fenómeno ha convertido a miles de niños palestinos en daños colaterales.

En Jenin conocimos, por ejemplo, a Mohamed, de 10 años. Durante una incursión de las tropas israelíes en la zona fue atacado por los perros de los soldados, que le dañaron gravemente el brazo. Arcán no tuvo tanta suerte. Se encontraba cerca de una manifestación de Hamás que fue dispersada a tiros por los soldados israelíes, y una bala lo dejó para siempre postrado en una silla de ruedas. Yihad, aun tuvo peor fortuna. Él también esta en una silla de ruedas, pero porque un tanque israelí le amputó la pierna izquierda. Tenía 12 años cuando ocurrió, al recibirnos en su casa, hace dos semanas, ya había cumplido los 16, pero desde que perdió la pierna no se ha atrevido a volver a salir a la calle ni a asistir al colegio.

Ese resentimiento y ese temor, que convierte a los niños palestinos en un grupo social traumatizado colectivamente, será el origen de nuevos problemas en el conflicto arabe–israelí en el futuro, y no sólo por las consecuencias psicológicas que sufren esos niños, sino por como pueden influir en su círculo familiar.

Uno de los casos más significativos que nos relató el Dr. Mahmoud Sehwail desembocó en las portadas de la prensa internacional, y en los listados estadísticos de los atentados suicidas en Palestina: “Hace 3 o 4 años yo estaba invitado en un programa en la radio, un programa para gente afectada. Un hombre llamó de fuera diciendo que sus hijos han presenciado la muerte de su madre por los israelíes, y esos niños se han vuelvo violentos, agresivos, en contra de otros en la escuela, en la calle. Y el hombre pedía un consejo, una ayuda psicológica. Nos enteramos después de un mes de que ese hombre se voló a si mismo en Israel. No pudo manejar su trauma. La única salida para él fue el suicidio”.

La crisis que viene

El parlamentario Fayez Saqqa, miembro de Al Fatah, sugiere que el inesperado triunfo de Hamas, en las ultimas elecciones palestinas, quizás solo fue una sorpresa para los palestinos. En su opinión Hamas pudo haber sido victima de una brillanto operación de la CIA y el Mossad, que primero consiguen que dicha organización se incluida en el listado de grupos terroristas internacionales, y que luego gane las elecciones en el país. La consecuencia inmediata es que ningún gobierno democrático podría establecer relaciones diplomáticas con una organización terrorista, lo que supone el cese de ayudas humanitarias, acuerdos comerciales, etc. Por esa razón, en estos momentos, muchos funcionarios llevan 3 meses sin cobrar su sueldo; los hospitales palestinos empiezan a notar las carencias de ciertos medicamentos, y el pueblo palestino, en definitiva, siente como su ahogamiento es cada vez más rápido. El triunfo de Hamas, en unas elecciones democráticas controladas por observadores occidentales, y el traspaso de poder de Al Fatah a Hamas, en un ejercicio de ejemplar democracia inédito en los paises árabes, solo ha supuesto un empeoramiento de las condiciones de vida para el pueblo palestino. Y una nueva forma de tortura para las familias que ven como empiezan a escasear hasta los elementos de primera necesidad.

Ander M. Zboun es padre de 4 hijos, musulmán y miembro del Parlamento Palestino por Hamas. Ha sido detenido en 3 ocasiones y su casa fue destruida. Antes de ganar las elecciones, fue profesor de universidad en Inglaterra. De trato muy cordial y amable, no cede un ápice, sin embargo, a la hora de defender a su partido del boicot internacional. “Todavía no existe una definición internacional sobre que es terrorismo. Cuando preguntaron a Bush que era terrorismo dijo que el terrorismo era el Demonio. Y eso supone para los israelíes y norteamericanos el terrorismo: todo lo que va contra ellos. Todo el mundo debe saber la diferencia entre resistencia y terrorismo. Lo que hace el pueblo palestino es resistencia a la ocupación. Y podemos verlo muy claro con lo que ha pasado en Irak o en Afganistán, o lo que esta pasando ahora con el pueblo palestino. Por ejemplo, en Irak todos los informes de la CIA resultaron falsos, y sin embargo han muerto ya un millón de iraquies desde que empezó la guerra”.