Palestina

 

Israel ataca Gaza y fracasa la estrategia de la “guerra civil”

IAR Noticias, 19/05/07

El jueves, Israel lanzó una nueva operación terrestre y aérea contra la Franja de Gaza que rompió la tregua establecida luego de los bombardeos de fines del año pasado que terminaron con la vida de más de 200 palestinos, entre ellos mujeres y niños, y le costó al Estado judío una condena en la ONU y una severa repulsa internacional. Los nuevos ataques paralizaron el enfrentamiento entre Hamás y Al Fatah haciendo fracasar la estrategia de guerra civil impulsada por el eje Washington –Tel Aviv.

Los tanques israelíes volvieron a ingresar a Gaza y, entre jueves y viernes, ya han matado a más de 12 palestinos, 6 de ellos muertos en un bombardeo lanzado en las primeras horas del viernes, mientras las fuerzas de la resistencia palestina han continuado con sus lanzamientos de cohetes contra Israel y al menos seis de esos proyectiles han caído en espacios abiertos de la localidad de Sderot, situada a escasos metros de Gaza, según informó la radio pública israelí.

Las nuevas operaciones militares israelíes, no solamente quiebran la tregua establecida a fines del año pasado, sino que también decretan el fracaso de la estrategia de división y enfrentamiento (y neutralización de los ataques a Israel) que el Estado judío venía operando entre Hamás y Al Fatah para preservar a sus tropas del desgaste político de los bombardeos.

Luego del fracaso de su invasión armada a Gaza el 26 de junio de 2006, y después de asesinar a más de 400  palestinos, y sin poder derrotar militarmente a Hamás, el eje sionista Washington–Tel Aviv resolvió cambiar de estrategia y apostar a la división y al enfrentamiento interno.

La nueva operación militar lanzada desde el jueves por el desgastado gobierno de Olmert, fue decidida luego de que los ataques palestinos con cohetes a ciudades israelíes se incrementaran nuevamente, pese al enfrentamiento interno entre Hamás y Al Fatah.

Las organizaciones de resistencia palestina trenzadas en combates no detuvieron (como preveía Israel) los ataques contra suelo israelí y obligaron al ejército judío a emprender nuevos ataques y bombardeos que lo exponen nuevamente al rechazo internacional.

La estrategia de la "guerra civil"

La operación respondía a una táctica divisionista, como la utilizada en Líbano para enfrentar a Hezbolá con el gobierno libanés, o la utilizada para dividir y enfrentar a sunies y chiíes en Irak, y cuya columna vertebral es la instalación de la guerra civil.

La cuestión palestina, tanto como Siria, el Libano e Irán son temas estratégicos centrales para el lobby judío que controla la Casa Blanca, tanto con republicanos como con demócratas.

El triunfo electoral y el ascenso al gobierno de Hamás, el año pasado, produjo un flanco de debilidad en la estrategia de remodelación del Medio Oriente de los halcones ultraderechistas de Washington y el Pentágono.

Imprevistamente, el demoledor triunfo electoral de Hamás modificó el tablero y las relaciones de fuerza: Hamás, por imperio de su victoria en las urnas, pasó de ser minoría "extremista" a "mayoría democrática" en el territorio palestino conquistado por los tanques israelíes.

En Washington y en Tel Aviv saltaron todos los tapones: la situación quebraba las reglas establecidas y creaba un nuevo escenario donde los "malos" (el "terrorismo" de Hamás) pasaban a ocupar el lugar de los "buenos" (el gobierno de la ANP controlado por Al Fatah, alumno aplicado y maleable de la estrategia judeo–norteamericana.)

Luego de fracasar con la invasión militar del 26 de junio de 2006, y de los bombardeos de fin de año, el Estado judío y sus aliados Washington–Unión Europa, optaron por la estrategia del bloqueo económico y la política de división y enfrentamiento.

El "caballo de Troya"

Repitiendo el mismo esquema que utilizó tras su derrota en Líbano (enfrentar a Hezbolá con el gobierno libanés) el eje sionista apeló a su vieja alianza con el presidente palestino, Mahmud Abbas, para conseguir un enfrentamiento entre Hamás y Al Fatah, las dos estructuras armadas oficiales palestinas.

Al Fatah y Mahmud Abbas cuentan con el abierto apoyo del eje sionista Washington–Tel Aviv, que antes de fin de año les había proporcionanado fondos económicos y armas para reprimir a lo que consideran como el gobierno "terrorista" de Hamás, que asumió luego de derrotar en elecciones al partido del presidente de la ANP.

En los últimos días del año pasado, Washington y Tel Aviv hicieron explícita sus alianza con Abbas y Al Fatah haciendo pública su intención de restituirle fondos del bloqueo a cambio del llamado a nuevas elecciones para sacar a Hamás del poder.

Washington y Tel Aviv activaron y alimentaron ese enfrentamiento en los últimos meses a partir del desembozado apoyo al proyecto de Abbas de llamar a nuevas elecciones, anulando las que legítimamente ganó Hamás a principios del 2006.

Los elogios desmedidos a Abbas, tanto de Israel como de EEUU y Gran Bretaña,  rompieron el "bajo perfil" que el eje sionista venía sosteniendo con el presidente de la ANP, levantando una ola de indignación entre los seguidores de Hamás.

Utilizando el bloqueo económico (que ya ha causado, según la ONU una catástrofe humanitaria en Palestina) el eje Washington–Tel Aviv–Unión Europea aprovechó para lanzar una estrategia de división y de enfrentamientos con peligro de guerra civil, para luego esgrimir un "alternativa democrática" con el llamado a elecciones por Abbas.

A ese objetivo respondió el envío de armas de Washington a Abbas desde Egipto en diciembre pasado.

Las fuerzas de seguridad del presidente palestino, Mahmud Abbas, recibieron armas y municiones en Gaza a través de Egipto, en un intento de EEUU e Israel por reforzar la posición de su aliado frente a Hamás, la organización armada con la cual mantiene una guerra interna por el poder, según informaron el jueves medios israelíes.

Fuentes citadas por los medios israelíes señalaron que Washington ejecutó una serie de envíos anteriores de armas y municiones a la guardia presidencial de Abbas desde Egipto y Jordania.

Por su parte, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, solicitó al Congreso,  una partida de dinero para fortalecer a las fuerzas de seguridad de Abbas y la ANP, la mayoría de cuyos miembros pertenecen a Al Fatah.

El coronel de la CIA

El coronel Mohamed Dahlan, un asesor clave del gobierno de Abbas, es un doble agente de la CIA y el Mossad, es el principal promotor de la política de enfrentamiento entre Hamás y Al Fatah.

El coronel Mohamed Dahlan, nacido en 1961 en Gaza, es un ex responsable de la Fuerza de Seguridad Preventiva en Gaza en tiempos de Arafat, y ha tenido una implicación directa en los acuerdos alcanzados con Israel y con la CIA en materia de seguridad en el marco del Acuerdo de Oslo.

De esa época viene su vinculación con Mahmud Abbas (Abu Mazen), fundador de Al–Fatah, secretario general del Comité Ejecutivo de la OLP desde 1996 y arquitecto del Acuerdo de Oslo (1993).

Al igual que Dahlam, Abbas mantiene unas privilegiadas relaciones con EEUU y Jordania y ha sido un reconocido negociador con los israelíes.

Dahlan, considerado el "hombre fuerte" de la seguridad palestina, fue el coordinador de los entrenamientos sobre "guerra contraterrorista" de las fuerzas de seguridad palestinas impartidos por la CIA y el MOSSAD como parte de los acuerdos de Oslo.

Con Mahmud Abbas, y respondiendo a sus órdenes, Dahlan llegó con una misión concreta: desarmar a la guerrilla palestina y poner en marcha la llamada "Hoja de Ruta", un plan que contaba  con la bendición del Departamento de Estado y las autoridades de Tel Aviv.

El coronel palestino, fue un elemento clave de la estrategia para utilizar al gobierno de la ANP, en manos de Abbas y Al Fatah, en la represión de las organizaciones armadas que resisten a la ocupación israelí.

Al igual que Abbas, Dahlan es un enemigo declarado de Hamás, y como el presidente de la ANP adscribe al proyecto de "combatir al terrorismo" simbolizado en las organizaciones que resisten con las armas y no reconocen al Estado de Israel.

Todas las operaciones lanzadas por Al Fatah contra Hamás en los últimos días tuvieron al coronel de la CIA como instigador y cerebro principal.

Paradojalmente, las nuevas operaciones militares y asesinatos de Israel de las últimas horas en Gaza, ponen nuevamente al Estado judío como el "enemigo principal" de las organizaciones armadas palestinas.