Paraguay

 

Nicanor y el FMI van por más

Por Marco Boltes
Socialismo o Barbarie, periódico del Agrupamiento por el Socialismo, Paraguay, marzo 2006

Presentamos dos textos publicados en la primera edición del flamante periódico de la organización hermana en Paraguay, el Agrupamiento por el Socialismo. Los compañeros además están consolidando su presencia en Asunción con un nuevo local. Los artículos que reproducimos dan un panorama de la situación política paraguaya y de los desafíos que presenta para una organización marxista revolucionaria.

Las internas de la Asociación Nacional Republicana (ANR-Partido Colorado) son la verdadera puja entre las diferentes fracciones de la burguesía paraguaya por el control del aparato del estado. La ANR es el principal instrumento político de dominación de la burguesía, con casi 60 años en el poder (de los cuales 35 fueron como sostén de la dictadura de Alfredo Stroessner).

El proyecto proimperialista encabezado por Nicanor Duarte Frutos arrasó en las votaciones coloradas. Los fieles seguidores del FMI han triunfado sobre sus pares “descarriados”, la burguesía contrabandista y pirata representada en la lista encabezada por Osvaldo Domínguez, conocido empresario del contrabando y la falsificación de cigarrillos, en dupla con el nieto del ex dictador, “Goli” Stroessner.

Con esta aplastante victoria, la burguesía legalista y proimperialista se afirma sobre todos sus rivales, ya que el otro proyecto burgués que representaba algún peligro fuera de las reglas de juego impuestas por el imperialismo, el oviedismo, hace mucho tiempo que está fuera de combate. Ahora el FMI, ni lerdo ni perezoso, ya se ofreció a firmar un nuevo acuerdo stand by hasta el 2008, por la buena letra hecha en cuanto al superávit necesario en las recaudaciones, y con la tranquilidad de que la casa está en orden.

Nicanor hace campaña, los trabajadores pagan

La victoria de Nicanor por la titularidad de la presidencia del Partido Colorado tuvo como principal respaldo el uso y el abuso del aparato estatal con fines proselitistas. Nadie puede negar que su principal operador político para estas internas partidarias fue Víctor Bernal, el director paraguayo de la Binacional Itaipú, con cuyos fondos se pagaron verdaderos “spots publicitarios”, disfrazando de obras sociales a una campaña de asistencialismo electoralista barato.

Por otra parte, el otro puntal de la campaña lo conformó la dupla “menonita” dilecta del FMI, conductora del ministerio de Hacienda, el ministro Ernst Bergen y su viceministro en tributaciones, Andreas Neufeld. Los mismos se encargaron de sacar plata de donde sea; incluso en los últimos tramos prácticamente extorsionaron a la clase media de las Pymes mediante intervenciones y consecuentes multas a cuantas empresitas y boliches en “estado irregular” figuraban en su lista. Por supuesto, en ningún momento se tocó a las grandes empresas, pues el sistema tributario se orienta a eximir de impuestos a la mayoría de ellas, en especial a las que cuentan con capital trasnacional, las verdaderas evasoras multimillonarias del fisco.

Pero esto de multar a diestra y siniestra es sólo una de las formas de recaudar del oficialismo. La mayor parte del dinero utilizado por Nicanor provino del ajuste violento de cinturón al que somos sometidos diariamente los trabajadores desde la aplicación del stand by por el FMI, es decir ajuste fiscal (impuestazo e inflación). Nicanor, con la plata de Itaipú, da 5 para “figuretear” y saca 100 para poder pagar al imperialismo, al FMI, mientras él y sus personeros se quedan literalmente con las comisiones, como es el caso del viceministro Neufeld, que se autoasignó un buen porcentaje de las multas. A fin de cuentas, los trabajadores somos los que pagamos y seguiremos pagando las campañas electorales de Nicanor.

Nicanor y la Reforma Neoliberal del Estado

A tan sólo horas de conocer la victoria sobre su principal oposición en el Partido Colorado, por una ventaja de 250.000 votos, Nicanor baja la propuesta de llamar a un referéndum para modificar la constitución y así poder ser reelecto por otro período en el 2008.

Salvando las distancias, estamos frente a otro Menem u otro Fujimori. El imperialismo, para seguir su proyecto recolonizador en Paraguay, necesita de un dictadorzuelo que le garantice estabilidad –actualmente Nicanor tiene el control casi absoluto del aparato estatal: poder judicial y mayoría en el Congreso– para seguir saqueando a los trabajadores y ahora también a la ya muy golpeada clase media.

La reelección por otro período significa darle continuidad al proceso ya iniciado, que está en marcha lenta pero por ahora segura, de reforma del estado.

Más de algún incauto dirá: ¿cuál reforma de estado?, si las cosas siguen igual o peor que antes en el aparato estatal, agigantado e incapaz. Pero aunque no lo parezca, desde que asumió Nicanor, primero con el ministro Borda y ahora con Bergen, se ha producido una verdadera reforma neoliberal del estado. El mismo se ha transformado en una muy afinada y competente máquina de recaudar impuestos para pagar los servicios de la deuda externa. Para tener una idea, el superávit fiscal del mes de febrero alcanzó un 20% más que lo recaudado durante el mismo mes del año pasado.

Y tal es su grado de especialización que, en cambio, dentro del presupuesto general de gastos, lo destinado para obras públicas, salud, educación, vivienda y ni hablar para la cuestión agraria ha disminuido a casi la mitad de la miseria que los otros gobiernos anteriores destinaban a tales efectos. Eso sí, la deuda se paga religiosamente en tiempo y forma. Nicanor está logrando lo que esos gobiernos, los que siguieron a la dictadura, no han podido.

Por ahora, Nicanor ajustó cuentas con sus competidores y salió airoso. Ahora hay que ver cómo responden él y sus adeptos cuando la democracia de ricos, aunque ofrezca referéndum, elecciones y reelecciones, ya no pueda ocultar las muertes de compañeros campesinos con total impunidad a manos de asesinos a sueldo al servicio de terratenientes. Como tampoco el desempleo que crece, ni las cada vez más largas colas frente a Identificaciones en busca de pasaportes y visas, pero por sobre todo cuando las trabajadoras y trabajadores del campo y la ciudad empiecen las movilizaciones conjuntas por tierra, empleo para todos y mejores condiciones de vida, que ya están previstas para este mes de marzo.