Paraguay

 

Crónica de una furia anunciada

Agrupamiento por el Socialismo, 11/12/06

La jornada de rabia e indignación por la espantosa y cruel impunidad otorgada a los acusados de la muerte de 400 personas en el incendio del supermercado Ykua Bolaños, no fue un hecho surgido en forma aislada. Estalló la indignación acumulada por varios años de ataques al nivel de vida de la población, corrupción generalizada del régimen, terrorismo de estado, y criminalización de la lucha social,  pero que en el lapso de  unas dos semanas se evidenció de tal forma.

En menos de 15 días pudimos ver  primero como asesinaban a sangre fría a un niño de tan solo 11 años al salir de un estadio de fútbol en Asunción. Murió a manos de un  loco armado y protegido por el ministro del interior Rogelio Benítez,  mentor de los grupos paramilitares  que se hacen llamar eufemísticamente “guardias ciudadanas”. El asesino de nombre Piatti formaba parte de la dirección de una de estas organizaciones.  En el interior del país, estos grupos armados al servicio de latifundistas, son los responsables de varios asesinatos (hasta ahora impunes)  de dirigentes y activistas campesinos.  Seguramente, en este caso el asesino estaba convencido de que también iba a gozar de la misma impunidad que sus pares del campo. Pero se equivocó ya que  entre vecinos,  parientes de la víctima,  y barras bravas de un conocido club de fútbol,  casi lo linchan, lo salvó la represión de manos de la policía anti motines.

Días después, el jueves 30 de noviembre, se estudia en el Congreso, específicamente en la Cámara de Senadores el presupuesto de gastos de la nación para el año 2007. El proyecto de presupuesto,  de entrada misérrimo destinado a Salud Pública y Educación,  es de nuevo recortado quedando los hospitales como el de Clínicas  o  la Universidad Nacional en la banca rota sin posibilidades reales de funcionar. Se acumula más rabia e indignación. 

En repudio a los recortes asesinos, pues una disminución  de 169.737 millones de guaraníes (unos 31.400.000 US$)  en el presupuesto significa de hecho la futura muerte de miles de paraguayos pobres por falta de asistencia médica, los trabajadores de la salud y estudiantes de medicina realizan una sentata en los alrededores del Congreso no dejando salir a los senadores,  y nuevamente acudieron al rescate los policías anti motines.

A pocos días de la dura represión de los trabajadores de la salud y los estudiantes, el senador Juan Carlos Galaverna, figura prominente del Partido Colorado y del régimen celebra su cumpleaños con un banquete para 2500 personas en su propiedad de Ypacarai. A la “modesta” recepción acuden en orden de importancia el propio Nicanor Duarte Frutos, la bancada oficialista del Congreso en pleno, tres miembros de la corte suprema de justicia, varios fiscales y jueces,  y no pocos dirigentes y operadores colorados de primera y segunda línea. La realidad demostró crudamente que la tan mentada institucionalidad de la democracia, la separación e independencia de los poderes del estado,  no pasa de mera retórica demagógica. Todo se cocina y arregla “democráticamente” asado de por medio. El acontecimiento tiene gran destaque en la prensa. La rabia y la indignación entre los trabajadores y el pueblo siguen creciendo.

Por fin,  se llega a la fecha en que se dictaría sentencia en el juicio oral y público sobre el caso Ykua Bolaños,  culminando un proceso largo y doloroso de dos años. Previamente ya corrían rumores de que los jueces habrían aceptado una coima de 800.000 dólares para liberar a los acusados. A pesar de ello las víctimas y familiares afirman confiar en la justicia.

Cuando se terminó de oír la lectura del fallo del último de los tres jueces, no lo podían creer, el estupor se apoderó de las gradas cuando el crimen fue calificado de homicidio culposo, el cual según la  legislación paraguaya es penado con un máximo de 5 años de cárcel.

El estupor no duró mucho, las victimas, los familiares, los estudiantes, los trabajadores, las organizaciones sociales,  los vecinos dijeron basta!!.  Los enfrentamientos en las calles con los viejos conocidos de la policía antimotines se iniciaron a las 3 de la tarde y se prolongaron hasta las 10 de la noche.

La hipocresía de los defensores del statu quo no tardó en aparecer,  los lenguaraces de la prensa patronal reconocieron el derecho que tienen  las victimas a “expresar su dolor”, pero que bajo ningún caso tienen derecho a destruir propiedad privada y cometer actos vandálicos, aunque la propiedad objeto de tales actos pertenezca a los asesinos de sus hijos/as, hermanos/as, padres… No se pueden sentar precedentes que pudieran lamentar los explotadores.

Al día siguiente después de una noche en tensa calma, los familiares y víctimas, la Federación de  Trabajadores de la Salud, los estudiantes de casi todas las carreras de la UNA, las organizaciones sociales, se concentraron en las plazas del cabildo para exigir justicia y que la cámara de diputados se ratifique en el proyecto original (sin los recortes) de presupuesto para el 2007. De nada sirvió el imponente operativo policial con fines de atemorizar  -franco tiradores incluidos-,  la concurrencia fue masiva. Ante la presión y en vista de los acontecimientos del día anterior los diputados por unanimidad deciden ratificarse y pedir la aprobación del presupuesto sin recortes. El presupuesto se definiría el próximo miércoles 13 de diciembre.

Mas que nunca es necesaria la herramienta política independiente de los trabajadores

Aunque esto sea una victoria importante del movimiento, responde antes que nada a la tremenda debilidad y desprestigio por el cual está pasando el gobierno y el régimen. Recordamos que en noviembre se realizaron las elecciones municipales que dieron como resultado una victoria con sabor amargo para los colorados, victoria porque conservaron al municipio más importante, Asunción,  pero amarga por un ausentismo casi histórico, y derrotas en varias localidades consideradas bastiones electorales.

En estos momentos la correlación de fuerzas permanece del lado del movimiento, el mismo pudo medir su capacidad de respuesta y lucha, y seguramente sintió la urgente necesidad de un instrumento político que coordine  a los diferentes sectores en lucha y proponga una alternativa política independiente de los trabajadores del campo y la ciudad.

No es casualidad que ningún partido patronal incluso el UNACE, que se autoproclama irreconciliable con el régimen, dio declaración alguna sobre todos estos hechos. Su solidaridad de clase no se los permite.  

La justicia para las víctimas del Ykua, así como un presupuesto digno para Salud y Educación o el fin de la criminalización de la lucha no van a venir de la mano de fiscales y jueces corruptos, o de diputados y senadores de la burguesía.