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Nov - 16 - 2017

JORNADAS A 100 AÑOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA EN NEUQUÉN

Recuperemos una idea: la revolución

El departamento de historia, junto al centro de estudiantes de Humanidades y distintas corrientes políticas organizamos la jornada «fuegos de octubre» con el objetivo de debatir y reflexionar acerca del significado de la Revolución Rusa de 1917. Además de las conferencias Etica y Revolución, y Literatura y revolución, se realizaron paneles sobre Mujer y Revolución, Soviets y Partido y Actualidad de la revolución Rusa, donde participaron referentes de varias corrientes políticas de izquierda (Nuevo MAS, POR, MST, PTS, PCR, PSTU). Con la presencia de estudiantes, profesores y la militancia de las organizaciones, se dieron ricos debates de manera fraternal y profunda. Celebramos esta iniciativa y esperamos que se repita en el futuro. A continuación, reproducimos la intervención de nuestro compañero Facundo Maceira, en el panel de Actualidad de la Revolución Rusa, al cierre de las jornadas realizadas.

Buenas noches a todos. Antes que nada quisiera agradecer al departamento de historia por impulsar estas jornadas, de las cuales somos parte desde el centro de estudiantes de Humanidades y también desde nuestra corriente el Nuevo MAS, que en el mes de noviembre venimos impulsando en todo el país charlas, debates, proyecciones y conferencias justamente con el objetivo de reflexionar acerca de ese enorme acontecimiento histórico que ocurrió hace 100 años, que fue la revolución obrera de octubre de 1917 en rusia.

El panel de ayer se centró más que nada en el debate estratégico desde la perspectiva histórica de la revolución, yo me voy a tratar de dirigir principalmente a los compañeros jóvenes, que nacimos en una época muy distinta a las coordenadas políticas que atravesaron el siglo XX, que fue un siglo que estuvo marcado a fuego por los acontecimientos de la Revolución Rusa, sin duda uno de los acontecimientos, sino el más importante, de la historia de la humanidad.

Este centenario sin embargo, está pasando un poco desapercibido. Putin, presidente actual de Rusia, anunció que no iba a realizar un acto oficial por el centenario de la revolución… y más allá de los debates políticos, historiográficos y de gran riqueza que se dan entre las corrientes de izquierda y los sectores de vanguardia, la burguesía de todos los países, los oficialismos mundiales, los medios masivos de comunicación, parecería que no hicieron eco mayor del centenario de la revolución.

UNA IDEA: REVOLUCIÓN

También es una realidad que vivimos en un momento donde el lenguaje político se interpreta de manera más «laxa», las palabras en política han devaluado su significado. Por ejemplo la palabra revolución. Macri habla cínicamente de «revolución de la alegría» para destacar su triunfo electoral, vaciando completamente su contenido. Vemos a menudo un uso incorrecto o confusionista, como si revolución pudiera significar cualquier cosa.

Bueno, revolución no es cualquier cosa,  revolución es contra el Estado capitalista y contra la propiedad capitalista, eso es revolución. Y ese es el significado que se le dio a lo largo del siglo XX.

Desde Lenin, Trotsky, hasta el che Guevara, pasando por Gramsci, todas las corrientes políticas socialistas entendieron ese significado para el concepto de revolución.

La revolución francesa en 1789 mostró como las masas populares podían, impulsados por sus reivindicaciones inmediatas, derrotar al poder de la nobleza y cambiar el rumbo de la historia, abriendo el camino a la creación de una sociedad diferente.

Desde entonces el concepto de revolución social, como la irrupción desbordante de las masas en una fase aguda de la lucha de clases, su entrada a la arena política y la transformación revolucionaria de la sociedad  ha sido el contenido de las ideas sobre revolución de los maestros del socialismo Marx y Engels, y el objetivo de las organizaciones revolucionarias socialistas ha sido llevar adelante de manera triunfante esos procesos.

Los bolcheviques tomaron el guante de esa idea en Rusia, y la llevaron hasta las últimas consecuencias. La revolución de octubre de 1917 fue eso, la clase obrera dirigida por un partido revolucionario, en el contexto de la crisis generada por la primera guerra mundial, rompió con la burguesía y, mediante su partido y a través de su lucha directa, organizada mediante sus asambleas y soviets, derribó primero al zarismo, luego a la burguesía y puso en pie un estado obrero socialista, con el objetivo de terminar con la opresión y la explotación en Rusia y en el mundo entero.

CONTRASTES HISTÓRICOS

El siglo pasado estuvo profundamente marcado por la revolución de octubre de 1917. Su impacto fue inmediato en la clase trabajadora de todos los países. La revolución alemana en 1919 o el bienio rojo en Italia, para poner algunos ejemplos. No sólo de Europa, también en Argentina tuvimos una huelga general insurreccional en la semana trágica de 1919, fuertemente inspirada en la acción de los obreros revolucionarios rusos. Lamentablemente todos esos procesos fueron derrotados, dejando aislada a la URSS como único estado obrero socialista en la arena del capitalismo mundial.

Pero incluso políticas como el estado del bienestar de la segunda posguerra, con sus concesiones a la clase trabajadora como vacaciones pagas, jornada laboral de 8 hs, etc. no se explican sino por el miedo que tuvieron los estados capitalistas a que los obreros de todos los países siguieran el ejemplo del proletariado ruso.

Nuestra época por el contrario está marcada por la caída de la ex URSS en 1989, el supuesto «fracaso» del socialismo, y la «tragedia» de lo que fue ese siglo XX de crisis, guerras y revoluciones. Sin embargo, el estado que se derrumbó en Rusia ya no era el poder de la clase obrera, sino el de una burocracia enquistada hace años en el poder, que tuvo que eliminar en los años 30 a la generación de la revolución para hacerse con el mando del estado y, bajo el nombre del socialismo, defender sus propios privilegios.

Aún así, es justamente este ciclo el que está tendiendo a modificarse profundamente, para la burguesía el desmantelamiento actual del estado del bienestar en los países de Europa y el resto del mundo, como consecuencia de la crisis mundial abierta en 2008, muestra la lenta disgregación del órden existente. Ya no hay una alternativa al capitalismo a la cual temer para mantener esos beneficios.

Justamente lo que es la política hoy para la gran mayoría de la gente tiene que ver con ese balance, el balance de que el socialismo fracasó, y hagamos lo que hagamos, no hay posibilidad de superar el capitalismo, por lo tanto la tragedia del socialismo es que haga lo que haga perdió, ya está, no hay nada que hacer. Ése es el sentido común imperante.

Nosotros tenemos un balance, y es que a diferencia de la revolución Rusa en sus primeros años, todas las revoluciones triunfantes de la segunda mitad del siglo XX, todas, tuvieron una falla fundamental, y es que no fueron en el fondo revoluciones auténticamente socialistas. No fueron revoluciones protagonizadas por la clase trabajadora, y esa falla fundamental tarde o temprano tenía que aflorar, y afloró.

Fueron revoluciones que cuestionaron al estado y a la propiedad capitalista, cosa que hasta ahora ningún desarrollo del siglo XXI ha logrado, pero no pudieron constituir un orden social fundamentalmente distinto al capitalismo. Siguieron siendo regímenes sociales donde existía la explotación y la opresión aunque bajo otras formas, y eso es un peso tremendo que tiene que levantar el movimiento socialista del siglo XXI. Pero para superarlo tenemos que entenderlo.

NUESTRA PERSPECTIVA

Estamos en un recomienzo histórico de las experiencias de lucha de los explotados y oprimidos, que si bien está marcado por una «crisis de perspectiva» en cuanto a con qué reemplazar al capitalismo, es el comienzo de una nueva experiencia, donde nuevas generaciones comienzan a hacer sus armas en la lucha de clases, y eso abre perspectivas formidables.

La juventud independentista que sale a las calles en Cataluña desafiando al gobierno español, el movimiento de mujeres que organiza movilizaciones internacionales, los movimientos de indignados en Europa, EEUU y todo el mundo, las movilizaciones contra la reforma laboral en Francia y la oposición a Temer en Brasil, comienzan a cuestionar la hegemonía de un Statu Quo capitalista que se corre cada vez más hacia la derecha ante el fracaso de los gobiernos de mediación, y avanzan quitando conquistas y mostrando cada vez un rostro más insensible y despiadado con sus Donald Trump, Macri, Temer y Putin.

La caída de las ex URSS no sólo trajo la consecuencia negativa de la idea de que el socialismo fracasó, también clausura, contradictoriamente la identificación de «socialismo» con los regímenes burocráticos donde una casta privilegiada explotaba a las masas por medio del estado, bajo la simbología y prestigio de la ideología marxista y socialista, y eso reabre la discusión por la verdadera idea del socialismo revolucionario, la pelea por que la clase obrera, junto a los explotados y oprimidos, en un desborde revolucionario del órden existente, se eleve políticamente con sus partidos y organizaciones democráticas, derrotando al capitalismo y estableciendo nuevos estados obreros que abran una perspectiva socialista como alternativa al capitalismo.

No está escrito en ningún lugar que la clase obrera no se ponga de pie nuevamente y, imprimiendo su perspectiva histórica, logre triunfos en su lucha por terminar con la opresión y la explotación, abriendo una nueva perspectiva frente a la decadencia de un capitalismo que cada día es más incompatible con el bienestar de las masas populares. La apuesta de los socialistas revolucionarios de cara al siglo XXI es que las jóvenes generaciones de trabajadores y luchadores encuentren en las lecciones de la revolución de octubre un camino para enfrentar al capitalismo y que este siglo XXI que inicia traiga nuevas revoluciones socialistas triunfantes.

¡A la lucha por esa perspectiva invitamos a todos los jóvenes a sumarse!

Muchas gracias.

Intervencion de Facundo Maceira en jornadas a 100 años de la Revolución Rusa en Neuquén. Noviembre 2017

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