Dic - 28 - 2017

Honduras – El imperialismo yanqui avala el escandaloso fraude de las elecciones presidenciales del 26 de noviembre

Trump corona presidente a su lacayo, Juan Orlando Hernández (JOH)

«El gobierno de Trump ha hecho lo correcto al denunciar el autoritarismo de los presidentes izquierdistas de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, pero debería hacer lo mismo con el presidente derechista de Honduras. Desafortunadamente, EEUU se ha demorado mucho en responder, y lo ha hecho muy débilmente, a las irregularidades generalizadas en las elecciones del 26 de noviembre en Honduras, que tanto el presidente Juan Orlando Hernández como su rival Salvador Nasralla -líder de una coalición de izquierda— afirman haber ganado.

«Peor aún, Estados Unidos no ha denunciado las maniobras anteriores de Hernández para postularse para la reelección, cuando la Constitución se lo prohibía. ¿Por qué debería Trump criticar a un autócrata que es amigo de Estados Unidos?, se preguntarán algunos. La respuesta es que, haciendo la vista gorda a un autócrata de derecha, EEUU pierde autoridad moral para denunciar a los autócratas de izquierda.

« “El silencio y la pasividad de la administración Trump al pasar por alto estas irregularidades generan todo tipo de sospechas de que EEUU tiene una doble moral en cuestiones de democracia y derechos humanos”, dice José Miguel Vivanco, director para las Américas de la organización de derechos humanos Human Rights Watch. “Es un cáncer que destruye la credibilidad de los Estados Unidos. Permite a los gobernantes autoritarios decir que Washington toma sus decisiones en forma selectiva, según sus intereses políticos”.» (Andrés Oppenheimer, “¿Otro chavismo en Honduras?”, La Nación, Buenos Aires, 12/12/2017)

Andrés Oppenheimer, el conocido columnista del Miami Herald y la CNN, nacido en Buenos Aires, pero fervoroso e incondicional patriota del imperialismo yanqui, hace esta vez reflexiones con cierta cuota de verdad… Por supuesto, es falso comparar las situaciones de Venezuela, Bolivia y Nicaragua con la de Honduras, donde por ejemplo es norma el asesinato de activistas políticos y sociales “molestos” para el gobierno y los empresarios. Un caso, el de Berta Cáceres, se hizo mundialmente famoso… pero hay que saber que se han cometido y se siguen cometiendo infinidad de crímenes similares

Días después de esta nota de Oppenheimer, se confirmaban sus temores en relación a Trump. Washington pasó del “silencio y la pasividad” sobre Honduras y de “demorarse en responder débilmente, a las irregularidades en las elecciones”, al apoyo abierto y total del fraudulento Juan Orlando Hernández (más conocido como JOH).

Lo sucedido es, efectivamente, un escándalo pero que ya trasciende las fronteras de Honduras, por la connivencia de Washington. Trump y la Casa Blanca habrían podido situarse “por encima” de las “miserias” y los detalles “desagradables” de la elecciones hondureñas… y así estar en mejores condiciones para vapulear a Venezuela. O sea, actuar prudentemente, fingiéndose “imparcial”, como intentó hacerlo su Ministerio de Colonias –la OEA, Organización de Estados Americanos–, bajo la conducción del frenteamplista uruguayo Luis Almagro.

Almagro, el gran organizador de la cruzada contra Venezuela, supo muy bien desde el principio que no podía, con una mano, garrotear a Maduro por sus discutibles votaciones –como la Constituyente– y, con la otra, avalar el fraude escandaloso de JOH. Un fraude, además, que se inició desde mucho antes de las elecciones. Es que la Constitución de Honduras prohíbe expresamente la reelección presidencial. ¡JOH, legalmente, no podía ni siquiera ser candidato!

La salida de Almagro y la OEA fue la de pedir la anulación de estos comicios y que se convoque a nuevas elecciones… Esto a primera vista puede aparecer como “imparcial” y “razonable”, pero no es así. El candidato opositor Salvador Nasralla ya tenía prácticamente ganada las elecciones, cuando un oportuna “caída del sistema” invirtió los resultados. La maniobra del fraude fue grotesca. Hacer una nueva elección dejaba sin sanción este escandaloso delito… además de abrir la posibilidad de organizar un nuevo fraude menos grosero.

Pero el llamado a nuevas elecciones promovido inicialmente por la OEA disgustó a Trump. Su decisión –aunque al principio no la proclamase– era la de apoyar al organizador del gran fraude, Juan Orlando Hernández. Es que JOH le garantiza no sólo la continuidad de la relación colonial, sino también la de un régimen represivo bestial, que facilita el saqueo de Honduras y, sobre todo, el dominio imperialista en toda una región que Estados Unidos consideró siempre como su “patio trasero”. 

“Dictaduras benignas”

Oppenheimer, al tanto de las intrigas de trastienda en Washington,  responsabiliza al general John Kelly –gran amigo de JOH desde que era jefe del Comando Sur de los EE.UU. en Miami– de haber convencido a Trump de apoyar la reelección de su fraudulento agente en Honduras.

Y ha trascendido la “recomendación” del general Kelly, que habría convencido a Trump de sostener a JOH aun a costa de chocar con la OEA y desautorizar al servicial Luis Almagro. Esta recomendación habla por sí misma: ¡¡Hay que apoyar a JOH porque “es un dictador benigno”!!

El general Kelly, sin quererlo, avalaba el nombre que había adoptado la coalición opositora, que con Salvador Nasralla había logrado la mayoría: “Alianza de Oposición contra la Dictadura”.

Lo de “dictaduras benignas” da para mucha tela para cortar… Les estaría permitido, por ejemplo, asaltar las universidades con los cuerpos militarizados y apalear a los estudiantes y profesores insumisos. Lo mismo, con los que pretendan hacer huelgas y, en general, mantener organizaciones sindicales.

Los “dictadores benignos” también tendrían derecho a llenarse los bolsillos con una fenomenal corrupción, como los casos que generaron los estallidos populares contra JOH hace dos años.[1]

¡Eso sería lo que se necesita en Honduras y, en general, en América Latina! Garrote y más garrote… pero envuelto en elecciones conveniente “adobadas”. Así, estas posmodernas “dictaduras benignas” tendrían la ventaja sobre las antiguas dictaduras militares de no llevar finalmente a peligrosas polarizaciones y estallidos. Pero la experiencia con JOH no ha salido muy bien, que digamos…

Sea como sea, finalmente, el 22 de diciembre, Trump dejó de jugar a las escondidas y proclamó el “triunfo de Hernández”, dejando en “offside” (u “orsay”) a sus jugadores de la OEA. 

Heroica lucha contra la dictadura y límites de sus direcciones

Como ya advertían los compañeros de Socialismo o Barbarie de Honduras, la Alianza de Oposición contra la Dictadura y, en primer lugar, su candidato presidencial Salvador Nasralla, tenían “una política confusa y contradictoria” (ver «Honduras en lucha contra la dictadura», SoB Honduras, 20/12/2017, http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=10671 ) . Y además señalaban que:

“Tras la proclamación de JOH por parte del Tribunal Supremo Electoral y el llamado de éste al diálogo, desde lo más alto de la Alianza hay posiciones encontradas. Nasralla desde Washington acepta el diálogo y apuesta a nuevas elecciones como propone la OEA, en Tegucigalpa Mel Zelaya rechaza el diálogo y apuesta a que EEUU reconozca el triunfo de Nasralla oponiéndose a un nuevo proceso electoral. Ninguno de los dos cuestiona los resultados a nivel de diputados y alcaldes, y ninguno de los dos plantea la salida de JOH del gobierno aceptando que permanezca hasta fines de enero para el traspaso del poder.

“Otras voces llaman a desconocer el proceso electoral de conjunto, la inmediata salida de JOH y el nombramiento de un gobierno de transición que convoque nuevas elecciones organizadas y supervisadas por otro organismo que no sea el actual TSE.

“Todas estas propuestas se están manejando en las alturas, nadie consulta a quienes en las calles, barriadas y comunidades sufren y enfrentan la brutalidad del régimen dictatorial. La falta casi absoluta de organización facilita este marginamiento de los principales actores en las comunidades, barrios, carreteras y calles donde exigen la salida de JOH y el cese de la represión como punto central para lograr un cambio radical en Honduras. Por el momento, la organización se ha limitado a los puntos de bloqueo en el nivel básico de operatividad y no de debate y posicionamiento.

“En este contexto de confusión de objetivos, se hace necesario y urgente romper la actual dinámica construyendo al calor de la lucha una estrategia para lograr el triunfo. En otro momento podremos debatir sobre las similitudes y diferencias con otros procesos de lucha de nuestro pueblo, pero hoy de lo que se trata es de contribuir con propuestas que fortalezcan la actual lucha contra la dictadura.”

Para eso, los compañeros señalaban como imprescindible el lanzamiento de “nuevos frentes de lucha para sacar a JOH”:

“Posicionándonos claramente en la exigencia echar el dictador Juan Orlando Hernández a partir de la movilización popular libre y democráticamente organizada en las bases, consideramos que es necesario extender la lucha creando tantos frentes como sea posible.

“Desde Socialismo o Barbarie hemos venido insistiendo en la exigencia que el sector organizado de trabajadores se incorpore a la lucha mediante sus propios métodos: asambleas, comités de huelga, paros de labores.

“La no incorporación de la clase trabajadora es un punto débil de la lucha y fortalece al régimen. No es de extrañar que tanto Nasralla como Mel no propongan la huelga como método de lucha por los intereses de clase que representan. Pero es inadmisible que los dirigentes, muchos de los cuales son miembros activos y hasta candidatos de LIBRE o del Partido Liberal, se nieguen a movilizar al sector organizado, cuando son ellos mismos quienes los Primeros de Mayo llevan a la familia Zelaya como principales oradores en las tribunas.

“La clase trabajadora tiene motivos más que suficientes para incorporarse a la lucha. Ha sido la más golpeada por el régimen después el Golpe perdiendo importantes conquistas. Pero también es la que va a pagar el costo de la actual lucha si no se logra derrotar la dictadura. Los empresarios ya están recortando horas de trabajo, descontando los días no trabajados por las tomas y despidiendo personal con la excusa de pérdidas económicas. Durante ocho años han visto incrementar sus ganancias y con una semana de paralización descargan sobre los y las trabajadoras la crisis creada por el régimen que ellos sostienen.” («Honduras en lucha contra la dictadura», cit.)

Nasralla tira la toalla

Días después, estas advertencias de los compañeros de Socialismo o Barbarie de Honduras tendrían una lamentable confirmación. Salvador Nasralla, que había viajado a Washington para “negociar por cuenta propia” con el Amo de Washington, finalmente a su regreso tira la toalla.

El resultado de esta “negociación” es que “el candidato opositor de Honduras se retira de la política”, según relata un cable de DPA del 22 de este mes (publicado en El Periódico de México).

“El político opositor se considera vencedor de las elecciones presidenciales del pasado 26 de noviembre y acusa de fraude al Tribunal Supremo Electoral (TSE), que reconoció oficialmente la relección del conservador Hernández. Estados Unidos avaló hoy al presidente como vencedor de los comicios.

“«Con la decisión de Estados Unidos –dice Nasralla– yo quedo fuera de escena. Yo no tengo partido, porque la Alianza queda desintegrada con esa declaratoria de EEUU. Yo seguiré en la televisión, mis programas son de los de mayor audiencia en el país», declaró Nasralla, que es periodista, tras conocer que el Departamento de Estado felicitó a Hernández por la victoria en las elecciones.

“Nasralla compareció hoy ante la prensa y dijo que se retira del ruedo político porque se dio cuenta de que, en Honduras, no se ganan elecciones de forma democrática, sino que los gobiernos son impuestos por EEUU y la cúpula empresarial hondureña.

“Nasralla había viajado Washington, donde se reunió con funcionarios del Departamento de Estado y pidió al presidente Trump, que no reconociera a Hernández como vencedor de unos comicios que le fueron robados.” (El Periódico, 22/12/2017)

Muy probablemente, los funcionarios del Departamento de Estado, en aplicación de lo que podría llamarse la doctrina Trump de “dictaduras benignas”, le propusieron un típico acuerdo mafioso. Si se retiraba, no correría la suerte de los más de 30 muertos y los centenares de heridos y detenidos por los represores de la dictadura de Juan Orlando Hernández… Y además lo dejarían seguir en la televisión…

Pero los masivos sectores populares que votaron contra la dictadura de JOH y luego salieron a la calle a enfrentar el fraude, no la tienen tan fácil. ¡Hay que tumbar un régimen que es una “dictadura benigna” sólo para los funcionarios del imperialismo yanqui y sus patrones!

Para eso son necesarias direcciones muy diferentes a la de un Nasralla.

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1.- “Indignados se movilizan contra la corrupción”, SoB Honduras, 16/05/2015 http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=5209

2.- «Masivas protestas exigen «¡Fuera JOH!»”, SoB, 11/06/2015, http://www.socialismo-o-barbarie.org/?p=5181

Por Rafael Salinas, 28/12/17

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