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Feb - 22 - 2018

Mientras Maduro sigue hablando de socialismo…

La juventud se va del país para mandar dólares a sus familias

Por Zoila Mara, desde Caracas para Socialismo o Barbarie, 13/02/2018

Los jóvenes que quedan en Venezuela, están buscando con desesperación irse del país. En el barrio donde estoy, ya miles y miles se han ido. La mayoría de los hijos de mis vecinos y conocidos no están ya aquí.

Se van por tierra e incluso sin pasaporte. Cada día entran, por ejemplo, a Colombia más de 35 mil venezolanos. Es que Venezuela es ahora un país con hambre como algunos de África. Incluso han muerto jóvenes tratando de atravesar el Caribe para llegar a Aruba, como esos migrantes que mueren en el Mediterráneo. Otros piden asilo político. No podrán regresar al país.

En internet se ofrecen  consejos de cómo llegar hasta Perú, sin pasaporte y por tierra.

Santos –el presidente de Colombia– está cerrando el paso en la frontera a los venezolanos… ¡cuando durante decenas de años Venezuela recibió refugiados colombianos que ahora son familias venezolanas!! Claro que nadie acá espera una solidaridad real del gobierno neoliberal colombiano. Aunque al mismo tiempo aprovecha este desastre, para justificar las amenazas intervencionistas impulsadas desde Washington y la OEA (Organización de Estados Americanos).

Un país que se queda sin juventud es un país sin fuerza, sin dinámica, con muy poco movimiento político y social… un país en recesión… y no sólo económica, sino en todos los aspectos…

Esto es lo que se siente  en Caracas ahora. Soledad y tristeza, en la ciudad que hasta 2014 era una fiesta, donde había risas y música por todos lados. No hay tráfico automotor ni en las principales avenidas. Antes eso era un tormento en Caracas. Es que ya hay pocos vehículos funcionando, por la falta de repuestos, de cauchos, etc. El transporte público está colapsado. Pocas unidades quedan para transportar pasajeros. El metro sufre esto en primer lugar…

El salario mínimo es de 3 dólares mensuales

Desde noviembre el bolívar ha perdido más del 50% de su valor. Hoy, 13 de febrero de 2018, 1 dólar cuesta 236.000 bolívares en Caracas. El salario mínimo mensual (salario base más el bono alimentario) es de 750.000 bolívares, unos 3 dólares. Un kilo de carne o de queso cuesta la mitad del salario mensual. Y ni hablar de los productos de higiene.[[1]] ¡Pero ahora se puede comprar de todo con los billetes de un dólar, en cualquier negocio!

La población sobrevive a duras penas con las cajas de alimentos  del CLAP[[2]], donde hay granos, arroz y una falsa “leche calcárea” fabricada en México. Esta  caja se compra mensualmente por unos 25.000 bolívares. Pero no es suficiente para mantener un hogar, puesto que los “alimentos” que trae no contienen proteínas ni legumbres. Y además llega a pocos sectores de la población.

Hay una reventa de billetes, porque el papel moneda es insuficiente para el nivel de inflación. Los bancos dan 20.000 bolívares diarios, después de esperar el turno durante horas en la cola. Pero se pueden comprar bolívares pagando 50% más de su precio, en las agencias de lotería, por ejemplo. Es necesario tener algunos billetes para pagar el transporte en bus. Es casi imposible pagar un taxi, porque casi nadie tiene los 40.000 bolívares en billetes, y si se paga con dólares es a pérdida. Es que no habrá cambio. No hay vendedores ambulantes, porque no hay billetes para pagar los productos. La venta ambulante, como en casi todos los países latinoamericanos, excepto quizás Cuba, permitía la sobrevivencia de más de la  mitad de la población activa. Ahora hay que tener un terminal bancario, que resulta caro, para poder vender cualquier producto, por barato que sea.

Algunos militantes revolucionarios hablan de la “contrarrevolución de Maduro”. No puede haber contrarrevolución cuando no ha habido revolución. Chávez utilizó la mentira del “Socialismo del Siglo XXI” para controlar y desmovilizar los trabajadores y el pueblo.

Acabó con los círculos bolivarianos, que eran organismos de autoorganización popular. Acabó con el control obrero en PDVSA [la gran empresa estatal petrolera] imponiendo el mando de la jerarquía.

Hoy, en labios de Maduro, la palabra “socialismo” no engaña a nadie. Ya no hay esperanza, pero sí una profunda rabia contra este gobierno. Resulta insoportable escucharlo por la televisión o el radio.

La derecha proyanqui no logra recuperar apoyo

Pero la derecha proyanqui tampoco logra recuperar el apoyo de la población. Sus crímenes en las guarimbas racistas y su indecisión e incapacidad están en la boca de todos. Han sido derrotados en la calle. No han podido superar su crisis política ni siquiera para presentarse en las elecciones presidenciales.

Maduro quiere aprovechar esa crisis de la oposición de derecha. Por eso adelanta esas elecciones presidenciales que deberían ser en diciembre de este año. Serán el 22 de abril. Parece un intento desesperado para seguir gobernando, dando ayudas ridículas a algunas mujeres embarazadas… con un bono único  de 3 dólares! Las mujeres siguen abortando como pueden, comprando las pastillas en el mercado negro o haciendo abortos clandestinos, arriesgando su salud en todos los casos. Y para poder comprarlas hay que tener el famoso “Carnet de la Patria” (es decir, de súbdito del gobierno), que hoy es mucho más importante que la carta de identidad.

Hay huelgas de trabajadores por salarios, pero continúan aisladas. Así como las protestas de los barrios por el colapso de los servicios públicos, como el suministro de agua y la recogida de basura. Hay zonas donde sólo llega el agua una vez al mes. Los habitantes tienen que comprar agua en camiones cisternas. También hay saqueos esporádicos de camiones de comida.

Una consecuencia “positiva” de todo este desastre bolivariano nunca visto, es que los vecinos se organizan de manera autónoma para asegurar la caja de comida CLAP. Pero no hay discusión política entre ellos. Criticar o mínimamente cuestionar alguna medida de Maduro significaría quedarse sin comida. Es un método de control clientelista del gobierno.

Y ya ni siquiera se puede beber para olvidar… porque las bebidas alcohólicas son de precios inalcanzables… Pero seguimos siendo blanco de los imperialismos yanqui y europeo, que por el momento no pueden meter la mano en las riquezas del país.

El gobierno se juega más a negociar con chinos y rusos, pero eso no nos salva del desastre. Ni Pekín ni Moscú se acercan con intenciones caritativas…

Mientras tanto, aquí quedan los viejos llorando por sus hijos, inmigrantes ilegales en el exterior.

“Cumbre de las Américas” en Lima, para legitimar una intervención imperialista en Venezuela

El crimen de Maduro y Cía.

Unidad para enfrentar cualquier amenaza

Por Rafael Salinas

El 13 y 14 de abril sesionará en Lima la “VIII Cumbre de las Américas”. Aunque no figuraba inicialmente en el temario, la intervención en Venezuela es el punto que de hecho se ha puesto al frente de su agenda.

Al principio, el tema central oficial iba a ser el de Gobernabilidad democrática frente a la corrupción”, algo que suena a chiste de humor negro, considerando la lista de pandilleros que se darán cita en Lima.

El mismo anfitrión, el presidente del Perú Pedro Pablo Kuczynski, fue pillado el año pasado con las manos en la masa de coimas gigantescas. A último momento se salvó de la destitución gracias a la “transa” que hizo con los familiares de otro delincuente al por mayor, el genocida Alberto Fujimori, condenado a prisión perpetua. Los Fujimori le aportaron los votos de algunos parlamentarios por su absolución, y Kuczynski les retribuyó con un indulto a su patriarca.

Pero, seguramente, la salvación de Kuczynski al borde del precipicio no sólo se debió a esa tramoya. Otras manos providenciales también lo amparaban evidentemente.

Es que el presidente peruano viene siendo el “eje” orgánico del llamado “Grupo de Lima”, que promueve desde hace casi un año, la intervención en Venezuela. Este grupo lo integran los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú. Se trata de los más serviles e incondicionales de Washington…

Para impulsar una intervención en Venezuela, que comience en sermones y lamentos, y desemboque en hechos de guerra, nada mejor que este coro en el que Washington está ausente… aunque le dé cuerda tras bambalinas.

Recordemos que las barbaridades de Trump, en las Naciones Unidas y otras tribunas, hablando abiertamente de enviar tropas a Venezuela, fueron muy contraproducentes. Generó una ola de repudio que puso en crisis los cuidadosos planes que venía tejiendo su hombre en la dirección de la OEA, el uruguayo Luis Almagro. ¡Hasta el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el más servil de los serviles, debió hacer una declaración pública contra Trump!

Así las cosas fueron volviendo a sus carriles. Ahora no es Trump sino Kuczynski quien da la cara. Y anuncia que Maduro tendrá prohibida la entrada a la VIII Cumbre de las Américas: “No puede entrar ni al suelo ni al cielo peruano. No está siendo bienvenido”.

Desde ya, esto Kuczynski no lo puede hacer. La “VIII Cumbre de las Américas” no es una entidad peruana sino regional, internacional. Y el gobierno de Perú no tiene poder ni legitimidad alguna para excluir a nadie. Es simplemente una provocación, que abre las puertas a medidas ulteriores… no ya las torpes amenazas de Trump (que fueron un tiro por la culata) sino a una escalada de medidas intervencionistas… pero con cobertura latinoamericana… ¡Contra esta amenaza, llamamos a la más amplia unidad de acción pero sin dar la menor confianza ni apoyo político a sus responsables, Maduro y su pandilla!

Pero esta provocación de Lima, que hasta puede derivar legitimando operativos armados desde las fronteras colombianas (y en menor medida Brasil y Guyana), tiene de qué alimentarse. Es el desastre inconcebible que el gobierno de Maduro (y, más en general, el curso global del chavismo) han llevado a Venezuela.

El curso del actual gobierno (pero también del chavismo en su conjunto), sentaron las bases de este desastre… que por supuesto el imperialismo y sus sirvientes latinoamericanos intentan llevar al colmo…

Mientras en las alturas se llenaron los bolsillos, han castigado brutalmente a los millones de trabajadores y sectores populares que confiaron en ellos, los han desmoralizado y han servido en bandeja al imperialismo y a sus lacayos del Sur una catástrofe económica y humana que ya es presentada internacionalmente como el “segundo fracaso del socialismo”.

¡Es un crimen que no tiene perdón!

[1]https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Cotizaci%C3%B3n_hist%C3%B3rica_del_bol%C3%ADvar_con_respecto_al_d%C3%B3lar#/media/File:Implied_vs_Official_Value_VEF.png

[2] Son los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, organizaciones comunitarias que junto al Ministerio de Alimentación tiene como objetivo principal la distribución casa por casa de los productos alimenticios regulados de primera necesidad.

Por Zoila Mara, desde Caracas para Socialismo o Barbarie, 13/02/2018

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