Jun - 22 - 2018

MOVILIZACIÓN MASIVA DE MUJERES QUE SE ESTÁN ATREVIENDO A SALIR A LAS CALLES Y SE AUTODENOMINEN FEMINISTAS

Entrevista a Nicole González Kleinheisterkamp, feminista costarricense radicada en Chile

¿Cuál es tu relación con el movimiento feminista chileno?

Vivo en la ciudad (Valdivia) donde se ubica la universidad que comenzó con las manifestaciones y las tomas, así que he participado de las marchas y he mostrado mi solidaridad.

¿Cómo inician las tomas de universidades en Chile por parte de estudiantes feministas?

Empiezan en Valdivia, al sur de Chile, sucede un caso (en realidad muchos) de acoso sexual hacia estudiantes y funcionarias de la universidad. Se inicia un caso de un docente de apellido Yañez, quien acosa sexualmente a una funcionaria. Ella lo hizo público, al igual que varias estudiantes, quienes lo califican de lascivo, sexista, violento. La universidad se vio presionada, tomaron la decisión de relocalizarlo, por lo que las universitarias se enojan aún más, por lo que toman la universidad por una educación no sexista, para decir ya basta. Eso inicia y genera un efecto dominó hacia otras universidades con asambleas feministas en cada universidad donde tienen el mismo problema, así surge la primera marcha hace algunas semanas atrás, a la que fueron alrededor de 150 mil personas. Después, pasa lo mismo de tomarse universidades en Santiago, donde fue diferente porque es poco usual que inicie fuera de la capital porque acá todo está muy centralizado.

¿Cuáles son sus demandas, cómo se organizan y cómo es su relación con otros sectores sociales?

Las demandas son principalmente que se creen comisiones que estén mejor capacitadas en cuanto al acoso sexual en la universidad para que cuando se vaya a demandar haya un manejo apropiado. También que la conclusión no sea proteger al victimario, sino a la víctima. Además, las demandas se han extendido a la brecha salarial que existe entre funcionarias mujeres y hombres, incluir el nombre real de alumnas y alumnos trans. En general, el hecho de salir a marchar es una finalidad por sí sola porque te permite hacer una señal a la sociedad de que ya no aceptamos más violencia hacia las mujeres, sea en la universidad, en la calle, el trabajo o el hogar. Es una revolución cultural para un cambio profundo y solo se va a dar si se sale a la calle y se plantea el tema las 24 horas del día en los medios de comunicación, lo que ha sido uno de los logros del movimiento feminista, que se habla todo el tiempo en la televisión sobre feminismo, casos de abuso sexual, incluso de directores de telenovelas.

En Valdivia hay varias articulaciones que no quieren relación con partidos políticos ni otras organizaciones, es muy cerrado y activista callejero. Después, están las asambleas en la universidad que han organizado las tomas, a través de la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), es una instancia a nivel nacional donde cada universidad tiene una federación que tiene representantes en la CONFECH y esta tiene una comisión feminista llamada COFEU que tiene asambleas feministas que coordina en cada universidad a lo largo del país, por eso elegir las directivas de las universidades es muy importante acá. Se hacen campañas políticas de cada movimiento social o partido que tiene una agrupación, en Valdivia hay muchos del movimiento autonomista, la mayoría son izquierdosos.

Además, las movilizaciones feministas no han sido exclusivas de las universitarias, las estudiantes de secundaria se han organizado y creado sus propias asambleas, y sus tomas incluso, han salido con nosotras a las marchas. Muchas jóvenes de 13-14 años que protestan contra la violencia, el acoso que ellas también sufren por parte de maestros y alumnos.

Comentanos sobre el perfil del movimiento feminista chileno, ¿cuáles son sus alcances, se posiciona contra el patriarcado, tiene carácter anticapitalista?

Tiene una retórica de posicionarse contra el patriarcado, lo que yo creo que hace referencia al patriarcado como una cultura sexista con violencia sistémica hacia la mujer. Utiliza eslóganes de abajo el patriarcado, abajo la Iglesia. Yo diría que perfil anticapitalista sí, obviamente hay feministas socialistas que están muy involucradas, diría que es un feminismo izquierdoso, no burgués, ha tenido crítica de clases. Las que se organizan se esfuerzan mucho a discutir sobre el neoliberalismo que es muy fuerte en Chile, pero es difícil decir de la totalidad, creo que algunas son sectarias y anti partidarias.

Nosotros tenemos un gobierno bastante neoliberal, el de Piñera, por ejemplo, cuando sucedieron las tomas, hasta el presidente se tuvo que pronunciar por televisión, dijo que haría muchas cosas por las mujeres, es hablada, pero una de las cosas que dijo es que el seguro por salud y vejez (las mujeres pagan un monto mucho más alto que el que pagan los hombres) iba a igualarse para que los hombres paguen igual que las mujeres, en su oportunismo neoliberal para ser “equitativo”. Ante lo cual, los movimientos feministas han dicho que esa no es la idea del movimiento.

Desde Las Rojas hacemos una lectura en la que consideramos que existe un ascenso mundial del movimiento de mujeres. ¿Te parece que la lucha del movimiento feminista en Chile está relacionada con esta oleada mundial?

Yo creo que sí hay un ascenso mundial del movimiento de mujeres, ha sido un efecto dominó. No he visto que el movimiento acá se refiera a los casos de abuso sexual en EEUU, pero creo que sí influye, por ejemplo, el caso de Irlanda que se dio el voto a favor del aborto, o en Argentina que están tan organizadas con la movilización a favor del aborto que ha sido increíble llegar a movilizar a tantas mujeres a favor del aborto, que es muy difícil en sociedades tan católicas, así que Argentina es un modelo a seguir. Diría que en general se está dando mucho en Latinoamérica, también en Brasil hay un movimiento feminista muy fuerte, en Centroamérica me parece que no tanto, pero creo que México también tiene un movimiento feminista bien organizado. También, viéndolo más macro, las mujeres en la India se han movilizado contra casos de violaciones en grupo o femicidios. Es todo parte de una nueva ola de cambio contra la violencia hacia las mujeres.

Desde tu perspectiva, ¿cómo se desarrollará esta lucha del movimiento feminista iniciado con las estudiantes chilenas?

Es difícil de saber, este tipo de movimientos es como una ola, tiene altos y bajos, parte del movimiento, pero creo que ha hecho un punto en la historia chilena para decir que las mujeres están organizadas, ya no van a aguantar más como en todos estos siglos de violencia hacia las mujeres. Ha hecho un cambio cultural, en el sentido de que ahora se habla de feminismo, antes no se hablaba, era una cosa de tipas “locas”, ahora es tomado en serio, hay una discusión en la sociedad, ese es un súper logro y un logro positivo porque la mayoría de la gente se va a identificar con las banderas del feminismo porque es tan obvia la violencia contra las mujeres que es innegable.

Lo que sí veo, comparado con el Ni una menos de Argentina, logró hacer ese paso ideológico, para ir más allá de las demandas históricas del feminismo, sobre el aborto, para decir Ni una menos por abortos clandestinos, algo muy estratégico, para ligar al movimiento y dirigirlo hacia la legalización del aborto, lo hicieron muy bien, lograron movilizar mucha gente.

Esa estrategia encuentro muy buena para el movimiento feminista chileno, darle una visión más clasista, decir por ejemplo que estamos por el derecho de las mujeres a una salud pública estatal de calidad. Ese sería un paso ideal para que el movimiento se sostenga y vaya más allá, con una visión anticapitalista.

¿Cuál es la principal enseñanza de esta lucha para el movimiento feminista en América Latina y el mundo entero?

La principal enseñanza es que en ocasiones se subestima la capacidad de movilización de las universidades, creo que los universitarios no van a llevar la revolución a cabo, sino que es desde la base de la clase trabajadora junto a estudiantes también, pero creo que en relación con estos cambios culturales importantes los estudiantes son una plataforma para traer temas a la sociedad que mejoran la vida de las personas. Es bueno saber que las universidades organizan y hacen este tipo de debates. En todo caso creo que no debe mantenerse solo en el núcleo de la universidad, además muchos son de clase trabajadora.

Algo muy importante, además de las demandas, el hecho de que haya una movilización masiva de mujeres que se están atreviendo a salir a las calles y se autodenominen feministas es un logro en sí, es la base para lograr un cambio aún más grande en relación con la liberación de la mujer. Tiene que haber un consenso de que la violencia económica, estatal, hacia las mujeres (también indígenas y afrodescendientes) debe ser la base de que el feminismo no es un insulto. Ese es un logro para ir más allá, a demandas como el aborto.

Entrevista a Nicole González Kleinheisterkamp, feminista costarricense radicada en Chile. 18/6/18

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