Ago - 31 - 2018

El viernes 24 y sábado 25 de agosto se realizó en el Hotel Bauen, la III Jornada del Pensamiento Socialista, evento de discusión e intercambio teórico- político impulsado por nuestro partido.

Bajo el título “Un mundo en crisis” y con la presencia de más de 1000 activistas, trabajadores, jóvenes, compañeras del movimiento de mujeres que vienen de pelear por el aborto legal; se abordaron en 4 paneles distintas temáticas que hacen a los ejes más generales sobre los cuales debemos manejarnos los revolucionarios en el mundo de hoy. La charla central, que dio nombre a la Jornada, sirvió para presentar el nuevo número doble de la Revista de nuestra Corriente Internacional, Socialismo o Barbarie 32/33. También, bajo el título “A 200 años de Marx”, y con la excusa del aniversario de su natalicio, recuperamos las ideas y la figura del fundador (junto a Engels) del socialismo científico. Finalmente, el evento cerró con el panel “La situación de los trabajadores frente al ajuste de Macri”, organizado por la Corriente Sindical 18 de Diciembre, y donde trabajadores y trabajadoras de distintos ámbitos discutieron una salida ante la crisis económica, social y política en la que estamos inmersos.

En este número presentamos la intervención de nuestra compañera Manuela Castañeira, quien fue disertante en la charla “El movimiento de mujeres y la lucha por el aborto legal”, motivada por la idea de reflexionar y sacar conclusiones sobre la inmensa pelea de la que viene el movimiento de mujeres y cuál es la estrategia para conseguir el aborto legal. En el mismo estuvo acompañada por Julia Di Santi, Laura Granillo, Cesar Rojas y Sofía Mazú. En los siguientes números iremos compartiendo las reflexiones del resto de los paneles y participantes.

Desde nuestra corriente nos sentimos orgullosos de haber conseguido impulsar por tercer año consecutivo este evento, que se consolida y acrecienta en días, paneles y participantes. Consideramos a la elaboración teórico- política, el abordaje revolucionario de los asuntos, la reflexión sobre los problemas más generales de la humanidad, el intercambio fraternal entre distintas experiencias como parte inseparable de la principal batalla que tenemos los revolucionarios: el relanzamiento de la alternativa socialista en el siglo XXI.

Intervención de Manuela Castañeira en las III Jornadas del Pensamiento Socialista

«Nuestra estrategia es seguir en las calles en alianza con el movimiento obrero» 

Muy buenas tardes a todas las compañeras y todos los compañeros que se han acercado al panel que está aquí a mi lado. Me da mucha alegría realmente poder compartir con estas compañeras con las que hemos atravesado muchas experiencias juntas y me da mucha alegría que podamos sentarnos a sacar buenas conclusiones y, un poco, a festejar. Realmente estoy muy contenta de poder estar acá en la Tercer Jornada de Pensamiento Socialista en el panel de apertura. Es un gran esfuerzo que hace el Nuevo MAS, Las Rojas y la corriente internacional Socialismo o Barbarie también para reflexionar, para aportar al debate y para que también nosotros, como nuevas generaciones, podamos tener más herramientas teóricas, conceptuales y políticas para todas las tareas que tenemos por delante.

A nosotros nos toca abordar toda esta pelea que viene dando impresionantemente el movimiento de mujeres, pero es el marco de esta Jornada que va a tocar distintos aspectos como lo que está pasando en el mundo. Ese es el panel que viene después, ya les paso el chivo, yo me voy a quedar, tengo muchas ganas de escuchar ese panel. Mañana hay un panel sobre las experiencias del movimiento obrero, las luchas que se vienen dando, pensadas también desde el marxismo. Estoy muy contenta por este debate, y en el marco de la Jornada, doblemente.

Quería también comenzar por saludar muy brevemente, pero es muy importante, a toda la comunidad educativa, a los docentes, estudiantes, no docentes y todos los que se están solidarizando con la Universidad pública, pero también con la pelea de los docentes, sobre todo de la provincia de Buenos Aires, luego de la tragedia de Sandra y Rubén. Realmente la educación para nosotros es un derecho y vale la pena pelear por ella, seguramente nos encontremos movilizándonos por esto la semana que viene.

Volviendo al tema que nos convoca, lo más específico, que son todas estas experiencias del movimiento de mujeres. Yo creo que es importante arrancar por decir algo que parece muy claro pero que es muy importante, que hay hoy un movimiento de mujeres mundial que llegó para quedarse. Es una novedad porque, además, actualmente, es el principal movimiento social que existe y que encima está coordinado a través de las fronteras. Hace cosas coordinadamente, juntas. Coordina peleas, coordina luchas y trasmite experiencias que van trasvasando las fronteras. No voy a hacer una gran historización, pero por tomar algunos pequeños ejemplos. El movimiento de mujeres en EEUU, en un país que no se venía caracterizando en el último período por movilizaciones de amplios sectores. Las primeras que salieron a plantarse contra Trump fueron las mujeres. El movimiento anti Trump arranca con movilizaciones de las mujeres, que después ahora tienen el #MeToo y todas las denuncias por acoso, la pelea por reducir la brecha salarial y demás. Las polacas, genias, que además paralizaron el país cuando le quisieron atacar su derecho a decidir, salieron a parar toda Polonia. Cerró todo en el país para defender el derecho a decidir de las mujeres. En Irlanda, que ganaron este plebiscito que es levantar la prohibición para abrir el debate sobre la legalización del aborto. Fue una conquista enorme en un país hiper católico, y lo conquistaron y convencieron. Las mujeres kurdas organizadas, una de las experiencias más importantes, más profundas, más radicales que se han armado hasta los dientes para pelear de la manera más concreta que hay contra los monstruos más grandes que puede tener este mundo en este momento. Así hay muchos ejemplos más. Sólo por nombrar algunos de los últimos años, si vamos más atrás están las mujeres en India, las turcas, parte de la Primavera Árabe y muchas más. Argentina también es parte de esto. Creo que estos sectores que empiezan a salir en todo el mundo y en nuestro país también, tienen un poco de esto que César decía, que me pareció hermoso, que es la idea del empalme. En los 90 hubo una gran derrota, se venía de otras experiencias. No había grandes movimientos levantando la cabeza, pero sin embargo después, a principios de los 2000, algunos sectores del mundo fueron invadidos por esta ola de rebeliones populares, con mucho impacto en Latinoamérica. Yo creo que ahora nuestro movimiento de mujeres está en el empalme de eso. Nuestro envión anterior viene de ahí, esa es una de las características que hay hoy. Creo que este elemento es muy importante en Argentina en particular, que es vanguardia en este momento del movimiento de mujeres mundial, esto se siente de manera peculiar, por los métodos, por la radicalidad, por la calle, por su profundidad. Así que creo que ese es nuestro marco, parte de cómo llegamos hasta acá, en esta pelea de este año en Argentina por la legalización del aborto.

Una cuestión muy novedosa de este año, ya para entrar a nuestro país, es que conquistamos un movimiento de masas por la legalización del aborto. Eso es una novedad novedosísima. Que la pelea por el aborto es correcta ya lo desarrollaron mucho mejor que yo acá mis compañeras y compañeros en el panel y seguro ustedes tienen un montón de argumentos. Era correcta, pero les juro que no por eso era mayoritaria. Lo habremos planteado bajo cuestionamientos, un poquito en soledad y en minoría, pero este año logramos la novedad de la mayoría. Hay una mayoría social en favor del aborto y hay además un movimiento de masas por este derecho. Es una conquista histórica. Esto es histórico, lo que pasa en el mundo y lo que pasa en Argentina. Eso creo que son importantes puntos de apoyo y hacen a esta cuestión que es coyuntural y momentánea, que es que no haya salido en el Senado. Esto recién empieza. Vamos a usar la palabra derrota porque efectivamente la ley no terminó saliendo. Pero esta pelea tiene para rato, porque tiene fuerza. Tiene bastante de guerra, porque si del otro lado está la Iglesia, hay muy poco de pacífico en esta discusión. Nosotros atravesamos el primer round. Acá lo importante es reconocer, creo yo, que es parte de esta identidad, de este movimiento y de toda esta alegría. Porque no salió la ley en el Senado, pero la sonrisa y el glitter y el brillo y las ganas y la música y la batucada no te lo roba nadie. Generó una contradicción porque muchos dijeron «no salió la ley, pero las sonrisas eran enormes». Y sí, porque esas sonrisas reflejan y conectan con lo importante, que es todo el terreno que se avanzó. Y es ser consciente de que vos partías, si bien tenías toda una acumulación y venía todo un desarrollo, de todas esas trabajadoras desocupadas que coparon los Encuentros de mujeres para mostrar el problema social de la ilegalidad del aborto, lo que significa morir por la clandestinidad, además del problema de la decisión del cuerpo, de la libertad, de no ser esclavas.

De aportar una realidad masiva a lo que significa. Todas esas mujeres, toda esa acumulación, este año hubo un gran estallido al lograr convencer a la sociedad, al resto de la sociedad, de que este derecho tenía que ser ley, que era legítimo, que era importante, por mil motivos que están circulando de manera masiva, lo cual también es genial porque la verdad es que antes hasta el nivel de argumentación era poquito, algunos detalles. Ahora las pibas te manejan la teoría, te dan vuelta como una media, en cualquier debate con un montón de argumentos. Eso también es un avance. Ha elevado mucho el nivel de la discusión y la argumentación, eso es bárbaro, avanzamos terreno en eso, avanzamos terreno en convencer, avanzamos terreno en conseguir apoyos. Todos los sectores de colectivos que se fueron organizando, tanto trabajadoras y trabajadores para apoyar esta ley y esta lucha. Avanzamos en organizar eventos de masas, como fueron el 13J y el 8A, hay varios ejemplos en la Argentina reciente, pero ¿cuándo hemos podido ver eventos así desde el movimiento de mujeres y con semejante masividad? Llevar a más de un millón de personas a la calle con lluvia, bajo cero, frío, vallas, policía, y que las pibas estén ahí, estoicas, firmes, aguerridas. Son novedades de una profundidad que hace a que esta derrota sea momentánea, porque tenés las condiciones de fuerza para poder conseguir, en otro momento, bajo otra forma, no muy lejano, tu derecho.

Además, estamos en un país, esto sí lo voy a decir, que no es apto para cardíacos. Nuestro país tiene una realidad política super dinámica. Ahora, esta semana han salido las los les estudiantes a las calles en apoyo a la lucha docente, pero por el problema de la gratuidad y la defensa del derecho a la educación. Esos estudiantes usan pañuelo verde, han estado en esta pelea, han convencido a otros sectores, han presionado para que esas autoridades se pronuncien. Salen sectores de trabajadores también a pelear en la calle, a cuestionar al gobierno, a utilizar el método de la calle; es decir, que hay muchos otros sectores peleando y esos también son puntos de apoyo para este movimiento. En política y en los movimientos no hay compartimientos estancos, cosas que van totalmente divididas y por separado, en algún momento se fortalecen y se retroalimentan y, en nuestro país, tenemos también esa experiencia.

Además, hay una cuestión de que este movimiento es tan profundo que creo que el Senado no puede tapar con un dique un océano, no lo pueden frenar, esto es una marea muy profunda, los ejemplos de cuestionamiento que hay a la institución eclesiástica, las jóvenes, las pibas con el ejercicio de ese derecho a la rebeldía, están aportando eso actualmente. Pibas de 12, 13 y 14 años que tal vez en algún punto, para algunas, la legalización del aborto sea abstracta, es decir, no la practicarían en lo inmediato, pero saben que lo que está en discusión es su lugar como pibas en esta sociedad, cuál es su futuro. Que su futuro está en discusión y están haciendo algo al respecto. Eso es hermoso, porque además tenemos una nueva camada de militantes que hoy tienen 12, 13 y 14 años que ¿quién las va a frenar? ¿cómo las van a frenar? No las van a frenar. Y van a poder plantearse pelear también por todo.

En esta pelea no todo ha sido fácil y hay algo que vimos, sobre todo de cara al 8A, que se desarrolló después del 13J, que es una coalición oscurantista, yo lo digo así para ser explicativa. Es una coalición dirigida por la Iglesia, por esos intereses que los compañeros y las compañeras desarrollaban, esto de ser la policía del régimen que garantiza la opresión y la explotación, pero que estuvo integrada por el gobierno macrista, porque su primera plana está en contra de la legalización del aborto y militó fervientemente en contra, como el presidente, la vicepresidenta, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, Vidal, y muchos personajes de peso del macrismo. Esta coalición está integrada también por la iglesia evangélica, que sumó número, que se sumó a la calle, por un importante sector de los multimedios, que trataron de presentar a una supuesta sociedad dividida, cuando sabemos que no hay una sociedad dividida por este tema. Hay una minoría en contra del derecho de las mujeres y hay una gran mayoría que está a favor, y esa es nuestra experiencia, eso es lo que sabemos. Esos multimedios que también ocultaron las encuestas de opinión sobre esta temática, de cara a la votación del 8A, para preparar un terreno. Los multimedios que presentaban en condiciones de igualdad, o más voces en contra que más voces a favor, otro de los actores integrantes, pero en menor lugar, pero en su cabeza puesta en esta coalición es la dirección sindical tradicional, la burocracia sindical de la CGT, que lo primero que hizo en este debate fue sacar una declaración diciendo que estaban bajo todo punto de vista en contra de esto. Faltaba poco más para que pidan que mueran todas las mujeres y no voy a reproducir lo que seguro pasa en sus cabezas, pero en contra de este derecho que generó un amplio repudio, hubo un escrache, de hecho, en las puertas de la CGT, a esa cúpula sindical, entonces se tuvieron que callar porque la verdad los corrimos, eso fue lo que pasó. Pero esta coalición oscurantista tuvo a favor que esta burocracia le impuso una pasividad a la clase obrera para intervenir con sus sindicatos, con el pleno de sus organizaciones en esta lucha. Esta es la coalición oscurantista que es el poder del Estado, que es la cúpula del Estado, son los que garantizan todo lo malo de este mundo. Son los que garantizan la opresión, la desigualdad, las injusticias, el oscurantismo y los que se organizaron para construir hacia el final efectivamente una polarización en torno a este tema. Una polarización minoritaria, seamos claros, del sector celeste, minoritario pero real, que lograron movilizar, minoritariamente, pero se movilizó, ese sector logró existir. Pero no surgió desde abajo, de manera autoorganizada, autoconvocada, con la fuerza de la experiencia cotidiana, como lo hizo el movimiento de mujeres, la nueva generación, las pibas, las más grandes que se sumaron también, las que ya venían peleando, no con todo lo rico y masivo que tenía el sector, que tiene el sector a favor de este derecho. Con una minoría impulsada desde arriba pero que tiene mucho poder y esos son los que se terminaron imponiendo el 8A. No fue que todavía no hay conciencia o que la sociedad no entiende o esas cosas que quisieron después inventar, o el ejercicio de la democracia, como dijo el presidente. ¿Qué es la democracia si una minoría se impone con argumentos oscurantistas anti científicos, contra un derecho que la mayoría social y el movimiento de mujeres promueve, defiende, y presenta en el Congreso? No fue ningún triunfo de la democracia, fue un hazmerreír total la decadencia hecha institución a través del Senado, para mostrar cómo se chocaban las fuerzas del pasado, de la prehistoria, de la negación total de los avances científicos contra la fuerza del futuro, la modernidad, las nuevas generaciones, que quieren construir una sociedad más democrática y más igualitaria. No salieron fácil de eso, salieron ellos, esta coalición oscurantista, creo yo, con un desgaste muy grande, lo del Senado no sé… ¿vieron que siempre salen las encuestas de opinión cuando no las queremos, pero cuando las queremos las ocultan? Me encantaría una encuesta de opinión de qué opina la sociedad argentina sobre el Senado, creo que al otro día tendrían que cerrarlo, porque mucho desprestigio tiene. Ellos impusieron momentáneamente que no salga la ley en agosto de 2018 pero a un alto costo para esa institución, que quedó muy desprestigiada frente a la sociedad con los argumentos -bah «argumentos», vamos a decirles frases e intervenciones porque de argumentos no tenían nada- de comparar a mujeres con perros, que desconocen las leyes que están votando. Hubo senadoras que cobran 200 lucas y dijeron «voto en contra, pero no leí la ley»; una vergüenza total, mucho desprestigio tiene el Senado y la Iglesia también. Creo que lo desarrollaba muy bien César y lo decían las compañeras también, el fenómeno de la apostasía que hay, que es muy progresivo. Cuestionar a esas instituciones que en lo profundo quieren sostener este orden de desigualdad y explotación es muy importante, muy progresivo y genera mucho hacia adelante.

Para ir cerrando un poco la idea, la pregunta después de todo esto que vivimos con tanta emoción, que nos da alegría, la alegría de luchar, la alegría de saber que luchás por lo correcto y de que estás viendo un movimiento que se empieza a poner sobre sus dos pies y es enorme, es ¿cómo seguimos? ¿cómo ganamos? Porque hicimos todo esto, tuvimos todas estas movilizaciones, fuimos a la calle, presentamos una ley, y ahí hay toda una serie de discusiones de cómo seguimos y de qué es lo necesario para avanzar. Muy sintético, creo que una de las primeras discusiones es si hay que seguir, en este momento, hoy, estamos en 2018 todavía, si hay que seguir intentando por las instituciones o si tenemos que fortalecernos en la lucha en la calle. Nosotros tenemos la opinión de que hay que seguir en la calle, que no es el momento para depositar expectativas, confianza o tácticas, hoy, en las instituciones que nos vienen de decir que no. El Congreso en su conjunto viene de decirnos que no. Por más de que hayan hecho de policía bueno y policía malo entre diputados y senadores, la realidad es que la ley por ese lado no salió. Entonces, volver a insistir hoy en ese Congreso que ya nos dijo que no, no nos parece el camino. Digo porque hay discusiones sobre si presentamos ahora una consulta popular vinculante, que se vote un proyecto, si juntamos firmas para presentar esa consulta popular y todo ese tipo de acciones. Nosotras creemos que es muy importante seguir en las calles para hacernos fuertes en nuestro punto fuerte, que es este movimiento. Y que es avanzar, seguir avanzando en ese terreno. Porque lo que vimos es que nos enfrentamos a una coalición oscurantista muy reaccionaria, muy oscura, muy terrible, muy de derecha, que todo el tiempo tantea al movimiento de mujeres. Bueno, en esta provincia hay protocolo para los casos de abortos no punibles, pero en esta no, entonces acá se mueren más, acá menos, o sea, estamos hablando de leyes que existen. Esa es la coalición que funciona para impedir el cumplimiento de leyes y derechos actuales y existentes, no sólo futuros, como es la educación sexual integral, como son los casos de abortos legales en caso de violación. Para nosotras hay que cuidar todos esos puntos, seguir en la calle movilizadas para pelear por la aplicación de la educación sexual, por el cumplimiento de ese derecho, sobre todo para nuestras jóvenes y nuestros jóvenes que tan comprometidos están con esta pelea. Creemos que hay que estar en la calle para defender a cada mujer, en cada hospital, en cada provincia, que quiera acceder a un aborto en caso de violación o en cualquiera de las causales que ya existen en la ley y que ya conseguimos por la movilización en el año 2012 y subsiguientes. Y por supuesto, para llevar nuestro grito de furia por cada caso de muerte por aborto clandestino que, terroríficamente, siguen sucediendo. Mientras empezaba este panel me llegaban notas de un caso de una mujer que está muy grave en Córdoba. Hay que seguir el camino de la furia que llevamos a la calle cuando salimos a pedir justicia por Liz y a denunciar en las casas de las provincias las tragedias a las que esos senadores, esos curas, este gobierno, impone y obliga a las mujeres a padecer.

Y, por último, pero no por eso menos importante, creo que hay algo que tiene que modificarse en la estrategia del movimiento de mujeres para ganar. Y tiene que ver con su estructura de alianzas para obtener derechos. Yo creo que podemos hacer la diferencia para conseguir este derecho si empezamos como movimiento a reconocer que tenemos un aliado natural en la clase obrera y construir lazos con ese sector con el cual, no sólo compartimos enemigos, sino también podemos compartir también métodos de lucha. Que diferente sería si, cuando organizamos paros por los derechos de las mujeres, no paran sólo las mujeres sino el conjunto de los gremios, nosotras no queremos construir paros para que paren aisladas las trabajadoras, queremos que los trabajadores también peleen por esos derechos, pero para eso hay que establecer un diálogo permanente. Por supuesto que, denunciando a todas las burocracias y las cúpulas sindicales, pero los movimientos desde abajo tienen que también conectar porque hay un sector. Esto es una discusión muy grande que hay en el movimiento de mujeres y es muy sano que así sea, acá todas y todos reflejamos distintos debates que hay, porque cuando un movimiento hace experiencias, lucha, está en la calle, empieza a tener discusiones y debates y a preguntarse ¿con quién me junto? ¿Para dónde salgo? ¿para dónde voy? ¿cuál es el problema? Todas esas son preguntas importantes para delimitar las tácticas y tu estrategia para ganar. Nosotras acá queremos ganar y como estamos muy comprometidas con ganar derechos y en avanzar, queremos proponer lo que nos parecen las mejores estrategias, que en este debate estamos hablando de una reforma, la legalización del aborto es un derecho que sería una reforma. Hay distintas maneras de conseguir reformas, hay luchas reformistas por reformas, que prefieren confiar en el parlamento, en las instituciones, o en los integrantes de los partidos tradicionales, sean mujeres o sean varones del radicalismo, del peronismo, de lo que sea, y hay lucha revolucionaria por las reformas que plantea apoyarse en las vigilias, en la calle, que confía en la fuerza de su propio movimiento y que mira al de al lado, y en este caso a la clase obrera y le dice «luchemos juntos, seamos solidarios, yo peleo por tus problemas, vos por los míos y vamos por todo». Esa es la estrategia que creo que podría hacer la diferencia en el mediano plano, sino en el corto plazo, para poder plantarse ante esta coalición oscurantista, ante la Iglesia, ante este gobierno, que lo único que tiene para ofrecerle a la juventud es opresión, es negativa a derechos, a la educación, ajuste y que venga a gobernar el FMI. Ante ese gobierno hay que plantarse por nuestros derechos y por todos los derechos.

Así que eso es lo que, en síntesis, creemos que es importante para avanzar para ganar porque con toda esta fuerza, este realmente momento histórico que estamos viviendo, estamos en las condiciones para que sea ley.

Muchas gracias.

III Jornadas del Pensamiento Socialista, 24/8/18.

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