Jun - 19 - 2019

En octubre se realizarán las elecciones presidenciales en Argentina. Nuestro partido hermano en ese país, el Nuevo MAS, postuló a Manuela Castañeira para la presidencia, siendo la única  mujer para esta elección. Como vicepresidente le acompaña Eduardo Mulhall, un compañero con una larga trayectoria militante en la izquierda y como obrero en la industria automotriz.

Tenemos el orgullo de decir que en este último tiempo es el movimiento de mujeres, tanto internacional como nacionalmente, el símbolo universal de la lucha contra las injusticias y la explotación. En esta perspectiva, opinamos que hay que construir una candidatura alternativa a las del sistema a partir de la fuerza de la marea verde que viene desde abajo en nuestro país, así como también con la fuerza en general de los trabajadores y la juventud. En este sentido, buscamos que la candidatura de Manuela Castañeira exprese esa fuerza que viene desde abajo y que se concentra en su figura, en tanto luchadora originada en el movimiento de mujeres, trabajadora y joven.

La izquierda tiene la responsabilidad histórica de levantar un programa independiente que conecte estos reclamos en una perspectiva anticapitalista. Un programa que trace una raya con los candidatos del sistema y ofrezca una suerte de “puente” que facilite que los trabajadores, las mujeres y la juventud hagan su experiencia con los límites de clase del gobierno que viene.

El capitalismo no va más. ¡Vamos con la fuerza de la juventud!#ManuelaCastañeira2019 #ConLaFuerzaDeLaJuventud #Elecciones2019

Publicado por Manuela Castañeira en Jueves, 13 de junio de 2019

El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) se negó a unificar con nuestro partido [el Nuevo MAS] para dar esta batalla. La unidad declamada por el FIT no fue un planteo real, sino el intento de imponer caprichos de secta para que depusiéramos la candidatura de Manuela. Nuestra propuesta fue hacer una elección interna y, que según el resultado, se constituyeran las listas de manera proporcional para cada lista. Con este mecanismo se podía garantizar la unidad real de la izquierda en Argentina, pero el FIT se negó a esto y optó por el acuerdo con la fuerza más oportunista en detrimento de nuestro partido. Lo que está ocurriendo es un desplazamiento hacia la derecha del proyecto original del FIT.

Cuando el año pasado planteábamos que “el pueblo tenía que decidir” (sobre el acuerdo con el FMI), connotadas figuras del FIT plantearon que era “el momento de discutir el programa”… sin cuestionar la continuidad del gobierno. Tanto el PTS como el PO desarrollaron la “teorización” oportunista de que era supuestamente “un error plantear la salida anticipada de Macri” porque todavía no estaba planteada una alternativa desde la izquierda.

Pero, ningún partido puede sustituir la experiencia de los trabajadores: una salida de Macri por la acción directa, revolucionaria, hubiera dejado colocado las cosas mil veces más a la izquierda de lo que están hoy.

Nuestro partido viene subrayando desde hace muchos años los déficits del FIT. Afirmamos siempre que tiene un elemento progresivo vinculado a la independencia política de clase. Sin embargo, la delimitación de clase no es la única. La otra tiene que ver con el vector reforma/revolución. Es un hecho su desplazamiento hacia la derecha: los elementos de adaptación al régimen burgués expresados, entre otras cosas, en el carácter de cooperativa electoral.

Parte de este problema es el crimen político de haber dado la espalda a una precandidatura presidencial de una mujer. No se trata de hacer una campaña unilateral sólo alrededor de esta temática, sino el hecho que actualmente el movimiento de mujeres encarna hoy el símbolo de la lucha, de la rebeldía, el cuestionamiento al sistema, al capitalismo.

Nuestro partido sale orgulloso a instalar la precandidatura presidencial de Manuela Castañeira como alternativa anticapitalista a las fuerzas del sistema y que puede encarnar la fuerza del movimiento de mujeres y, más en general, toda la fuerza de los trabajadores y la juventud.

Con la fuerza de la marea verde Manuela Castañeira se pone al servicio de esta pelea: preparar políticamente y, en la medida de lo posible, organizativamente, a nuestra clase, para las peleas que se vienen: peleas que de polarizarse, de radicalizarse, de extremarse, pueden abrir un desafío histórico para la izquierda argentina.


*Presentamos un resumen del editorial del semanario Socialismo o Barbarie del 13 de junio de 2019 titulado “Una polarización electoral recargada”.

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