Dic - 11 - 2014

 

A fines de noviembre pasado, observábamos que “Estados Unidos vive un estallido de protestas y movilizaciones antirracistas como no se veía desde hace décadas. Motivos no faltan. Un ‘Gran Jurado’ decidió que no será procesado Darren Wilson, el policía racista blanco que en Ferguson, Estado de Missouri, acribilló al joven negro Michael Brown mientras levantaba los brazos mostrando estar desarmado. … Así, la justicia yanqui ratificó la norma de impunidad que cubre a las policías y cuerpos represivos estatales (y también a los guardias de “seguridad” privados), cuando se trata de asesinar al negro o al latino que les resulte ‘sospechoso’ aunque no exista ningún hecho, como un ataque, un arma o cualquier otro elemento material que confirme esa ‘impresión’ subjetiva.” (Socialismo o Barbarie Nº 315, 27/11/2014)

Asimismo, pronosticábamos que la escandalosa absolución del policía asesino Darren Wilson iba a estimular la brutalidad policial-racista, segura de contar con garantías de total impunidad para cualquier crimen que se le ocurra cometer. Pero también advertíamos que la indignación que esto provocaba podía general un amplio movimiento, que continuara más allá de las protestas puntuales por el caso de Michael Brown.

La masividad y repercusión de esas protestas daban para pensar que en los subsuelos de la sociedad estadounidense podían estar “cocinándose” diversos factores y materiales explosivos parecidos a los que en el siglo pasado hicieron detonar el gran movimiento por los derechos civiles, que no se redujo al reformismo de Martin Luther King sino que también llegó a contar con fuertes alas combativas e independientes como las de los Black Panthers o Malcom X.

Los últimos días parecen ratificar esas posibilidades. Nuevas movilizaciones y protestas de afroamericanos y sectores antirracistas, se han sucedido “de costa a costa”, desde Nueva York a California. Han sido movidas no sólo por el asesinato impune de Michael Brown, sino por nuevos crímenes y otras afrentas.

Nueva York – Otra absolución de policía asesino genera protestas en todo el país

No en el pequeño pueblo de Ferguson sino en Nueva York, “vidriera” mundial de EEUU, tuvo lugar otro juicio a un policía asesino de negros, Daniel Pantaleo, que por supuesto fue absuelto…

Esta vez la cosa fue aún más escandalosa, si cabe. A diferencia del crimen de Ferguson quedó grabado en un video cómo Pantaleo estrangulaba al joven afroamericano Eric Garner, en Staten Island, Nueva York. Se oye a Garner, desesperado, gritando“¡No puedo respirar! ¡No puedo respirar!”, mientras otros policías, riéndose, colaboraban en el asesinato sujetando a Garner.Este video dio la vuelta al mundo. Se vio no sólo en las redes sociales sino también en gran parte de los noticieros. En el único sitio que al paracer no se enteraron, fue en el Gran Jurado que liberó a Pantaleo.

¿Qué crimen había cometido Garner? Padre de seis hijos y desempleado, Garner se ganaba la vidaen las calles vendiendo cigarrillos sueltos, que así no pagan impuestos… El 17 de julio pasado, un grupo de policías encabezado por Pantaleo lo arrestó por ese gravísimo delito. Garner protestó y lo estrangularon…

Días atrás, otro Gran Jurado, al estilo de Ferguson, decidió no imputar al policía estrangulador Daniel Pantaleo. ¡Y sus ayudantes en el asesinato ni siquiera fueron juzgados!

Esta burla judicial, esta infamia racista, se producía además en Nueva York y no en un pequeño pueblo perdido en el mapa del Middle West (Medio Oeste), como Ferguson. Así echó más toneladas de combustible al incendio. Se multiplicaron las protestas, esta vez con mayor extensión nacional y centro en Nueva York. Los manifestantes lograron bloquear con piquetes partes de la ciudad, como el puente de Brooklyn, el Lincoln Tunnel, la West Side Highway y la Sexta Avenida en torno al Rockefeller Center, donde se estaba realizando la ceremonia de encendido del árbol de Navidad.

Luego de Ferguson,en los mismos días de la escandalosa absolución del estrangulador, otros crímenes racistas provocaron estallidos menores pero significativos. Indican que ya no pasan en silencio.

El pasado sábado 6 fue el funeral de AkaiGurley, de 28 años, ciudadano negro asesinado semanas atrás por unpolicía blanco en Brooklyn, pese a sertotalmente inocente, como admitiófinalmente el jefe de policía de Nueva York. A su funeral fueron centenares de personas y se transformó en otra protesta, que encabezóel cineasta Spike Lee, biógrafo de Malcom X, y dirigentes de movimientos negros.

El jueves anterior, un policía de Phoenix mató a un negro desarmado, RumainBrisbon. La justificación fue la de siempre: “el agente creyó quetenía una arma de fuego”. Pero esta vez el hecho provocó que centenares de manifestantes protestaran contra el homicidio con marchas y bloqueos.

De Nueva York a California

Las protestas y movilizaciones han llegado también a California, a un lugar que fue centro de los distintos movimientos de lucha del siglo pasado y también de la izquierda, la UCB, la Universidad de California Berkeley.

En noviembre, con el pretexto del Halloween, un grupo colgó un muñeco representando el linchamiento de un negro. Esa provocación racista y los acontecimientos de Ferguson y Nueva York hicieron reaccionar a los activistas de la UCB.

El 4 de diciembre más 200 miembros de la Black Student Union (BSU) bloqueron uno de los principales comedores de la Universidad, con la consigna de “nadie va a comer hoy, cuando tenemos hambre de justicia”. Otro numeroso piquete de estudiantes latinos, asiáticos y blancos se alineó con ellos para apoyarlos.

La policía del campus, famosa por su brutalidad, especialmente contra los negros, y que reprime de inmediato las protestas de cualquier signo y color, esta vez no se atrevió a intervenir. ¿Sintió –como decía Bob Dylan– lo que está “soplando en el viento”?

Por Rafael Salinas, Socialismo o Barbarie, 09/12/2014

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