Feb - 13 - 2015

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Al cerrar esta edición, miércoles 11, se iniciaba en Minsk –capital de Belarus (Bielorrusia)– la primera reunión de la cumbre para llegar a un acuerdo de cese del fuego en la guerra civil de Ucrania y, si fuese posible, pactar un arreglo más duradero de este conflicto. Las conversaciones seguirán mañana, y no está claro que se llegue a un acuerdo… ni menos que lo que se firme tenga viabilidad en el terreno.

A esta reunión asisten Vladimir Putin (Rusia), Petró Poroshenko (presidente de Ucrania o, más exactamente de parte de ella), Ángela Merkel y François Hollande (en representación de la Unión Europea). Representantes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk (que conforman la Novorossia) están presentes pero no tendría acceso directo a las reuniones. Su representación pasa por el filtro de Putin.

Sin pretender hacer una pintura completa de la situación en Ucrania (y sus hilos a nivel internacional), señalemos algunos hechos importantes.

Diferencias (relativas) entre la Unión Europea y EEUU

La Unión Europea –o mejor dicho, los que mandan en la UE, Alemania, primero, y muy por detrás, Francia– tiene una diferencia parcial pero importante con el imperialismo yanqui.

Ambos coinciden en apoyar al régimen de Kiev. Pero Alemania y Francia desean lograr a toda costa un arreglo negociado vía Rusia que logre el cese de la guerra. En ese sentido, se oponen a echar más leña al fuego armando masivamente a Ucrania y mucho más a que la OTAN se involucre en el asunto.

Además de los problemas económicos y políticos, Alemania y Francia dudan –con toda razón– que el gobierno de Kiev, por más armamento que se le provea, sea capaz de ganar una guerra contra Novorossia, en la medida que ella cuente con el suficiente respaldo de Moscú. Hasta ahora, todas las ofensivas lanzadas por Kiev terminaron derrotadas. Ahora, en estos momentos, están fracasando la última de ellas.

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Tropas de Novorossia en ofensiva, toman la población de Logvinovo, en el cerco a unidades del ejército de Kiev.

Si la UE y la OTAN se involucraran en una intervención más amplia, Alemania y Francia temen que un colapso de las tropas de Kiev deje a las fuerzas europeas ante la perspectiva de tener que intervenir de una u otra manera. Por eso, también se oponen de plano a que la Ucrania de Kiev ingrese a la OTAN… lo que acarrearía un compromiso formal de “defenderla” militarmente.

Por el contrario, EEUU plantea jugarse el todo por el todo… a costa de la piel de sus aliados europeos… Salvo que Angela Merkel y François Hollande logren una capitulación completa en Minsk, EEUU pretende volcar en Ucrania abundante armamento y “asesores” de la OTAN. Sería un negocio redondo para Washington si tuviese éxito… y si fracasara, los platos rotos los pagaría en primer lugar la Unión Europea.

Esta situación pone en dificultades no sólo a Moscú, sino también a la misma Unión Europea, y particularmente a los imperialismos que la conducen: Alemania y Francia. Pero, en ese sentido, la política de EEUU se resume en la famosa frase –grabada y difundida por los espías del Kremlin– “Fuck the EU (EuropeanUnion)!”, de Victoria Nuland, funcionaria del Departamento de Estado a cargo de los Asuntos Europeos. Ahora, además , un buen enfrentamiento de la Unión Europea con Moscú, le vendría bien a Washington para poner en su lugar a sus socios menores.

A un año del “Euro-Maidan”, todo está mucho peor

Sin embargo, hay un serio obstáculo para los planes de Washington y sus aliado europeos. La secesión del Este ruso-hablante y la consiguiente guerra desatada por Kiev para impedirlo, no son los únicos problemas en Ucrania. Todo, de conjunto, ha empeorado. La economía es una catástrofe, y no sólo por la guerra ni porque en este conflicto Ucrania ha perdido su principales zonas industriales (el Donbass, donde están Donetsk y Lugansk). También el sometimiento a la Unión Europea no ha traído la bonanza que muchos esperaban. Ni siquiera se ha facilitado la emigración, aunque sea temporaria, para buscar trabajo en la UE. Por el contrario, la UE ha endurecido las normas para el ingreso al Espacio Schengen de los portadores de pasaportes ucranianos.

Ucrania está virtualmente en cesación de pagos. Los planes del FMI sumados a los gastos de guerra, han implicado severos ajustes recesivos. Desde el aumento de un 150% de los pasajes del metro de Kiev hasta la disparada de los precios de los alimentos, han achatado el salario real. A fines de otoño del 2014, el precio del pan triplicaba al del año anterior. Al mismo tiempo, con el pretexto de financiar la guerra, el gobierno, impuso un gran impuesto especial.

La nueva administración tampoco no ha modificado un rasgo que fue uno de los detonantes del Maidan: la fenomenal corrupción del aparato del Estado. Pilar Bonet, la corresponsal del diario El País de Madrid, que apoya fervorosamente al actual régimen, lo resume en este título: “La guerra y la corrupción no dejan respirar a Kiev”.[[1]] Y añade: “Los ucranianos urgen a sus líderes a poner fin al conflicto y cumplir las promesas económicas”.

Pero sucede que Poroshenko, por el contrario, siguiendo más bien el libreto de Washington sólo viene tomando medidas para ampliar la guerra y, simultáneamente, poner mordaza a los que protestan.

Esta situación, en las últimas semanas ha agravado un fenómeno que viene desde el principio: las deserciones y sobre todo la resistencia al reclutamiento. En lo que va de 2015, esto último se ha vuelto masivo.

Un rechazo masivo al servicio militar

La «carne de cañón» de las fuerzas armadas de Kiev la proveen principalmente los jóvenes obligados a hacer el servicio militar. Desde que comenzó el conflicto en el Este, ha habido varias llamadas a filas. Y también ha ido creciendo a saltos el porcentaje que desobedece.

Un artículo publicado en CounterPunch de un periodista de Kiev, Dmitry Kolesnik, pinta así la situación;

“La presente situación de guerra en el Este de Ucrania y la decisión del gobierno de Kiev de comenzarla de nuevo haciendo otra ola de reclutamiento, ha desencadenado una tormenta de rehusarse a combatir. Las protestas están creciendo en todos las regiones. Por supuesto hay todavía nacionalistas fanáticos y militaristas de extrema derecha que ejercen la violencia y la intimidación a las protestas anti-guerra, pero su capacidad de acallarlas ha disminuido.”[[2]]

Es que gran parte de los jóvenes convocados, aunque no protesten, están “votando con los pies”, huyendo o escondiéndose para evitar ir a filas:

“El hecho impactante –prosigue Kolesnik– es que prácticamente nadie se presenta voluntariamente a las oficinas de reclutamiento. Por eso, esta última ronda de conscripción está causando pánico en el gobierno y en el alto mando del ejército. Están apelando, como siempre, a los sentimientos patrióticos, pero eso está cayendo cada vez más en oídos sordos.

“Los hombres en edad de conscripción, están huyendo por miles, cruzando las fronteras en todas direcciones o escondiéndose para escapar de las garras de los reclutadores.

“El diario ucraniano Korrespondent describe así la situación: ‘Con nuevos datos sobre la mesa, se ve que cada día la evasión va creciendo. En la primera ola de movilización militar, más del 20% de los convocados se presento voluntariamente. En la segunda convocatoria, fue sólo el 10%. Este años, sólo el 6% de los reclutas ha ido voluntariamente’.”

La lista de lugares donde los jóvenes se han fugado y/o ha habido enfrentamientos es interminable. Sólo citamos algunos ejemplos que da Kolesnik, tomados del diario Korrespondent y otras publicaciones:

“En el oblast de Transcarpatia, en Ucrania occidental, aldeas enteras se han dispersado a través de varias fronteras[[3]] para escapar el reclutamiento de sus hombres.

“El jefe del consejo de la aldea de Kosiv en el oblast de Ivano-Frankivsk informa que toda la población de la aldea alquiló autobuses y se fue a Rusia a esperar que acabe la guerra.En la aldea de Colchino, las autoridades sólo pudieron encontrar a tres de los 105 hombres que debían ser reclutados.

“El Jefe de Reclutamiento de Transcarpatia, O.Boyko, dijo a Korrespondent: ‘Puede parecer una paradoja, pero en el oblast occidental de Ternopyl, las personas para escapar del reclutamiento, han huido a Rusia’.

“Mucha otra gente ha optado por irse a países del Este europeo, como refugiados temporales. Yuri Biryukov, asesor del presidente Poroshenko, adimitió: ‘En los últimos 30 días, el 17% del total de reservistas de todo el oblast de Chernivtsy (Ucrania occidental) ha cruzado las fronteras a otros países’. Según distintos informes, los hostels y moteles de la vecina Rumania están repletos de reservistas ucranianos evadidos.”

Al sur de Ucrania, la situación parece la misma: “El diario de Odessa Timer informa el 23 de enero que en la aldea de Kulevchi en Saratsky, distrito de la región de Odessa, la población local se rebeló contra el reclutamiento militar y echaron a patadas a los funcionarios de la oficina de reclutamiento local.”

El gobierno ha comenzado a reprimir estas protestas, amenazando incluso con la promulgación de ley marcial. Un ejemplo de esta represión lo relata la AFP (Agence-France Press)[[4]]:

“El servicio de seguridad arrestó a periodista con cargos de ‘alta traición’. Es RuslanKotsaba –conocido periodista de TV de la región occidental de Ivano-Frankivsk, que difundió un video por diversos medios y redes sociales, denunciando el nuevo reclutamiento. Llamaba a eludirlo y oponerse a la guerra… ‘Prefiero ir a prisión –dice Kotsaba– a participar en esta guerra fratricida’. El video subido a Youtube logró 300.000 entradas…”

Ratificamos nuestra posición

No podemos saber, con exactitud qué saldrá finalmente de la reunión de Minsk. Lo más probable es que acuerde una tregua –probablemente precaria–, ya que la situación militar de las tropas de Kiev parece insostenible y, por otro lado, el Kremlin está más interesado que nunca que en poner “paños fríos” a la situación. La coyuntura de crisis económica y la amenaza de más sanciones de Occidente lo presionan en ese sentido. Pero el gobierno de Putin no puede aparecer ante la opinión pública rusa como entregando a las repúblicas insurrectas del Este. Tampoco desea incorporarlas a Rusia (como Crimea) porque sería importar una situación político-social de difícil control.

En este marco, como venimos sosteniendo, defendemos el derecho a la autodeterminación de los pueblos del Este, incluyendo su derecho a la separación. Pero la partición de Ucrania no es nuestro programa. Estamos por una Ucrania unida, de los trabajadores, en el marco de una república federal y socialista.

Sostenemos incondicionalmente el derecho de los pueblos del Este de Ucrania a defenderse de los atropellos de gobierno de Kiev, incluyendo su derecho a la autodeterminación. Pero también, más que nunca, advertimos que su separación, la partición de Ucrania en dos, no traerá a la larga beneficios.

El rechazo popular en las regiones del Este a continuar bajo la bota del gobierno de Kiev, que medio país no votó, es justificable y comprensible. El oligarca Poroshenko pretende imponer un centralismo absoluto, la proscripción del idioma ruso, el plan de ajuste ordenado por el FMI y el acuerdo económico con la Unión Europea, etc.

Por todos esos motivos, desde la corriente internacional Socialismo o Barbarie respetamos y defendemos incondicionalmente la lucha de las regiones del Donetsk y Lugansk, y de todo el Este de Ucrania por su autodeterminación.

Pero, al mismo tiempo, advertimos que las esperanzas de que la salvación pueda venir de la secesión de Ucrania y de la incorporación o asociación a la Rusia de Putin, es un camino ilusorio. Putin ha demostrado una y mil veces que lo del Este de Ucrania es sólo un peón que utiliza frente a los imperialismos de Occidente, en una situación mundial en que las fricciones geopolíticas tienden a exacerbarse.

La única solución a este atolladero, es una salida que sea independiente tanto de los oligarcas ucranianos como de los imperialismos de Occidente y del Kremlin. Para eso es imprescindible luchar por una salida independiente: que la clase obrera y trabajadora se ponga de pie con una alternativa propia.

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[1].- Pilar Bonet, “La guerra y la corrupción no dejan respirar a Kiev”, reproducido por La Nación, 09/02/2015.

[2] Dmitry Kolesnik,“When Ukrainians Choose Not to Die in a War”, CounterPunch, February 6-8, 2015.

[3].- Este oblast es fronterizo con Rumania, Hungría y Eslovaquia.

[4].- “Ukraine arrests journalist after call to dodge draft”, AFP en Japan Times, Feb 9, 2015.

Por Elías Saadi, Socialismo o Barbarie nº 320, 12/02/2015

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