Mar - 21 - 2015

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Manuela Castañeira, precandidata a jefa de gobierno en la Ciudad de Buenos Aires por nuestro partido, el Nuevo MAS, fue invitada por luchadoras por los derechos de las mujeres de México a participar de distintas conferencias y actividades de debate sobre la lucha de las mujeres, la coyuntura actual y los desafíos de darle una expresión política al activismo que da pelea por los derechos de la mujer.

Participó, entre otras actividades, de un panel de debate en la Universidad de Guanajuato, de un “conversatorio” en el Museo de las Mujeres; y de reuniones y debates con el activismo local.

¿Cómo fue el viaje de Las Rojas en México?

La primera definición es que fue un éxito. Estuvimos en la ciudad de Guanajuato, invitadas por la Universidad, y luego en una serie de actividades con activistas en el D.F., principalmente en un conversatorio de la mujer donde nos recibieron súper bien.

El viaje nos permitió difundir la política socialista feminista, desde la cual Las Rojas vienen haciendo una experiencia profunda en Argentina, y el intercambio fue totalmente enriquecedor. En primer lugar, las actividades tuvieron una convocatoria impresionante, de activistas no sólo por los derechos de las mujeres, sino también por la exigencia de la aparición de los 43 de Ayotzinapa. Todos los debates estuvieron cruzados por la lucha de las mujeres y la necesidad de unificarse con otros movimientos.

Estuviste en un debate en la Universidad de Guanajuato ¿Quiénes participaron y cómo fue?

Participó una candidata por el Partido de Acción Nacional, el PAN, también hubo una consejera electoral, que es algo así como la justicia electoral mexicana, una académica y yo. El debate fue muy rico e intenso, porque aprovechamos para profundizar sobre el problema de que las candidaturas de las mujeres, no por ser mujeres en sí resuelven el problema del movimiento, y desde ese punto de vista, la candidata panista llego a decir que estaba en contra de la legalización del aborto, sin hablar por ejemplo del problema de la violencia y los femicidios, cuando el activismo mexicano da cuenta de la responsabilidad directa del Estado sobre la desaparición y la muerte de mujeres.

Desde ese punto de vista fue muy bueno e interesante discutir con el activismo desenmascarando toda la política de los partidos tradicionales y de un sector de mujeres del PRI, del PAN y del PRD, que son partidos tradicionales vinculados al empresariado, que intentan convencer a aquellas que quieren pelear por los derechos de las mujeres de que las voten. Y la verdad es que les fue mal con esas posiciones en el debate, y reflejó cómo las posiciones feministas desde la izquierda son las que levantan consecuentemente las banderas por los derechos de las mujeres, como es la legalización del aborto.

¿Cuáles fueron las principales inquietudes que te presentaron las activistas mexicanas?

Las principales inquietudes preguntas hacia nosotras, tanto en la conferencia como en el conversatorio y los otros debates, tuvieron que ver con cómo nos organizamos las mujeres en Argentina desde Las Rojas. Fue muy interesante dar cuenta de la necesidad que hay de conformar agrupaciones de mujeres. En el caso argentino, las experiencias avanzadas que tenemos en el sentido de la confluencia con partidos de trabajadores, como es el caso de Las Rojas y el Nuevo MAS, llamó muchísimo la atención porque en México hay una crisis institucional muy fuerte y la representación de la izquierda revolucionaria es minoritaria. Las activistas manifestaron un agrado muy grande con nuestras posiciones y mucho respeto hacia la lucha que venimos dando.

Otro tema muy importante, sobre la manera de organizarnos, tuvo que ver con la necesidad de priorizar la lucha en las calles. Ese debate es importante, porque hay un sector feminista en Argentina que está abocado a hacer lobby parlamentario, e incluso han sido cooptadas por el gobierno nacional, y ese debate en México resultó de una perspectiva interesante, debido a que hay una presión muy grande para que las mujeres que pelean por sus derechos lo hagan solo y exclusivamente desde las instituciones del Estado.

Pudimos contar cómo la perspectiva de la lucha callejera tiene sus riquezas y posibilidades, y un debate también sobre la necesidad de pasar de las reivindicaciones solamente sociales al plano de la política y la organización. Esto no quiere decir que hacer política sea exclusivamente participar de las elecciones, sino desde la lucha en las calles pensar las plataformas, los puntos de apoyo, las bancas parlamentarias y las campañas electorales como megáfonos, como potenciadores. Como puntos de apoyo para extender nuestra política mucho más allá y plantearnos también cuestiones más generales sobre el lugar del gobierno y el Estado y cuestionarlos.

¿Se ha podido discutir sobre puntos en común para la coordinación del movimiento de mujeres en Latinoamérica?

Uno de los objetivos importantísimos que tuvo este viaje tiene que ver con la coordinación del movimiento de mujeres latinoamericano. Hemos intercambiado con muchísimas organizaciones y activistas para avanzar en la unidad de acción conjunta para la lucha, para pegar en México sobre los problemas mexicanos y argentinos, para pegar en Argentina con un sólo puño sobre los problemas argentinos y mexicanos, movilizarnos a las embajadas respectivas, y eso ha quedado planteado sin duda a partir de la difusión de campañas que estamos llevando adelante en nuestro país sobre la lucha de Iara Carmona para que metan preso a su violador, las mexicanas han manifestado mucha solidaridad y sensibilidad a partir del caso cuando lo difundimos y han quedado pendientes de avanzar en la coordinación por ese tema.

¿Cómo fue la recepción de tu candidatura a jefa de gobierno?

Un punto que fue impactante para las compañeras fue que haya una candidatura como la que encabezo. Que viene del movimiento de mujeres, vinculada también a un partido de la izquierda revolucionaria, que representa también a la juventud que participa de la lucha política en Argentina, desde un lugar activista, desde un lugar transformador de la sociedad.

Eso ha generado mucha repercusión entre los activistas y también en los medios mexicanos. Llamaba mucho la atención en un sentido positivo una candidatura como la nuestra, teniendo en cuenta que México también va ahora a un proceso electoral y que hay una crisis institucional grandísima, que venía procesándose y que pegó un salto a partir de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.

Es que se intenta enterrar bajo un montón de votos la experiencia de lucha por los 43 y pasar a una especie de seudo-normalidad, y los activistas se resisten a eso. Una de las discusiones que se plantearon fue la necesidad de la refundación de la izquierda revolucionaria en México.

La experiencia del viaje fue extraordinaria, enriquecedora y ha colaborado en difundir esta experiencia de lucha que venimos haciendo Las Rojas y el Nuevo MAS en la Argentina, de dar batalla en todos los terrenos, en las calles y también en el terreno electoral, no dejar de lado la posibilidad que dan las campañas electorales para seguir difundiendo nuestras luchas. Ha quedado planteada la necesidad de avanzar en la coordinación entre las activistas mexicanas y argentinas. Y Las Rojas estamos poniéndonos en pos de ese objetivo.

Reportaje de Socialismo o Barbarie, 19/03/2015

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