Jun - 5 - 2015

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Los trabajadores de diferentes hospitales de Paris habían decidido marchar, el jueves 28 de mayo, desde sus respectivos lugares de trabajo hacia la oficina del director, que intenta arrebatarle las jornadas  de reposo y aumentar las 35 horas de trabajo semanal.

Para evitar las marchas  que iban a afectar el tráfico por diversos ejes de la capital, la Intersindical pidió permiso para marchar ese día de la oficina del director en el centro de Paris hasta el Ministerio de la Salud. Era obligado pasar por los sitios turísticos, Notre Dame, Saint Michel, etc. Pero cuando los trabajadores ya se habían concentrado, los burócratas de la CGT intentaron liquidar la movilización, ordenando a sus afiliados no marchar. Mentían a la base diciendo que no había permiso, cuando ya se veía que la policía había despejado el camino. Claro, los burócratas de la CGT colaboran con el gobierno “socialista”, como antes colaboraron con el anterior gobierno de Sarkosy para derrotar en el 2010 la lucha de los trabajadores por las pensiones.

Poco a poco, se corrió la voz de que había que bascular el aparato de la CGT para poder movilizarse. Las jóvenes enfermeras del hospital Avicenne tomaron entonces la cabeza de la manifestación. El sindicato SUD las siguió y luego la CGT tuvo que sumarse al cortejo por la presión de la base.

Ese sindicato debía estar a la cabeza, puesto que tiene mayoría de afiliados. Pero como los burócratas estaban en contra de manifestar, no tenían nada preparado para encabezar la marcha. Cuando quieren marchar, generalmente preparan un camión con un globo gigante y el servicio de orden. Ahora debieron resignarse a ir a la cola.

La manifestación fue muy combativa y dinámica. Se veía la cólera de la nueva generación de trabajadores hospitaleros. Estaban, al mismo tiempo, felices por encontrarse juntos marchando por las calles de Paris. Y eso que miles no pudieron asistir por estar “asignados”; es decir, que deben realizar jornada obligatoria por estar en el sector de la salud.

Al final  de la manifestación en una asamblea, varios tomaron la palabra. Explicaron que  hay diez  mil trabajadores precarios, enfermeras, técnicos, con contratos de tres meses. El trabajador puede obtener otro contrato, pero nunca llega a ser titular del puesto. Otros hablaron del “burnout”, síndrome prolongado de stress, del agotamiento físico y psicológico que sufren en los hospitales desde hace tiempo por la negativa de la dirección de emplear nuevos trabajadores.

La lucha la tienen que dirigir los trabajadores mismos y no las cúpulas sindicales burocráticas, cómplices del gobierno de Hollande como la de la CGT. Con esos dirigentes, ¿cómo superar el aislamiento entre hospitales separados cuando el enemigo es común? Hay una proposición que circula de elegir delegados de cada hospital para realizar una asamblea de todos los hospitales.

Continuando con su  estrategia desmovilizadora y desgastante de huelga “intermitente”, la Intersindical llama a otra para el 11 de junio. Por su parte, los militantes combativos buscan el modo de organizar acciones locales durante toda esta semana.

Por Flora Kessler, desde París para Socialismo o Barbarie, 01/06/2015

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