Nov - 19 - 2015

El miércoles pasado unosdoscientos estudiantes fueron brutalmente reprimidos por las fuerzas policiales y militares en el Estado de Guerrero. Los hechos tuvieron lugar cuando los estudiantes de Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa se estaban movilizando con el objetivo de conseguir combustible para los autobuses con los que pensaban trasladarse para llevar a cabouna movilización en conmemoración las agresiones sufridas en noviembre del 2007 también a manos de las fuerzas represivas estatales.En aquel entonces, unos cincuenta estudiantes fueron desalojados violentamente en Acapulco de la caseta de La Venta de la autopista del Sol que habían tomado para recaudar fondos de lucha.

Durante los hechos que ocurrieron la semana pasada algunos estudiantespudieron escapar corriendo por los cerros y, aunque aparecieron afortunadamente con vida a los días, en un primer momento al no saberse nada sobre paraderode los mismos, la bronca por la impunidad de las desapariciones de los 43 normalistas se hizo notar con más fuerza.

A esta altura, está claro que en el Estado de Guerrero ser estudiante es equivalente a estar en riesgo constante de ser perseguido, asesinado o desaparecido. Tal es la persecución que están sufriendo queVidulfo Rosales Sierra, abogado de los normalistas, por parte del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, denunció públicamente que luego de la represión en el hospital al que trasladaron a los estudiantes que estaban heridos de gravedad tardaron horas en atenderlos poniendo así al límite del riesgo sus vidas. Incluso, al día de hoy algunos de ellos permanecen en estado grave debido a la golpiza propinada por las fuerzas represivas.

Es que el gobierno de Peña Nieto ya no sabe qué hacer para sacarse de encima a los revoltosos estudiantes normalistas que son, junto con los docentes, el sector más movilizado del pueblo mexicano en contra de la reforma educativa,  las políticas de ajuste económico y la represión policial que el gobierno del “Pacto por México” quiere imponer.Entre las tantas maniobras que han intentado para dar un carpetazo a la causa por la desaparición de los 43 normalistas se encuentran la de instalar la llamada “verdad histórica” con la que aspirarona hacer desistir a los familiares de seguir buscando a sus hijos mintiéndoles descaradamente con que los estudiantes habrían sido incinerados por una banda de narco traficantes en los basurales de Cocula.Tan insostenible era esta mentira que fue totalmente derribada luego de que el Grupo de Investigación Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) formado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos diera a conocer los primeros resultados de su investigación mediante un informe. Intentaron tambiéncomprar el silencio de los familiares ofreciéndoles dinero pero estos no aceptaron un centavo demostrando que no se van a vender y van a luchar hasta las últimas consecuencias por saber qué pasó con sus hijos. Finalmente, el PRI intentó ensuciar a los estudiantes asociándolos a bandas narcos pero retrocedieron rápidamente en esta falsa denuncia, no fuera a ser que a alguien se le ocurriera ahondar un poco más en una de las revelaciones más importantes de la investigación de la GIEI: la utilización de buses (como los que los normalistas intentaron tomar para trasladarse aquella noche de septiembre desconociendo lo que transportaban) para llevar cargamentos deheroína desde Iguala a Estados Unidos.

Como parte de la persecución que el estado mexicano está llevando a cabo sobre los estudiantes que luchan en contra del gobierno, el flamante nuevo rector de la universidad Nacional de México (UNAM), Enrique Graue, ya aseguro antes de asumir que quiere a los partidos políticosafuera de la universidad y a la policía adentro circulando libremente dentro de los pasillos y las aulas, violando la autonomía universitaria, seguramente para seguir criminalizando a los estudiantes que se organicen.

También como parte de estas estrategias del gobierno mexicano para desactivar las luchas del sector educativo es que hace sólo algunas semanas fueron apresados dirigentes de laCoordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE)en Oaxacapor manifestarse en contra de la reforma educativa privatizadora que ya se está implementando el gobierno. Esta semana se llevaron a cabo las evaluaciones a los maestros y quedó demostrado que no son más que una estrategia por parte del PRI para justificar despidos masivos, como prueba de ello el Secretario de Educación y mano derecha de Peña Nieto, Aurelio Nuño, adelantó esta semana que serán despedidos todos los docentes que no se hayan presentado a las evaluaciones.

Se manifiesta así una necesidad urgenteque los estudiantes y docentes mexicanos se organicen para redoblar la lucha en contra de los ataques del gobierno, para enfrentar el ajuste a la educación pública y para seguir exigiendo justicia por los 43 normalistas desaparecidos.

 

Por Veronica R., Socialismo o Barbarie, 19/11/15

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