May - 26 - 2016

Desde el comienzo del segundo período de gobierno de Dilma, la clase obrera y la juventud sufrieron una serie de ataques. Con la perspectiva de permanecer en el poder, Dilma agitó varias veces a la burguesía con el objetivo de salvar su gobierno, pero cuando esta constató que el gobierno no tenía más fuerza para aplicar las políticas neoliberales a fondo, dio se decidió por el juicio político.

Tras la caída de Dilma se instaló un gobierno reaccionario que tiene al frente al vicepresidente, Michel Temer, quien asumió la tarea de profundizar la política de austeridad vía recortes en el presupuesto, reforma de las pensiones y acabar con los programas sociales tales como Mi Casa, Mi Vida. Una agenda política reaccionaria, la cual, desde el punto de vista de la clase dominante, el gobierno anterior no fue capaz de imponer hasta el final debido a su pérdida de popularidad y de su base parlamentaria.

Para poder aplicar su política en beneficio de los capitalistas y en detrimento de los trabajadores, el Gobierno provisional tendrá que contener a los sectores que están luchando y  que no aceptaran pasivamente el ataque a sus derechos. Tendrá que contener a los movimientos sociales, como al MTST que el pasado domingo dio un gran ejemplo de lucha al cercar la casa que posee Temer en Sao Paulo; y también deberá enfrentar a la juventud que se encuentra activa desde junio de 2013 dando ejemplos diarios de combatividad.

La dirección del PSOL y PSTU aún supo captar el sentimiento de la clase obrera y la juventud acerca de que es necesaria la construcción de un polo de independencia de clase a partir de la unificación de las luchas en curso. Esto se debe a que una parte de la izquierda fue ganada por el lulismo para la lucha «por la democracia y contra el golpe», mientras que otros más sectarios continúan con la política de «Fuera todos» sin darse cuenta de que hoy en día esta política contribuye a la ofensiva reaccionaria actual.

La gran movilización de sectores de las culturas en contra de la desaparición del ministerio del área y el retroceso de Temer, la movilización masiva de los trabajadores sin techo, la indignación general de los jóvenes contra el gobierno y el estado de cosas demuestra que este gobierno puede ser derrotado.

La izquierda socialista debe superar con urgencia las divisiones actuales y, frente a los ataques del gobierno, elaborar  una propuesta para unificar las luchas que ya se están realizando para ampliar la movilización por el «Fuera Temer» y construir una salida política desde los trabajadores. En nuestra opinión, esta salida pasa por la movilización en pos de «elecciones generales» y la convocatoria de una Asamblea Constituyente Soberana, ambas en condiciones verdaderamente democráticas.

Debemos construir una alternativa política clasista que movilice directamente a los trabajadores y los jóvenes en lucha contra los ataques de los gobiernos y los patrones. A sí mismo, es necesario fortalecer la iniciativa de diversos sectores para construir un fuertes bloque de izquierda, sin falsas hegemonías, y que sirva para organizar las luchas en el campo sindical, popular, estudiantil y político.

Esta responsabilidad de organizar de forma independiente a los jóvenes, los trabajadores y el movimiento social en contra de la ofensiva reaccionaria debe ser asumida por el PSOL, PSTU, MTST, CSP-Conlutas e Intersindical. Para ello, es necesaria la construcción de un gran encuentro de base de la izquierda independiente y darnos una plataforma política y un plan de luchas unitario.

Recomposición salarial ya

Por la unidad de la lucha de estudiantes y profesores

Por la conformación de un bloque Izquierda Socialista

Por un encuentro de los luchadores

Fuera Temer.

Por elecciones Generales ya y la convocatoria a una Asamblea Constituyente Democrática

Por Severino Félix, Socialismo ou Barbárie Brasil, 24/5/16

Categoría: América Latina, Brasil Etiquetas: ,