Ene - 26 - 2017

En el marco de la jornada mundial de lucha contra Donald Trump, La izquierda al Frente junto con otras agrupaciones de izquierda convocamos a una Radio Abierta en el Obelisco de Buenos Aires para sumar nuestro rechazo a la reaccionaria figura de Trump, y empezar a concientizar por medio de esta agitación con la finalidad de prepararnos para salir a luchar contra las agresiones que el mandamás de la Casa Blanca promete desatar contra los trabajadores las mujeres, los inmigrantes y la juventud.

Como Parte de esta actividad, intervinieron distintos oradores, por parte de la Izquierda AL Frente hicieron uso de la palabra Alejandro Bodart y cerró la actividad Manuela Castañeira. A continuación reproducimos las palabras de la referente del Nuevo MAS y de la Izquierda al Frente por el Socialismo.

Muy buenas tardes, compañeras y compañeros: es muy bueno estar hoy acá en la calle en el Obelisco porque acá hay un mensaje muy claro que queremos dar. Hoy ha asumido Trump en los Estados Unidos y queremos decir bien fuerte que Trump es el enemigo de los trabajadores, de las mujeres, de la juventud, de todos los pueblos oprimidos en el mundo.

Trump hizo campaña prometiendo muros, prometiendo bombas, hizo su primer discurso hablando de Dios, de la patria y nombrando más a los militares que respirando. Eso es lo que quiere para Estados Unidos, lo que quiere imponer en el mundo y lo que le quiere imponer a nuestro pueblo latinoamericano. No vamos a depositar confianza en ningún demagogo que se apoya en los justos reclamos de los trabajadores, que después de la crisis del 2008, donde Obama decidió salvar a los bancos en vez de a los de abajo, se han quedado sin futuro. Ha llegado Trump para engañarlos y engañar en el mundo entero diciendo que va a beneficiar a los de abajo o a los trabajadores con esa frase de “América para los americanos”. Lo que Trump quiere es la guerra de los trabajadores contra los trabajadores, de los pobres contra los pobres, de los pueblos contra los pueblos y no se lo vamos a permitir, no vamos a dejar que se los engañen para ir detrás de los empresarios blancos y millonarios.

No queremos dejar pasar ese discurso que dice que lo mejor es cerrar fronteras. Hoy me decía una persona en una nota (que se definía como peronista) que hay que copiar para la Argentina eso de “América para los americanos” y “Argentina para los argentinos”. Yo le pregunté a quién definía como argentinos, porque no son lo mismo los argentinos de la AGR que están en la toma de la planta que el argentino Magnetto.

Ellos son los de arriba, los billonarios, ya ni millonarios son, su gabinete de los personajes más nefastos del establishment de siempre. Él se decía que estaba fuera de la política pero Trump es un millonario que nació en “cuna de oro” y que se rodea de millonarios y es a ellos a quienes quiere beneficiar. Por eso defendemos, apoyamos a todos los compañeros trabajadores estadounidenses, a todos esos jóvenes que han salido a las calles a defender su futuro, a defender sus derechos, a defender el trabajo y la educación, a defender también el derecho al aborto y los derechos de todas las mujeres.

Mañana también las mujeres se estarán movilizando y vaya con ellas también toda nuestra solidaridad. Nuestros jóvenes compañeros corresponsales de Socialismo o Barbarie están allá movilizándose con ellas y acá nosotros los compañeros del Nuevo MAS, del MST, del PSTU, de Opinión Socialista, la izquierda acá plantándose para dejar bien en claro y que no confundan a nadie: que la salida no puede ser por derecha como quieren hacer personajes como Trump en Estados Unidos, como Temer en Brasil, como Macri en Argentina; la salida es por izquierda o no es para los trabajadores, las mujeres y la juventud y esa salida es socialista.

Se abre una discusión en todo el mundo: si vamos a seguir aguantando el capitalismo y la barbarie o si vamos a plantear otras alternativas y construir otras sociedades, vayamos por ese camino compañeros contra Trump hoy, contra Macri acá y su ajuste, su gabinete reaccionario, sus ministros reaccionarios y su política de derecha y antiobrera. En las calles, todos los días, con la mayor unidad y con la mayor fuerza, ese es nuestro lugar; ahí nos tenemos que encontrar y defender nuestros derechos, y sigamos compañeros, porque hay mucho por delante pero hay mucha fuerza también. Vamos por una alternativa que sea socialista, que sea desde abajo, que sea con los trabajadores, las mujeres y la juventud. Sigamos en las calles compañeros, muchas gracias y nos vemos en la lucha.


Todos contra Trump…menos el FIT

Podríamos pensar que es una muestra más de la ya rutinaria parálisis del FIT, si no fuera por ser esta una actitud de leso internacionalismo.

La llegada de Donald Trump a la presidencia de la principal potencia imperialista generó un cimbronazo en todo el mundo. Las elites del planeta están calculando una y mil veces cual será el rumbo que este magnate le imponga a los Estados Unidos, y cómo esto afectará al planeta. Todas las personas mínimamente progresistas del planeta entendieron que la retórica racista, xenófoba, misógina, homófoba y ecogenocida del flamante mandamás de la Casa Blanca supone una amenaza para los derechos de los sectores populares y los intereses históricos de la clase obrera. La más elemental sensibilidad llevó a cientos de miles (por no decir millones) de personas en decenas de ciudades de Estados Unidos a salir a la calle y marcarle la cancha a Trump. A ellas se les sumaron cien mil en Londres, y otras decenas de miles más en distintas capitales del mundo. Todos dijeron presentes…menos el “Frente de Izquierda”.

La asunción de Donald Trump fue un hecho objetivo de la realidad mundial y puede abrir dar lugar a un escenario cualitativamente distinto para la lucha de clases. Una vez más el FIT ha dado pruebas de que es absolutamente insensible a la realidad, para él todo lo humano le es ajeno…salvo las elecciones. El problema grave es que no se puede construir una alternativa realmente de “izquierda”, ni obrera, y menos que menos socialista dándole la espalda al mundo. Esa actitud de miras estrechamente localista deseduca a la clase obrera y a la propia base militante al negarle toda perspectiva global.

La parálisis, y las cortas miras del FIT son nuevas pruebas de que no es capaz de alzarse como alternativa para los trabajadores, las mujeres y la juventud.

Martín Primo

SoB 412, 26/1/17

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