El lunes 22 de Mayo, un brutal atentado reaccionario tuvo lugar en Manchester, Reino Unido, dejando un balance provisional de 22 muertos y 59 heridos. Un joven británico hijo de refugiados libios, de 23 años, hizo estallar una bomba suicida a la salida de un concierto de Ariana Grande, con un público compuesto mayoritariamente de adolescentes y niños, acompañados de sus familias.
Se trata de un atentado ultra reaccionario, que no tiene la más mínima justificación. El Estado Islámico, que se ha atribuido su autoría, es una organización semi-fascista que oprime de manera profunda a las poblaciones de los territorios que controla y que de ninguna manera representa los intereses de sectores explotados y oprimidos. Los horrores que las guerras imperialistas producen en todo Medio Oriente, que sin duda nutren materialmente estas organizaciones reaccionarias, no pueden de ninguna manera servir de justificación a este tipo de ataques, dirigidos contra poblaciones civiles y en particular contra la juventud, a las antípodas de los métodos de aquellos que luchamos por la emancipación de la humanidad.
En lo inmediato, además, el atentado sólo servirá para reforzar la ofensiva reaccionaria, represiva, “guerrera” e intervencionista que llevan adelante los gobiernos imperialistas como el de Theresa May en el Reino Unido o el de Donald Trump en los Estados Unidos. Lejos de mejorar la situación de las poblaciones musulmanas que el Estado Islámico dice representar, estos ataques solo profundizan los discursos racistas, xenófobos e islamófobos de la ultraderecha y los conservadores, la opresión que sufren estos sectores en los países imperialistas. Además, permiten instalar un “Estado de Guerra” permanente, interna y externa, que apunta a reducir las libertades democráticas, a continuar la destrucción y el saqueo de Medio Oriente, a dividir a los explotados y oprimidos de acuerdo a su origen, su raza, su religión. El gobierno de Theresa May ya anunció que aumentará el nivel de alerta y redoblará la presencia militar y policial en las calles del Reino Unido
A su vez, es esta misma ofensiva imperialista la que seguirá, cual “bombero pirómano”, alimentando las condiciones en las cuales han surgido estas organizaciones reaccionarias. Si tales organizaciones existen, es precisamente como consecuencia del caos y la devastación en la que las sucesivas intervenciones imperialistas han dejado la región, privando de toda perspectiva a generaciones enteras, engendrando un estado permanente de guerra, promoviendo enfrentamientos fratricidas al interior de estos países para hacer avanzar los intereses de uno u otro bloque imperialista. Continuar los bombardeos y las intervenciones imperialistas de la región, cuyas principales víctimas son las poblaciones civiles, sólo agravará estos problemas.
De lo que se trata entonces es de repudiar incondicionalmente este atentado reaccionario, al mismo tiempo que luchamos de manera intransigente contra su instrumentalización por la derecha reaccionaria para redoblar su ofensiva racista e imperialista, de división de nuestra clase. Necesitamos movilizarnos con la más amplia unidad de todos los explotados y oprimidos, sea cual sea su origen, su religión, para frenar la ofensiva reaccionaria que se profundizará, para frenar las políticas represivas y liberticidas, para frenar la guerra imperialista, para frenar estos atentados monstruosos. El sistema capitalista genera un mundo en descomposición, plagado de guerra, de miseria, de atentados, de falta de perspectivas para generaciones enteras. Necesitamos luchar por construir un mundo emancipado, libre de toda explotación y opresión: más que nunca, revolución socialista o más barbarie capitalista.
Corriente Internacional Socialismo o Barbarie, 23/05/17